Reseña: Guardianes de la noche (Koyoharu Gotouge)

©Koyoharu Gotouge/Sueisha

¿QUÉ ES GUARDIANES DE LA NOCHE?

Argumento según la editorial:

¡SHÔNEN FANTÁSTICO AMBIENTADO EN EL JAPÓN FEUDAL!

Tanjirou Kamado es un chico alegre y trabajador que vive felizmente junto a su familia, hasta que un fatídico día un demonio llamado Muzan irrumpe en su vida matando a sus padres y maldice a su hermana pequeña convirtiéndola en demonio. Tras este incidente, y con el propósito de vengar a sus padres y devolver a su hermana Nezuko a la normalidad, decide convertirse en un asesino de demonios. Para ello, acude en ayuda de Sakonji Urokodaki, uno de los asesinos de demonios más fuertes del mundo…

Entre samuráis, afiladas katanas, demonios y otros seres mitológicos del folclore japonés, este manga es una apuesta segura para los amantes del género.

Podéis leer los tres primeros capítulos gratis en la web y en la aplicación de Sueisha, Manga Plus.

Si no sabéis de qué va todo esto y más que leer preferís ver series, aquí tenéis el tráiler de la primera temporada:

¿CÓMO ES GUARDIANES DE LA NOCHE?

Un día me quise subir al tren de las tendencias y me puse el primer episodio del anime. No fue bien. Aunque reconozco que es espectacular visualmente, cosa que puedo seguir afirmando en base a los trozos aquí y allá que me encuentro siempre, me aburrí como una ostra.

Había algo en el ritmo y en la historia que no me convencían. No era para mí.

Partiendo de ahí no tengo claro por qué decidí empezar el manga. Quizá porque ya está terminado y siempre estoy en busca de cómics de este estilo que no se me vayan a eternizar. No sé si fue el factor definitivo pero desde luego uno de los más notorios. Y es que, para un shonen tan famoso, 23 tomos es gloria.

Y luego que el apartado gráfico me llamó la atención. Tiene un aire a arte japonés antiguo que, aunque sufre como es lógico de algunos bajones a lo largo de la colección, no decepciona. Me gusta el estilo, los diseños, los estampados. En este último apartado, además, tuvo un toque maestro. A menudo habría sido fácil por su estilo y situaciones confundir a los personajes pero los estampados, entre el grupo protagonista, se diferencian rapidísimo.

©Koyoharu Gotouge/Sueisha

El caso es que empecé y no me aburrí. Tampoco me enganché, lo que pasa es que se leía tan rápido que me volaba el tiempo. Siempre que quería leer algo, tenía el cerebro frito y pensaba que me iba a desagradar de manera injusta con lo que me pusiera, sacaba Guardianes de la Noche y era como un masajito en la espalda.

Era extraño. Porque los personajes me daban absolutamente igual, la trama no podía importarme menos, todo me parecía bastante tonto y básico. Pero es que, en serio, como pipas. Así, casi sin querer, llegué al tomo 11. Seguidas se me juntaron varias historias que ya no eran solo un pasatiempo para cuando no había otra cosa. Le cogí cariño a los personajes.

A una parte, incluso, estuve a punto de darle las cinco estrellas en Goodreads. Pensaba que todavía subiría al cielo con esta historia, vaya.

Sin embargo tal como vino se fue, con la diferencia de que para este momento ya tenía aprecio sobre todo a Tanjiro.

Y mira que es raro que en un shonen el que más me guste sea el protagonista.

Pasase lo que pasase quería terminarlo y me importaba cómo se resolviese la trama. Tenía personajes favoritos, cosas que esperaba que se resolviesen de maneras concretas. Esperanzas en que volviese a cuajar de la misma manera con mis gustos.

Terminó bien sin más, casi como empecé. Entretenido. Bueno, excepto justo justo el último capítulo, que es un añadido tontísimo y que os podéis incluso ahorrar.

©Koyoharu Gotouge/Sueisha

En este caso no tengo que darle vueltas a qué me ha pasado con la historia. Es bastante obvio. Incluso leyendo a gente que la tiene como uno de sus mangas favoritos he visto bastante de esto comentado. Veréis, Guardianes de la noche tiene un ritmo peculiar.

Por un lado es lo que me hizo llegar hasta el final, no se atasca en ningún momento. Incluso en sus capítulos más dramáticos e intensos, o si te paras a saborear determinadas viñetas, se pasa rápido.

A la vez es como un tren que se salta estaciones. No es que le hagan falta más partes, la verdad. Para mí está perfecto como está. Es que pasa de un principio con masacres, a un momento de aprendizaje en el que formar una nueva familia, a una traca final de golpe, con millones de personajes nuevos, y desdibujando a los anteriores.

Lo que quiero decir con esto es que, si hubiera sido un poco más lineal en el uso de sus personajes, creo que habría hecho una historia mucho más sólida. Que se sintiese menos fragmentada. Al mismo tiempo reconozco que en este formato, que podríamos llamar de historias cortas atadas por un mismo trasfondo, aparecen muchos de sus puntos fuertes.

Ya que lo he mencionado, además, hablemos un poco del trasfondo. Guardianes de la noche es una historia sobre el luto. Lo que tienen en común prácticamente todos los personajes, incluso los enemigos, es haber sufrido una pérdida dramática. Han modelado toda su vida por y para la venganza, en búsqueda de los sentimientos que no pueden recuperar, en busca, el bando de los protagonistas, de evitar esa tragedia a más gente.

En el proceso Gotouge crea una pequeña familia, de las elegidas, que se vuelve el típico elemento emotivo que hace tan populares este tipo de mangas. No quiero tanto a estos personajes como a los de muchas otras historias, lo reconozco, pero dentro de toda la sangre que hay en este manga lo vuelven de todas maneras una lectura agradable. E, incluso pese a los saltos que citaba antes, cuando esa familia va creciendo y pasa a ser una tribu a luego prácticamente una ciudad, sigue manteniendo la ternura intacta.

©Koyoharu Gotouge/Sueisha

Dicho todo esto no voy a negar que, no obstante, y como me suele pasar con este tipo de manga, he suspirado mucho. En general todo el pack de por favor, un poco menos de machismo estaría bien. Sin meterme en otros personajes para no spoilear, Nezuko, la coprotagonista, merecía muchísimo más.

Obviando algunas cosas de diseño e interacciones con otros personajes en las que prefiero, directamente, ni meterme, es que se me hace un poco de difícil digerir la premisa base. Nezuko es transformada en demonio nada más empezar la historia y, a diferencia de todas las demás personas del universo, por querer a su hermano consigue frenar sus ansias asesinas.

