
- Autora: Nnedi Okorafor
- Título: Noor
- Fecha de publicación: 16 de noviembre de 2021
- Editorial: DAW
- ISBN: 9780756416096
- Número de páginas: 214 en la edición de tapa dura
- Género: ciencia ficción
¿QUÉ ES NOOR?
Gracias a DAW (la editorial estadounidense) y Netgalley (un portal en el que editoriales y autores pueden ofrecer sus obras a reseñadores) he conseguido un ejemplar de esta novela que se publica el 16 de noviembre de 2021. No creo que lleguen a leer esto nunca y menos estando en español pero yo estoy muy emocionada.
Y ¿de qué va? pues os traduzco la sinopsis:
Anwuli Okwufili prefiere ser llamada AO. Para ella estas iniciales siempre han significado Organismo Artificial. AO nunca se ha sentido… natural, y eso es quedarse corta. Sus padres pasaron el tiempo previo a su nacimiento rezando porque tuviese una muerte pacífica ya que desde el útero estaba mal. Pero sobrevivió. Y después llegó el accidente de tráfico que la dejaría aún peor. Sin embargo en lugar de ver su cuerpo como el resto del mundo, como extraño, antinatural, incluso tocado por el diablo, AO abraza lo que es: una mujer con un montón de mejoras tecnológicas corporales. Pero entonces un día va al mercado local y todo sale mal.
Una vez a la fuga conoce a un pastor Fulani llamado ADN y la carrera contra el tiempo a través de los desiertos del norte de Nigeria empieza. En un mundo en el que todas las cosas están en línea todos están expectantes por el momento en el que la asesina y el terrorista tengan que rendir cuentas y por el final de la saga de la mujer perversa y el hombre loco.
¿CÓMO ES NOOR?
Es muy fácil que me desespere con una descripción y empiece a leer en vertical. Por eso siempre me sorprende cuando un autor me captura a través del uso de los cinco sentidos en su mundo. En Noor Nnedi Okorafor ha puesto cuerpo y alma en que este libro pueda definirse como luz, olor, respiración, comida, el tacto de la arena en los pies y el calor sobre la piel.
Aunque también es verdad que una historia de carretera, que se siente apocalíptica, en la que los protagonistas viajan con una vaca y un toro estaba destinada a gustarme. No puedo ser objetiva aquí.
Pero bueno, obra de carretera y cinco sentidos. Algunas narrativas de viaje se regodean en lo cotidiano y la normalidad mientras el entorno cambia y dejan un sentimiento agradable por ello. Este es el caso de Noor que, aunque está hablándote de una situación terrible en un entorno durísimo, te regala una sensación hogareña, de pertenencia y de sentir las cosas entre tus manos. Y de familia, adoro las historias de familia encontrada y en esta el juego Adán/Eva que crea me tiene comprada.
Por supuesto es también, y por encima de todo, una obra de ciencia ficción. Okorafor nos introduce en un futuro en el que la ciencia tras las energías renovables ha sido capaz de canalizar la energía potencial que ofrecen los desiertos y, además, de enviarla al resto del mundo. Esto no significa que partamos de una utopía en absoluto y es que la humanidad, siendo la humanidad, sigue manipulando la información y no distribuyendo los recursos de una manera justa.
A la hora de plantear el concepto científico la autora se ha basado en un proyecto real en Marruecos, la Planta Solar de Nur Uarzazat, que pretende convertirse en la productora de más de la mitad de la energía del país a medio plazo. Esto lo mezcla además con conflictos también reales como la denuncia de los pastores Fulani respecto a los asesinatos indiscriminados que padecen por acusaciones de terrorismo.
Del libro esperad en general una buena mezcla entre elementos humanos y tecnológicos que siempre van salpicados por unas cuantas dosis de realidad.
Otro avance que cubre es el de las prótesis dirigidas tanto a compensar problemas como mejoras simplemente por gusto. Y este es el tema más delicado tanto de la novela como de la reseña.
