Reseña: «Temblor» (Maggie Stiefvater)

Entre tener cosas en contra de la autora que no vienen al caso, mucha gente que me dijo que esta saga no me iba a gustar nada y que el principio de The Raven Boys la primera vez que me puse me pareció horrible, nunca le vi el punto a intentar ponerme con Los lobos de Mercy Falls.

Pero una chica a la que aprecio mucho, Alexia, me dijo que los cuervos eran su saga favorita y decidí darles otra oportunidad. Me puse y me enamoré del primero. Así que, teniendo en cuenta que siempre estoy en la búsqueda de historias de Hombres Lobo que me puedan gustar, tenía que darle una oportunidad a sus primeras publicaciones.

La verdad, todas las razones por las que me dijeron que no me iba a gustar no podrían ser más ciertas. Aunque la saga y la autora han gozado de mucha popularidad, es uno de esos libros que tiene una cantidad nada desdeñable de reseñas atroces. Y, aunque no me gusta nada la forma en la que algunas personas disfrutan de destrozar el trabajo de otras, el trasfondo lo entiendo e incluso lo comparto.

También a Los lobos de Mercy Falls les pasa (y no solo en España) que tuvieron un boom muy grande en la época dorada de Book Depository. Que es, también, el período a caballo entre el fin de la gran bloggosfera y la explosión inmensa de Booktube. A lo mejor algunos de vosotros sois demasiado jóvenes para recordarlo, pero antes de la compra por parte de Amazon y posterior desaparición, esta web de reunión de librerías tenía jornadas de ofertas flash. Esos días cajas enteras de sagas salían a la venta por precios de risa y fue el florecimiento aquí de la lectura en inglés.

Mercy Falls tenía unas portadas muy atrayentes en la estética del momento, caja completa, hombres lobo, buen precio. Un poco irresistible para lectores del género.

Pero, al final del día, una compra impulsiva. Y las compras impulsivas llevan a muchas decepciones y a muchas reseñas mixtas. Yo me libré y me alegro de haberme librado porque en el momento creo que lo hubiese puesto a caer de un burro.

Ahora mismo, la verdad, me lo he bebido. Le he dado 3’5 sobre 5 y tengo muchas ganas de ponerme con el resto de la historia.

El primer gran aviso que me dieron es que no pasa nada en todo el libro y que es lentísimo. No hay ninguna mentira en estas afirmaciones. El ritmo es atroz, la trama está entre no tener mucho sentido y momentos un poco ofensivos para la inteligencia del lector.

Sobre todo los dilemas morales son una cosa que, en fin. No os voy a spoilear pero yo estaba entre el enfado, el shock y la risa tonta a veces. Es que te plantea algunas tramas que, de verdad, yo no me podía creer que estuviera pasando. Que alguien tuviese tantísimo mal gusto. No os voy a decir que sea ese tipo de tonto que merece la pena vivir, porque son temas bastante serios, pero wow. Desde luego intentar explicarle el libro a alguien con spoilers te va a llevar probablemente al cachondeo.

El segundo gran aviso fue sobre los personajes, que no eran nada memorables. Que eran tópicos con patas. Y sí, lo son. Pero la verdad es que a mí la pareja protagonista me ha gustado bastante. Es, de hecho, el motivo principal de que terminase tan enganchada a la historia.

Los protagonistas son Sam y Grace. Él es un chico lobo y ella es una adolescente que, aunque no se ha transformado, fue mordida cuando era pequeña.

Sam es tu poeta y músico torturado de manual. Fuerte pero sensible. Responsable por encima de su edad. Guapo. Enamorado hasta las trancas de Grace desde el minuto cero, va detrás de ella. La entiende, no la considera pesada, hablan de libros. Ya sabéis, todo todo el pack.

Pero es un buen pack, por algo se usa tanto la verdad. A mí me parece muy monillo y, aunque también tiene los tropos de protector y toda la pesca es bastante menos problemático que Edward Cullen. Y bastante menos tonto también, de momento.

Grace, por su parte, tiene una dinámica con sus padres en la que está sujeta a sus normas pero ella es la responsable en su familia. El padre no está casi nunca en casa, la madre una artista que padece de los nervios y es incapaz de freír un huevo y pone el peso de todo en ella.

Es un tipo de dinámica bastante común, de maltrato sutil, que me parece muy interesante explorar en libros juveniles. Porque muchas veces tus padres te adoran y tú les adoras. Y aceptarían cualquier cosa que decidieras hacer con tu vida. Pero eso no significa que tengas una relación sana con ellos.

También se ha pedido tradicionalmente tanto de las chicas que, incluso aunque no se cumpla en realidad en su vida, siento que es un aspecto en el que a muchas niñas les resulta fácil sentirse identificadas.

Como podéis ver es bastante espejo de Crepúsculo. Es cierto que el padre es bastante diferente pero ni siquiera opuesto. Y ambas protagonistas tienen un tema con su camioneta fea pero útil que les da conversaciones con el novio.

Otra cosa que Stiefvater y Meyer comparten aquí, además, es que ambas me parecen terribles escribiendo amistades sobre todo femeninas. Pero terribles sin ambages. Lo peor de Escalofrío después de los temas morales, aunque de hecho hilado con ello, son los secundarios. Y es que la mayoría de las dinámicas, fuera de la pareja protagonista, no funcionan.

