
¡Otoño! Septiembre da el pistoletazo de salida a la spooky season, mi periodo favorito del año. Otra de las cosas que más me gusta es bucear en las listas de gustos y recomendaciones de otras personas así que he decidido unir ambas pasiones y, por qué no, escribir una propia.
Sin ningún orden en particular, vamos a ello:

1.El papel amarillo (también podéis encontrarlo como el papel pintado amarillo, dependiendo de la traducción) de Charlotte Perkins Gilman.
Narrado como si fuese una colección de entradas de un diario, es la historia de una mujer a la que ordenan guardar reposo por una ligera tendencia histérica después de tener un hijo. Esta es una de las obras más oscuras, dolorosas e inquietantes que he leído. Me impresionó una barbaridad y siempre que pienso en ella se me sigue haciendo un nudo en la garganta.

2. La pata de mono y otros cuentos macabros de W.W. Jacobs
Hablando de terror tengo un gusto especial por las historias clásicas con climas ominosos, mansiones con madera que resuena, obsesiones, deseos que salen mal y pérdidas. Y, dentro de esto, pocas historias me gustan tanto como la pata de mono. La habéis visto mil veces y os aseguro que aún así merece la pena.

3. Lestat el vampiro de Anne Rice
No sabía si poner Entrevista con el Vampiro o Lestat y al final me he decantado por el segundo. Este relato de un gótico contemporáneo cogió el mito del vampiro noble, elegante y adinerado y dio varios pasos adelante, marcando para siempre el género. Es un libro seductor, marcó mi adolescencia y la de mis amigas, y está escrito con una gran belleza y tristeza.

4. El resplandor de Stephen King
En esta lista, sí o sí, tenía que aparecer Stephen King. Tengo una relación complicadísima con este autor, me desagrada muchísimo leerle, me enfado bastante, hay veces que me digo a mí misma que no voy a volver a coger un libro suyo en la vida. Es el anti yo. Y sin embargo ahí estoy, una y otra vez, devorando sus libros. No sabría decir cuál es mi favorito. Quizá la Torre Oscura. Aquí he decidido poner El Resplandor porque fue el primer libro suyo al que me enganché y tiene un valor especial para mí.
Lo que más me gusta de sus novelas es el universo compartido entre todas que, siento, es una de las cosas que más le destaca en el género.

5. Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson
En un momento dado de mi vida empecé a preguntarme si realmente el terror me gustaba tanto como la fantasía y la ciencia ficción. Estaba en una crisis absoluta de fe en el género. Entonces, animada por varios comentarios de conocidos sobre Shirley Jackson, empecé con la historia de Merricat y la familia Blackwood y amé cada página. Reencontré la pasión en sus menos de doscientas páginas.

6. Los cuentos de Edgar Allan Poe
Entré a la fantasía muy pequeña y se convirtió en mi género favorito de manera instantánea. Pero, antes de todo eso, lo que me enganchaba eran las historias de terror de R.L Stine, Bécquer y Poe. Sobre todo este último. No os puedo decir que entonces entendiese mucho pero me gustaba la atmósfera y comentarlos con mi madre. Hoy en día algunos de sus relatos se siguen contando entre mis favoritos y adoro las versiones ilustradas de Benjamin Lacombe.

7. Las luminosas de Lauren Beukes
Hace ya muchos años este libro fue el niño mimado de booktube y la blogosfera. De todo lo que hay en esta lista es, creo, el más raro y el que me parece más difícil de recomendar. Es una especie de thriller con escenas de terror durísimas, viajes en el tiempo, una narrativa muy fragmentada, plagado de historias cortas dentro de una trama mayor, y que sigue la historia de un asesino en serie de mujeres. Cuando lo puntué no llegué a darle las cinco estrellas pero tiene un hueco en esta lista porque es una de las novelas en las que más pienso. El año que viene (2022) la autora va a ir al festival Celsius así que, si no le disteis un tiento en su día y tenéis planeado pasar por Avilés, quizá queráis darle una oportunidad.

8. El océano al final del camino de Neil Gaiman
Mi libro favorito de Neil Gaiman. Desgarrador, doloroso y a la vez tierno tiene un argumento un poco difícil de resumir. El narrador vuelve la vista atrás cuarenta años para contarnos unos sucesos de corte fantástico con mucho terror e imaginación que sucedieron cuando era niño. Esto incluye a otra pequeña llamada Lettie, que dice que el estanque de su zona es, en realidad, un océano.

9. La novena casa de Leigh Bardugo
Lo que más tienen en común los libros en esta lista es el sentimiento de congoja e impotencia. La novena casa en cambio me produjo ira y es un sentimiento al que no estoy tan acostumbrada en una historia de terror. Técnicamente, por encima de todo, es un libro de misterio y asesinato como en el caso de las Luminosas. Pero, de nuevo, el terror es innegable. Aquí seguimos la historia de Alex Stern, una estudiante en una universidad de élite que se ve envuelta en un lío de fraternidades, espíritus y cosas muy turbias mientras intenta definirse.
Escribí más sobre esta novela aquí.

10. Sombras para el silencio en los bosques del infierno de Brandon Sanderson
Recuerdo haber estado con una novela de Sanderson (Estelar, la segunda parte de Escuadrón) y, viendo los pequeños puntos de terror, desear que se lanzase al género de manera más sólida. Lo que había ahí me pareció espectacular. Entonces llegué aquí, un relato que podéis encontrar tanto en la antología Dangerous Women como en el Arcanum Ilimitado, y sí, todo lo que pensaba que podía hacer este autor lo hace.
No reescribe el terror, no cambia el género ni inventa la rueda, va a lo contrario. Plaga el relato de referencias, utiliza sus fuertes en la fantasía aplicados aquí y ofrece un resultado soberbio.
Tenéis mi reseña del Arcanum, donde hablo un poquito más de este relato, aquí.
EXTRAS:

11. Frankenstein de Mary Wollstonecraft Shelley
Os voy a ser muy sincera. La primera vez que leí Frankenstein no me gustó y, aunque en lo conceptual me atraía mucho y todo en la autora me parecía llamativo, no fue hasta descubrir que compartíamos cumpleaños cuando empecé a indagar más, a obsesionarme y, finalmente, disfrutar tanto a Mary Shelley que terminé dedicándole mucho espacio en esta web. El motivo más tonto del mundo, lo sé.
Aún así, merece la pena. Creo que no se puede intentar ahondar en estos géneros y no terminar interesado al menos en parte de ella y de Frankenstein.
Podéis ver la ilustración maravillosa que hizo Stelladia de la autora y lo que llevo de su especial aquí.

12. El alma del vampiro de Billy Martin
Recuerdo muy poco de esta novela excepto el Carnaval, a Zillah, el brillo verde en los ojos, Fantasma y el chartreuse. El alma del vampiro fue la responsable de que en mi 18 cumpleaños probase la susodicha bebida y marcó una época de mi obsesión vampírica. Tengo planeado releerla pero tengo sospechas de que esta vez no me va a gustar tanto. Aún así, de momento, la dejo aquí en un espacio extra.
Tengo muchas ganas de hincarle el diente a Shirley Jackson, a ver si me pongo pronto. En general creo que toda la lista son libros que tengo ganas de leer. ¡Tocará engancharse al terror!
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