
¿QUÉ ES EL ARTE DE LA PROFECÍA?
La sinopsis, según la editorial:
HAY DEMASIADAS HISTORIAS QUE COMIENZAN DE LA MISMA MANERA: UNA PROFECÍA.
Un elegido. La inevitable misión de dar muerte al villano, salvar el reino y cumplir con un destino grandioso.
Pero esta no es una de esas historias.
También empieza con una profecía: un niño se alzará para derrotar al Kan Eterno, un cruel e inmortal soberano divino, y salvar el reino.
Y la profecía señala a un héroe, Jian, criado entre lujos y esplendor desde su nacimiento, célebre antes de ganar una sola batalla.
Pero ahí es donde la historia da su primer giro: la profecía estaba equivocada.
A continuación, se despliega un relato mucho más asombroso de lo que cualquier profecía podría predecir y con muchos héroes inesperados: Taishi, una anciana archimaestra de las artes marciales mágicas del reino, que creía que sus días de aventuras habían quedado atrás; Sali, una guerrera apegada a la tradición que descubre lo poco que valen las reglas cuando desaparece el líder al que ha consagrado su vida; y Qisami, una asesina caótica para la que matar es quizás demasiado placentero.
Y el propio Jian, que debe hallar la manera de convertirse en lo que no cree poder ser: un héroe, pese a todo.
LA PORTADA DE EL ARTE DE LA PROFECÍA

Esta preciosidad es obra de Tran Nguyen, una ilustradora vietnamita afincada en USA que ha hecho también, por ejemplo, la versión de la portada de Seis Grullas de Elizabeth Lim (que no eligió Minotauro para su edición en español).
Es preciosa, los detalles dorados en una de las dos ediciones y más amarillos en la otra, la media sonrisa, el viento. Y si lo veis en persona, la posición de las piernas cayendo en el lomo del libro quedan genial. Me encanta cómo usa las líneas rectas, la diagonal de la espada y de pronto el círculo enorme con el título y el pelo.
Ya ha enseñado la del segundo libro, que sale este otoño y, aunque me parece más espectacular como portada de un libro esta, a nivel de ilustración no decepciona en absoluto.
Podéis encontrarla en su instagram
De la versión horizontal que he usado como cabecera (creo que para el inicio de artículo quedan mucho mejor las imágenes así) hay que darle las gracias a Stelladia, que me salvó en una horrible noche de verano.
¿CÓMO ES EL ARTE DE LA PROFECÍA?
Tengo un punto débil por este tipo de historias. Personajes memorables, familias encontradas, sentido del humor afín al mío, cosas estéticamente placenteras y algunos eventos que pasan simplemente por el placer de que pasen.
En general hay muchos motivos por los que los géneros especulativos son mis favoritos pero la fantasía, en especial, es la niña de mis ojos. Y en lo alto está la existencia de libros como El arte de la profecía. Veréis, no quiero decir con esto que sea mi nueva novela favorita o lo mejor que he leído en mucho tiempo. A lo que voy es a que esta es una chuchería perfecta.
No tiene la mejor construcción de mundo que hayáis visto ni la más novedosa, pero no le hace falta. Es llamativa, resultona, carismática, interesante y funciona. Los personajes, incluso cuando la historia da giros que retuercen los arquetipos, siempre son sota, caballo y rey pero qué buenas sota, caballo y rey. Lo mismo con la magia. La verdad es que no ocupa un lugar importante de la trama pero no hay ninguna queja y todo se disfruta.
En resumen, es una de esas historias que siempre me apetece leer. No necesita un humor específico, una época del año o un deseo de novedad o aprender. Es lo que siempre me gusta de la fantasía.
Por otro lado tampoco es que sea un tipo de fantasía común de manera exagerada, tiene muchos detalles que lo hacen especial y que vamos a ir desgranando poco a poco.
Para empezar, en un mercado que aunque se va abriendo aún tiene una predominancia de ambiente Europeo entre la Edad Media y la Moderna, tenemos una narrativa de raíces chinas y del últimamente bastante popular Wuxia.
Soy profana al extremo en este tema y no quiero meter la pata así que os voy a redirigir, si sabéis inglés, a una entrevista del autor. Lo que explica en ella es cómo su situación personal y gustos le hicieron mezclar la pasión por la fantasía y aventuras chinas, con artes marciales a ideas muy comunes en la fantasía occidental
La presentación es bastante interesante y puntos extra por la camisa hawaiiana de monitos.
Dicho esto, las construcciones y paisajes lo que se asemejan no en el apartado visual si no en el apartado emocional, lo que sientes como lector, es un viaje similar al del cambio de ciudades en un juego de rol tipo Final Fantasy.
