Reseña: The Raven Boys: La profecía del cuervo (Maggie Stiefvater)

¿QUÉ ES THE RAVEN BOYS?

La sinopsis según la editorial:

Cada año, la noche de San Marcos, Blue Sargent acompaña a su madre al camino de los espíritus para ver a los que morirán en los siguientes doce meses. Sin embargo, este año es distinto: Blue, la única de su familia que no tiene facultades adivinatorias, ha visto a uno de estos espíritus, y eso solo puede significar que es su amor verdadero o que lo va a matar. Él se llama Gansey y es el estudiante más rico del colegio privado más elitista de la zona, la Academia Aglionby, cuyo emblema es un cuervo que todos los estudiantes llevan bordado en el jersey. Junto a Adam, un estudiante brillante, celoso del poder económico de sus compañeros; Ronan, un chico con problemas emocionales desde la muerte de su padre, y Noah, el observador taciturno que apenas habla, forman los chicos del cuervo, y están empeñados en descubrir la ubicación de la tumba del último rey galés, Glendower, el Rey Cuervo. Blue sabe que debe mantenerse alejada de ellos, porque los chicos del cuervo siempre traen problemas. Aunque nunca podría imaginarse el siniestro y oscuro mundo que los rodea, donde la magia dejará de ser un juego para convertirse en una amenaza mortal.

¿CÓMO ES THE RAVEN BOYS?

En la reseña sobre Temblor ya comenté que era reticente a ponerme con Stiefvater por varios motivos pero que, con The Raven Boys, se había ganado mi curiosidad. Y hoy, por fin, voy a extenderme un poco sobre el por qué.

Lo principal, lo que más me llamó la atención, es que aunque se publicó en 2012 podría ser perfectamente una historia entre pre adolescente y juvenil de los 80 o 90. Tiene un poco de Eso, de Buffy, de la sensación que me dejó los Goonies o incluso de Embrujadas.

Aunque desde el principio sabemos que va a ir fuerte con el romance (el drama de comienzo es que la persona a la que ame de verdad la protagonista, Blue, va a morir por su culpa), es peculiarmente platónico. Todo está ahí, se ven múltiples escenas hormonales de tontería extrema, pero en comparativa al grueso de lo más popular en su género, queda bastante a un lado.

Esto per se no es ni bueno ni malo. Pero en esta novela viene con una de sal y otra de arena. Es bueno porque se centra en la presentación y construcción de un grupo de amigos, y a mí los grupos de amigos es una cosa que me pirra en ficción. Y es malo porque resulta notoria la desafección hacia cualquier personaje femenino de la misma edad que no sea Blue, y porque tienes que entrar en la dinámica de niños de colegio rico uniformado.

Más allá de eso, los comentarios sobre la oposición entre tener dinero y no tenerlo van de malos a terribles. Lo peor es que la autora parece pensar que no, que está haciendo justo lo contrario. Pero se hace duro de leer.

En cualquier caso, aunque empecé con muchas reservas, los personajes han terminado gustándome bastante. Incluso pese al tema económico y los tópicos de chaval torturado que, haga lo que haga, pretende que generarte ternura, tienen bastante carisma. Sobre todo es que funcionan muy bien como grupo, que es lo que a mí me importaba.

Dentro de esta dinámica y de la sensación que os comentaba al principio de historia de hace unos años, hay mucho de la imagen de juventud norteamericana que nos han grabado a fuego en la cabeza décadas de predominio Hollywoodiense. Sobre todo en cuanto a escenas de adolescentes con coches, que es todo un género y uno que se ha convertido en una estética en sí misma.

Además tienen el tropo de la ubicación, el típico lugar como la Boca del Inferno o Derry donde pasan cosas porque hay “energías”. Los mejores adultos viven con ello sin más y los peores quieren utilizarlo para su beneficio. Solo un grupo de amigos adolescentes puede llegar a abordar esta problemática de verdad.

Henrietta, en Virginia, es una zona rural hasta donde sé ficticia y esconde en teoría el misterio de Glendower, una figura medieval que sirve más o menos como el misterio del Grial o algo similar. No es apasionante, pero sirve de manera perfecta a la energía y estética de la novela.

A ese mismo servicio pone Stiefvater su estilo narrativo. Igual que en Temblor sigue teniendo un tono ligeramente pedante y pretencioso, la delicia de mi adolescencia, que le queda perfecto. A veces se pasa un poco con la ambientación para mi gusto, algunas frases no terminan de sonar bien, pero en conjunto, como digo, es lo que la novela necesita.

Es una parte fundamental de su encanto.

¿LEER O NO LEER THE RAVEN BOYS?

Si estáis buscando una novela juvenil de corte ligeramente clásico, de grupo de amigos que se enfrentan a un misterio un poco tontorrón pero muy ambiental, con mucha ira y sentimiento adolescente, dadle una oportunidad.

  • Autora: Magge Stiefvater
  • Traductor: Alexandre Casal
  • Título original: The Raven Boys
  • Publicación: 2012
  • Editorial: SM
  • Género: Fantasía/Romance/Sobrenatural
  • Saga: El ciclo del cuervo 1/4
  • Páginas: 424
  • ISBN: 9788467563368


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