©Koyoharu Gotouge/Sueisha

No me gusta esa excepción, en lo personal. Me suena demasiado a lo de que el cáncer es una lucha o que el que quiere vivir vive. Pero es que encima este punto, que parte de una decisión loable, queda inmediatamente sepultado porque parte de la gracia del personaje es que en realidad no puede tomar decisiones. Es paseada por el mundo porque no queda otra, en busca de una solución, la vida pasa a su alrededor, ella pega un par de patadas, tiene varios dibujos y momentos épicos, pero ya. El personaje nunca despega.

En cualquier caso hay cosas mucho peores que Nezuko. Esto es sobre todo que yo soy quisquillosa.

¿MERECE LA PENA GUARDIANES DE LA NOCHE?

Si buscáis un manga juvenil ya terminado, con una acción llamativa, momentos bien pensados y, en general, un buen entretenimiento, este es vuestro manga. Creo que merece la pena aunque sea echarle un ojo, recordad que podéis leer el principio gratis e ir decidiendo.

  • Autor: Koyoharu Gotouge
  • Nombre original: 鬼滅の刃/Kimetsu no yaiba
  • Publicación original: 2016-2020
  • Editorial: Norma
  • Género: Fantasía juvenil
  • Tomos: 23
  • ISBN: 978-84-679-6096-9
  • Precio: 9€
  • Boxset: 185,00€
©Koyoharu Gotouge/Sueisha

Reseña: Dorohedoro (Q.Hayashida)

Kaiman, protagonista del manga Dorohedoro, come gyozas
©Q.Hayashida

¿QUÉ ES DOROHEDORO?

Publicado entre el 2000 y el 2018, Dorohedoro es un manga de 167 episodios recopilados en 23 volúmenes tankōbon. Pasó por varias revistas pero todas ellas bajo el sello de publicación de la inmensa Shogakukan, que a su vez es parte de uno de los mayores grupos editoriales de Japón.

Está catalogado como un seinen, es decir, una historia para adultos. El tono es de fantasía oscura repleta de body horror.

Empieza con Kaiman, un hombre sin recuerdos y con cabeza de animal que está intentando descubrir su pasado y a la persona que le maldijo. Le ayuda su gran amiga y cocinera de gyozas, Nikaido. No obstante es una historia con un plantel muy plural y que va dividiendo protagonismo según avanza.

¿CÓMO ES DOROHEDORO?

Tiene, de lejos, uno de mis principios favoritos en la ficción.

Kaiman, el protagonista, se introduce la cabeza de uno de sus enemigos en la boca y le pregunta qué le ha dicho el hombre en su interior.

Kaiman, protagonista del manga Dorohedoro, se introduce la cabeza de uno de sus enemigos en la boca

Es potente, inquietante, con un dibujo excelente y deja planteado todo lo que hace falta para desplegar la extrañísima historia de este manga.

Dorohedoro es curioso. Se baña en lo gore, incómodo, en la reducción del cuerpo a sus mínimas partes, en la crueldad. Pero a la vez es, por encima de todo, una historia sobre vida cotidiana y familia. Un relato sobre gente leal, que quiere mucho a los suyos, que hace cosas extremas y que se lleva a matar con todo el resto del mundo. Quitando una trama de dos personajes todos los grupos de Dorohedoro me han funcionado y he sufrido muchísimo cuando tenía que verles enfrentarse. Y, encima de todo, es muy gracioso.

Como buena historia sobre familia también es una historia sobre comida. Sobre el elemento centralizador que supone, sobre cocina y la gente que cocina y sobre el toque hogareño en los lugares más extraños del universo.

Kaiman y Nikaido, del manga Dorohedoro, cocinan juntos
©Q.Hayashida

A esto sumadle un sistema mágico que me ha dado algunos de mis momentos favoritos. Nunca os rías de alguien capaz de crear setas, os lo advierto. Es sencillo, muy bien explorado y con una buena capacidad de dejar en shock a la vez que provocar carcajadas.

Esta debe ser la primera vez que me gusta una cucaracha gigante.

Lo estético lo marcan el amor por lo feo y lo grotesco mezclados con grandes dosis de gusto por moda de tribus urbanas, desde el punk al metal. Destacan las máscaras, que se mueven muy bien entre lo espeluznante y la comedia. Todo son partes de un puzzle visual post-apocalíptico grandioso.

Noi, Shin, Fujita, Ebisu y En del manga Dorohedoro sentados juntos de frente a la cámara.
©Q.Hayashida

Nada de esto impide, sin embargo, un gusto por la belleza en un sentido más tradicional y que crea algunas escenas repletas de dulzura. Lo que hace Hayashida es digno de los mayores elogios.

Reconozco que a veces es una obra un tanto confusa y que puede perder un poco el norte. No obstante para mí la trama se mantuvo interesante hasta el final. La autora supo tomar las decisiones que más convenían al manga y utilizar a sus personajes en consecuencia.

Incluso en los momentos en lo que, por un motivo u otro, desaparecían mis favoritos, no decaía. Otro personaje se vuelve soberbio y tira de Dorohedoro hasta una conclusión que creo que es la que necesitaba.

Lo que mejor mantiene la historia en estos 23 tomos es la capacidad de Hayashida de mezclar escenas completamente delirantes con momentos de horror escalofriantes de verdad. He hablado varias veces de lo dulce y lo familiar en esta reseña pero que eso no os engañe. Cuando esta obra quiere incomodarte te incomoda.

También es importante recalcar que, aunque a mí no me ha molestado demasiado en la lectura, la sexualización de personajes femeninos puede llegar a ser bastante exagerada. Los personajes en sí, excepto una, me gustan mucho. Pero puede ser bastante indeseable para según que lector así que merece la pena avisar en la reseña.

En resumen Dorohedoro es un manga que mezcla muy bien lo inquietante con la comedia, tiene unos personajes excelentes y se mantiene con una calidad consistente a lo largo de sus 23 volúmenes.

Un demonio del manga Dorohedoro saluda con la mno
©Q.Hayashida

¿PARA QUIÉN ES DOROHEDORO?

Si estáis buscando un cómic adulto que os haga sentir bien pero os de body horror y cosas turbias esta es vuestra historia.

Portada del maga Dorohedoro publicado por ECC
  • Autora: Q. Hayashida
  • Nombre original: ドロヘドロ
  • Publicación original: 2000-2018
  • Editorial: ECC
  • Género: Fantasía para adultos
  • Tomos: 23
  • ISBN: 978-84-17316-47-1
  • Precio: 9,95 €

Reseña: «Este del oeste» (Dragotta, Hickman, Martin)

¿QUÉ ES ESTE DEL OESTE?

Entre 2013 y 2019 el equipo formado por Hickman, Dragotta y Martin publicaba en Image las 45 grapas compiladas en 10 volúmenes que conforman este del oeste.