Pasando a los personajes, como os decía están muy encasillados en sus roles sin que eso les reste carisma. A la vez son, como con la ambientación, una mezcla de una para mí muy apreciada diversidad con su arquetipo.
Para empezar, lo que más llama la atención, es sin duda la maestra del jovencito elegido. Sigue el paradigma del tutor irónico, duro, con buen fondo pero dificultad para expresar emociones, que puede dar una paliza incluso al más pintado y da la alegre casualidad de ser una mujer mayor. Taishi en esta novela lo es todo.
La novela sigue, según el capítulo, puntos de vista de diferentes personajes y los suyos son con diferencia los mejores.
En el caso de su protegido, Jian, no hay mucha novedad tampoco en lo que le rodea y su evolución es bastante sencilla. No obstante en la manera en la que se presentan sus acciones, con un ligero tono de burla mezclado de ternura, le dan un atractivo que no me esperaba para nada al principio. Y es que Taishi sabía desde las primeras páginas que me iba a gustar, pero el aprecio que se me ha quedado por Jian vino como una gran sorpresa.
La tercera coprotagonista, Sali, está en el lado opuesto de la trama y desde el principio me produce sentimientos un poco más encontrados. Es una de las cosas de El arte de la profecía que me parecen estéticamente placenteras y llamativas solo por el placer de serlo. Y eso está muy bien, en especial porque como guerrera se percibe como espectacular y las anticipaciones a los enfrentamientos de esta novela son épicas al extremo. Pero a veces, incluso gustándome mucho ella en sí y sus decisiones, le falta un contexto que le haga justicia a sus capítulos.
Aún así, si solo hubiera sido por los pequeños bajoncillos que tiene ella a veces, le habría dado una puntuación más redonda. Lo que sí que no me ha gustado es el cuarto con punto de vista. No tiene mucho espacio en la trama, sus interacciones con el resto están bien y su trasfondo es interesante pero es que no puedo con sus partes. Son diminutas y aún así se me hacen eternas.
Es una de estos personajes caóticos al extremo, que funcionan como un dado y que dependen de la capacidad del lector para aguantar sus tonterías y justificaciones. Y yo tengo cero de eso.
Lo único que le pido a la continuación es que no aumente su tiempo en escena, en todo lo demás confío en que el autor no me va a decepcionar.
Hay algún otro punto de vista más, pero estos cuatro que os comento son el elenco principal y, la manera en la que estas mujeres son el entorno y guía en este mundo que sigue teniendo unas estructuras de poder eminentemente masculinas, crea una reflexión social bastante interesante que se adereza con otras pinceladas.
Es especialmente significativo de esto que ese poder por encima de todo lo demás, como digo sobre todo masculino, es el agente que toma decisiones globales pero lo que vemos aquí es la manera en la que hay que vivir con ellas. Al final, de manera más específica, es un poder militar, una acción del día a día entre los soldados, la gente que de verdad vive las guerras, y unos políticos que las miran por encima.
Y es que, de verdad, El arte de la profecía está plagada de detalles estupendos.
Por ejemplo, acabo de mencionar de pasada la anticipación a los enfrenamientos como un aspecto destacable pero, en realidad, toda la construcción de la tensión, no sólo la que tiene que ver con acción física, está muy bien hecha. En todos los capítulos esperaba algo con muchas ganas, incluso en los que está la que no me gusta tenía tantos deseos de que alguien (Taishi, a ser posible) le partiese la cara que mantenía mi atención intacta.
En relación con esto, además, diría que las escenas de acción están muy bien montadas. Colaboran mucho a hacer sentir a los personajes únicos y especiales y he encontrado bastante fácil imaginarlas.
En resumen, me ha encantado, tengo muy pocas quejas y me muero de ganas por tener la continuación.
¿PARA QUIÉN ES EL ARTE DE LA PROFECÍA?
Es un punto de partida muy bueno para ponerse con la fantasía pero también un sitio perfecto en el que refugiarse para amantes del género. Funciona, además, de manera perfecta como lectura juvenil pero con una protagonista entrada en años que puede hacer las delicias de los más mayores.
Es que es, en general, un muy buen libro de fantasía ligera. Una de estas novelas que te puede gustar o no pero que como recomendación es cuasi universal.
Cuando hice esta entrada aún no estaba anunciado en español, pero Umbriel lo ha anunciado para el 5/9/23

- Título original: The Art of Prophecy
- Autor: Wesley Chu
- Traductora: Carmen Romero Lorenzo
- Publicación original: 2022
- Páginas: 576
- ISBN: 9788419030603
- Precio: 22 €
- Género: Fantasía
- Saga: The War Arts Saga 1/2
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