Reseña: «Rebeca» (Daphne Du Maurier)

Empieza, además de con una de las frases más conocidas de la literatura, desde su propio epílogo.

Anoche soñé que volvía a Manderley.

Y así, junto a los recuerdos de la protagonista, nos sumergimos en una historia que parece sencilla y cotidiana pero que se va retorciendo en giros cada vez más barrocos. En una narración gótica de terror psicológico donde la ansiedad va creciendo e hinundando cada página.

De la mano de una chica sin nombre llegamos a Monte Carlo, a un hotel de descanso y entretenimieno para gente muy rica donde ella trabaja a las órdenes de una mujer muy mezquina. En ese paraje idílico, donde ella es casi invisible, conoce al enigmático viudo Max de Winter.

En mi humilde opinión él siempre es un asqueroso. Pero el cuento de hadas sucede, se enamoran, se prometen, y de la noche a la mañana ella llega a sus tierras, Manderley. Ahora es la señora de Winter y tiene que enfrentarse al fantasma de la anterior, la enigmática Rebeca. Mientras, el supuesto amor de su vida ha culminado su transformación en un ser taciturno, que la ignora y apenas se preocupa de lo que le sucede.

La que sí le prestará mucha atención, aunque no como ella querría, es la señora Danvers, ama de llaves y antigua criada de la primera mujer de Max.

A primera vista lo que más destaca de la novela es la ambientación. Du Maurier tiene una narrativa muy atmosférica que convierte esta zona de Inglaterra en un lugar inquietante a través de un juego constante de binarios.

La narradora ha soñado con Manderley, pero va a contarnos lo que parece de manera constante una pesadilla. Max de Winter es rico, la casa es preciosa. Pero a la vez cada rincón es tétrico y parece poseído por el fantasma de Rebeca.

Al fin y al cabo ya comentaba que es una novela gótica, con sus tormentas reales y metafóricas, su sensación de inquietud y destino expresadas a través del terreno.

Pasado este apartado llega lo más importante: que es una historia sobre cómo los roles femeninos, por pura definición, son la base de una historia de terror. No voy a hablaros de cómo se relaciona esto con la vida de la autora, no voy a hacer un análisis profundo, ni voy a entrar en spoilers. Pero lo que hace Du Maurier es alucinante. Si habéis leído Jane Eyre puede que ya os hayáis dado cuenta de que comparte toda la base y de que rehace esa historia con las convenciones de principios del siglo XX.

Como he comentado antes, la protagonista no tiene nombre. Es la definición de cómo debe ser y comportarse una mujer: atractiva pero sin esfuerzo, le importa estar presentable pero no es vanidosa, se arregla sin volverse algo artificial, hacendosa, servicial, joven. No es rica, porque a la moral cristiana le importan mucho las historias de sufrimiento y de pérdida. Se lo debe todo a él, a quien adora, por quien lo daría todo. Y, a la vez, excepto para Max mientras están en Monte Carlo, es casi invisible.

Because I was going, because it was over, there would suddenly be nothing more to say, we would be strangers, meeting for the last and only time, while my mind clamoured painfully, crying ‘I love you so much. I’m terribly unhappy. This has never come to me before, and never will again.’

Rebeca, por el contrario, es la viva imagen de la ruptura de las normas. Es ruidosa, vanidosa, preciosa, espectacular. Hace actividades consideradas varoniles sin cesar, está en muy buena forma física. Todo el mundo la conoce, la recuerda. Nada más entrar en una habitación es el centro de las miradas. Y su nombre hinunda cada espacio, cada hueco, hasta la portada de la novela.

Y, más allá de ambas, están las otras mujeres. Que deben saber envejecer no queriendo llamar la atención, que son incómodas, manipuladoras.

Salvo una pequeña excepción no puede haber amistad entre las mujeres. El sistema mismo lo impide. Están solas frente al terror y la tormenta.

Por otro lado, dado todo esto, la autora plantea otra gran pregunta ¿Cómo puede ser la relación entre un hombre y una mujer cuando solo podemos ser una idea de algo? Cuando vivimos bajo la sombra de un fantasma perpetuo, de un objetivo inalcanzable. Y ya os digo yo que ni esto no es una historia de amor, no en el sentido positivo. No es un romance.

Los giros que le da, la resolución a la que llega, merecen ser leídos.

En lo personal, nada de esto quita que me costó un triunfo acabarlo. Está muy bien escrito, los personajes están muy bien construidos y el misterio atrapa. Pero odiaba tantísimo a Max, había tantas cosas sacándome de quicio, que de hecho terminó metiéndome en una pequeña crisis lectora.

Quizá me habría ido mejor si no hubiese visto antes la película. Si no lo habéis hecho aún la verdad es que recomendaría mucho ponerse con el libro antes. Sobre todo es que, aunque tiene muchas sorpresas, es tan atmosférico que a veces para mí se pasa y se hace un poco repetitivo.

Como cierre de la entrada, aunque no tiene que ver directamente con Rebeca, necesito decir que lo paso mal haciendo las fichas. Una novela de 1938, en edición de bolsillo, a cinco céntimos de los 13 euros. Lo que cuestan los libros, mientras una gran parte de los trabajadores del sector editorial se ahogan en salarios paupérrimos, es increíble. Y prohibitivo. Inasumible.

Por otro lado la imagen de la cabecera es un corte a la portada de una de las ediciones francesas. Lo habría puesto como pie de imagen, pero me han cambiado un poco WordPress y no me estoy apañando bien.

  • Título original: Rebecca
  • Autora: Daphne du Maurier
  • Traductor: Fernando Calleja
  • Publicación original: 1938
  • Editorial: Debolsillo
  • Páginas: 464
  • ISBN: 978-8497938860
  • Precio: 12’95€
  • Género: Gótica. Terror psicológico
  • Autoconclusivo

Puntuación: 4 de 5.



Una respuesta a “Reseña: «Rebeca» (Daphne Du Maurier)”

  1. Hace unos años me leí el libro en Lectura conjunta y, salvo por la parte de hacia el final que van a cierto sitio para demostrar que no tienen relación con ya sabes qué (no sé como decirlo sin hacer spoiler y que se me entienda xD), lo disfruté un montón. La parte que mencionó se me hizo bola, también porque era repetir el ciclo repetitivo que comentas. Pero el misterio que hay detrás y el asco que da la señora Danvers y su forma de ser, te atrapan totalmente 😍 poco después de leerlo vi la película de Netflix y está muy bien adaptada. Ahora me falta ver la de Hitchcock que no la conocía 😌

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