
¿QUÉ ES UNA OBSESIÓN PERVERSA?
Según la editorial:
Ambiciosos. Arrogantes. Brillantes. ExtraOrdinarios. ¿Ya conoces a Victor Vale y a Eli Cardale? En el último año de su carrera, el interés compartido por la adrenalina, las experiencias cercanas a la muerte y los acontecimientos en apariencia sobrenaturales plantean una posibilidad intrigante: que, dadas ciertas condiciones, sería posible desarrollar habilidades ExtraOrdinarias. Pero cuando la tesis pasa de lo académico a lo experimental, las cosas salen horriblemente mal. Diez años más tarde, Victor escapa de la cárcel, decidido a encontrar a su antiguo amigo (ahora enemigo), con la ayuda de una niña cuyo carácter reservado esconde una capacidad asombrosa. Mientras tanto, Eli se ha propuesto erradicar a todas las demás personas con superpoderes que pueda encontrar… salvo a su compañera, una mujer enigmática de voluntad inquebrantable. Armados con inmenso poder, impulsados por el recuerdo de la traición y la pérdida, los archienemigos están decididos a vengarse… pero ¿quién quedará vivo al final?
¿CÓMO ES UNA OBSESIÓN PERVERSA?
Venía sin esperanzas y encontré oro.
Una magia más oscura no me gustó nada. Me parece que al principio está muy falto de trama y lo que viene después no justifica la extensión. Tampoco me gustaba no sé si cómo estaba escrito o la traducción, con redundancias como se frotó el pelo de la cabeza. Pero, sobre todo, es que odio a la protagonista.
Como esto es una reseña sobre Una obsesión perversa no me voy a extender en por qué. Baste decir que, cuando alguien alababa Una obsesión perversa en base a que esta autora es aparentemente buenísima en creación y desarrollo de personajes, no podía repelerme más.
Pero es que aquí no acaba la cosa. Porque al final lo peor es que tengo algo personal contra Schwab. Una persona en Twitter me comentó que, tras poner una reseña negativa, la autora debió o buscarse a sí misma o tener las nofiticaciones activadas y la citó para ridiculizarla y lanzarle sus hordas de fans.
Por favor autores, nunca hagáis esto. No seáis acosadores. La gente tiene derecho a sus opiniones de vuestro trabajo mientras no os insulten o falten al respeto. Sed conscientes, además, de vuestro alcance.
Para más inri ella se quejó de que Mark Lawrence le hizo esto mismo a ella. En fin, la hipotenusa. Pero voy a dejar de desviarme y hablaros de Una obsesión perversa.
Porque os lo digo en serio. Oro, oro puro.
Vaya protagonistas.
¿Habéis leído o visto Buenos Presagios? Pues esta es la versión que se toma en serio a sí misma.
El juego está claro desde el principio. Uno es Víctor, como el científico Frankenstein. El otro Eli, el nombre de Dios. Y ambos hacen muy buen honor a sus referencias.
Para manejar la narrativa, Schwab nos monta en dos líneas temporales. En una son amigos. En la otra algo ha salido mal, muy mal. Ambas se sobreponen y, aunque a mí no me funciona en sí como historia de intriga, el que me parezca predecible no le quita nada. Es una lectura ágil, de las que hacen que te quedes un capítulo más, pero aún así se saborea sobre todo porque la narrativa es muy visual.
Hay libros que más que una historia construyen una estética y este es uno de ellos. No porque no pase nada, es que incluye cosas sin mucho sentido porque cuajan dentro del ambiente y la caracterización.
La magia de Schwab, y a lo que se aspira siempre con este tipo de novelas, es a que ni lo pienses ni lo notes la mayoría de las veces. Y está muy bien logrado.
El problema de esto, no para mí si no intentando explicar lo que os vais a encontrar y si es algo que cuajará o no con vuestros gustos, es que depende completamente de que os gusten los personajes. Porque por lo demás no creo que vayáis a enamoraros de nada.
