Reseña: «Hamnet» (Maggie O’Farrell)

Hamnet tiene uno de los inicios más farragosos que he encontrado en libros que me han terminado gustando. Es lentísimo, la manera de escribir de O’Farrel en esta parte no me parece atractiva o sugerente de ninguna manera, no le encuentro carisma y me estaba dando mucho sueño.

La verdad, estuve a punto de abandonar la lectura. Creo que lo único que me hizo seguir fue que era la única novela que tenía a mano en el metro. Pero me alegro mucho de haberlo hecho.

No es que los problemas desaparezcan, son constantes de una manera u otra a lo largo de la novela. Y se replican sobre todo en el tramo final, que peca además de ser repetitivo y de no conseguir coronar la trama. Pero me da tantas cosas buenas que ha terminado siendo una experiencia que ha merecido mucho la pena.

De base, aunque en una versión mucho más cobarde (en breves volveré a esto), es la primera novela que encuentro que sí que se da un aire a Madeline Miller. O quizá a la inversa. No he leído nada más de O’Farrel, pero sé que tiene una carrera mucho más larga.

Tiene el mismo tipo de monólogo internos, de silencio, de lentitud, de ternura y de buscar otros puntos de vista de historias famosas. Como digo, el ritmo no le funciona igual de bien, pero en toda la parte central es maravilloso.

Por otro lado ya os anunciaba, eso sí, que toma un acercamiento a este otro lado de la historia mucho más cobarde. Si Miller se lanza sin ambages, O’Farrel lo que nos da es una descripción de amor y sexualidad conservadora y que se queda muy corta.

Me explico. Aunque Hamnet toma el nombre de uno de los hijos gemelos de Shakespeare, que sabemos desde el principio que va a morir en una epidemia de peste, la protagonista indiscutible es la madre y esposa, Agnes. En la vida real se llamaba Anne, pero en el prólogo la autora explica que hizo el cambio para evitar confusiones.

Agnes es una sanadora y tiene poderes. El libro se enmarca en una suerte de costumbrismo con toques de magia bastante ligera, siempre dentro de la concepción renacentista de por qué las mujeres eran un peligro de lo más atrayente, la idea que tenían de brujas y fantasmas, y sobre la reticencia a confiar puestos de responsabilidad a mujeres aunque ya los desempeñen, como médico o farmacéutico.

En concreto, lo que hace más especial a Agnes, es el supuesto sexto sentido femenino. La capacidad de empatía extrema, de saber qué te pasa sin más, de ser capaz de sacar lo mejor de ti, de entenderte y comprenderte hasta el extremo. De sacrificar todo por el bien de la familia. A través de esta capacidad, cuando conoce a Shakespeare y le juzga como una buena persona, decide irse con él como una manera de tomar las riendas de su vida.

Él, a su vez, está coartado en su casa. Y la ve a ella también como una manera de romper las normas y liberarse de una vida que le constriñe.

En el punto intermedio encuentran aprecio mutuo y un proyecto. Pero, para empezar, me choca mucho cuando después de soltarte todo esto O’Farrell quiere que veas una historia de amor como tal. Es algo que no compro en ningún momento de la novela y que me sorprende que empuje, porque no parece el argumento del libro.

Pero, sobre todo, cuando hablo de la cobardía hablo de la falta de rango en sexualidad. Me cuesta muchísimo entender que alguien que haya leído los sonetos de Shakespeare, a Shakespeare en general, escriba una novela tan aséptica.

Sobre todo porque, a la vez, le gusta mucho hablar de la parte que hoy en día llamamos heterosexual. De las relaciones de ambos, de si él tenía relaciones. Y acepto que el libro no trata de él. Que, de hecho, en lo que se centra es en la soledad y en la distancia, en el desconocimiento desde el pueblo donde reside ella hacia Londres. Pero como digo, hace hincapié en otras cosas. Lo único que puedo encontrar es una decisión consciente de dejar esto de lado.

En fin.

El caso es que esta representación de Agnes como la mujer más perfecta e imperfecta que un renacentista podía concebir, tiene como núcleo su vida como madre. Su seguridad en sí misma le hace sentir que sus hijos están a salvo y, cuando descubre que no es así, la explosión de sentimientos está muy muy bien escrita. Me quito el sombrero en este aspecto.

Sentí una angustia, una empatía, un dolor. Lo corona, además, con ciertos aspectos de las relaciones entre mujeres. El proceso de no tragarse, de tener que apoyarse, de aprender a trabajar juntas. La soledad extrema. Y, además, se conjuga con imágenes de los niños y el descubrimiento de lo que se ha perdido.

Tiene escenas preciosas y horribles a la vez. Y es una gran escritora para la melancolía, a pesar de que a nivel narrativo la alargue demasiado.

Insisto en esto porque, como ya os he dicho muchas veces, soy una lectora impaciente. No soy el público objetivo de Hamnet. Así que, aunque por otras cosas lo he disfrutado mucho, soy muy consciente de que como se te atasque se debe hacer soporífero.

Por otro lado, hablando de Shakespeare en sí y dejando atrás el tema de la sexualidad, toma unas decisiones bastante curiosas. Para empezar creo que nunca dice su nombre entero, siempre está despersonalizado en el fondo, incluso cuando vemos el mundo a través de él. Llega a haber escenas de Shakespeare trabajando y, aún así, hay una distancia constante entre la figura del imaginario colectivo y el personaje.

Tiene pinta de ser un efecto buscado a posta, intentando subrayar que aquí no es El Bardo si no un chico, un hombre, un marido, hijo y padre. Sobre todo para que le veas como le ve Agnes. Todo su potencial pero también todos sus defectos, lo que ella tiene que dejar para que exista la versión que los demás conocemos.

A veces, la verdad, es un poco desconcertante el empeño. Buscando que no pienses en ello hace el efecto contrario, que sea notorio que no está diciendo quién es. Tampoco me ha convencido cómo trata su trabajo porque rompe lo que podría haber sido un final perfecto.

Sí creo, no obstante, que todas estas decisiones hacen que os pueda interesar incluso si Shakespeare os importa entre cero y nada, o si directamente le detestáis. Al final es una novela sobre el papel de la mujer y la familia en la Inglaterra renacentista, fuera de Londres, y sobre concepciones espirituales de la época.

Como veis es un libro por el que tengo sentimientos encontrados. Algunos muy buenos, otros no tanto, otros malos. Si la habéis leído contadme los vuestros y, si no, espero que os ayude a decidir si darle un tiento o huir en dirección contraria.

  • Autora: Maggie O’Farrell
  • Traductora: Concha Cardeñoso
  • Título original: Hamnet
  • Autoconclusivo
  • Año de publicación original: 2020
  • Editorial: Libros del Asteroide
  • ISBN: 978-8417977580
  • Páginas: 352
  • Precio: 23’95€


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