One Piece: East Blue (Eiichiro Oda)

Collage con viñetas de ©EiichiroOda

He vuelto al manga juvenil. Y eso significa, por supuesto, que he vuelto a One Piece.

¿La lleváis al día? ¿Os perdisteis en el largo camino, como yo? ¿Nunca os habéis puesto? Hemos llegado a un momento en el que, prácticamente, la cara de la ficción japonesa es la de su protagonista, Luffy.

A mí me ha generado muchos sentimientos diferentes a lo largo de los años. Tiene tantas sagas que es una montaña rusa y, además, la he empezado desde el principio en momentos muy diferentes de mi vida. Creo que, de todas, esta es la vez que me ha gustado más el arco del East Blue, el principio de todo.

En esta sección de la trama asistimos a la presentación del grupo base, lo que será la tripulación pirata que siga la historia: Luffy, Zoro, Nami, Ussop y Sanji. Entre medias alguna historia corta un poco extraña y luego un final espectacular para cerrar la introducción.

Creo que empezar bien una historia es mucho más fácil que terminarla. Pero conseguir contar de manera interesante un prólogo larguísimo, cada vez con un personaje nuevo y su intrahistoria, no avanzar nada pero que el lector sienta que ha avanzado mucho y que tus personajes que se conocen desde hace diez minutos sean ya familia (entre sí y tuya) eso está al alcance de pocos.

Es decir, lo que funciona son los sentimientos. Es muy fácil invertir emocionalmente en los arquetipos que plantea y Oda es un maestro girando las tuercas.

©EiichiroOda

Como no podía ser de otra manera, el pistoletazo de salida lo tenemos con el capitán, Luffy. Nos cuenta un poco de su infancia, de la fruta el diablo que le da su poder y su contra y nos habla de la persona a la que admira.

Me encanta cuando en las historias de chavales jovencitos hay adultos con diseños maravillosos a los que admiran.

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Es todo bastante emotivo, aunque a veces pueda alargarse alguna cosilla, y te mete de lleno en lo a veces absurdo y contradictorio que es One Piece en un buen sentido. Y, sobre todo, su sentido del humor. Porque aquí tenemos al genuino proyecto de rey pirata que no puede nadar.

La historia de Luffy continúa con su encuentro con el principal brazo armado de la tripulación, Roronoa Zoro. Zoro es uno de los personajes más sobrados de la ficción. Es un señor con tres espadas, una la lleva en la boca, pelo verde, callado, leal y feroz. El personaje que le gusta a todo el mundo, vaya. Yo le adoro con la misma intensidad desde la pimera vez que me acerqué a esta historia.

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Espero cada batalla y diálogo suyo como agua de mayo. Qué os voy a decir, soy una chica de gustos mainstream.

Con él se nos introduce también lo que será uno de los principales topes de los protagonistas para conseguir sus sueños, la Marina.

De nuevo Oda juega sus cartas genial y sabe conjugar lo que ya os decía, las contradicciones constantes con lo emotivo y su humor entre tontorrón y descorazonador. Descorazonador, sobre todo, en cuanto empieza a entrar la primera (y durante bastante tiempo única) miembro femenino del equipo: Nami.

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Aquí todavía no vamos a tener la trama real de Nami, cartógrafa, ladrona y navegante. Pero hay una historia de un perro, porque a un japonés en juvenil aparentemente le das a un perro y te traumatiza, que es lo primero en lo que pienso cada vez que recuerdo One Piece.

Increíble la cantidad de emociones tiernas, en serio. No voy a negaros que esta parte es un poco de lágrima fácil, que son recursos no elaborados, pero funciona porque el dibujo está muy bien y el carisma de los personajes abrumador.

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Hablando del dibujo, Oda es maravilloso transmitiendo movimiento. Hay una velocidad en la acción que le sirve para, en tramas como las que comento, hacer más importantes los momentos de pausa.

Aún así no todo es bueno. De todo esto vamos a pasar a uno de los motivos de que siempre me canse o me atasque y nunca me ponga al día: Usopp.

Sé que no soy la única a la que le pasa.

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Tenía esperanzas, viendo mis nuevas percepciones, de esta vez odiarle un poco menos. No. No ha sido el caso. No le soporto, no puedo con él. No me gusta el diseño (y no porque pretenda ser feo, es que la manera en la que funciona como caricatura con los labios y el tono de piel me parece, honestamente, bastante ofensiva), no me gusta la personalidad, su trama es pesadísima y nunca nada tiene sentido. Y esta vez eso es malo. Además no me encaja en el equipo, es siempre un personaje incómodo para mí. En teoría su gran puntería le permite encargarse de las armas del barco y ataques a distancia. En la práctica es simplemente pesado.

