Hacia la ficción contemporánea: Sir Gawain y el Caballero Verde

RESUMEN

Durante la fiesta de año nuevo en Camelot un hombre completamente vestido de verde y con un corcel del mismo color, reta a los Caballeros de la Mesa Redonda a que le ataquen con el hacha que empuña. Al cabo de un año, dice, devolverá el mismo golpe.

Para evitar peligro o deshonra al rey Arturo (no aceptar un duelo no estaba bien visto) Gawain acepta. Decapita al caballero que, a continuación, se levanta y le insta a encontrarse durante la fecha señalada en la Capilla Verde.

Once meses después, fiel a su promesa, nuestro protagonista emprende camino. Se enfrenta a todo tipo de bestias y no suponen ningún problema pero la soledad hace mella. Para Nochebuena llega a un castillo cuyo señor, Bercilak, le ofrece ansiada hospitalidad.

Así pues, a falta de tres días para que Gawain deba acudir a la Capilla Verde permanecerá en el castillo. Allí promete compartir lo que consiga cada día con su anfitrión. Durante las ausencias del señor la esposa de este intenta seducir a Gawain, que solo admite de ella castos besos los dos primeros días. A la llegada de Bercilak por la noche con piezas de caza Gawain responderá con un beso.

Sin embargo en la última jornada recibe una liga que, en teoría, le salvará la vida frente al Caballero Verde. Ante la posibilidad de sobrevivir Gawain decide no compartir el regalo.

Cuando acude a la capilla su enemigo se limita a hacer tres amagos de decapitación y solo con el último le hace una pequeña herida. El retador resulta no ser otro que Bercilak, que es en realidad hermano de Morgan Le Fay. Ambos paganos, su deseo era asustar a la reina Ginebra por cristianizar la corte.

Gawain vuelve a casa con vergüenza pero los caballeros le reciben como victorioso y deciden portar una liga verde en su honor.

SOBRE GAWAIN Y EL CABALLERO VERDE

Gawain, además de caballero de la mesa redonda, es sobrino de Arturo y de Morgana. Por ello está en teoría igual de predispuesto al bien que al mal (representado aquí por el paganismo). Es tentado y, como no es Cristo, su triunfo es relativo. En el Tapiz de Fionavar, saga artúrica hasta la médula, tenemos al personaje de Darien. Como muchos herederos de estas leyendas no puede adscribirse a un solo personaje. Por un lado es en esencia un Mordred pero por otro lado esa predisposición genética a cualquier lado de la balanza pone a Darien en la herencia de Gawain.

El Caballero Verde es una representación de la naturaleza, de la espiritualidad y de la verdad. Una fuerza del caos. Sin embargo en este poema ya hemos superado el miedo a lo sobrenatural y lo desconocido que predominaba en Beowulf. Por si os sirve de referencia, este texto data de finales del S XIV y es por lo tanto contemporáneo a Chaucer. El miedo aquí está en la decepción propia, en la debilidad ante la muerte y la traición a los ideales.

En Canción de Hielo y Fuego tenemos una serie de figuras sobrenaturales de fondo (los Caminantes Blancos y los dragones, principalmente) que, aunque son una potente fuerza motora del trasfondo, no representan el verdadero meollo de la historia. Los personajes están luchando contra sí mismos de la misma manera en la que lo está Gawain. El heroismo resulta menos innato en este tipo de personajes.

Cristopher Tolkien recopiló en Los Monstruos y los Críticos y otros ensayos  algunos textos lingüísticos y literarios de su padre. La mención a la historia de sir Gawain es por supuesto ineludible aquí. El autor británico le había dedicado varias traducciones e incluso cursos universitarios.

En la página 79 de Los Monstruos menciona que no hay mejor manera para enseñar moral que los antiguos cuentos de hadas. Esto es, sin duda, lo que el autor percibió en Sir Gawain y lo que él deseaba conseguir con su obra. No significa que ninguna de las dos sea un compendio de alegorías con pretensiones (y es que de hecho Tolkien odiaba las obras que sobreponían el tono moralista a la propia historia), pero sí que imitó cierta manera de contar encontrada en este romance. 

La tentación es el tema principal en la obra de Tolkien y también en Sir Gawain. Está principalmente representada por el Anillo Único, pero también lo son cada lugar seguro por el que pasan y una larga lista de otros objetos mitológicos de sus historias. 

Tampoco hay que olvidar que Sir Gawain está narrado en un tono cómico. Este estilo de cuento se ve reflejado mejor en el Hobbit que en el Señor de los Anillos. La trama de la tentación del Anillo es muy fuerte en ambas, pero en esta última además se suma la Piedra del Arca. Bilbo y sus compañeros se enfrentan a todo tipo de monstruos en su camino, dragón incluido, pero nada es tan complicado de superar como las tentaciones.

Como se menciona en el resumen, antes de que sir Gawain llegue al castillo de Bercilak se enfrenta a diversas criaturas. Entre ellas están los «wodwos», un nombre para un tipo de hombres salvajes asociados a la naturaleza. Tolkien hizo una inmersión en el concepto con los Druédain, también conocidos como woses.

Los Caballeros de Solamnia son el epítome de lo artúrico en la Dragonlance. Y, entre todos ellos, destaca Sturm Brightblade. Si se lee este mundo de D&D en orden de lanzamiento, la evolución de este personaje de caballero perfecto a un ser mucho más complejo ya preconizaba la futura semejanza a Gawain en su novela en solitario: El Código y la Medida. Este libro se sitúa como una precuela a la primera novela (Crónicas de la Dragonlance) y se puede leer de forma independiente (aunque no creo que así apasione a nadie). Es, de manera absoluta, un homenaje al libro que nos ocupa. El artículo Young Brightblade and the Green Knight habla de ello en más profundidad así que os lo dejo aquí por si os interesa.

Dando un giro enorme en el tipo de narrativa tenemos a Roland Deschain. Es bien conocida la intención de Stephen King de escribir la Torre Oscura como una gran épica al estilo del Señor de los Anillos pero con sabor americano. En base a esto resultan lógicos los paralelismos con la ficción anglosajona y en este caso con Sir Gawain.

El primero y más obvio es la estructura temporal. Intentando entrar en spoilers lo menos posible, ambos se van el mismo día y terminan el mismo día en posesión de un objeto que simboliza sus aciertos y errores. Por supuesto en el caso del pistolero con giro al más puro estilo King.

Para ambos protagonistas la lucha contra monstruos, aunque pueda tener complicaciones, no es el mayor de sus problemas. La soledad en la que se ven inmersos para poder llevar a cabo su misión determina las decisiones de ambos. Como hemos dicho Gawain se enfrenta a tres oportunidades para demostrar su valía. En el caso de Roland son tres misiones las que debe concluir para formar su ka-tet.

Por último me gustaría hablaros de las imágenes en la entrada. Pertenecen a un corto irlandés que ganó el BAFTA en 2002 y os dejo su trailer aquí:

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