La historia nos presenta una distopía con estética western que busca zambullirse en las raíces de Estados Unidos con mucha violencia y cinismo. Un mensaje apocalíptico, los cuatro jinetes, un mundo enfrentado y una paranoia inmensa sirven de marco a una historia de familia intensa y excepcional.

¿CÓMO ES ESTE EL OESTE?

En 1908 Israel Zangwill popularizó el término The Melting Pot con su obra homónima. Esta idea del crisol de culturas ha servido, de manera específica, para hablar de la multiculturalidad y asimilación de Estados Unidos tanto desde un punto de vista positivo como para plantear todo tipo de críticas a un sistema que fuerza a lo homogéneo.

Este es, sin duda, el punto de partida de este del oeste.

Hickman escribe en el opuesto, sobre un Estados Unidos de ciencia ficción en el que el país está partido en secciones culturales y expone sus diferencias y similitudes en un ambiente cruento y sin casi amabilidad.

No quiere decir esto que el autor busque una equiparación moral a través del famoso son todos igual de malos, el libro está lleno de críticas a eventos pasados y presentes, si no que busca explorar la miseria humana desde distintos puntos de vista que se reflejan en las singularidades de su país.

Analizando este proceso, además, no podemos ignorar que los años de creación del cómic comprenden desde el segundo mandato de Obama hasta casi el final del tiempo de Trump en el poder. Si habéis leído antes a Hickman probablemente habréis notado que se baña en las anticipaciones, guiños y ciclos cerrados pero creo que hablando de falso idealismo, radicalización y violencia toda la historia de esos años ha quedado grabada en el ADN de su obra.

En cualquier caso hay algo que todas estas naciones culturales tienen en común y es el fin del mundo.

El final de todas las cosas va a llegar a través del cumplimiento de una profecía, el mensaje, y es responsabilidad de un grupo de poderosos elegidos cumplir con sus designios. Estas lecturas de futuro tienen varias peculiaridades. Por un lado aún no han terminado de escribirse y, como pasa con todos los textos religiosos, está tan abierto a interpretación que permite a sus creyentes manipular la situación a su antojo.

Uno de los puntos fuertes de esta obra es la representación de las motivaciones de los ricos, la búsqueda del caos y de poder y de cómo ni siquiera el fin del mundo es motivo suficiente para que muchos se paren a pensar en lo que están haciendo.

En este aspecto tiene un momento que me parece especialmente escalofriante cuando un personaje dictamina que este desorden solo puede suceder a través del control social y nunca desde las luchas sociales. Caos, sí, pero caos controlado.

Todo esto lleva a este del oeste a tratar con la muerte como eje central. El fin solo puede llegar a través de la destrucción. Para encontrar la paz los personajes se ven obligados a la guerra. Para la venganza, asesinato.

Algunos, incluso, necesitan a la muerte para enamorarse.

Creo que los cuatro jinetes del apocalipsis son un concepto interesantísimo y, cuando aparecen en una historia, suelo querer echarle un ojo. Aquí tenemos cuatro personajes complicados, desagradables, violentos y con un diseño maravilloso que son una delicia.

Y Muerte es, por supuesto, el protagonista.

Esta es una obra muy coral, con episodios en los que ni aparece ni se le menciona como un nombre propio, pero como concepto es omnipresente. Incluso cuando lo que Hickman busca es ofrecernos vida y esperanza siempre es a través del opuesto. Para que haya vida tiene que haber muerte.

Para mí, al margen del concepto, hay dos cosas que me acercan mucho a este personaje. Por una parte, aunque no ocupa muchísimo espacio, encuentro en el romance entre Muerte y su mujer uno de los puntos fuertes del cómic. No es una historia preciosa, es una historia épica. Por otro lado tiene una evolución, una secuencia de pérdida y lucha constante, que sin perder nunca de vista que no es un humano le convierte en lo más humano de todo este del oeste.

Con él Hickman despliega una oleada de sentimientos en desarrollo constante que luchan contra el cansancio existencial y que construyen varios triángulos de amigos y enemigos apasionantes.

Tampoco el resto de jinetes se queda atrás en cuanto a interés. Nunca son explorados de la misma manera pero sus personalidades están tan marcadas entre lo que damos por sentado y el increíble trabajo gráfico que llegamos a conocerles en profundidad. En especial hay una confrontación entre Guerra y Muerte que tanto en lo literal como en lo metafórico es de mis momentos de ficción favoritos.

El resto de personajes quizá son un poco desiguales. Las intrigas políticas y la idea del crisol de culturas opuesto que sirven de base solo son posibles a través de un grupo de protagonistas excesivamente grande que a veces, cuando estás demasiado enganchado a algo, puede llegar a entorpecer la lectura.

Aún así nunca me parece aburrido y el juego entre mandatarios y las personas a las que mandan está llevado con una gran elegancia y brillantez.

En todo esto es fundamental el aspecto estético. Los autores han optado por una estética western que busca subrayar el lugar donde acontece la ficción y que es una de las cosas que más me gustan. Esto es algo (como todo lo demás, en el fondo) completamente subjetivo. Pero los largos silencios, los sombreros, la rudeza, el ambiente en general, me llaman a gritos.

Dentro de esto es curioso cómo ata Dragotta su estilo de dibujo con lo que está contando. Este dibujante es dinámico al extremo, sus personajes siempre están llenos de emociones hasta el punto de que si empiezas a contar las viñetas de gente con la boca abierta y líneas de movimiento puede ser un poco chistoso, y lo hace funcionar en este ambiente de pausa característico del género.

Tiene además un estilo muy consistente a lo largo de los años que, de pronto, cristaliza en algunas de sus mejores viñetas justo en el último número.

Todo se complementa con un uso del color increíble de manos de Frank Martin y de la tipografía con Rus Wooton que es una delicia.

El equipo entero explora además un body horror muy bien llevado y expresivo. A veces no hay manera mejor de definir lo humano que romper a uno a trocitos. Incluso cuando no es del todo humano.

Con todo esto hemos hablado ya de los temas más grandiosos en este del oeste y, sin embargo, lo que lo convierte en una historia excepcional es que es un cómic sobre la familia y los amigos.

De este aspecto no se puede hablar demasiado sin hacer spoilers pero Hickman tiene entre manos una trama tierna, inocente y con algunas miradas que derriten entre personajes que están rotísimos pero quieren cuidar de otros. Rezuma amor, aunque sea un amor malo, y todo desemboca en un fin de ciclo perfecto de dolor, sanación, pérdida y encuentros.

Tiene además tiempo de explorar tipos de relaciones diferentes, crianzas poco ordinarias, algunas cuestiones de género aunque sea de pasada y un dibujo de lobo chiquitito que adoro con todo mi corazón. No todo lo que trata lo hace de manera perfecta, por ejemplo encuentro algo excesiva e incluso cómica la presentación de la maternidad a veces, pero el conjunto de todo lo que hay me gusta verlo.