De manera específica lo que tenéis que preguntaros es si tenéis ganas de leer un estudio narrativo de la sociopatía y el narcisismo. Cómo esto se aplica a un hombre que cree en el poder de la ciencia sobre la moral y otro que se cree con la potestad de Dios y, por lo tanto, con la superioridad ética instantánea.
La obra es adulta, no está pensada para un público adolescente. Y, aunque esto no lo pongo en duda, sí que es cierto que en la apreciación del párrafo anterior tenéis que tener en cuenta que, por muy crudo que sea, no resulta serio, riguroso o analítico. No es una crítica, no tiene nada de malo. Lo que quiero decir es que no es tanto una exploración profunda de la problemática como una un tanto morbosa, centrada en la atracción y odio de Eli y Víctor.
No sé deciros, además, si el trabajo que hace sobre la falta de empatía y la egolatría es bueno o no. La verdad es que no lo sé a un nivel técnico. Lo que os puedo decir es que es atrayente.
Veréis. Víctor, que por lo que he visto en internet es el ganador de los corazones de la mayoría, se autodefine como malo. Es fácil para todos los demás como poco ver que hay algo extraño en él. Su rasgo principal es una falta de interés y empatía por la gente, pero a la vez en realidad es muy sensible a los estímulos y opiniones externas. Esto es así hasta el punto de llegar al tópico de la familia encontrada varias veces.
Es fácil empatizar con él y es difícil creerle en ocasiones cuando suelta comentarios utilitaristas. Aunque actúa de manera mala, sin matices, siempre es en un ambiente contextual que invita a adentrarse en su psique y ya deja a manos del lector si disculparle o no. En mi caso, no. Pero una cosa no quita la otra.
Es más, creo que las partes más inconsistentes están en todo esto. Y lo que echo yo en falta es más tiempo con Eli para equilibrar.
Y es que, Eli. Eli es una mariposa social. Pero es turbio, es estremecedor y aunque en su entorno no les resulte obvio para ti como lector sí lo es. Al principio quizá no tanto, pero siempre hay algo. Algo que te hace ver lo que hay detrás y que nunca es bonito.
Él se define como bueno pero por encima de las normas humanas. No debate la importancia de la ciencia si no que se pone a sí mismo por encima de ella.
Desde el principio de la novela sabes que ambos van a recibir poderes y, como los nombres, les van a quedar como un guante. En Víctor vamos a explorar el dolor a través de ese entorno que os comentaba, que esconde un pasado de negligencia y aburrimiento. En Eli es la curación y un pasado difícil y complejo que deja heridas intratables.
La cercanía de ambos a la muerte y la nada, el control de ambos sobre el dinero y la vida de los demás, presentan el intento de Schwab de tachar los grises y llegar a tonos oscuros en el espectro.
Por otro lado la atracción entre ambos, el entendimiento de superioridad y desprecio que comparten, es una maravilla de leer y un horror de contemplar.
En cualquier caso, hay más personajes. Sobre todo hay una chiquilla, Sidney, que ocupa bastante espacio y a mí me preocupaba que lastrase el verdadero interés de la obra. No fue así. Creo que todos están bien, cumplen su función y encajan.
Por otro lado no puedo cerrar la reseña sin destacar que, aunque ya he dicho que se lee muy rápido y atrapa, sí que tiene un pequeño problema de ritmo. Pasa justo al final, cuando todo se está completando y tú estás ansioso por ver la resolución.
Asumo que quiere aumentar la intriga y la tensión, pero en mi caso lo que hizo fue generar un poco de desinterés justo en el peor momento. Nada serio en cualquier caso.
Por algo se llevó mis cinco estrellas.
¿PARA QUIÉN ES UNA OBSESIÓN PERVERSA?
Si queréis un poco de Dark Academia, enemistad, un Sherlock de malvados, la vida de los ricos, desapego y un libro difícil de soltar casi todo el tiempo esta es vuetra novela.

- Título original: Vicious
- Autor: V.E. Schwab
- Traductor: Nora Escoms
- Publicación original: 2016
- Editorial: Puck
- Páginas: 384
- ISBN: 9788492918188
- Precio: 16 €
- Género: Fantasía/CiFi
- Saga: Villanos 1/2
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