Aunque lo peor de la parte ética recae en un personaje masculino, en realidad para mí lo que menos funciona, como suele ser habitual y ya decía en el párrafo anterior, son las relaciones entre amigas. No tienen mucho sentido, el tropo de chicos antes que amigas me mata el corazón y es que en general no me parecen bien escritas. Están hechas solo para que pase algo al margen de que Grace y Sam se quieran de manera adolescéntrica dramática y, claro, así pasa que las partes en las que en teoría avanza la historia del libro no me cuajan.

La mayoría me daba igual y eso cuando no estaba pensando mira, ojalá caiga un meteorito y acabe con el sitio este.

Lo que sí me funciona a la perfección es la ambientación.

Igual que en el vampírico Forks que nos dios Meyer (aunque en el cómo y en el pueblo me recuerda mucho más a The Vampire Diaries), con Stiefvater nos vamos a una zona fría del norte de EEUU. En la cabecera de cada capítulo tenemos la temperatura y, mientras la historia avanza va bajando. Esto es importante porque esta versión de los hombres lobo pierde completamente su humanidad frente al frío y, a partir de cierto punto, pueden no volver a ser humanos.

En la foto podéis ver la edición española, que saqué de la biblioteca para echar un ojo.

El tiempo del que van a disponer Grace y Sam juntos depende de manera absoluta de esa pequeña anotación.

Y aquí dos cosillas. La primera es que ya no tengo casi nunca problemas leyendo en inglés. En ciencia ficción los mismos que en español y poco más. Pero una cosa contra la que me topo una y otra vez son los Fahrenheit y las medidas en pies. Me encantaba el juego del libro pero, la verdad, la mitad del tiempo me hice a la idea de la temperatura porque no me hacía falta saberla al dedillo. Es una cosa tontísima pero que creo que merece la pena comentar si también queréis buscarlos en original.

La segunda cosa es que no me gusta esta versión de los hombres lobo. Funciona con el drama de la historia, vuelve al clima un personaje más de una manera interesante, pero como idea no. Como criaturas sobrenaturales no tienen ningún tipo de carisma y, la verdad, es un poco extraño ver a Grace enamorada de un lobo de manera literal. Contándonos lo bonito que es y los ojazos que tiene.

No penséis ah, la delicia de los furros. No. Es raro porque a ella la mordieron de pequeña y hay una especie de glorificación de lo peligroso, de romper su personalidad exageradamente responsable a través de lo salvaje y aceptar actuaciones muy negativas que te pueden dejar con el ceño fruncido.

Volviendo a la ambientación, a pesar de todo esto, el frío como decía funciona. Y funciona porque por contra los pequeños momentos de calidez, que son las interacciones de Grace y Sam, son muy lindos.

Desde leerles tomando chocolate a simplemente poner la calefacción de la mencionada camioneta. El ellos contra el destino, la definición de la intimidad, me han gustado muchísimo.

Además no sé si he comentado alguna vez por aquí que tengo una tirria enorme al tropo del adolescente alocado. Que se comporta de manera mezquina y temeraria pero hay que entenderle porque tiene traumas. Una supuesta fase que todos entendemos y hemos pasado. Que es hasta adorable y tierna. Yo no fui así y, toda la gente que conocí con este carácter, no solo no me pareció alguien con quien poder empatizar, si no que les sigo juzgando de la misma manera años después.

Ah pero ahora bien, adolescentes que hablan de una manera pomposa en la que nadie debería hablar. Dramas que no son dramas pero que en tu corazón lo son todo. Buscar la profundidad y el destino en comprar el pan. Las frases largas y elaboradas mezcladas con sentencias cortas y punzantes. Ahí de cabeza.

De hecho me hizo muchísima gracia leer una reseña diciendo que ninguna adolescente hablaría como Grace. Os juro que algunas somos ese tipo de tontorronas, lo siento.

Sí, es bastante, de nuevo, el tipo de Bella Swan. Pero a mí, al menos de momento, me gusta más Grace. No es que sea mi nuevo personaje favorito, de hecho tiene bastante de las cosas que ya me molestaron en Crepúsculo. Y lista no me parece. Pero me pilló en el día. Me ha enternecido y me ha dado un muy buen regreso al instituto.

Para ir terminando esta reseña, aunque The Raven Boys me pareció mucho mejor libro me alegro mucho de haber venido a los inicios. Incluso sin cumplir en lo que más me importaba, una buena historia de Hombres Lobo, me ha dado calorcito en el corazón y buenos momentos.

Si tenéis ganas de romance adolescente intensito, de frustraros con la trama y de preguntaros pero qué narices es esto, es vuestra novela. Reconozco que es para un estado de humor muy específico y que no os la vendo muy bien. Pero si la paranormal de finales de los 2000 era algo que os llamaba y no le disteis una oportunidad en su día cogedlo. Es la pieza que os falta.

  • Autora: Magge Stiefvater
  • Traductor: Alexandre Casal
  • Título original: Shiver
  • Publicación: 2009
  • Editorial: SM
  • Género: Fantasía YA/Romance/Sobrenatural
  • Saga: Los Lobos de Mercy Falls 1/4
  • Páginas: 448
  • ISBN: 978-8467539738


Una respuesta a “Reseña: «Temblor» (Maggie Stiefvater)”

  1. […] la reseña sobre Temblor ya comenté que era reticente a ponerme con Stiefvater por varios motivos pero que, con The Raven […]

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