En resumen aquí hay mucho drama, mucho sentimiento de inevitabilidad, desesperación y cosas malas pero también una muy necesaria aunque pequeña esperanza a la que aferrarnos.

¿PARA QUIÉN ES ESTE DEL OESTE?

Si os gustan las distopías de ciencia ficción, las historias apocalípticas y la estética de este cómic os lo recomiendo muchísimo.

  • Guionista: Jonathan Hickam
  • Arte: Nick Dragotta
  • Color: Frank Martin
  • Título original: East of West
  • ISBN: 978-84-679-1479-5
  • Precio: 17,00 €
  • Páginas: 152 
  • Género: CiFi, Western
  • Colección: Este del Oeste 1/10

Reseña: «Rayo Negro» (Ahmed y Ward)

¿QUÉ ES RAYO NEGRO?

En 2016 Marvel tenía a sus inhumanos y a sus mutantes entre las cabeceras Muerte de X e Inhumanos VS X-Men. Esta confrontación dio lugar en 2017 a un relanzamiento de las franquicias con varias cabeceras bajo el nombre ResurrXion y, como os podéis imaginar, entre ellas encontramos Rayo Negro. Pero que esto no os importe demasiado. No es necesario haber seguido la trama para entender este cómic aunque me imagino que, por supuesto, se podrá hilar mejor todo lo que ha pasado con un mayor conocimiento.

Son solo doce grapas compiladas en un tomo autoconclusivo.

Lo que nos va a contar es la historia de Blackagar Boltagon, el silencioso rey de los inhumanos, a partir de su despertar en prisión sin, de momento, más explicaciones para el lector.

¿CÓMO ES RAYO NEGRO?

Tiene un principio impresionante. Me gusta muchísimo. Con una narración de voz en off en tercera persona nos sumergimos de cabeza no tenemos ni idea de dónde. O por lo menos yo no tenía ni idea, claro. Solo sabía que era una cárcel, que algo malo había pasado y que un personaje normalmente investido de un gran poder se veía relativamente indefenso en una nueva y desconcertante situación.

Consiguió toda mi curiosidad y empezó a entregarme momentos muy emotivos, una gran exploración de los sentimientos de culpabilidad y una colección de metáforas y mensajes como poco curiosos. Así que ahí estaba yo, en la cresta de la ola, pensando que solo iba a ir a mejor cuando, de pronto, llegó la segunda parte y se desinfló.

Pero rebobinemos un poco, hacia el momento de esplendor de este cómic en el que todo eran posibilidades y me quedé embelesada.

Rayo Negro te presenta durante su primer arco una sólida metáfora sobre el crimen y el castigo. Busca explorar el significado de la palabra proporcional y los grises en cada persona. Cómo dependiendo de la situación vas a obtener un lado u otro de lo poliédricos que somos. Consigue dar personajes muy carismáticos si bien algunos de ellos demasiado estereotípicos, sin espacio para plantear más sobre ellos en un relato que dominan Boltagon y el Hombre Absorbente.

No se escapa a esta parte de la trama que el lugar habitual de nuestro protagonista es como rey imponiendo los castigos en vez de recibiéndolos. Su parte de culpa en un sistema mucho más que falible. No llega en este apartado a romper el molde y siempre encuentro ligeramente ridícula la excusa del rey es bueno pero hay cosas que no sabía aunque, para el número de páginas y el objetivo, queda bien.

También consigue el desarrollo de Boltagon más allá de su título. El gobernante de Attilan es famoso por las capacidades destructoras de su voz, tan extremas que le han llevado a sumirse en un silencio absoluto excepto en casos de necesidad.

Fuera del ambiente real, privado de su marca de identidad, puede de pronto recuperar su voz. Aprender a hablar y a expresar sus pensamientos y deseos. Aún así, claro, reconozco que es un poco simplista reducir determinadas capacidades comunicativas a la voz, a lo verbal.

Sea como sea, en lo que al cómic se refiere, igual que con su posición como rey este es otro tópico que aunque menos profundo si lo abres a debate en el ámbito del cómic funciona.

Otra cosa que destaca de este primer período es un gran trabajo en lo épico. Frases que se pegan (ese name your crimes! repent your crimes! es soberbio) y un uso interesantísimo de la tercera persona acompañan a un apartado gráfico excelente tanto en el dibujo, en la rotulación como, sobre todo, en el color.

Christian Ward se luce. Y los números, también bajo la batuta de los otros dos artistas implicados, Frazer Irving y Stephanie Hans, tienen una calidad inmensa. Es una explosión de pintura, de lo extravagante, de colores llamativos que vuelven escenas oscuras.

Estoy enamorada desde la portada, la forma en la que la sombra de las rejas en la cara simulan un bozal.

Y esa es otra. Mandíbulas. Hay algo en retratar la vida de una persona y su perro que puede hacer que un personaje automáticamente gane muchísimos puntos. Aquí se tomaron muy buenas decisiones.

Sin embargo, por supuesto, el drama carcelario termina y empieza otra cosa.

No puedo extenderme demasiado para no hacer spoilers y no sé muy bien qué decir. No es que se vuelva un cómic horrible ni mucho menos. Es, simplemente, que se vuelve un poco anodino. Entretenido pero inconsecuente, centrado en atar cabos de una manera un poco pesada y larga. Doce grapas se queda corto para un sector y sin embargo se vuelve demasiado para el otro.

Aún así el final me gustó mucho. Para ese punto estaba ya tan dentro de este mundillo que había cosas que quería ver y me daba igual todo lo demás. Ese deseo me lo cumplió y, pese a todo, terminé con muy buen sabor de boca.

¿PARA QUIÉN ES RAYO NEGRO?

Si estáis buscando una época cerrada con la que meteros a algún personaje, que no sea un compromiso demasiado grande, creo que este es un lugar excepcional. También para explorar un poco a los inhumanos es un buen punto.

Por lo demás es un gran cómic de metáforas, excelentes gráficos y explosiones de color con una trama que, aunque sea desigual, da para mucho.

Puntuación: 3.5 de 5.
  • Guionista: Saladin Ahmed
  • Artistas: Christian Ward
  • Frazer Irving
  • Stephanie Hans
  • Título original: Black Bolt
  • Publicación: 2017-2018
  • ISBN: 978-8491675327
  • Páginas: 288
  • Precio: 25,00€
  • Franquicia: MARVEL

Reseña: Animal Man (Grant Morrison, Chaz Truog, Tatjana Wood y más)

TW: crueldad animal, violación

LA INVASIÓN BRITÁNICA DEL CÓMIC SUPERHERÓICO: UNE AUTORE DE ESCOCIA Y REORGANIZACIÓN DE DC

Aunque siempre es un tema muy debatible me gusta el término esenciales para destacar obras que han marcado un género o medio. Nunca nada será una lectura imprescindible ni será lo que te de el carnet de lector de cómics (más que nada porque eso no existe) pero sí que encuentro interesante buscar los puntos de anclaje entre lo que vino y lo que vendrá. Pues en una lista de ese estilo yo pondría esta etapa sin duda.