Lo que hace tolerables estos capítulos es que el equipo de los otros tres a veces es muy cómico. Eso y que por fin van a tener su primer barco, el icónico Going Merry.

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Otro gallo canta cuando llegamos a Sanji.

Sanji no siempre es un personaje cómodo. Si no fuera por el carisma que os repito todo el rato, creo que sería de mis más odiados en un manga o anime. Su reacción a las mujeres y algunas de sus actuaciones bueno, en fin. Son una cosa.

Pero es que me encanta la simplicidad del diseño, el carácter abrupto, la dinámica que adopta enseguida con los demás. Sobre todo con Zoro. Y su trama con el barco de cocineros me divierte bastante.

Por un lado su historia y la de su propio adulto al que admira está muy bien, tiene giros que bueno. Hay que leerlo. A mí me gusta. Por otro es que aquí empezamos a ver, por fin, un poco de lo que espera al otro lado del prólogo. A lo que van a enfrentarse. Y, en concreto, Zoro tiene espacio para que disfrutemos con ganas.

Pero después, ahora sí. Llega lo mejor de lo mejor. La historia de Nami.

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Soy una de esas personas que llora mucho con los momentos emotivos: reencuentros, personajes que se portan bien con otros, abrazos. Y bueno, vaya trama.

Como os decía Nami es una ladrona y aquí descubrimos por qué. Conocemos a su familia, el pasado trágico, su sentido de la lealtad y los sacrificios que está dispuesta a hacer.

Esto es una historia de piratas y todos los protagonistas son, por un lado, egoístas y llenos de fallos. Por otro lo que une al equipo y a toda la trama del East Blue, a los secundarios que van cruzándose y que luego volverán a salir porque os aseguro que Oda hila mucho, es la lealtad.

Y a mí venganza y lealtad son dos cosas que me fascinan.

Para cuando hemos llegado a este punto Zoro y Nami se llevan medio bien y aún así él hará cualquier cosa por su equipo, Luffy es un optimista que ha encontrado a su familia y mata por ella, Sanji se lanza a la piscina y Usopp bueno. Es Usopp.

No os voy a hacer spoilers.

Pero es difícil hacer mejor este momento de grupo. Superar cómo se enfrentan al trauma, una viñeta de una sonrisa de Nami, Luffy poniéndole su sombrero. El paralelismo con cuando lo recibe él, cómo su camino hacia ser el Rey de los Piratas incluye a su equipo.

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Es que lo estoy escribiendo y solo de pensarlo se me saltan las lágrimas, os lo juro.

Me da una pena infinita que Nami nunca llegue a alcanzar su potencial, porque todo esto es el motivo para quedarte.

Además esta vez tengo una nueva apreciación de Luffy. Las primeras veces no llegué a valorar lo que impone, lo que se parece al adulto que admira. Lo que significan sus gestos y manera de vivir.

Esto es importante poque de aquí vamos a la despedida, que es en realidad el comienzo. Ya os digo que todo esto es en realidad una introducción muy larga.

Antes os hablaba de una sonrisa de Nami. Aquí es una sonrisa de Luffy. Una viñeta que tiene todo lo magnífico de One Piece a golpe de vista. Por si no ha quedado claro, las sonrisas son muy importantes e icónicas.

©EiichiroOda

Vemos un poco más de la Marina, se nos plantean algunos misterios y saltamos a lo desconocido.

  • Autor: Eiichiro Oda
  • Nombre original: ワンピース/Wan Pisu
  • Traductor: Ayako Koike
  • Publicación original: 1997-abierta
  • Editorial: Planeta cómic
  • Género: Fantasía juvenil. Piratas
  • ISBN: 978-84-1140-671-0
  • Precio: 16’95€
  • Edición 3 en 1


2 respuestas a “One Piece: East Blue (Eiichiro Oda)”

  1. Algún día tendré que ponerme al día con todos los manga que dejé a mitad… porque la verdad es que siempre he disfrutado mogollón de ellos, aún no tengo claro porque deje de leerlos (entre ellos está one piece)

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    1. Es que no da la vida. Además como son eternos se empieza a acumular, el relleno que siempre aparece desmotiva, el no acordarse de todo y sentirse desconectado…

      En fin. Pero luego cuando te pilla la época te lo pasas muy bien. Si vuelves ya me contarás, que es muy divertido

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