Reseña: Blade (1998)

  • Dirección: Stephen Norrington
  • Guion: David S. Goyer. Cómic: Marv Wolfman. Gene Colan
  • Música: Mark Isham
  • Fotografía: Theo Van de Sande
  • Año: 1998
  • Género: acción, terror, vampiros, superhéroes
  • Protagonistas: Wesley Snipes, Stephen Dorff, Kris Kristofferson, N’Bushe Wright, Donal Logue
  • Duración: 120min

En 1973 Blade hizo su primera aparición en el número 10 la tumba de Drácula, un cómic de Marv Wolfman y Gene Colan. Esta saga de cómics de Marvel se publicó desde el 72 al 79, haciendo un total de 70 grapas, y presentaba un grupo de cazavampiros que se enfrentaban a Drácula y otras amenazas.

Este Blade tiene como peculiaridad la inmunidad al vampirismo y unos cuchillos hechos de madera de teca (un tipo de árbol). Si tenéis curiosidad podéis echarle un vistazo a las primeras páginas del número donde hace su aparición, de manera gratuita, en Comixology.

Como os podéis imaginar desde el inicio de los 70 hasta finales de los 90 los gustos estéticos cambiaron bastante y eso sumado a la nueva visión creativa de Goyer y Norrington terminó en el Blade de larguísima chaqueta de cuero que arrasó en la taquilla internacional.

Por supuesto también tuvo mucho que ver la denuncia de Marv Wolfman contra Marvel, New Line y Time Warner por los derechos del personaje. El creador perdió pero, aún así, no podían arriesgarse a tener demasiadas similitudes con el material original. Si querían hacer una película de Blade y no dar ni un duro a Wolfman y Colan este era el camino.

Recaudó 131’2 millones de dólares. Su realización había costado 45.

En su versión cinematográfica Blade es el hijo de una humana mordida por un vampiro, del que heredó sus capacidades especiales pero no sus puntos débiles. Su principal enemigo es Deacon Frost, un hombre convertido mucho tiempo atrás que se enfrenta a la nobleza vampírica y busca el poder a través de antiguas leyendas. Completando el equipo de personajes principales está Karen, una hematóloga que cae muy en contra de su voluntad en el mundo de la noche, y otro cazador de vampiros y mentor de Blade, Whistler.

Si tuviera que elegir una sola palabra para definirla sería intensa.

Blade es una buena adaptación del cómic como formato. Siento que tanto el guion como los efectos de sonido y la acción se sienten muy cercanos a su medio de origen y es algo que aprecio bastante.

Los enemigos entre medias, la sensación abierta de la conclusión pero con enemigos finales y sorpresas cósmicas, los colores, cómo la historia sigue a Karen mientras el verdadero protagonista es siempre Blade, me grita viñetas. En las peleas el buen hacer de Wesley Snipes mezclado con unas coreografías bastante surrealistas a menudo, con elementos de pura exhibición, es todo lo que esperas en un superhéroe. Incluso sus frases cortas y taciturnas, acompañadas de la conocida y cómica sonrisa a cámara parecen sacadas de un tebeo.

Es cierto que no acompañan los efectos especiales y, sobre todo, no en la escena final. La verdad es que no importa demasiado. Si habéis visto, por ejemplo, el señor de los anillos, la escena en la que Legolas se sube de un salto al caballo, sabréis que a veces no importa tanto la calidad como la charla que vas a tener con tus amigos después. Aquí pasa lo mismo.

Esta película tiene muchos defectos pero a mí no me quita la sensación conjunta de diversión palomitera y drama intensito en ningún momento. Y es lo que busca la película, un tono entre lo gore, lo dramático y el humor un poco ridículo. Cumple su objetivo de sobra.

Como buena hija de finales de los 90, Blade se luce en el apartado estético con el negro y el cuero. También vais a reconocer sus años, sin duda, en el pelo y estilo del antagonista. A esto le acompaña una banda sonora también muy de su época y que, aunque reconozco que hace el efecto perfecto a la película, es de los apartados con los que menos conecto.

Creo que una de las cosas que más enamoran en esta cinta es que es una de esas producciones que sientes que sus creadores están disfrutando. Es solo una percepción, es posible que la mayoría la odiasen, pero cuando todos los engranajes cuajan y hay una sensación de fluidez y amor por el medio yo como espectadora lo disfruto mucho también.

Si no la habéis visto ya, os gustan las películas de acción, no necesitáis demasiada lógica ni unos efectos espectaculares, os recomiendo mucho que le echéis un ojo. Es una gran película de vampiros y muy entretenida en cuanto a acción y elementos superheróicos.

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