Reseña: The Vampire Diaries: Conflicto (L.J. Smith)

¿QUÉ ES THE VAMPIRE DIARIES: CONFLICTO?

Es el segundo tomo de las Crónicas Vampíricas de L.J. Smith. Para mí The Vampire Diaries, su nombre inglés original, porque las crónicas siempre serán las de Anne Rice. Forma parte de la primera colección, escrita solo en dos años (este se publicó en el 91, como el anterior) que se llama Los Vampiros.

Como comentaba en la primera reseña, su brevedad, estructura y tiempo de publicación justifican de sobra que habitualmente vayáis a encontrarlo publicado de manera conjunta a Despertar. Simplemente yo prefiero hacer entradas separadas para saber a qué corresponde cada cosa.

El argumento esta vez, según la editorial:

Stefan Salvatore, el principal sospechoso del asesinato del profesor de historia, ha desaparecido. Para probar su inocencia, Elena debe encontrarle, pero antes debe descubrir quién se ha apoderado de su diario.

¿CÓMO ES THE VAMPIRE DIARIES: CONFLICTO?

En un momento del libro aparece un gato. Su único propósito en la historia es que Elena le coja y se lo lance a Damon. Mi cara de estupefacción fue irrepetible. Y os voy a ser muy sincera, el nivel de surrealismo que requiere escribir algo así me hace mucha gracia pero a la vez no. En qué estaba pensando Smith, no lo sé. Pero la manera en la que está integrado en la narrativa como algo exageradamente normal, que no debería hacerte arquear la ceja me tiene loca. Supongo que ahora en ficción la gente se lanza teléfonos móviles y antes pues te lanzabas un gato.

No os arrojéis ni cosas ni seres vivos, en cualquier caso. Por favor.

En fin. Conflicto. Empezamos justo donde lo dejamos con la anterior, no hay manera de leer esto sin contexto, y la trama intenta aumentar en intensidad.

Con un Stefan desdibujado por necesidad argumental, Damon y su obsesión empiezan a cobrar protagonismo. A la vez, aunque Elena sigue siendo el motor narrativo y su diario sigue siendo una pieza fundamental, empezamos a entrever que, como en la serie, todo esto trata en realidad del drama entre los dos hermanos.

Es un libro un poco más sexy, algo más duro, pero sigue moviéndose en un terreno bastante ligero.

Los secundarios la verdad es que no importan mucho. Aparece uno nuevo, Alaric, uno de los seres que más he odiado en mi larga vida de obsesión televisiva, pero tiene una buena presentación. No quiere decir esto que luego vaya a seguir gustándome pero sí que, en una historia donde en realidad solo importa el romance turbio entre el triángulo protagonista, despuntan algunas cosillas al margen.

Y cuando digo turbio digo turbio.

En cualquier caso uno de los méritos de las dos novelas que llevo es el de unos personajes odiosos pero graciosos, en general, donde sus reacciones no tienen especial sentido. Excepto Matt. Matt, que en la serie me resultaba insoportable también, no me molesta en los libros.

La lectura es rápida, la trama no se atasca en ningún momento. Y este buen ritmo la verdad es que lo agradezco mucho. Era, de hecho, una de mis cosas favoritas de la serie.

Acabamos con otro cliffhanger y, por supuesto, la pregunta más importante

¿Team Stefan o Team Damon?

¿PARA QUIÉN ES THE VAMPIRE DIARES: CONFLICTO?

Si disfrutasteis el primero o, al menos, no lo odiasteis es muy probable que os entretengáis con el segundo.

Puntuación: 2.5 de 5.

Más sobre el universo de TVD:

  • Autora: L.J. Smith
  • Traducción: Gemma Gallart
  • Título original: The Vampire Diaries. The Struggle
  • Publicación: 1991
  • Editorial: Destino (2008)
  • Género: Romance/Sobrenatural/Vampiros
  • Saga: The Vampires 2/4
  • Páginas: 240 
  • ISBN: 978-8408082194

Reseña: The Vampire Diaries: Despertar (L.J. Smith)

¿QUÉ ES THE VAMPIRE DIARIES: DESPERTAR?

Es el primer volumen de la saga de libros que compone The Vampire Diaries, inspiración para la serie homónima. Esta serie está dividida en varios grupos y la primera, Los Vampiros, comprende cuatro libros publicados en el plazo de dos años, siendo escrita de manera íntegra por L.J. Smith.

Es importante destacar la autoría. Esta obra fue un encargo editorial que tuvo varias complicaciones por el camino y que terminó con otros escritores en las riendas y Smith escribiendo a parte su versión de la historia. Pero de esto podemos hablar más a fondo otro día.

Aunque en los datos de la novela os he puesto una edición antigua, de manera mucho más habitual vais a encontrarlo publicado en conjunto con su segunda parte: Conflicto. A mi gusta la portada conjunta y la brevedad de las historias justifica mucho más ese formato. Si he optado por separarlo es únicamente porque prefiero hacer las reseñas de manera individual.

En cuanto al argumento en sí:

Stefan Salvatore, el nuevo alumno de Fell’s Church, arrastra con él un misterioso pasado y también a alguien que sólo desea venganza, su hermano Damon: son más que hermanos de sangre y su odio excede las barreras del tiempo… Ahora tratan de reproducir un mortífero triángulo amoroso que tiene en su centro a Elena, la chica más popular del instituto.

¿CÓMO ES THE VAMPIRE DIARIES: DESPERTAR?

Estoy bastante segura de que, como yo, muchos de vosotros os estaréis planteando leer la saga a causa de la serie de televisión. La verdad, no se parecen mucho. La protagonista es la misma, el mundo es el mismo, la idea es la misma. Pero en realidad se siente tan diferente que podría ser otra saga. Incluso muchos nombres están cambiados. Hay personajes que directamente ni salen, como el hermano de la protagonista.

Es mucho más sencillo, no te involucra emocionalmente de la misma manera, pero tiene algunos puntos que me desquiciaban de la serie mucho mejor cubiertos. La guinda del pastel es que, además, me he reído.

Dejando las generalidades y centrándonos en la historia, en esta primera entrega tenemos a una Elena que vuelve de un viaje por Europa y que está lidiando por el duelo de haber perdido a sus padres. Nuestra protagonista es una chica que no podría ser más pija, la más popular del instituto como Hollywood nos ha dado a entender, y cuyos problemas económicos son cero.

Aunque está triste y pretende ser profunda no por ello se olvida de ser superficial y mezquina, como podríamos esperar. A mí me encanta. No este tipo de persona si no este personaje para esta historia.

Todo se revuelve aún más con la llegada de un nuevo alumno. Es guapo, italiano, rico, se llama Stefan Salvatore y es, por supuesto, el siguiente objetivo de Elena y cualquier persona que se sienta atraída por los hombres. Así que además de una serie de enigmas sobrenaturales materializados en asesinatos, el grupo de chicas del instituto va a tener que lidiar con los celos y posesividad que surgen de una de las peleas más tontas del universo.

Sus amigas son desagradables, su principal rival por el corazón de Stefan también y las relaciones femeninas en general, sin entrar en el terreno de los spoilers, solo podemos definirlas como raras. He leído alguna reseña por ahí definiendo a Elena como maravillosa por ser abnegada en su relación con sus chicas y, la verdad, es que siento que hemos leído novelas diferentes.

Sea como sea esto no ha sido ningún problema para mí. Lo prefiero con mucho a cómo lo plantearon en la serie de televisión y me parece parte de la gracia.

Además algunos de los personajes que menos me gustaban, como Vickie, no salen mucho. El Matt de esta versión, un amigo y expareja de Elena, me ha resultado mucho más agradable y ojalá lleguen a hacerse mucho más cercanos todos.

