Reseña: The Promised Neverland (Shirai y Demizu)

©Posuka Demizu/Kaiu Shirai

Siento que las reseñas a las que más vueltas le doy son las que peor quedan. Y a esta le he dado muchas vueltas, así que avisados estáis. Por otro lado aquí solo voy a hablar del manga, no he visto nada del anime.

The Promised Neverland tiene un giro al final de su primer capítulo que impide hacer una reseña completamente sin spoilers. Si no sabéis nada, coged manga plus que es gratis y poneos. No se tarda, son muy pocas páginas. Os familiarizáis con el dibujo, veis si es para vosotros.

No es un giro sorprendente una vez que empiezas a leerlo. Y si sabéis por lo menos algo, tendréis conocimiento de que es una historia de misterio con bastante violencia. Aún así el cómo se construye, el impacto de ese primer giro, creo que merece muchísimo la pena verlo desde cero.

Si ya habéis hecho eso o si os da igual conocer un poco más de la historia, quedaos por aquí y hablemos un poco más de esta impactante historia de Kaiu Shirai y Posuka Demizu.

©Posuka Demizu/Kaiu Shirai

The Promised Neverland nos cuenta la historia de un orfanato llamado Grace Field. Un lugar idílico, lleno de niños felices que se adoran como una familia. Son atendidos y alimentados con mimo, tienen una educación de primer nivel. Y, cada poco, alguno de ellos es adaptado. Todos visten de blanco, todos están marcados por un número y es obvio que hay algo pasando a lo que tardaremos un pelín en poder dar explicación.

Es común compararla con Perdidos y no es de extrañar. Se construye a través de pistas por todas partes que, incluso cuando se explican, solo añaden más y más al misterio. Cada piedra angular de la historia es solo otra pregunta hasta que llegas al final. Tanto que me estaba inquietando no saber si iba a estar a la altura.

A mí, aunque hubo muchas cosas que me tocaron la fibra sensible, no me gustó el final de Perdidos. Por contra, sí que me encantó el de The Promised Neverland. Creo que en Perdidos la serie podría haber terminado así o de cualquier otra manera. Que no había una construcción directa real de la resolución de la trama en sí, solo de los personajes. En este manga pienso que es a lo que te lleva el tono todo el rato, que cumple con exactamente lo que te estaba prometiendo.

Creo, además, que da una resolución satisfactoria a casi todos sus misterios.

Esas resoluciones, además, suelen ser de corte filosófico. Es una suerte de espejo de la crueldad humana.

También es una discusión sobre qué medios llevas a cabo para conseguir un fin. Y una lectura constante sobre muerte y esperanza.

Los personajes, en su mayoría, me parecen maravillosos. La protagonista, Emma, es enérgica y alegre a un punto que dudaba si se me haría cargante. No fue el caso. La he adorado hasta el final, con su idealismo invatible y su esperanza incansable. Sus dos compañeros principales, Norman y Ray, ejercen de contrapunto cínico. Uno de tapadillo, otro de manera mucho más clara, pero siempre intercambiándose posiciones para atrapar al lector y siempre intentando mantenerse al lado de la luz que supone ella.

Uno de sus aciertos es, sin duda, hacer a niños el centro de la trama. Es un poco extraño que determinados debates sobre qué nos hacemos los humanos entre nosotros y qué les hacemos al resto de seres vivos cambien, de manera sustancial, cuando no usas adultos. Ayuda a hacerte más consciente de la seriedad del tema, de la vulnerabilidad que muchos enfrentan ante el sistema.

©Posuka Demizu/Kaiu Shirai

Aunque he hablado hasta ahora de una obra de ciencia ficción como comparación, para mí el género es terror (o fantasía oscura, si lo preferís). Un tipo de terror que no es escalofriante, que no te da miedo, que puedes leer de noche a oscuras, pero que es inquietante y duro. Es parte de por qué es tan apropiado el uso de la infancia además, porque se lee como si fuera un cuento clásico europeo. De los originales, crueles. A esto aporta también la imagen de Inglaterra victoriana y el título que evoca, de manera obvia, a Peter Pan y a los niños que nunca crecen.