AO, la protagonista, nació con algunas malformaciones que se agravaron después de un accidente. Una parte muy grande de la trama tiene que ver con lo difícil que es para su entorno aceptar sus miembros metálicos o sus implantes neurológicos. Todo este proceso se vive como una especie de renacimiento constante lleno de nuevas posibilidades que, aunque está lleno de partes oscuras y explora qué abarca en realidad la capacidad de decisión, tiene desde luego un sentido empoderante y de liberación.
Y qué pasa con esto. Pues que Okorafor utiliza un lenguaje bastante duro y que se considera hasta cierto punto inapropiado para referirse a las malformaciones. He visto varias reseñas que hacen mención a que se les llegó a hacer violento y desagradable.
Mi opinión al respecto es irrelevante porque lo que sí que importa para entender esto es que una escoliosis severa que necesitó de operación llevó a una entonces muy deportista autora a sufrir parálisis de la cintura para abajo. Tuvo que volver a aprender a andar y el dolor de todo el proceso fue, por supuesto, enorme. Si queréis saber más sobre su experiencia parece que habló sobre el tema en Broken Places Outer Spaces.
Está claro que, aunque no fue el mismo recorrido vital para ambas, todos los comentarios salen desde un punto muy personal que creo que no es mi lugar ni afirmar ni debatir. Solo os aviso de todo.
En lo que sí puedo entrar es en cómo aprovecha este punto para exponer también la manera en la que, cuando la sociedad considera que no eres adecuado, da igual todo lo que hagas para intentar ser normal que nunca van a aceptarte. Creo que lo hace desde una perspectiva muy acertada y que, de nuevo, la manera en la que lo ata con el concepto de lo que es una decisión y lo que no lo es hacen muy realistas el mundo y los personajes.
Eso sí, no os imaginéis la obra como un panfleto pro máquinas. No. Si os habéis fijado en el nombre del protagonista masculino sus iniciales son ADN y viene a mostrar un estilo de vida más tradicional y lejos de todo lo que representa AO. Juntos hacen una suerte de nuevos Adán y Eva como comentaba más arriba no porque sean los últimos de la tierra, si no por la sensación de renacimiento y de reseteo que busca el texto, de unión entre diferentes decisiones que no tienen por qué chocar.
A estas alturas quizá os estáis preguntando si solo tengo cosas buenas que decir de Noor y la verdad es que no. Hay una, cerca del principio, que no me gustó nada. Hay dos momentos en la narrativa en los que se interrumpe el ciclo normal de los acontecimientos para contarte un evento pasado que la historia necesita para avanzar. Una de las veces, la segunda, está muy bien planteado. La primera, sin embargo, es una transcripción de un podcast entero sobre una señora y sus avances en la ciencia que sirve de construcción de mundo entera y que se me hizo pesadísima.
No le niego parte de genialidad al podcast, que se llama Africanfuturism y es un relato por sí mismo que fuera habría valorado mucho. El problema es que dentro rompe con la manera en la que la historia está creciendo en el lector.
Para ir cerrando esta entrada os voy a contar que hay algunas similitudes muy de pasada entre Dune y Noor, no sé si buscadas o no, que he apreciado mucho. Aquí por supuesto tenemos un relato contado desde el punto de vista real de los colonizados, el color azul se cambia por el rojo y, aunque encontramos puntos similares en la concepción del desierto como parte fundamental del futuro humano, Okorafor habla de la tecnología y de sus personajes desde un tono completamente diferente al de Herbert.
¿PARA QUIÉN ES NOOR?
Fans de la ciencia ficción que busquen diferentes puntos de vista sobre temas que son a la vez muy populares siempre y a la vez muy tapados. Aunque da mucha información al principio y está el detalle grande de la construcción de mundo que no me gusta es fácil, ameno y corto.
Me ha encantado la reseña y me ha tentado sobre todo el aspecto del debate sobre el transhumanismo. El tema de las mejoras tecnológicas en la biología humana y todas sis implicaciones me parece apasionante, y es especialmente interesante desde la óptica de tecnología impuesta por eventos sociales y la aprobación social.
Qué gran trabajo te has marcado 💜
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