Al margen de la trama romántica el resto de conflictos son más una sensación de fondo que una realidad. Aún no conocemos realmente al que será gran centro de la saga, Damon, y se nota. Pero tampoco le echo en falta. Creo que está muy bien sugerido. Que es parte de una ambientación inquietante en torno a esta ubicación, bastante forestal, y que resulta bastante bien construida teniendo en cuenta la extensión y argumento.

En mi reseña de la serie de televisión comenté que esa versión de la historia apareció a rebufo de Crepúsculo como una historia más madura en el sentido de explícita. Más sexo, más violencia, más gráfica. Pero este libro, que se publicó en 1991, es mucho más ligero en este aspecto que la versión televisiva.

Si queréis avisos de contenido tiene algunas cosillas oscuras, un intento de violación. Aún así nada demasiado grande. Es una obra profundamente adolescente que, como luego haría de manera brillante también Stephanie Meyer, sabe conectar con muchos elementos irresistibles para muchas lectoras adolescentes.

Para empezar aquí los Salvatore son italianos de verdad y la historia sabe poner peso en la ambientación renacentista y romántica de manera atrayente. Elena además es por supuesto una Elena de Troya, mucha idea de Europa como un sitio elegante y carismático y, por supuesto, el formato de los diarios.

Aunque la historia está contada en tercera persona tenemos partes dedicadas a los de Elena y Stefan y es simplemente perfecto para lo que están contando.

Para cerrar esta sección quiero hacer mención, aunque no tiene ninguna relevancia en realidad para la obra, a lo extraño que es leer ficción adolescente tan cercana en el tiempo pero de un momento en el que no había teléfonos móviles chiquititos y baratos. Lo que ha cambiado el mundo, chiques.

¿PARA QUIÉN ES THE VAMPIRE DIARES: DESPERTAR?

Si tenéis ganas de una lectura vampírica cortita, que no os coma la cabeza, desde mi punto de vista divertida y muy adolescente dadle un tiento. No busca apasionaros pero si entreteneros y creo que eso lo cumple.

También si tenéis curiosidad por ver de dónde sale la serie de televisión e ir descubriendo las diferencias.

Puntuación: 2.5 de 5.
  • Autora: L.J. Smith
  • Traducción: Gemma Gallart
  • Título original: The Vampire Diaries. The Awakening
  • Publicación: 1991
  • Editorial: Destino (2008)
  • Género: Romance/Sobrenatural/Vampiros
  • Saga: The Vampires 1/4
  • Páginas: 253
  • ISBN: 978-8408078135

MÁS SOBRE THE VAMPIRE DIARIES EN GORGONAS

«Crepúsculo»: de fanfiction, costumbres y amor

Como fui una niña y adolescente respondona, con tendencia a discutir y, según mi profesora de matemáticas de segundo, abogada de causas perdidas, de pequeña pensaba que mis gustos eran solo míos. Que no estaban totalmente influidos por las modas y la sociedad. Además, claro, yo era diferente.

Ahora sé que todo eso era mentira y lo sigue siendo. Nadie es una isla y mi viaje vital para entender las influencias y manipulaciones sociales ha ido acompañado, durante dieciséis añazos ya, de mi relación con Crepúsculo.

Al principio lo adoré. Tenía la sensación de compartir una especie de broma con la autora. Una sobre la típica chica que dice que es torpe y fea pero que todos sabemos que es mentira, sobre tópicos de vampiros, adolescentes y, en general, todo lo que rodea a estos temas. Me mantuve aquí hasta que llegó el cuarto, la trama antiabortista, y mi apreciación de los libros sufrió un golpe del que nunca se van a recuperar.

Para este momento Crepúsculo y las chicas que disfrutábamos de Crepúsculo éramos ya desde hace tiempo carne de memes, de burlas, de ridículo generalizado y de comentarios de supuestos salvadores que venían a explicarnos por qué todo esto era tan tóxico.

Aquí se quedó la cosa durante mucho tiempo hasta que empezamos a crecer y a debatir en redes sociales de otra manera, con otras perspectivas. Se me abrieron los ojos de golpe. Soy cien mil veces más dura con las autoras y sus ideas que con los autores.

No quiero decir con esto que me haya reconciliado con Meyer (eso nunca va a pasar, por muchos motivos). Es más que, en la lucha que es siempre aceptar que disfrutas cosas que chocan bastante con tu sentido de la moralidad, favorecía muchísimo más a ellos antes que a ellas. Las cosas malas de Crepúsculo de pronto habían borrado todas las positivas y eso no me había pasado, por ejemplo, con Sanderson cuando leí el aliento de los dioses y levanté la ceja hasta el nacimiento del pelo.

Y, aún más, un porcentaje altísimo de los personajes y relaciones de libros considerados en general mucho menos tóxicos en realidad son iguales. La diferencia es que no se centran en el romance.

Entrando a un pequeño análisis de la obra, más allá de si Meyer escribe bien o mal, este parece uno de los problemas principales para cierto sector con la novela. El romance y, con él, todas las cosas que la sociedad ha insistido en asociar con lo femenino de manera constante.

Esto es lo que tiene que gustarte pero cuando te apoderes de ello y reproduzcas esta narrativa haremos mofa de ti hasta el extremo, en resumen.

Para empezar uno de los problemas que muchos lectores le achacan es una falta de acción, un problema narrativo porque el malo no importa lo más mínimo en la novela. En realidad esto es la base de Crepúsculo. La sensación a fanfic. Fanfics hay de todos los tipos y calidades pero una de las cosas que más se repiten es la búsqueda de reducir una historia a momentos cotidianos entre dos personajes que se gustan, que se quieren.

En esto Meyer hace un trabajo soberbio. Sabes que la historia solo puede terminar con ellos juntos desde que se miran por primera vez y todo lo que quieres y lo que la autora te da es el proceso, los detalles, la familia, el poco a poco.

A esto une un nivel perfecto de ira y desapego adolescentes, el toque de tú eres especial, no como las demás chicas, el hombre mayor que se enamora de la chica menor porque los chicos a esa edad no son tan maduros como tú, y, aunque estoy de acuerdo a más no poder en que es problemático por todas partes, es lo que nos han enseñado a esperar. Es lo que queríamos leer. Lo que leíamos en todas partes pero centrado en nosotras.

No es que en aquella época no supiésemos que eso estaba mal, como digo lo que más me gustaba de Crepúsculo era la sensación de parodia. Es que era lo mismo de siempre pero empaquetado para el lector de 2005 de fanfics, romances y lo sobrenatural.

No en vano, desde la portada, tenemos la manzana. Símbolo asociado a lo femenino por excelencia en la cristiandad aquí va atado a muchas cosas, entre ellas la tentación que Bella supone para Edward. Y cómo, a través de ella, Bella puede cambiarle.

Otra cosa fundamental ¿el tópico de a las chicas les gustan los chicos malos? más bien las mujeres vivimos desde pequeñas con el concepto de que si un hombre te quiere va a cambiar por ti, de nuevo porque eres especial.

Básicamente, la Bella y la Bestia. La historia favorita de casi todas las niñas educadas por Disney que son lectoras habituales. Uno de los grandes públicos de Crepúsculo.

Los cuentos clásicos son en su mayoría avisos de comportamiento para niñas. Su evolución en princesas Disney marcó a toda las nativas a la obra de Meyer y este último proceso vampírico y oscuro era lógico y adecuado a una generación que llegaba y pasaba la adolescencia. Muy en la cara están las referencias con la ya mencionada manzana a Blancanieves, el Swan con la princesa cisne o el propio nombre de Bella.

En una entrevista decía Anne Rice que le parecía brillante haber puesto a los vampiros en el instituto. Lo es, es un golpe maestro. Y más de la manera en la que lo hizo Meyer, dándole ese aire de peligro, de hacerse adulta pero seguir siendo Caperucita Roja. Como dice Damon Salvatore en The Vampire Diaries (que por cierto el libro se publicó muchos años antes que Crepúsculo): quieres lo que todo el mundo quiere, quieres un amor que te consuma, quieres pasión, aventura, e incluso un poco de peligro.

