
Hola, bienvenidos a mi reseña de anciana.
El mundo millenial está ya en la era en la que su infancia se rehace para el consumo de otros, la vida sigue y Trigun: Stampede viene a darnos una nueva versión del manga y el anime del 98.
A mí me pilló de pequeña, fue una de las obras que marcó sobre todo mi gusto estético y le tengo un cariño infinito. Muchos años después mi hermano la compró en DVD, la he visto dos veces más y me sigue pareciendo divertida y maravillosa. El opening sigue siendo de mis favoritos, esa música es gloriosa.
Aún así hay bastantes cosas que cambiaría. O que, sobre todo, actualizaría. Eso mezclado con que Trigun tuvo un recorrido en manga más larga que su emisión, la hacen una candidata perfecta al remake. Sí, tenemos demasiadas versiones de cosas antiguas en el mercado. Pero de verdad, justo esta creo que era algo positivo que tuviera una segunda vida y una segunda oportunidad.
¿Cómo ha salido? Bueno, tengo sentimientos encontrados. Creo que en todos y cada uno de lo aspectos, además.
Vamos a ello.
En Trigun nos vamos a un mundo desértico, donde los recursos escasean. La humanidad no lleva una cantidad exagerada de años en él, un par de generaciones, y esta temática de nuevo mundo fue muy bien hilada por el autor original (Nightow) con el mundo de Fronteras estadounidense. O, dicho de otra manera, nos metemos en el lejano oeste.
Las pistolas son una parte esencial de la historia, el juego de forajidos y sheriffs, las cantinas y la versión de lo superheroico que fue la idea del vaquero. Pero, por encima de eso, es un trabajo de ciencia ficción.
La energía del mundo depende de una especie de plantas. Hay magia, siempre mezclada con ciencia. Y mucho de lo místico está en imaginería, en un estilo un poco Mad Max de enemigos locos con cosas exageradas. No obstante, a medida que avanza la serie, cada vez tiene más espacio a lo maravilloso como concepto.
Nuestro protagonista, Vash, es repudiado por todo el mundo como un Tifón Humano. Una persona que siempre se encuentra en el epicentro de la catástrofe y parece culpable de varios delitos. Es, en realidad, un buenazo con puntería infalible, pacifista y lleno de sorpresas.
En esta ocasión, difiriendo de la versión del 98, le están buscando dos periodistas, Meryl y Roberto.

La historia empieza tontorrona pero, desde el principio, le falta comedia. Creo que este es el fallo más grande con diferencia. No digo que necesite el mismo sentido del humor que su versión del 98. No me siento purista y como digo, hay cosas que cambiría. Hubiera estado abierta a cualquier cosa. Pero tal y como la han hecho pese a ser solo 12 episodios que no llegan a la media hora, pesa.
A la vez, creo que porque tenían solo este número tomaron estas decisiones para ir al grano.
En este sentido creo que muchas personas pueden llegar a disfrutarla bastante. Casi siempre está avanzando, muy de prisa.
Y, de normal, quizá yo también estaría ahí. No obstante para mí crea algunos problemas estructurales que se atropellan entre sí como piezas de un dominó.
Como todo avanza rápido llegamos enseguida a escenas muy dramáticas. Esto hace que Vash, que debería ser simpático, valiente, deprimido pero con momentos de gran energía, esté desinflado todo el rato. Tiene un aire de patetismo constante que me carga un poco y que me choca muchísimo respecto a mi idea de él.
Pero, incluso si no tuviese una idea de él, creo que es demasiado demasiado pronto. Que podrían haber ido igual de fuertes con la trama habiéndole dado espacio para ser más que su trauma.
Si a él le pesa, a los secundarios el doble. No es que me caigan mal, y ni siquiera voy a hablar de que echo de menos a otra chica que no era el Roberto este, pero les falta cocción. Les falta espacio, trama, hacer el tonto con Vash para que su relación tenga sentido.
Hay otro secundario del que no quiero hablar mucho para no hacer spoilers, Wolfwood, que quizá es el que menos ha sufrido el paso a esta modernización. Creo que no está perfecto, pero desde luego funciona mucho mejor y su personalidad tiene más aristas que las de cualquier otro.

En el lado de los enemigos tampoco vamos mal. Creo que aquí si funciona la decisión de ir lanzados a la espectacularidad, que es la mejor definición a la que podían atreverse. Era el contrapunto estético al desierto perfecto, tener derroches de color y poder en cosas específicas.
Y eso nos lleva a la construcción del mundo y la estética. En mi opinión una banda sonora fuerte y memorable es lo que Trigun necesita más. Es lo que redondeaba la anterior, el que siempre podías recordarla por el abrigo rojo del protagonista y la música del principio. Que te daba hecho todo lo demás.
Aquí no está mal, pero no termina de cumplir. Lo que tiene bueno en su mayoría ya estaba, lo nuevo sin más. Y mezclada con escenas tan potentísimas todo el rato se queda a medio gas.
Además han optado por algo mucho menos del oeste, por inclinarse al lado de la ciencia ficción con mayor fuerza, y creo que ese ha sido otro error. Creo que hay un factor en las artes visuales de este estilo que nunca hay que menospreciar. A veces la historia no es la cosa más profunda, maravillosa e impactante del mundo pero una buena imagen, un buen sonido, hacen que el espectador rellene huecos y construya una idea paralela que hace mejor a la trama.
Esto pasa, por ejemplo, con Harry Potter. A veces puede no tener sentido, hay cosas que nunca salen prácticamente como los Merodeadores, pero la estética es tan fuerte que ocupan un lugar clave en el imaginario colectivo.
En Trigun esto era así y ahora no lo es.
Y esto lo digo sin que tenga que ver con el estilo de dibujo y de animación.
Pero entrando en eso en sí, a mí no me molesta el CGI. A veces se ve raro pero está bien hecho y me gustan los diseños. Sí es cierto que me molesta un poco que parezcan tan exageradamente jóvenes, todos, pero no es algo que me mate tampoco.
Para mí, que alguien haga una nueva versión de una obra siempre es una oportunidad de ver otra visión. No tengo nada en contra de que hagan cambios. Y creo que estos fueron en general muy respetuosos con el material original.
En cualquier caso, pese a todas mis quejas, no es que esté mal. Es más bien que no ha cumplido mis muy subjetivas expectativas. Y de ahí que diga que tengo sentimientos encontrados.
Creo que merece bastante la pena darle una oportunidad. Está gratis en Crunchyroll, es muy cortita, no creo que sea aburrida y si os gusta este tipo de cosas como poco vais a disfrutar mucho las ideas y los diseños.


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