Reseña: «Entrevista con el vampiro» (Temporada 1)

El mundo que creó Anne Rice es uno muy seductor, lleno de buenas ideas y de maneras muy peculiares de tratar algunos tópicos. Lo que pasa es que le añadió bastantes metáforas y reglas a mi parecer muy alejadas de lo más importante de la historia, normas que ya no podía romper mientras avanzase la saga, y que la siguieron lastrando. Eso por no entrar en lo turbia que era esta mujer a veces, claro.

La serie ha tenido la oportunidad de arramplar con todo eso, contar lo que muchos nos imaginábamos y yo estoy dando palmas con las orejas. Si no habéis leído las Crónicas o las leísteis y no os gustaron, si os gusta el aire romántico gore vampírico, os la recomiendo mucho. Si os gustaron las Crónicas aún más.

No diré que haya sido una temporada perfecta pero sí que es la adaptación que yo quería.

A partir de aquí no voy a poner spoilers, pero la reseña da un poco por sentado que sabéis de qué va Entrevista con el vampiro. Lo siento.

Lo más importante de todo es que los actores, en general, están totalmente a la altura. Sam Reid es un Lestat excepcional, se nota la pasión y cada segundo suyo en escena es seducción e inquietud. Para mí el Lestat perfecto. Aún así encontrar un buen Lestat creo que no era tan difícil. Creo que este tipo de protagonistas exagerados y manieristas dan mucho espacio a lucirse y a atraer determinado tipo de actores.

Lo de Louis era más complicado, porque el personaje tiene fama de muermo y porque Brad Pitt hizo que fuese aún peor. La peli del 94 fue un crimen. Pero aquí nos han dado a Jacob Anderson y una delicadeza y durezas en la interpretación, acompañado de un guión que apoya bastante al personaje, que se llevan todos mis aplausos. Han cambiado muchísimo la historia pero, para mí, esto es Louis. Y con cada interacción con Lestat mi alma chillaba más por dentro.

Para este cambio, en el que lo más obvio es claramente que es negro, han movido temporalmente la historia. Dependiendo de cómo avancen y de hasta donde se queden en los libros la decisión tendrá unas repercusiones u otras. De base tiene sentido también porque Entrevista con el vampiro es del 76 y las fechas iban a tener que cambiar por lo tanto sí o sí.

De momento no tengo quejas porque esta Nueva Orleans me encanta, es un personaje más como debe ser, y la dirección de vestuario no sé si es adecuada a la época pero desde luego funciona. Me gusta mucho.

Donde tengo opiniones un poco encontradas es con Claudia, la niña vampira. La actriz me gusta mucho, creo que funciona muy bien tanto ella en sí como en escena con sus compañeros, y creo que en lo moral y en lo práctico era la decisión acertada que fuese más mayor. Entre temporadas hubiera sido imposible que no creciese, más aún con la huelga de guionistas y actores, y esto les da espacio. Pero es que además someter a una niña pequeña a una historia así ya habría sido todo un tema.

Lo que pasa es que la manera en la que han construido la trama hace aguas por todas partes. Que yo estoy de acuerdo en que cualquier adulto que se fije en una adolescente de catorce es un creepy, ojo, pero es que la manera en la que lo enfoca ella, como si prácticamente la mirasen como una preescolar, es imposible. Creo que nunca se liga tanto, de media, como cuando eres chica y estás entre los catorce y los dieciséis. Y no precisamente con otros chavalitos de tu edad.

También me sorprende la decisión de plantearla como si el momento idílico de infancia fuese porque es inculta.

Y no sé, es que la chica tiene toda la pinta de universitaria. No entiendo mucho en qué estaban pensando ahí. Además la actriz ha cambiado y, aunque hay poquísimas imágenes de momento de la segunda, esta parece aún más mayor. En fin, quiero confiar en el equipo de la serie porque de momento, como veis, me han dado muchas alegrías.

Saliendo ya de los tres protagonistas llegamos al hilo conductor, Daniel Molloy. Creo que es uno de los personajes del universo Anne Rice que menos me gustan. Aquí, sin embargo, funciona muy bien. Sobre todo porque le han usado como representación del espectador, le han puesto un rol activo en atacar las incongruencias, cambios de la serie y en analizar la horripilante y atrayente relación entre Louis y Lestat.

Ya comenté en la reseña de El ladrón de cuerpos que ese es el libro en el que siento que Lestat y Louis se parecen más a los de la serie. No obstante, en general, es el aire que dan. Es todo. Y la serie ha sabido captar mi idea de ellos, que no la literal insisto, de manera brillante.

Hay momentos un poco raros en toda la trama, no os lo voy a negar. Y sobre todo hay una sorpresa al final de la serie que, aunque muy graciosa en contexto, me dejó un poco en un diosito otra vez no, por favor.