Además Crepúsculo es divertidísimo. Creo que el aire de las películas ha creado una apariencia de historia densa y silenciosa pero os aseguro que mi idea de parodia no salió de la nada. Incluso volviendo a leerlo este año me reí muchísimo.

No pretendo convencer a nadie de que está bien escrito, de que es objetivamente bueno o de que tiene que gustar sí o sí. Al final esta es una entrada sobre 16 años viviendo con una de las obras que más ha marcado el género vampírico, con una autora que, con independencia de todo lo demás, supo aunar de manera espectacular todos los elementos de una generación, divertirnos y darnos ratos memorables. Escenas míticas.

No se puede hablar de vampiros y no hablar de Crepúsculo.

  • Autora: Stephenie Meyer
  • Traductora:
  • Fecha de publicación original: 2005
  • Editorial: Debolsillo
  • Precio: 8’95€
  • Páginas: 512
  • Colección: saga Crepúsculo 1/4
  • ISBN: 9788466332965

Reseña: los Originales. Serie de T.V. (2013-2018)

versión del logo realizada por The Vampire para Wikipedia

The Vampire Diaries, creo que en la opinión de la mayoría de sus fans, tuvo sus mejores momentos según se iban desplegando los misterios de la familia original de vampiros. Estos personajes alcanzaron tanta popularidad y, además, eran tantos, que al final terminaron desgajándose en una segunda serie.

El episodio piloto, emitido dentro de TVD como el S04E20 (titulado The Originals), sirvió como pistoletazo de salida hasta que en octubre de ese mismo año el trasvase ya fue definitivo. Los hermanos Mikaelson se habían mudado a Nueva Orleans y, aunque mantendrían algunos guiños y tramas cruzadas, su vida quedó separada de los Salvatore y compañía.

Qué os puedo decir. Esta serie tenía de su parte la ubicación, los actores, la música, las tramas, el trasfondo. Todo, lo tenía todo. Y, en mi opinión, a pesar de eso lo hizo muy mal desde el principio.

No es que sea infumable, de hecho es bastante entretenida y presenta unos personajazos que emocionan. Es que no le saca potencial a nada de lo que tiene, está llena de sinsentidos y la evolución de los protagonistas la mayor parte del tiempo se me hace ridícula.

Los Originales parte con los mismos problemas de base que su predecesora. En un mismo minuto te dan lo mejor y lo peor de la televisión. Un capítulo puede tener veinte escenas de temas tratados genial, personajes increíbles y momentos divertidos, dramáticos y graciosos hechos con buen saber hacer. Y luego treinta en las que no se acuerdan de lo que ellos mismos han contado, utilizan tópicos dañinos y ni el carisma de sus actores puede hacer menos ridículas algunas partes del guion.

Lo que pasa es que a esto se le suma que, aunque incluso llegaron a acortar las temporadas, nunca tuvo el ritmo de The Vampire Diaries. Las tramas se les atascan, solo un par de enemigos están a la altura de sus protagonistas y es desesperante que una y otra vez los lazos de amistad y familiares (que son el motivo de ser de la serie) no funcionen.

Todo lo que avanza un capítulo lo desanda el siguiente y la frustración se acumula.

Tampoco ayuda la separación de tramas. A Klaus, el principal, le separan de lo que le hace humano y un buen protagonista para una serie e intentan sustituirlo por otra chica rubia con carácter y, por muy buenas hitorias que pueda tener a veces, queda bastante turbio y ridículo. Y funciona a la inversa. Sacando a Rebeca de The Vampire Diaries hay un personaje (Matt) que nunca recuperó interés. No me voy a extender más en esto, pero pesó bastante en ambos lados.

Compensando, como comentaba, los personajes son sobresalientes y los actores expresivos y divertidos. Cuando las cosas funcionan tienen un nivel mejor que el de su serie madre porque, de verdad, tenían todos los elementos para ser gloriosos desde antes de entrar en antena.

Además añaden nuevos e interesantísimos personajes al mix como Marcel, una suerte de hijo adoptivo con unos guiones y evolución horribles pero que tiene un actor que se hace simpático, se adueña de un montón de escenas y es capaz de dar algunos de los momentos más emocionantes del show. Y eso que es difícil conseguir destacar entre el tandem de los dos hermanos protagonistas, Niklaus y Elijah. Al final, igual que en TVD, por muy coral que sea nunca deja de ser la historia de dos chicos descubriendo cómo perdonarse años y años de desagravios y amor.

A pesar de lo muchísimo que se sabotea a sí misma los Originales, se sostiene porque la familia (la de sangre y la elegida) tiene un encanto extraordinario y si eres capaz de aguantar hasta el final, aunque de nuevo hay cosas que hubiera preferido muy diferentes, te hace llorar y admirar al menos una parte del camino hasta aquí.

ALWAYS AND FOREVER

Más sobre el universo TVD:

Reseña: The Vampire Diaries. Serie de T.V. (2009-2017)

Voy a usar el nombre en inglés porque me niego a llamarla crónicas vampíricas. Para mí esas son y serán siempre las de Anne Rice. Espero que me perdonéis.

Empezamos.

The Vampire Diaries es una serie del canal estadounidense The CW que se estrenó en 2009, el año después del boom de la aparición cinematográfica de Crepúsculo. Como tantas otras historias de vampiros apareció para rellenar la demanda del mainstream con un marketing dirigido en especial a las chicas jóvenes. Su peculiaridad es que se basa en una saga de libros 18 años previa.

El espacio que pretendían ocupar era el de un producto para un público ligeramente mayor, con un empleo más explícito de la violencia y la crueldad, pero manteniendo los tópicos escolares y de personalidad que habían hecho a Crepúsculo tan popular.

La trama sigue la historia de dos hermanos vampiros llamados Damon y Stefan que, tras años de confrontaciones, vuelven a su pueblo natal y para sorpresa de nadie se enamoran de la misma chica, Elena, una adolescente huérfana.

Es una serie extraña.

Por un lado tiene unos personajes increíbles y por otro a unos personajes aburridos y odiosos como ellos solos. Otro día te salen con una trama y una mitología interesantísima, unos enemigos que ya quisieran otras series que tienen mayor consideración. Y de pronto los enemigos son ridículos, los guionistas parece que no se acuerdan de lo que ellos mismos habían escrito antes, todo es absurdo y nada tiene sentido.

Y, lo peor de todo. Tan pronto están tratando temas delicados e interesantes como te empiezan a salir banderas confederadas o no tienen la más remota idea de qué hacer con la única de sus protagonistas negra, Bonnie, que queda reducida la mayor parte del tiempo a un Deus Ex Machina bastante irritante. Un día te dan representación, al siguiente deciden acabar esa trama de la peor manera posible.

Todo lo que acabo de describir puede suceder, sin exagerar, en el mismo minuto.

Adentrarte en las ocho temporadas de The Vampire Diaries (171 episodios) es un paseo por lo mejor y lo peor de la ficción sobrenatural televisiva. Si habéis visto otras series de The CW como, por ejemplo, Sobrenatural, tiene más o menos sus mismos defectos y virtudes pero con menos sentido del ridículo. Marca de la casa.

En mi caso ha sido un flotador en tiempos convulsos y la he adorado incluso en sus malos momentos (que son legión). Ayuda muchísimo que, como buen culebrón, suela terminar los episodios con algún gancho y que no tenga prácticamente relleno. Todo avanza rápido y siempre tiene algo de espacio para el humor. He llorado, me he emocionado una barbaridad y me he involucrado muchísimo.

Aún así es difícil de recomendar.

