Reseña: Guardianes de la noche (Koyoharu Gotouge)

©Koyoharu Gotouge/Sueisha

¿QUÉ ES GUARDIANES DE LA NOCHE?

Argumento según la editorial:

¡SHÔNEN FANTÁSTICO AMBIENTADO EN EL JAPÓN FEUDAL!

Tanjirou Kamado es un chico alegre y trabajador que vive felizmente junto a su familia, hasta que un fatídico día un demonio llamado Muzan irrumpe en su vida matando a sus padres y maldice a su hermana pequeña convirtiéndola en demonio. Tras este incidente, y con el propósito de vengar a sus padres y devolver a su hermana Nezuko a la normalidad, decide convertirse en un asesino de demonios. Para ello, acude en ayuda de Sakonji Urokodaki, uno de los asesinos de demonios más fuertes del mundo…

Entre samuráis, afiladas katanas, demonios y otros seres mitológicos del folclore japonés, este manga es una apuesta segura para los amantes del género.

Podéis leer los tres primeros capítulos gratis en la web y en la aplicación de Sueisha, Manga Plus.

Si no sabéis de qué va todo esto y más que leer preferís ver series, aquí tenéis el tráiler de la primera temporada:

¿CÓMO ES GUARDIANES DE LA NOCHE?

Un día me quise subir al tren de las tendencias y me puse el primer episodio del anime. No fue bien. Aunque reconozco que es espectacular visualmente, cosa que puedo seguir afirmando en base a los trozos aquí y allá que me encuentro siempre, me aburrí como una ostra.

Había algo en el ritmo y en la historia que no me convencían. No era para mí.

Partiendo de ahí no tengo claro por qué decidí empezar el manga. Quizá porque ya está terminado y siempre estoy en busca de cómics de este estilo que no se me vayan a eternizar. No sé si fue el factor definitivo pero desde luego uno de los más notorios. Y es que, para un shonen tan famoso, 23 tomos es gloria.

Y luego que el apartado gráfico me llamó la atención. Tiene un aire a arte japonés antiguo que, aunque sufre como es lógico de algunos bajones a lo largo de la colección, no decepciona. Me gusta el estilo, los diseños, los estampados. En este último apartado, además, tuvo un toque maestro. A menudo habría sido fácil por su estilo y situaciones confundir a los personajes pero los estampados, entre el grupo protagonista, se diferencian rapidísimo.

©Koyoharu Gotouge/Sueisha

El caso es que empecé y no me aburrí. Tampoco me enganché, lo que pasa es que se leía tan rápido que me volaba el tiempo. Siempre que quería leer algo, tenía el cerebro frito y pensaba que me iba a desagradar de manera injusta con lo que me pusiera, sacaba Guardianes de la Noche y era como un masajito en la espalda.

Era extraño. Porque los personajes me daban absolutamente igual, la trama no podía importarme menos, todo me parecía bastante tonto y básico. Pero es que, en serio, como pipas. Así, casi sin querer, llegué al tomo 11. Seguidas se me juntaron varias historias que ya no eran solo un pasatiempo para cuando no había otra cosa. Le cogí cariño a los personajes.

A una parte, incluso, estuve a punto de darle las cinco estrellas en Goodreads. Pensaba que todavía subiría al cielo con esta historia, vaya.

Sin embargo tal como vino se fue, con la diferencia de que para este momento ya tenía aprecio sobre todo a Tanjiro.

Y mira que es raro que en un shonen el que más me guste sea el protagonista.

Pasase lo que pasase quería terminarlo y me importaba cómo se resolviese la trama. Tenía personajes favoritos, cosas que esperaba que se resolviesen de maneras concretas. Esperanzas en que volviese a cuajar de la misma manera con mis gustos.

Terminó bien sin más, casi como empecé. Entretenido. Bueno, excepto justo justo el último capítulo, que es un añadido tontísimo y que os podéis incluso ahorrar.