Esa estética, no obstante, no occidentaliza la historia. Mucho de lo que vais a leer está basado en el folklore japonés y, en realidad, para mí no hay nada a lo que se parezca más que a la obra en general del maestro Urasawa. Y teniendo en cuenta que Urasawa es uno de mis autores favoritos os podéis imaginar lo feliz que me ha hecho este manga.

Es interesante destacar que, a pesar del tono oscuro y de escenas bastante impactantes, no se publicó en una revista para adultos si no en Weekly Shonen Jump (donde iba Naruto, por ejemplo). Y no os voy a decir por qué, pero creo que a lo largo de la historia muchos lectores perdieron de vista este detalle y quedaron decepcionados por algunos aspectos.

En cualquier caso, parte de esta dicotomía radica en el dibujo. La artista, Demizu, hace un trabajo excepcional navegando la oscuridad de la historia con un estilo precioso y adorable. Creo que otro tipo de imagen no habría podido capturar bien la esencia. Lo borda en los personajes, lo borda en la arquitectura y lo borda cuando empiezan a aparecer monstruos. Las ilustraciones promocionales, todo. Quizá alguna vez algún que otro personaje no era tan reconocible, pero cero quejas.

Además me hace mucha gracia la estética de uno de los protagonistas, Ray. Se me hace tan de los 90 principios de los 2000 que me encanta. Me hubiera venido como cromo en un bollicao de pequeña y no me hubiera extrañado lo más mínimo.

©Posuka Demizu/Kaiu Shirai

No quiero decir, en cualquier caso, que la lectura entera se me hiciera perfecta. En el antepenúltimo tomo algunas cosas me parecieron un poco de relleno, decisiones un poco extrañas, y en algunas partes previas ya la pérdida de la novedad lo lastraba un poquillo.

Aún así el sabor de boca que se me quedó fue maravilloso. Si os gustan este tipo de historias, si conectáis con el estilo de dibujo, os lo recomiendo muchísimo. Para ser un manga no es muy largo, veinte tomos, y como decía al principio le podéis dar un tiento en Manga Plus. Si usáis la app del móvil, y asumo que en tableta también, está de pago completo en inglés. En ordenador no es el caso.

Nada relacionado con la reseña en sí, pero me molesta muchísimo que todo esté pensado para usar en móviles. No me gusta nada estar con el móvil. Prefiero mil veces mi ordenador.

¡Que tengáis buenas e inquietantes lecturas!

  • Guion: Kaiu Shirai
  • Dibujo: Posuka Demizu
  • Nombre original: 約束のネバーランド/Yakusoku no Nebārando
  • Publicación original: 2016-2020
  • Editorial: Norma
  • Género: Fantasía oscura/CiFi/Thriller
  • Tomos: 20
  • ISBN: 978-84-679-3088-7
  • Precio: 8€
  • Boxset: 160,00€



2 respuestas a “Reseña: The Promised Neverland (Shirai y Demizu)”

  1. ¡Hola! Tengo en pendientes este manga hace un montón, yo me hice spoilers de la primera revelación gracias al anime que tenía pensado ver pero descarte porque dicen que su segunda temporada es horrible.

    A mi también me encanta el dibujo, no solo es precioso como dices sino que es capaz de cambiar la ambientación de un segundo al otro con la simple expresión o mínimo cambio de diseño en sus personajes, para mí es una de sus grandes virtudes.

    Me alegra que te gustara el final, tenía algunas dudas si leerlo o no porque no sabía si después del primer arco y a seguir siendo interesante pero si te gusto el final probablemente me pase lo mismo.

    Yo pensé lo mismo la primera vez que vi a Ray parece una emo de los 2000 con ese pelo XD ¡Saludos!

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    1. No sabes la ilusión que me ha hecho que pensases lo mismo de Ray jajajaja

      Pero sí ¡anímate con él! Yo también escuché las malas críticas a la segunda temporada, pero por lo menos el manga me mereció mucho la pena. Además tengo muchas ganas de saber qué te parece el final.

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