Si tenéis necesidad de avisos de contenido, por si no ha quedado claro con lo anterior, esta serie los tiene todos. La violencia exagerada (física y psicológica) y el drama constante son sus rasgos definitorios. A veces es hilarante, a veces tiene tacto pero la mayor parte del tiempo, lo reconozco, está mal.

No pretendo que la ficción sea moralizante (aléjate de mí, Moratín) ni espero que los personajes sean bolas de luz y virtud. Y menos en una serie que tiene la violencia como uno de sus rasgos de identidad. El problema es la balanza de acción/reacción que sigue The Vampire Diaries.

Os pongo un ejemplo que no considero spoiler porque es una obviedad.

En la primera temporada Damon Salvatore, interpretado por un sobresaliente Ian Somerhalder, actúa como enemigo. Durante todos los capítulos sabes que en algún momento va a pasar al grupo protagonista porque la tensión sexual con Elena se masca en el ambiente y porque lo que de verdad importa en la serie es la relación con su hermano Stefan.

Pues bien. Durante el tiempo que dura como malo por excelencia Damon viola repetidas veces a una de las protagonistas. En este período ese personaje es tratado como una chica irritante y superficial. Cuando esto termina y Damon tiene un peso diferente los personajes que rodean a la chica actúan como si esto no hubiese sido tan terrible de manera constante.

Para más inri, la trama de ella (mi personaje favorito, de hecho) se basa en gran medida en que después ya no es la chica que se dejó hacer eso. Luego está muy bien construida y es increíble lo que hacen con ella pero el cómo y el por qué son de un mal gusto que se me quedó atragantadísimo.

A la vez siempre tienen algún personaje completamente en contra de lo sobrenatural, al que todo le parece malo, y que se me hace invariablemente insoportable. Quizá pretendían con ellos equilibrar lo anterior pero está muy mal hecho y los dos lados son muy desagradables.

Como decía arriba, mi problema no es con la violencia y la redención aunque este sea un tema complicado. Es la balanza de acción/reacción. Y estos personajes siempre a la contra de todo son insoportables porque sus reacciones no están en absoluto medidas por lo que está pasando. Su única personalidad es llevar la contraria y odiar cosas y personas.

Aún así, si os tengo que dar un único motivo para ver The Vampire Diaries, siempre van a ser los personajes. No todas las actuaciones están al mismo nivel, a veces se les nota que no les interesa en absoluto lo que están haciendo y hay cosas de guion que no podría decirlas con una interpretación espectacular ni el mejor de los actores. Pero en el conjunto el casting es excepcional y tienen tramas apasionantes.

Los creadores tienen un don para los monstruos.

Si yo hubiera tenido la oportunidad de hacer esta serie la habría hecho muy diferente, pero el esqueleto que tiene es magnífico y si buscáis una serie larga para engancharos, podéis y queréis ignorar todo lo anterior, os la recomiendo muchísimo.

En caso de que os abrume la cantidad de episodios os aviso de que en el momento en el que apareció su spin-off (los Originales) y sacaron de la serie a sus mejores personajes empieza a empeorar a velocidad de vértigo. Así que una vez pasada la cuarta temporada puede ser un buen momento para dejarla.

Si queréis echarle un ojo en España la tenéis junto a sus spin-offs (excepto dos muy cortitos llamados a Darker Truth y the Awakening) en HBO.

Más sobre el universo de TVD:

Reseña: Blade (1998)

  • Dirección: Stephen Norrington
  • Guion: David S. Goyer. Cómic: Marv Wolfman. Gene Colan
  • Música: Mark Isham
  • Fotografía: Theo Van de Sande
  • Año: 1998
  • Género: acción, terror, vampiros, superhéroes
  • Protagonistas: Wesley Snipes, Stephen Dorff, Kris Kristofferson, N’Bushe Wright, Donal Logue
  • Duración: 120min

En 1973 Blade hizo su primera aparición en el número 10 la tumba de Drácula, un cómic de Marv Wolfman y Gene Colan. Esta saga de cómics de Marvel se publicó desde el 72 al 79, haciendo un total de 70 grapas, y presentaba un grupo de cazavampiros que se enfrentaban a Drácula y otras amenazas.

Este Blade tiene como peculiaridad la inmunidad al vampirismo y unos cuchillos hechos de madera de teca (un tipo de árbol). Si tenéis curiosidad podéis echarle un vistazo a las primeras páginas del número donde hace su aparición, de manera gratuita, en Comixology.

Como os podéis imaginar desde el inicio de los 70 hasta finales de los 90 los gustos estéticos cambiaron bastante y eso sumado a la nueva visión creativa de Goyer y Norrington terminó en el Blade de larguísima chaqueta de cuero que arrasó en la taquilla internacional.

Por supuesto también tuvo mucho que ver la denuncia de Marv Wolfman contra Marvel, New Line y Time Warner por los derechos del personaje. El creador perdió pero, aún así, no podían arriesgarse a tener demasiadas similitudes con el material original. Si querían hacer una película de Blade y no dar ni un duro a Wolfman y Colan este era el camino.

Recaudó 131’2 millones de dólares. Su realización había costado 45.

En su versión cinematográfica Blade es el hijo de una humana mordida por un vampiro, del que heredó sus capacidades especiales pero no sus puntos débiles. Su principal enemigo es Deacon Frost, un hombre convertido mucho tiempo atrás que se enfrenta a la nobleza vampírica y busca el poder a través de antiguas leyendas. Completando el equipo de personajes principales está Karen, una hematóloga que cae muy en contra de su voluntad en el mundo de la noche, y otro cazador de vampiros y mentor de Blade, Whistler.

Si tuviera que elegir una sola palabra para definirla sería intensa.

Blade es una buena adaptación del cómic como formato. Siento que tanto el guion como los efectos de sonido y la acción se sienten muy cercanos a su medio de origen y es algo que aprecio bastante.

Los enemigos entre medias, la sensación abierta de la conclusión pero con enemigos finales y sorpresas cósmicas, los colores, cómo la historia sigue a Karen mientras el verdadero protagonista es siempre Blade, me grita viñetas. En las peleas el buen hacer de Wesley Snipes mezclado con unas coreografías bastante surrealistas a menudo, con elementos de pura exhibición, es todo lo que esperas en un superhéroe. Incluso sus frases cortas y taciturnas, acompañadas de la conocida y cómica sonrisa a cámara parecen sacadas de un tebeo.

Es cierto que no acompañan los efectos especiales y, sobre todo, no en la escena final. La verdad es que no importa demasiado. Si habéis visto, por ejemplo, el señor de los anillos, la escena en la que Legolas se sube de un salto al caballo, sabréis que a veces no importa tanto la calidad como la charla que vas a tener con tus amigos después. Aquí pasa lo mismo.

Esta película tiene muchos defectos pero a mí no me quita la sensación conjunta de diversión palomitera y drama intensito en ningún momento. Y es lo que busca la película, un tono entre lo gore, lo dramático y el humor un poco ridículo. Cumple su objetivo de sobra.

Como buena hija de finales de los 90, Blade se luce en el apartado estético con el negro y el cuero. También vais a reconocer sus años, sin duda, en el pelo y estilo del antagonista. A esto le acompaña una banda sonora también muy de su época y que, aunque reconozco que hace el efecto perfecto a la película, es de los apartados con los que menos conecto.

Creo que una de las cosas que más enamoran en esta cinta es que es una de esas producciones que sientes que sus creadores están disfrutando. Es solo una percepción, es posible que la mayoría la odiasen, pero cuando todos los engranajes cuajan y hay una sensación de fluidez y amor por el medio yo como espectadora lo disfruto mucho también.

Si no la habéis visto ya, os gustan las películas de acción, no necesitáis demasiada lógica ni unos efectos espectaculares, os recomiendo mucho que le echéis un ojo. Es una gran película de vampiros y muy entretenida en cuanto a acción y elementos superheróicos.