Las 26 grapas del Animal Man de Morrison no son ni una culminación ni un inicio si no una pieza fundamental de un cambio conjunto que había empezado en DC y que quedaría ligado, entre muchos otros, a los nombres de Karen Berger y Alan Moore.

Estos dos titanes de la industria fueron punta de lanza en la aparición de unos cómics de temática considerada más madura, una interpretación de la composición de viñetas novedosa y con guiones que presentaban un lenguaje a menudo diferente, más cuidado. Aunque ellos no fuesen los primeros podemos trazar en este punto la aparición y popularidad de una oleada de autores de las islas británicas entre los que encontramos a Morrison y la colección que nos ocupa hoy.

Por último influenció en este proceso el evento crisis en tierras infinitas de DC que desde el 85 había reorganizado el status quo a través de un crossover masivo.

ANIMAL MAN: CONCEPCIÓN Y EQUIPO CREATIVO

Según palabras de le propie autore para la compilación en tomo era 1987, tras el éxito de la cosa del pantano, cuando fue escogide junto a otros escritores para revivir a personajes de DC que hubiesen quedado apartados y darles una nueva vida editorial. Animal Man fue una elección propia, un héroe de Strange Adventures en los 60 que le había obsesionado.

El contrato era para una miniserie de solo cuatro números en los que su objetivo fue ahondar, precisamente, en la tarea asignada: un super de tercera clase, poco conocido, sin grandes fuentes de dinero, que tiene que lidiar con su vida familiar y su ideología que, muy venida al caso, incluye la lucha por los derechos de los animales.

Pero si esto ya era interesante todo se vuelve especialmente jugoso cuando le ofrecen continuar la colección. De nuevo, citando su propia introducción, Morrison dice que no quiso ahondar en la tan popular idea en ese momento de los héroes oscuros, los problemas emocionales y las narrativas que centran el hiperrealismo en el dolor. Lo que hizo, otra vez, fue concentrarse en la tarea asignada y explorar desde múltiples puntos de vista el significado de la popularidad y la ficción y el consumo que hacemos de ella.

Animal Man es la carta de amor al género y al medio de une niñe cruel. Pero niñe al fin y al cabo.

Al final el proyecto duró 26 números, entre medias comenzó con la Doom Patrol, y terminó en 1990.

Pero por supuesto esto es un cómic y el guionista no hizo todo el trabajo él solo.

A los lápices estuvieron Chaz Truog (a veces lo vais a encontrar también escrito como Chas), Doug Hazlewood y Tom Grummett. Las portadas, excelentes, son obra de Brian Bolland, el color de Tatjana Wood y la rotulación de John Constanza. La edición fue de la ya mencionada Karen Berger y de Art Young.

Quizá el estilo hoy en día se vea un poco anticuado sobre todo porque la impresión del color ha cambiado muchísimo, pero a mí me entra muy bien por los ojos. Me encanta el diseño, el traje de mallas con la chaqueta, el pelo revuelto, el crío con al camiseta de Lestat, lo paródico que es a veces y también, lo reconozco, cuando al final se vuelve extraño.

El mismo viaje que Morrison hizo hacia la abstracción y lo meta para el guion fue acompañado de experimentación gráfica muy lograda e impactante, caminando entre varios estilos con soltura. Me gusta cuando busca el reflejo de lo super y es también excelente explorando lo patético, lo cómico y lo puramente metafórico.

LA TRAMA DE ANIMAL MAN

Pero ¿de qué va esta cabecera? pues es la historia de Buddy Baker, un superhéroe retirado casado y con hijos que intenta, de nuevo, entrar en las grandes ligas siendo fiel a su posición contra el maltrato animal. Esto es así, sobre todo, en las cuatro primeras grapas que iban a funcionar como una única historia.

Por momentos es bastante ridículo, con malos a los que es muy difícil tomarse en serio y que parecen una burla y situaciones que varían entre lo tontorrón y el mal gusto. A la vez, sin entrar aún en la subtrama, es en todo momento un cómic que busca ser incisivo.

Al final del día es, sobre todo, un cómic sobre la necesidad económica que impulsa el trato que tenemos con la naturaleza, la posición de los gobiernos y la verdadera fuerza del hombre de clase media.

Morrison plantea todo tipo de rupturas, quejas y vueltas a los conceptos que le sugirieron para trabajar y el resultado es un cómic que, incluso sin todo lo demás que vamos a tratar, sería interesante. Aún así me ha molestado durante toda la lectura que quiera ser tan rompedor en unos temas y a la vez tan poco en otros.

Casi al inicio del cómic hay un intento de violación que se podría haber ahorrado perfectamente. Está en parte atado con el mensaje final pero en realidad es una escena desagradable al extremo, gratuita en el sentido de que no aporta en absoluto a la narrativa y me enfadó bastante.

Y luego está la relación de Buddy con su familia. Haciendo esta entrada me ha sorprendido mucho ver cosas como que la editorial le define en el resumen para promocionar la obra como un cariñoso marido y padre entregado. Con honestidad yo lo que he leído es la historia de un hombre negligente en todas y cada una de las relaciones que mantiene.

De hecho esto último no lo digo como crítica a Morrison, que de hecho creo que buscaba ese efecto, lo digo más como una sensación de no haber leído lo mismo que otras personas desde la más absoluta sorpresa. Es que no quiero hacer spoilers pero aunque empezamos con un super bajando gatitos de árboles pronto se hace patente que nunca está para nadie, tiene una tendencia escandalosa a dejar a sus hijos como una responsabilidad de su mujer, que tiene un trabajo al margen de las labores domésticas y lo que tiene con el resto de personajes de la historia es para leerlo.

De hecho, sin ver todo esto así, creo que una parte del final carece un poco de profundidad.

EL EVANGELIO DEL COYOTE, UN NUEVO GIRO

Cuatro números después lo que iba a ser una mini se convirtió en una serie larga y la vida familiar y los derechos de los animales con los que se introdujo la trama (y que siempre serían un punto fundamental en Animal Man) necesitaban nuevos enfoques y temas con los que mezclarse.

¿Y cuál fue la reacción de le autore? abrazar el que se ha convertido en su sello distintivo: lo raro y lo meta.