©Koyoharu Gotouge/Sueisha

En este caso no tengo que darle vueltas a qué me ha pasado con la historia. Es bastante obvio. Incluso leyendo a gente que la tiene como uno de sus mangas favoritos he visto bastante de esto comentado. Veréis, Guardianes de la noche tiene un ritmo peculiar.

Por un lado es lo que me hizo llegar hasta el final, no se atasca en ningún momento. Incluso en sus capítulos más dramáticos e intensos, o si te paras a saborear determinadas viñetas, se pasa rápido.

A la vez es como un tren que se salta estaciones. No es que le hagan falta más partes, la verdad. Para mí está perfecto como está. Es que pasa de un principio con masacres, a un momento de aprendizaje en el que formar una nueva familia, a una traca final de golpe, con millones de personajes nuevos, y desdibujando a los anteriores.

Lo que quiero decir con esto es que, si hubiera sido un poco más lineal en el uso de sus personajes, creo que habría hecho una historia mucho más sólida. Que se sintiese menos fragmentada. Al mismo tiempo reconozco que en este formato, que podríamos llamar de historias cortas atadas por un mismo trasfondo, aparecen muchos de sus puntos fuertes.

Ya que lo he mencionado, además, hablemos un poco del trasfondo. Guardianes de la noche es una historia sobre el luto. Lo que tienen en común prácticamente todos los personajes, incluso los enemigos, es haber sufrido una pérdida dramática. Han modelado toda su vida por y para la venganza, en búsqueda de los sentimientos que no pueden recuperar, en busca, el bando de los protagonistas, de evitar esa tragedia a más gente.

En el proceso Gotouge crea una pequeña familia, de las elegidas, que se vuelve el típico elemento emotivo que hace tan populares este tipo de mangas. No quiero tanto a estos personajes como a los de muchas otras historias, lo reconozco, pero dentro de toda la sangre que hay en este manga lo vuelven de todas maneras una lectura agradable. E, incluso pese a los saltos que citaba antes, cuando esa familia va creciendo y pasa a ser una tribu a luego prácticamente una ciudad, sigue manteniendo la ternura intacta.

©Koyoharu Gotouge/Sueisha

Dicho todo esto no voy a negar que, no obstante, y como me suele pasar con este tipo de manga, he suspirado mucho. En general todo el pack de por favor, un poco menos de machismo estaría bien. Sin meterme en otros personajes para no spoilear, Nezuko, la coprotagonista, merecía muchísimo más.

Obviando algunas cosas de diseño e interacciones con otros personajes en las que prefiero, directamente, ni meterme, es que se me hace un poco de difícil digerir la premisa base. Nezuko es transformada en demonio nada más empezar la historia y, a diferencia de todas las demás personas del universo, por querer a su hermano consigue frenar sus ansias asesinas.

©Koyoharu Gotouge/Sueisha

No me gusta esa excepción, en lo personal. Me suena demasiado a lo de que el cáncer es una lucha o que el que quiere vivir vive. Pero es que encima este punto, que parte de una decisión loable, queda inmediatamente sepultado porque parte de la gracia del personaje es que en realidad no puede tomar decisiones. Es paseada por el mundo porque no queda otra, en busca de una solución, la vida pasa a su alrededor, ella pega un par de patadas, tiene varios dibujos y momentos épicos, pero ya. El personaje nunca despega.

En cualquier caso hay cosas mucho peores que Nezuko. Esto es sobre todo que yo soy quisquillosa.

¿MERECE LA PENA GUARDIANES DE LA NOCHE?

Si buscáis un manga juvenil ya terminado, con una acción llamativa, momentos bien pensados y, en general, un buen entretenimiento, este es vuestro manga. Creo que merece la pena aunque sea echarle un ojo, recordad que podéis leer el principio gratis e ir decidiendo.

  • Autor: Koyoharu Gotouge
  • Nombre original: 鬼滅の刃/Kimetsu no yaiba
  • Publicación original: 2016-2020
  • Editorial: Norma
  • Género: Fantasía juvenil
  • Tomos: 23
  • ISBN: 978-84-679-6096-9
  • Precio: 9€
  • Boxset: 185,00€
©Koyoharu Gotouge/Sueisha