Reseña: «Entrevista con el vampiro» (Anne Rice)

  • Autor: Anne Rice
  • Editorial: B de Bolsillo (ediciones B)
  • Fecha de publicación original: 1976
  • Precio: 9’95€
  • Páginas: 384
  • ISBN:  978-8490707838
  • Traducción: Marcelo Covian Fasce
  • Colección: Crónicas vampíricas (1/12)

No te enamores tanto de la noche como para perder tu camino.

El cinco de mayo de 1976 se publicaba el libro que cambiaría el panorama de la ficción vampírica para siempre: entrevista con el vampiro.

No es que ofreciese algo completamente novedoso, por ejemplo un par de años antes ya se había empezado a publicar en el otro extremo del mundo el clan de los Poe, de Moto Hagio, pero Rice fue quien se hizo con el trono de la fama internacional y pavimentó el camino de la nueva ficción gótica escrita por mujeres.

Si buscáis una lista de novelas de vampiros podréis observar que su publicación se divide en dos corrientes. Una es cuando se pone de moda utilizarlos como criaturas salvajes y la otra el prototipo de noble adinerado sin escrúpulos que popularizó Polidori. Anne Rice optó por esta última y perfeccionó los matices y giros que hoy encontramos más a menudo en el género.

La piedra angular pretendía ser Louis de Pointe du Lac, un vampiro obsesionado con la búsqueda de dios y el seguimiento de una vida moral. Aquí uno de los trazos de maestría de Rice fue no delimitar al personaje por lo que un humano consideraría bueno, si no medirle con unos estándares aplicables a lo sobrenatural. Louis no es una persona más intentando ser bondadosa, es una criatura de muchos años con una concepción del mundo formada a través de unas experiencias diferentes.

La gente que deja de creer en Dios o en la bondad sigue creyendo en el mal.

Sin embargo, aunque Louis es muy llamativo por sí solo, las dos estrellas de la historia resultaron ser los secundarios.

Por un lado está el famosísimo Lestat de Lincourt. No solo es el favorito de los fans, también de la autora, que de hecho después de esta novela centraría todos los libros de las crónicas en él. Es uno de esos personajes que, aunque puedes definir, siempre vas a quedarte corta. Es histriónico, dramático, aterrador, en ocasiones tira hacia el patetismo y siempre está rodeado de un aura carismática y misteriosa. Su brújula moral parece haber sido alterada por elementos aún ajenos a la historia en esta primera novela y la manera en la que navega el vampirismo resulta magnética para el lector.

Su relación con Louis ha hecho correr ríos de tinta en los que no voy a ahondar de momento por no hacer spoilers. Baste decir por ahora que nunca funcionan tan bien como cuando aparecen juntos y que el lector llega a percibir muchas cosas que el narrador no parece capaz de ver. Esto otorga a la novela, que es autoconclusiva aunque las crónicas sean larguísimas, la sensación constante de que te falta algo. Y lo digo en un buen sentido.

Ser un vampiro para él significaba venganza. Venganza contra la propia vida.

Por otro está Claudia. En 1972, cuatro años antes de que apareciese la novela, la hija de la autora fallecía de leucemia con solo cinco años. Todo en entrevista con el vampiro gira en torno a esta desoladora experiencia y a la educación cristiana que había recibido Rice, pero nada lo hace tanto como el personaje de la niña inmortal. No es la primera pequeña vampírica de la historia, de hecho la propia Moto Hagio antes mencionada creó un personaje muy similar, pero sí es, en mi opinión, la más interesante.

Cuando hablamos de personajes infantiles en literatura casi todo está guiado por la idea de Alicia y de Peter Pan. Claudia les hace de contrapunto oscuro. Si las historias antes mencionadas tratan el paso a la edad adulta, Anne Rice se recrea en ese momento específico de lo que, para una niña técnicamente muerta, nunca puede ser. Es descorazonador y está escrito de una manera soberbia.

También hay otros personajes interesantes en la novela, de los cuales Armand y su teatro de los vampiros son los más destacables. De nuevo, igual que con la presentación de Louis, aquí la autora hace un trabajo maravilloso en describir a estas figuras que, aunque en cuerpos humanos no son como nosotros.

La representación del amor y de un tipo de sensualidad que no abarca lo que solemos considerar como sexual ayuda mucho a estos aspectos de la historia.

La ambientación de entrevista es también espléndida. Por momentos puedes sentir el calor y la vida de Nueva Orleans, la exquisitez de París o el frío y la humedad de Europa del Este. Anne Rice ha asegurado en varias entrevistas no haber hecho una gran investigación de los mitos vampíricos antes de su novela, pero es capaz de conjugar todos sus elementos principales en una historia redonda.

Dios mata y nosotros también.

Tiene una manera de escribir densa y onírica, existencialista. Soy una lectora impaciente y este no suele ser mi tipo favorito de narrativa pero me es imposible no caer en su mundo oscuro, lleno de luto y de estancamiento. Toda la novela habla de aquello que no dejamos ir, de cómo el tiempo pasa y puede parecer eterno, todo cambia a nuestro alrededor y a veces nosotros no somos capaces de evolucionar con ello.

Entrevista con el vampiro es un libro muy triste. Ha supuesto para mí embarcarme en muchos sentimientos difíciles y desagradables y, a la vez, no poder despegar la nariz del libro. La primera vez que lo leí, en la adolescencia, quedé prendada del ambiente, de la música clásica, del teatro y de la elegancia. La segunda vez me he enamorado de la desesperanza que desprende, de la escritura de Rice y del soberbio retrato que hace del luto.

Y ahora ¿todavía quieres la entrevista?

Puntuación: 5 de 5.

Otras reseñas de la misma saga:

Hacia la ficción contemporánea: «El vampiro» (John William Polidori)

La primera sección de la entrada es un sumario en detalle, si queréis un resumen muy cortito lo tenéis justo debajo.

SUMARIO DE EL VAMPIRO

Lord Ruthven es un aristócrata británico. Pálido y de ojos grises parece poco interesado en las personas que le rodean a pesar de poseer un increíble magnetismo. Cuando se presenta en la alta sociedad londinense uno de los hombres que se ve atraídos a él es Aubrey, un joven y rico huérfano que termina siendo su acompañante en un tour europeo.

Sin embargo la personalidad y estilo de vida de Ruthven termina separándoles. El lord acostumbra a favorecer el pago de vicios pero no ayuda a los virtuosos, parece llevar la mala suerte a los que se acercan a él y tiene un mal efecto en las mujeres a las que seduce y desprecia. Así pues, Aubrey viaja solo a Atenas y allí conoce a Ianthe, una muchacha encantadora fascinada por los cuentos sobrenaturales.

Una de las historias que le narra es, por supuesto la de los vampiros. En concreto habla de un hombre que llevaba una vida normal con amigos mientras se alimentaba de la sangre de las doncellas más hermosas. Ianthe le dice, además, que entre los ancianos que conoce hay varios que aseguran haber encontrado marcas vampíricas en niños y familiares. Cuando Aubrey reacciona con escepticismo Ianthe le advierte de que tenga cuidado, pues la incredulidad a menudo se ve puesto aprueba de las peores maneras. En cualquier caso, aunque sigue sin creer que pueda ser cierto, el hombre empieza a ver en la descripción las similitudes con Lord Ruthven.

Cuando Aubrey decide hacer un viaje Ianthe y su familia le advierten de que vuelva antes del anochecer pues la ruta del bosque está poblada por vampiros. Por supuesto Aubrey no hace ni caso y por la noche está en el bosque todavía, para más inri con una tormenta encima. De esta guisa llega a una cabaña donde una criatura, que acaba de atacar a otra persona, intenta matarle con una fuerza sobrehumana mientras se mofa de él. Lo único que le salva es la llegada de gente con antorchas, a cuya luz y con el final de la tormenta descubre el cadáver de Ianthe. El cuerpo tiene sangre en el pecho y marcas de dientes en el cuello, todo parece indicar que se han enfrentado a un vampiro.