La grapa número cinco de la era Morrison planteó una historia conclusiva sobre comunicación, la evolución del cristianismo, la creación a todos sus niveles, el concepto de dios, la mitología y, por supuesto, los derechos de los animales que es una de las mejores 24 páginas que he leído.

Solo dura esto pero tiene ecos en toda la narrativa posterior y es el revulsivo que todo lo anterior necesitiba.

El evangelio del Coyote es la historia de Crafty, un coyote con inspiración clara en los Looney Tunes que se enfrenta a numerosas muertes, la incapacidad de comunicarse y los prejuicios. Mientras nuestro protagonista, Buddy, decide hacerse vegetariano, tira toda la carne de la casa sin ni siquiera hablarlo con su mujer o pensar en la cena de sus hijos pequeños y se va enfadado de la casa.

Aunque como me pasa a menudo en esta historia hubiera preferido que Morrison no usase a Ellen como un artefacto en la historia de Animal Man, reconozco que la contraposición funciona a pedir de boca.

LO QUE VINO DESPUÉS

Una vez Morrison abrió la veda a lo extraño y las metáforas exageradas nada en Animal Man volvió a ser lo mismo. Incluso en las historias más puramente superheroicas y tontorronas introdujo cosas que no tenían demasiado sentido y que iban preparando al lector para el apoteósico final.

Por supuesto no lo voy a spoilear. Para esta reseña baste decir que las piezas encajaron, lo sublime y lo ridículo se mezclaron de manera exquisita y aunque para mi gusto también repleto de pequeñas historias intrascendentes un poco aburridas culminó el trabajo de estos grandes artistas por todo lo alto.

EDICIÓN EN ESPAÑOL

La más actual es la de ECC, dividida en tres tomos. No obstante el primero está ya descatalogado.

Reseña: «Estela Plateada» (Dan Slott y los Allred)

  • Guionista: Dan Slott
  • Dibujante: Michael Allred
  • Colorista: Laura Allred
  • Editorial: Panini/Marvel
  • Título original: Silver Surfer
  • ISBN: 9788413343624
  • Páginas: 696 (omnibus)
  • Precio: 45€

¿QUÉ ES ESTELA PLATEADA?

Este omnibus comprende toda la etapa (más algunos extras) de Slott y los Allred al mando de Estela Plateada.

En él seguimos la historia del héroe de nombre homónimo y sus aventuras con la terrícola Dawn Greenwod mientras descubren el universo. Sigue un formato autoconclusivo. Cada historia presenta nuevos personajes que se quedarán en su propio mundo hasta que por A o por B tengan que volver a encontrarse con nuestros protagonistas en los momentos decisivos.

¿CÓMO ES ESTELA PLATEADA?

Volver a casa.

Para mí ha sido el equivalente a empezar otra vez Doctor Who, recuperar ese sentimiento de maravilla y fascinación que pensaba que ya no volvería desde cero. Pero para vosotros puede ser cualquier otra obra de ciencia ficción con viajes por el universo, compañeros terrícolas, familias de sangre y elegidas, diversión a raudales y lágrimas imparables.

Estela Plateada es un homenaje a la cultura pop. A los sueños de la infancia que reflejaron este tipo de historias y que nos acompañaron cuando nos hicimos adultos y quisimos seguir soñando.

Volver a casa.

Porque todo viaje tiene que responder a la pregunta ¿hay un sitio al que volver? ¿quieres perderte en el espacio? y Dan Slott y los Allred exprimen cada sentimiento al respecto para hacerte reír y llorar y adorar este relato maravilloso sobre encontrar tu lugar.

Volver a casa.

Y es que existen diferentes tipos de hogar. Puedes volver al sitio donde naciste, que te vio crecer, pero también puedes descubrir que tu casa está junto a la persona que se ha convertido en tu templo. Puedes descubrir que tu lugar no era el sitio físico si no las personas que lo habitan. Pero también que, después de todo, las cosas que querías encontrar no estaban tan lejos como pensabas.

Volver a casa.

Explorando los problemas de autoestima y culpa que nos impiden vivir de verdad en el presente y en el lugar en el que estamos, encerrándonos en una celda mental que se refleja también en nuestro físico. Hablando de superación y de volver a mirarnos en el espejo, hablando incluso de moda y de las cosas que nos ponemos que los demás van a asociar como su hogar.

Volver a casa.

Una casa en la que cabemos todos.

El apartado artístico con el matrimonio Allred al volante es soberbio. Está repleto de imágenes icónicas, de gestos y movimientos que hacen sentir a la historia muy viva, con un color maravilloso que ayuda muchísimo a ver las cosas sin tener que detenerte de más.

Y el guion. Todo lo que he dicho arriba. Dan Slott creó una obra maestra y no tiene sentido darle más vueltas.

¿PARA QUIÉN ES ESTELA PLATEADA?

Fans de la ciencia ficción de viajes por el espacio y compañeros. Recomendar cosas siempre me parece muy complicado pero si os gustan ese tipo de historias esta es una de las pocas veces que siento, seguro, que este cómic no puede fallar. Reconozco que si no leéis cómic puede abrumar un poco (sobre todo por el tamaño) pero si tenéis curiosidad por el medio por algún sitio hay que empezar.

No hace falta ningún conocimiento sobre el personaje en realidad. La historia de Estela se va explicando poco a poco según avanza el tomo y, aunque salen otros supers de Marvel de nuevo creo que no hay referencias que dificulten la lectura en ningún sentido.

Reseña: «Canario Negro: fuego» (Cabot y McGee)

  • Guionista: Meg Cabot
  • Ilustradora: Cara McGee
  • Traducción: Cristina Bracho
  • Título original: Black Canary: ignite
  • ISBN: 978-84-18002-82-3
  • Precio: 9’95€
  • Número de páginas: 144

¿QUÉ ES CANARIO NEGRO: FUEGO?

Esta novela gráfica forma parte de la línea que DC ha dedicado a un público juvenil.

Según la editorial: a sus trece años, Dinah Lance sabe exactamente quién es, lo que quiere y adónde va. Primero ganará un concurso musical con sus amigas y después se unirá a la Academia de Policía de Gotham City para resolver crímenes, como su padre. Pero cuando alguien misterioso comience a amenazar a Dinah y a su familia y amigos, ella descubrirá algo sorprendente sobre su pasado.

¿CÓMO ES CANARIO NEGRO: FUEGO?

Me ha recordado a cuando, siendo pequeña, leí las W.i.t.c.h, Eso es un halago inmenso. No tiene el mismo espacio para desarrollarse, por supuesto, y eso la hace mucho más sencilla y centrada en menos personajes. Pero la esencia de bienestar, historia para chavales y buen gusto en ropa están todas ahí.