La situación provoca en Aubrey una intensa fiebre acompañada de delirios en los que no cesa de llamar a la joven que amaba y a su antiguo compañero. A veces para rogar a Ruthven que no matase a Ianthe, a veces para maldecirle. Mientras sigue convaleciente el Lord aparece y se vuelca en cuidarle, apareciendo muy cambiado y empático aunque, de vez en cuando, deja escapar una sonrisa que el joven encuentra molesta.

Pese a todo, y pese a las sospechas que ha llegado a tener sobre el hombre, Aubrey termina proponiendo a Ruthven seguir viajando juntos por Grecia.

En esas están cuando son atacados por unos ladrones y el Lord es herido de muerte. Antes de fallecer le involucra en una extraña promesa: no mencionar a nadie su fallecimiento durante un año y un día.

Después de esto Aubrey sigue con su tour europeo durante un tiempo antes de volver a su Inglaterra natal. Allí, para su sorpresa, encuentra a un muy vivo Ruthven seduciendo a su propia hermana.

El joven se ve superado por la situación y, ante la imposibilidad de romper el juramento, empieza a actuar de una manera extraña y errática que sus allegados consideran locura. Con todo esto no consigue evitar que Ruthven ponga como fecha para casarse con su hermana horas antes de que expire la promesa.

Aubrey reúne a los tutores de su hermana y, con las doce campanadas, les cuenta todo lo que sabe falleciendo a continuación. Los hombres corren a salvar a la chica, pero llegan demasiado tarde.

RESUMEN DE EL VAMPIRO

Aubrey y Ruthven hacen un tour Europeo juntos, pero el comportamiento de Ruthven no es aceptable para el primero. Se separan. En Atenas se reencuentran después de que un vampiro asesinase a la enamorada de Aubrey, vuelven a viajar juntos y son asaltados. Ruthven es en teoría herido de muerte, engaña a su compañero y resulta que, por supuesto, es un vampiro. Se casa con su hermana y toda la familia termina muerta.

1816, EL AÑO SIN VERANO Y LA VILLA DIODATI

Se dice que la erupción del volcán Tambora, en Indonesia, ha sido la más grande y destructiva de la historia. Aunque no fue el único causante de la situación, fue desde luego un evento clave en el cambio climático de 1816 que llevó hambre y muerte por todo el mundo. Otro de sus efectos secundarios fueron las vacaciones de los ricos y poderosos, entre ellos Mary Shelley (por entonces todavía Wollstonecraft Godwin), Percy Shelley, Claire Clairmont, Lord Byron y su médico personal, John William Polidori, de veinte años.

Es muy famosa la historia de cómo una noche de aburrimiento empezaron un concurso de historias de terror que terminaría con la creación de Frankenstein. ¿Y qué hicieron los demás? de Shelley y Clairmont no tenemos publicación, Lord Byron una historia llamada fragmento publicada al final de Mazeppa y Polidori, en palabras de Mary Shelley, una idea horrible sobre una mujer con cabeza de calavera (Shelley: 1831, VIII). Esta idea cristalizará en Ernestus Brechtold o el moderno Edipo.

Entonces, si no escribió el vampiro aquí ¿qué tiene que ver todo esto? La respuesta está en el fragmento de Byron. Aunque el autor británico no mencionó directamente vampiros en su historia lo sugiere y todo parece apuntar a que fue una de las grandes inspiraciones de Polidori. Según el artículo The Man Who Wrote ‘The Vampyre’ de Stephen Carver surgiría de la Condesa de Breuss, que retó al doctor a terminar el proyecto de Byron. Sea como sea es importante entender que, aunque su germen sea esta idea, ambas historias son muy diferentes y esto no afecta en ningún sentido a la autoría de Polidori. Luego volveremos sobre ello.

LORD BYRON Y POLIDORI: LA PUBLICACIÓN DE EL VAMPIRO

Para entender mejor la historia de la publicación de este relato debemos acercarnos brevemente a la relación que unía a los dos hombres que, de una forma u otra, dieron vida a la historia.

George Gordon (es decir, Lord Byron) se llevaba 7 años con su jovencísimo médico, al que eligió no solo como doctor si no como compañero de tour europeo. Desde el principio Polidori, que siempre tuvo aspiraciones en la escritura, vio su relación como algo más personal que laboral. Le apreciaba como a un igual, un alma artística con la que adentrarse en su pasión. El noble inglés por otro lado, aunque no le suponía carente de talento y parecía estar al principio contento con su compañía, no le consideraba a su mismo nivel. Tanto él como Mary Shelley gustaban de poner un poor (pobre) antes de su apellido al mencionarle y también era asiduo a usar el apodo doctorcillo Polly-Dolly. Con el paso del tiempo Polidori parecía sentirse cada vez más hastiado y decepcionado y, en general, no estaba disfrutando demasiado los viajes. También entra en juego la naturaleza de la relación de los dos escritores. Algunos aseguran que el doctor estaba enamorado de Mary Shelley (como el biógrafo Richard Holmes en Shelley: the Pursuit), otros que lo estaba de Byron y era bastante celoso (aquí tenemos, por ejemplo, a Mair Rigby).

De Byron sabemos a ciencia cierta que era bisexual (de hecho su tour Europeo comenzó como un cuasi exilio después de varios escándalos por relaciones con su medio hermana y jovencitos) y por los diarios de la época podemos hacernos a la idea de que era una relación, del tipo que fuera, intensa y complicada.

Así pues, aunque fructífera, su vida conjunta terminó siendo muy corta, inferior a medio año: desde el 23 de abril hasta el 16 de septiembre de 1816. Fue Byron quien decidió romperla y, de esa ruptura, podemos leer que Polidori dijo en una carta a su padre:

No estoy acostumbrado a tener un jefe y por lo tanto mi conducta no era relajada y tranquila.

A partir de aquí pasan algunos años hasta que en 1819 el relato llega probablemente de manos de la condesa de Breuss, pero de manera anónima, a la revista New Monthly Magazine. Su editor, Henry Colburn, decidió sacarlo en la edición de abril atribuyendo la autoría a Lord Byron y consiguiendo con ello una repercusión rápida y sonada para el Vampiro.

Ni Polidori ni Byron estaban contentos.

George Gordon negó de manera rápida, rotunda y pública que la obra fuese suya y fue en esta lucha cuando decidió publicar su fragmento, Augustus Darvell, para dejar claro qué hizo él durante el concurso en la Villa.

En su carta al periódico del 27 de abril:

Si el libro es agudo sería vil privar al verdadero autor, sea quien sea, del honor; y si estúpido, no deseo responsabilidad sobre la insulsez de nadie excepto la mía.

Sin embargo el Vampiro llegó incluso a ser publicado como una novela todavía bajo el nombre de Byron y tendrían que esperar a una segunda edición para que el lord desapareciese de la portada. Ni con esas Polidori logró que su nombre estuviese en ella, aumentando el tiempo que el público generalista asumió quién era el escritor. A esto se añade que, pese a la gran fama que alcanzó, el doctor cobró una miseria por ella.

Todo esto, unido a una depresión, problemas de juego y numerosas deudas terminaría con el suicidio de Polidori en 1821. Tenía solo veinticinco años.

LORD RUTHVEN, BYRON Y EL NUEVO VAMPIRO

Si habéis llegado hasta aquí probablemente habréis notado que Polidori se fue de tour Europeo con un lord conocido por su carisma y habilidades de seducción y, a continuación, escribió una obra sobre un vampiro, lord, que se va de tour europeo con un chico jovencito, seduce a las mujeres que encuentra y destroza la vida de todos mientras lo disfruta. Y lo hizo, además, basándose en una idea del propio Byron.

Aquí no hay nada sutil. Y menos cuando sabes que Ruthven es el nombre de un personaje de Glenarvon, una novela que tuvo mucho éxito obra de Caroline Lamb, ex de George Gordon y que le definió como loco, malo y peligroso de conocer.

Por su parte Byron jugueteó con el tema, conocedor de las leyendas en torno a su nombre. En la misma carta que envió el 27 de abril añadía:

Tengo además una aversión personal hacia los Vampiros y el poco conocimiento que tengo de ellos no me lleva en absoluto a divulgar sus secretos.

Además todo en el personaje va, por supuesto, a las características del denominado como héroe byroniano continuando así con la inmensa parodia que representa el antagonista de la obra. Según podemos ver en TV tropes, por ejemplo, este tipo de personajes tienen pasiones e ideales fuertes pero son muy imperfectos y actúan de manera socialmente reprensible, a contra corriente. Y es que, aunque todo parta del fragmento, está claro que la obra bebe del trabajo de Byron en conjunto y le da su propio giro.

Este personaje y todo lo que le rodea en el Vampiro es espectacular, atrayente, tenebroso pero a la vez gracioso una vez que conoces la historia. Con Ruthven creó el paradigma del vampiro más popular en la actualidad, el noble viajero, el personaje elegante, carismático y sensual que daría paso a Drácula, Lestat y todos los demás. La descripción de su mirada, de sus ojos grises y todo lo que consigue con ella han marcado a generaciones de escritores. Aunque aún no reúne todos los elementos del vampiro actual se recrea en la noche, en los elementos y en toda la imaginería romántica que va a acompañar casi siempre a estas criaturas gracias a él.

Encuentro en particular muy atrayente la idea de un personaje tan nocivo que incluso algo tan asociado a la bondad en la ficción como la beneficencia, lo retuerce en un acto que el autor considera malvado. El poder del dinero es muy importante en el texto, que, aunque breve, deja claro que es un elemento base en la atracción del personaje y de cómo el resto no se dan cuenta de su verdadera naturaleza.

Y sin embargo es a la vez un poco triste porque Polidori, intentando salir de la sombra de Byron, hizo a su obra más famosa inseparable de la figura del noble. Por si fuera poco se asoció a sí mismo con el, en mi humilde opinión, bastante irritante Aubrey. No por el tópico de gustan los chicos malos si no porque cae en todos los tópicos de mujeres, pureza e inocencia, y en no darse a sí mismo ningún rasgo distintivo más allá del contrapunto.

En cualquier caso el pobre Polidori dio vida a una de las figuras más replicadas en la ficción que sería, de hecho, retorcida también en un tópico a menudo utilizado por las escritoras en su propio interés. Esta historia de giros, fragmentos, enfados e ironía aún no se ha terminado y podemos decirle a Byron, sin miedo a equivocarnos, que no era insulsa.

LEER EL VAMPIRO

Es una obra ya carente de derechos de autor así que podéis leerla de manera gratuita y legal pero, por supuesto, eso no significa que todas las versiones sean libres. Las traducciones aún pueden tener derechos.

The Project Gutenberg (en inglés)

FUENTES

The Diary of Dr John William Polidori

Dr. Polidori and the Genesis of Frankenstein (James Rieger)

Enciclopedia Británica: Tambora

First edition of the Vampyre reveals clues about history of book and its popularity. En Ransom center magazine(Molly Miller)

The Gentleman’s magazine

Gothic Fiction, the Grand Tour, and the Seductions of Antiquity: Polidori’s The Vampyre (1819) por James Uden

Horror and Melancholia in Romantic Greece: British Reviews of John Keats’s Lamia and John Polidori’s The Vampyre (Susan Oliver)

The Man Who Wrote the Vampyre (Stephen Carver)

Prey to some cureless disquiet: Polidori’s Queer Vampyre at the Margins of Romanticism (Mair Rigby)

TV Tropes. Byronic Hero.

Vampiros. La evolución del mito (Caixa forum. Varios autores)

Reseña: «El misterio de Salem’s Lot» (Stephen King)

Autor: Stephen King
Editorial: DeBolsillo
Fecha de publicación original: 1975
Precio: 9’95 bolsillo
Páginas: 528
ISBN: 9788497931021
Traducción: Marta Isabel Gustavino Castro

¿QUÉ ES SALEM’S LOT?

Según la editorial: Veinte años atrás, por una apuesta infantil, Ben Mears entró en la casa de los Marsten. Y lo que vio entonces aún recorre sus pesadillas. Ahora, como escritor consagrado, vuelve a Salem’s Lot para exorcizar sus fantasmas.

Salem’s Lot es un pueblo tranquilo y adormilado donde nunca pasa nada…, excepto la antigua tragedia de la casa de los Marsten. Y el perro muerto colgado de la verja del cementerio. Y el misterioso hombre que se instaló en la casa de los Marsten. Y los niños que desaparecen, los animales que mueren desangrados… Y la espantosa presencia de Ellos, quienesquiera que sean Ellos.

¿CÓMO ES SALEM’S LOT?

Stephen King ha hecho cosas muy diferentes entre sí pero siempre con uno de los estilos más reconocibles que he encontrado. Si ya le habéis leído antes, a rasgos generales, Salem’s Lot está en su línea. Esta es su segunda obra (publicada solo un año después de Carrie) y lo que le define ya estaba totalmente asentado. Si no le habéis leído se traduce en costumbrismo, llevar historias de otros sitios a ubicaciones estadounidenses, una trama que se mueve despacio, cosas perturbadoras y una manera sobresaliente de introducir el horror sobrenatural.

En lo personal tengo una relación contradictoria con su obra. Soy una lectora impaciente y eso choca muchísimo con la construcción pausada que prefiere, a veces odio a sus personajes y tiene algunas cosas que me molesta leer. A la vez creo que tiene varias de las mejores ideas que he visto, muchas de sus escenas vivirán eternamente en mi cerebro y le considero, en general, un narrador excelente.

Todo esto es lo que me ha pasado con Salem’s Lot.

Si habéis leído la sinopsis habréis encontrado un Ellos inquietante para presentar una incógnita en torno a la que, supuestamente, gira el libro. La incógnita no es una incógnita, son vampiros (de hecho el libro en español parece que llegó a ser titulado la hora del vampiro durante un tiempo) y no creo que fuese un secreto en ningún momento. Incluso si lo hubiese sido, la verdad es que da absolutamente igual, porque el argumento del libro no es el qué es el cómo.

En el lado de las cosas positivas tiene una ambientación increíble, en especial en lo que se refiere a la casa. Todas las descripciones que da, en concreto la mención a cómo se alza sobre Salem’s Lot como si lo estuviera dominando, dan una constante sensación de inquietud que ayuda mucho a la novela. Me encanta cómo para el lector el misterio está ahí y, sin embargo, para los habitantes la intriga está en el escritor que acaba de llegar al pueblo (Ben, uno de los protagonistas). Con la ayuda de esto empieza un juego de apariencias muy bien construido.

La ubicación en una zona rural de Estados Unidos es también un acierto. El sitio resulta muy inquietante desde el principio, siguiendo a Ben nunca puedes llegar a sentirte cómodo. Desde aquí uno de los puntos magistrales de la novela es ir aumentando la sensación e ir pasando de vivir en un mundo enorme y densamente poblado a los lados de Salem’s Lot a la sensación de vacío y nada. A un aislamiento no solo sobrenatural, también social, basado en prejuicios y la sensación de que la existencia en este lugar puede absorberte.