Es uno de estos cómics bonitos con sabor a fanfic en el que un personaje que te gusta se mete en algún lío pero, sobre todo, es adorable. El guion, que es una narrativa de autodescubrimiento, amistad en el instituto y lidiar con unos padres incómodos con la adolescencia de su hija, apela directamente a su público objetivo.

Pero además el cómic tiene buenos guiños para los fans que llevan más tempo leyendo a Canario Negro y Green Arrow.

Mi favorito es el chiste perpetuo que rodea a sus padres. Saber que siguiendo con el canon de DC a ella en el futuro le va a gustar todo lo que representa su padre ahora, aunque le saque de quicio, ver las cosas que ha sacado de su madre y la relación que tienen entre ellos. Me tenía con una sonrisa enorme.

Aún así no penséis que solo puede gustar a alguien que ya conozca a Canario Negro o los superhéroes que la rodean. Dado que está pensada para niños y adolescentes lo que es es una introducción al mundo superheróico de lo más amable y simpática. Da igual si os perdéis los guiños porque si esto es lo que estáis buscando la vais a disfrutar.

En el apartado gráfico, tanto dibujo como color, es mucho más que correcto. Está perfecto. Expresivo, elegante, guay. Podéis ver el estilo desde la portada y saber solo con eso que es maravilloso.

¿PARA QUIÉN ES CANARIO NEGRO: FUEGO?

Fans del personaje, gente que quiera una historia ligera, bonita y con buen gusto o quien busque una introducción a DC. Si tenéis hijos, sobrinos o niños en vuestro entorno este cómic les puede encantar. Yo sé que a mí me habría vuelto loca.

Para darle un tiento podéis leer la primera grapa gratis en comixology.

Puntuación: 5 de 5.

Reseña: Blade (1998)

  • Dirección: Stephen Norrington
  • Guion: David S. Goyer. Cómic: Marv Wolfman. Gene Colan
  • Música: Mark Isham
  • Fotografía: Theo Van de Sande
  • Año: 1998
  • Género: acción, terror, vampiros, superhéroes
  • Protagonistas: Wesley Snipes, Stephen Dorff, Kris Kristofferson, N’Bushe Wright, Donal Logue
  • Duración: 120min

En 1973 Blade hizo su primera aparición en el número 10 la tumba de Drácula, un cómic de Marv Wolfman y Gene Colan. Esta saga de cómics de Marvel se publicó desde el 72 al 79, haciendo un total de 70 grapas, y presentaba un grupo de cazavampiros que se enfrentaban a Drácula y otras amenazas.

Este Blade tiene como peculiaridad la inmunidad al vampirismo y unos cuchillos hechos de madera de teca (un tipo de árbol). Si tenéis curiosidad podéis echarle un vistazo a las primeras páginas del número donde hace su aparición, de manera gratuita, en Comixology.

Como os podéis imaginar desde el inicio de los 70 hasta finales de los 90 los gustos estéticos cambiaron bastante y eso sumado a la nueva visión creativa de Goyer y Norrington terminó en el Blade de larguísima chaqueta de cuero que arrasó en la taquilla internacional.

Por supuesto también tuvo mucho que ver la denuncia de Marv Wolfman contra Marvel, New Line y Time Warner por los derechos del personaje. El creador perdió pero, aún así, no podían arriesgarse a tener demasiadas similitudes con el material original. Si querían hacer una película de Blade y no dar ni un duro a Wolfman y Colan este era el camino.

Recaudó 131’2 millones de dólares. Su realización había costado 45.

En su versión cinematográfica Blade es el hijo de una humana mordida por un vampiro, del que heredó sus capacidades especiales pero no sus puntos débiles. Su principal enemigo es Deacon Frost, un hombre convertido mucho tiempo atrás que se enfrenta a la nobleza vampírica y busca el poder a través de antiguas leyendas. Completando el equipo de personajes principales está Karen, una hematóloga que cae muy en contra de su voluntad en el mundo de la noche, y otro cazador de vampiros y mentor de Blade, Whistler.

Si tuviera que elegir una sola palabra para definirla sería intensa.

Blade es una buena adaptación del cómic como formato. Siento que tanto el guion como los efectos de sonido y la acción se sienten muy cercanos a su medio de origen y es algo que aprecio bastante.

Los enemigos entre medias, la sensación abierta de la conclusión pero con enemigos finales y sorpresas cósmicas, los colores, cómo la historia sigue a Karen mientras el verdadero protagonista es siempre Blade, me grita viñetas. En las peleas el buen hacer de Wesley Snipes mezclado con unas coreografías bastante surrealistas a menudo, con elementos de pura exhibición, es todo lo que esperas en un superhéroe. Incluso sus frases cortas y taciturnas, acompañadas de la conocida y cómica sonrisa a cámara parecen sacadas de un tebeo.

Es cierto que no acompañan los efectos especiales y, sobre todo, no en la escena final. La verdad es que no importa demasiado. Si habéis visto, por ejemplo, el señor de los anillos, la escena en la que Legolas se sube de un salto al caballo, sabréis que a veces no importa tanto la calidad como la charla que vas a tener con tus amigos después. Aquí pasa lo mismo.

Esta película tiene muchos defectos pero a mí no me quita la sensación conjunta de diversión palomitera y drama intensito en ningún momento. Y es lo que busca la película, un tono entre lo gore, lo dramático y el humor un poco ridículo. Cumple su objetivo de sobra.

Como buena hija de finales de los 90, Blade se luce en el apartado estético con el negro y el cuero. También vais a reconocer sus años, sin duda, en el pelo y estilo del antagonista. A esto le acompaña una banda sonora también muy de su época y que, aunque reconozco que hace el efecto perfecto a la película, es de los apartados con los que menos conecto.

Creo que una de las cosas que más enamoran en esta cinta es que es una de esas producciones que sientes que sus creadores están disfrutando. Es solo una percepción, es posible que la mayoría la odiasen, pero cuando todos los engranajes cuajan y hay una sensación de fluidez y amor por el medio yo como espectadora lo disfruto mucho también.

Si no la habéis visto ya, os gustan las películas de acción, no necesitáis demasiada lógica ni unos efectos espectaculares, os recomiendo mucho que le echéis un ojo. Es una gran película de vampiros y muy entretenida en cuanto a acción y elementos superheróicos.

Reseña: «Fragmentos del mal» (Junji Ito)

  • Autor: Junji Ito
  • Fecha de publicación original: 2014
  • Editorial: ECC
  • Traducción: Olinda Cordukes Salleras
  • Precio: 17,95 €
  • Páginas: 224
  • ISBN: 978-84-17960-68-1

¿QUÉ ES FRAGMENTOS DEL MAL?