Este progreso es aplicable a la fe en Dios. Salem’s Lot es diminutivo de Jerusalem’s Lot y juega muy bien a contraponer concepciones cristianas en imaginaria celestial y su contrario. Y dentro de esto llegamos al final del libro del que por supuesto no voy a hacer spoilers pero me parece perfecto.

Lo malo de esta novela es que para llegar a todas sus cosas apasionantes he tenido de por medio, como decía al principio, un camino farragoso. Para mi gusto hay paja por todas partes. Aunque el progreso del pueblo es muy interesante a la vez me aburre. Salem’s Lot tarda muchísimo en arrancar. Entiendo que este tipo de construcción es muy atrayente para muchos lectores y me parece estupendo. Es algo completamente subjetivo. No creo que esto hubiese podido escribirse mejor, veo que esta parte, dentro de la idea de King, era necesaria para el shock de la segunda. Pero eso no hace que me divierta.

En cuanto a los personajes, Ben y Susan me dan un poco de repelús. El resto en cambio, el alma del sitio en general, me gustan mucho en el contexto. Sobre todo me atrae cómo presenta el inicio de las muertes. Porque sí, hay, por supuesto. Y aunque suene raro decirlo es una de las mejores cosas de la novela.

En conclusión, es un gran libro pero no es mi tipo de lectura favorita.

Como siempre, si no he comentado nada de la traducción es porque lo he leído en inglés.

¿PARA QUIÉN ES SALEM’S LOT?

Fans de Stephen King, lectores a los que les guste este tipo de ritmo o a los que no les importe demasiado sabiendo que también hay muchas cosas que pueden disfrutar.

Y, por supuesto, a los que quieran leer un buen libro sobre vampiros, ver cómo ha evolucionado el género o leer a un maestro del terror en este registro.

PUNTUACIÓN:

Puntuación: 3.5 de 5.

Reseña: «El clan de los Poe» vol.1 (Moto Hagio)

Autora: Moto Hagio
Título original: Poe no ichizoku Premium Edition Vol 1/2.
Editorial: Tomodomo
Traducción: Ana María Caro
Precio: 20€
Páginas: 480
ISBN: 9788416188949

¿QUÉ ES EL CLAN DE LOS POE?

Un manga publicado originalmente entre 1974 y 1976 pero con varios números posteriores debidos a su popularidad. Apareció en las páginas de Bessatsu Shōjo Comic, una revista japonesa enfocada a público femenino.

Ganó el Shogakukan, un premio concedido por una gran editorial japonesa y que compartió en el mismo año con otra de sus obras, también publicada en España por tomodomo y de título ¿Quién es el 11º pasajero?

Además fue una de las piezas elegidas por el British Museum en su exposición sobre manga.

A Hagio se la conoce, junto a otras artistas del llamado grupo del 24, como una de las madres del shōjo. Este tipo de historias dirigidas a chicas jóvenes existían por supuesto desde mucho antes, pero estas mujeres cambiaron el género y le dieron la apariencia a la que lo asociamos en general hoy en día. Aunque no soy una gran fan de la separación de manga para chicas/manga para chicos creo que merece la pena pararse un poco en este tema al hablar de qué es el clan de los Poe.

En concreto, junto a Takemiya Keiko, Hagio empezó con el Shōnen-ai. Este subgénero saca sus raíces estéticas de Europa, en especial de Francia e Inglaterra, suele tener un aire melancólico, internados de niños pudientes y romances entre chicos.

Aunque son relaciones obvias suelen ser en un ambiente onírico y casto y se fundamentan mucho en hablar de amistades.

¿CÓMO ES EL CLAN DE LOS POE?

Vampirnellas, rosas y una atmósfera de relato gótico.

El clan de los Poe es una historia de vampiros elegantes y con mucha importancia atmosférica, muy en el estilo de Anne Rice. De hecho ambas escribieron un personaje muy similar, una niña anclada en el tiempo rubia de pelo rizado. Aquí es Merrybelle y para Rice la archiconocida Claudia. Esto no quiere decir que se influenciasen mutuamente. Hagio empezó a publicar unos cinco años antes que la estadounidense y está claro que lo que comparten es una inspiración en el mundo gótico.

Estéticamente es precioso. La manera en la que el viento guía la historia, mueve la dirección de las viñetas, las cortinas, la delicadeza de los personajes y de las rosas resulta evocadora. Todo está siempre en movimiento en sus páginas, incluso cuando no está pasando nada, incluso cuando es simple poesía o descanso. Crea un contraste muy bien hilado con la sensación de los protagonistas, de vida eterna, de estar atascados.

La historia, por su parte, sigue la vida de un grupo de Vampirnellas conocido como el clan de los Poe y se centra sobre todo en la historia de uno de sus miembros más jóvenes, Edgar, eterno adolescente. Junto a él destacan su hermana Merrybelle y su compañero Alan.

Merrybelle es uno de los puntos más complejos en la lectura. Sus viñetas son preciosas y me gusta mucho la dulzura y candidez del personaje. Sin embargo, aunque esté justificado en entorno histórico, me pesan los señores que se enamoran de ella. En el caso de Alan y, sobre todo Edgar, es donde más se luce la historia. Y eso que la diferencia de edad entre ambos es también llamativa.

No pasan en realidad muchas páginas juntos pero lo cierto es que no hace falta. Esta es sin duda una historia de chico conoce a chico y cómo hemos llegado hasta aquí aunque no sea gráfica. Lo cierto es que este es el clan de los Poe, el protagonista se llama Edgar y la persona de la que se obsesiona se llama Alan, haciéndoles instantáneamente un pack bajo la sombra del escritor bostoniano. Al fin y al cabo esta es la historia del crecimiento (y del no crecimiento a la vez) de Edgar y Alan simboliza en parte su paso a la vida adulta.

La trama está contada a trozos y de manera desordenada. Moto Hagio no tiene miedo a cambiar narradores (de hecho la historia conocida como el diario de Glenn Smith es probablemente la más famosa) y crea un puzzle que tan pronto es un cuento de hadas como una historia costumbrista. Su mayor punto en común, siempre, es la melancolía.

Esta melancolía viene dada por muchas cosas pero, sobre todo, por la condición vampírica del clan. Los vampirnellas no son criaturas de base animalística o monstruosa como muchos otros vampiros. Estos personajes de Moto Hagio se mueven con las corrientes, de manera intensa pero rápida y asemejan sobre todo una enfermedad. En concreto la tuberculosis.

A esta imaginería gótica se le suma también el elemento de las rosas, el símbolo de los Poe por excelencia. Una flor preciosa pero con espinas y que constituye una de las fuentes de sustento de estas criaturas. No sé si viene de alguna otra historia o no pero la idea de tener a vampiros bebiendo té de rosas es una de mis imágenes favoritas.

La edición de Tomodomo es estupenda. Utiliza el reciente reescaneado de las páginas originales, que se hizo en Japón para conmemorar los 50 años de su debut y, pese a ser un tomo gordo, ha aguantado de manera perfecta la lectura. Sin una sola marca. La traducción me ha gustado y, además, Ana María Caro añade al final un texto en el que introduce un poco de la obra y a la autora muy interesante.

A tenor del aniversario Fantagraphics sacó edición para el mercado angloparlante y, por lo que he visto en las reseñas, el orden en el que han colocado las historias parece diferente. Sin embargo tampoco es el orden en el que transcurre la historia. En el caso de la edición española, Tomodomo ha puesto en el índice mes y año de publicación original para cada sección y parece ser el original. En cualquier caso esta es una anécdota que solo sirve para recalcar la estructura fraccionada de los relatos y la forma en que funciona el clan de los Poe.

¿Para quién es el clan de los Poe?

Amantes del shōjo clásico, de las historias de corte gótico y elegante de vampiros y gente que disfrute cuentos oscuros y melodramáticos.

Puntuación: 5 de 5.

Podéis leer mi reseña del segundo volúmen aquí.