Es una compilación de ocho relatos cortos de terror escritos y dibujados por Junji Ito. Comprende:

  1. Futón
  2. Espectros de madera
  3. Tomio y el jersey rojo de cuello alto
  4. Una separación lenta
  5. Miss disección
  6. El ave negra
  7. Magami Nanasuke
  8. La mujer que susurra

¿CÓMO ES FRAGMENTOS DEL MAL?

Creo que lo que define al terror como género es la sensación de inquietud, el malestar en determinadas partes del cuerpo, una sensación incómoda similar a tener insectos recorriéndote la piel. No digo nada nuevo al escribir que Junji Ito es un maestro creando estas emociones en el lector.

El epílogo comenta que, según su editor al leer el primer relato, después de un tiempo navegando en otros géneros había perdido mano en el que le ha hecho famoso. A mí me parece una buena compilación, sólida. Como poco entretenida.

En los principios de las historias encontramos un dibujo poco recargado que, fiel al estilo del autor japonés, va ganando en líneas según las páginas se llenan de imágenes perturbadoras y el status quo queda roto. Me gusta muchísimo el estilo de Ito, sus pieles de apariencia porcelanosa que van dando paso al horror.

Las ocho historias son muy cortitas así que no tengo mucho que deciros que no sea spoiler. De todas formas me gustaría destacar algunas cosas.

Magami Nanasuke me parece de muy mal gusto. Incomodar y cruzar líneas es la razón de ser del terror pero hay cosas que no son inquietantes, son simplemente absurdas y tiene algunas frases que podría haberse ahorrado perfectamente. En especial porque esta historia pretende ser más cómica que otra cosa.

Este relato, dando la vuelta al Misery de Stephen King, es el encuentro entre una fan y su escritora favorita que resulta ser trans. Obviamente a partir de aquí hay muchas más cosas pero sin hacer spoilers esto es lo relevante.

La colección se publicó en la revista Nemuki, especializada en historias de terror dirigidas a un público femenino. Con esto en mano podemos deducir que Magami Nanasuke es una parodia de sí mismo que es, de hecho, un giro muy interesante. Pero en realidad no quita para nada el mal sabor de boca.

Quitando esto, como decía, me parece un buen tomo.

Curiosamente me gustan bastante sus personajes femeninos, en especial sus monstruos, las dinámicas que tienen con los masculinos y las resoluciones consistentemente desagradables.

Mis favoritos han sido Tomio y el jersey rojo de cuello alto y la mujer que susurra, pero excepto con el arriba mencionado lo he pasado bien con todos.

Sobre la edición lo de siempre con estas publicaciones de Ito. Me gusta la traducción, me parecen cómodas de leer pero tienen un precio solo accesible a lectores con grandes sueldos o que decidan sacrificar una gran parte de su presupuesto en un único manga cortísimo. Además, igual que Frankenstein, Fragmentos del Mal tuvo una edición hace apenas cuatro años con un precio mucho más razonable. De nuevo yo he podido sacarlo de la biblioteca, si tenéis una cerca os recomiendo que miréis por si acaso.

¿PARA QUIÉN ES FRAGMENTOS DEL MAL?

Amantes de lo inquietante e incómodo y seguidores de Junji Ito. No sé si es el mejor sitio para empezar con este autor, desde luego no es su trabajo más destacable, pero como son historias muy cortas se hace muy accesible.

Aviso de contenido para crueldad animal, violencia explícita y transfobia.

Reseña: «Frankenstein» (Junji Ito)

  • Autor: Junji Ito
  • Fecha de publicación original: 1994
  • Editorial: ECC
  • Traducción: Noemí Cuevas Rebollo
  • Precio: 16,95 €
  • Páginas: 192
  • ISBN: 978-84-18293-91-7

No soy una experta en Junji Ito ni mucho menos, pero he leído lo suficiente del autor como para que ver una adaptación suya de Fankenstein me despertase una curiosidad inmensa. Su estilo de dibujo, manejo del tiempo narrativo y don para lo inquietante le daban para mí un punto de partida perfecto para adentrarse en el mundo de Shelley.

No me ha decepcionado.

Como adaptación es muy fiel. Es muy curioso porque, a pesar de ello, el conjunto se percibe con un significado con matices diferentes. Si la novela original centra su mensaje en los límites de la ciencia, la obsesión, la maternidad y cómo la sociedad nos moldea según lo que percibe de nosotros, en la versión de Ito la balanza se inclina ligeramente hacia una historia sobre cómo ciertos conocimientos y situaciones quedan asociados a las malas acciones.

Los personajes con menos conocimientos, como Elizabeth o su hermano William, obran siempre con virtud. Pero aquellos que se cruzan con la criatura, instantáneamente, cambian el curso de sus acciones. No voy a hacer spoilers pero todo esto se basa en el único cambio algo más sustancial que el autor japonés propone y que se enmarca ya en la tanda final del cómic.

En el apartado artístico también saca una gran nota. En una adaptación de Frankenstein la imagen del monstruo siempre va a ser fundamental e Ito se luce.

Su diseño está cargado de líneas, las cicatrices y las vendas, que consigue que parezcan dolorosas. Por muy inquietante y desagradable que sea, por muchas cosas malas que haga, gracias a ese sufrimiento evidente consigue a la vez darle la empatía necesaria que necesita para funcionar.

Si esta sensación de sufrimiento perpetuo es lo que más le humaniza por el otro lado tenemos lo que visualmente más lo convierte en un monstruo. Tiene, por ejemplo, el juego de tamaños, en el que Ito se sostiene para ridiculizar la idea de que Victor pueda ser un dios por el hecho de haber creado vida. Los ojos, siempre cubiertos por una sustancia que parece algo gelatinosa, son quizá el aspecto más original y desde luego el menos humano. Es el detalle que la convierte en una criatura que parece sacada de una pesadilla del protagonista.

En la parte negativa está la edición. No ha influido mi nota pero aún así quería hablar de este tema. Si bien la traducción me ha gustado y el tamaño y formato son muy cómodos de leer, no veo como recomendar que os gastéis 16,95 € en un manga de 192 páginas.

No tengo ni la más remota idea de cuánto cuesta imprimir, de cuánto necesitan conseguir en ventas para compensar el coste de las licencias ni conozco de primera mano el trabajo editorial. Lo que sé es que este mismo cómic (asumo que en una edición con un tamaño ligeramente inferior) costaba, hace solo cuatro años, diez euros menos. Publicado por la misma editorial.

En resumen, no sé si es un precio justo o no para ellos, ni entiendo qué ha pasado en este período de tiempo. Lo que sé es que para la mayor parte de lectores que conozco es un coste inasumible.

Si tenéis el dinero o si podéis sacarlo de la biblioteca (como en mi caso) y tenéis ganas de un buen cómic de terror o de una gran adaptación de Frankenstein os lo recomiendo mucho. Si no ya es más difícil decir que os lancéis a por él.

Puntuación: 4 de 5.