Otra cosa que me gusta mucho es que han sabido conjugar lo gore con lo elegante, con la ópera, los tegidos bonitos. La suciedad y la pulcritud que se espera del dinero.

Lo que no está tan bien son los efectos especiales. Si empezáis a verla y sentís que a veces es muy cutre, sobre todo en los dos primeros capítulos, estaré muy de acuerdo con vosotros. Pero no desesperéis que no hay muchos momentos así.

Reseña: «Guía del club de lectura para matar vampiros» (Hendrix)

¿QUÉ ES EL CLUB DE LECTURA PARA MATAR VAMPIROS?

Según la editorial:

A Patricia Campbell su existencia nunca le ha parecido tan insignificante. Su marido es un adicto al trabajo, sus hijos adolescentes tienen su propia vida, su suegra senil necesita cuidados constantes, y siente que siempre va un paso por detrás de su interminable lista de cosas por hacer. Lo único que la mantiene viva es su club de lectura, un pequeño grupo de mujeres de Charleston unidas por su amor a las novelas de crímenes reales. En esas reuniones se habla de todo: desde la familia Manson a asuntos de sus propias familias.


Una tarde después de la reunión del club, Patricia es salvajemente atacada por una anciana vecina, lo que le llevará a conocer al atractivo sobrino de esta, James Harris. James es un hombre de mundo y muy leído que despertará en Patricia sentimientos que no había tenido en años. Pero cuando al otro lado de la ciudad unos niños empiezan a desaparecer y sus muertes son ignoradas por la policía local, empezará a sospechar que James Harris es más un criminal que una réplica en carne y hueso de Brad Pitt.

¿Cuál es el verdadero problema? James es un monstruo de una especie diferente, y Patricia le ha dejado entrar en su vida.
Poco a poco, James se irá introduciendo en la vida cotidiana de Patricia tratando de apoderarse de todo lo que considera suyo, incluido su club de lectura. Sin embargo ella no está dispuesta a rendirse sin luchar en esta historia plagada de sangre sobre una relación de buena vecindad transformada en algo siniestro.

¿CÓMO ES EL CLUB DE LECTURA PARA MATAR VAMPIROS?

El terror como género y, en concreto, la representación del hogar como lugar de pesadilla para las mujeres, ha sido uno de los grandes focos para diversas autoras a lo largo de los años. Jane Eyre, Rebecca, El papel amarillo, Gotico, la lista es inmensa.

Este libro no está ni escrito por una autora ni se centra en una casa. Pero está claro que es un descendiente de la misma idea y que quiere explorarla incidiendo en cómo se ha creado esa dinámica, qué significa y cómo se resuelve.

Si pensáis en las protagonistas de las historias que he mencionado, en todas destaca el mismo patrón, que es condición sine qua non para la profundidad de la tragedia: son personajes que siempre están aislados, en casas que son prisiones y que les impiden tener amigas. Sus vidas giran en torno a la de los hombres arquitectos de ese hogar.

Ninguna de ellas ha hecho algo mal, todas intentan seguir el código de conducta esperado para una mujer y sin embargo no pueden evitar notar que algo no es como debería. Este modo de revolución siempre es tratado por el compañero de turno con escepticismo y malestar, dejando que la paranoia campe a sus anchas por la narrativa.

Lo que Hendrix hace es coger todo esto y decir bueno, pero qué pasa si estas mujeres viven en un vecindario. El ama de casa perfecta, en medio de una casa inquietante, un barrio donde algo sucede pero las apariencias importan más. Donde tiene la oportunidad de entrar a un club de lectura. De hacer amigas. De encontrar gente con la que desgranar la situación y trabajar la sensación de locura y desesperación.

A mí me ganó a la hora de decidir leerlo que el equipo de marketing lo comparase con Tomates verdes fritos. La lectura no me decepcionó.

Por si con esta introducción no os lo imaginabais ya, quiero incidir en que esto no es una especie de Buffy con mujeres un poco más mayores. No hay un montón de vampiros en plural a los que quieran matar, no se vuelven personajes de acción, no hay ninguna guía para matar vampiros.

Es más, creo que el nombre está un poco mal escogido. A mí no se me ocurre uno mejor pero me da que puede llevar a confusión con el tono de la novela.

Sí captura bien que, por muy inquietante que llegue a ser, también tiene comedia. Eso se lo reconozco. Además este es uno de los rasgos más definitorios de la obra y sobre el que yo también habría intentado poner hincapié.

Aún no he leído nada más del autor, pero parece de hecho algo común a toda su obra.

No es humor de chistes o gags intencionados por parte de los personajes. Es algo en el aire un poco macarra de la situación, la ridiculez de lo extraño enfrentada a lo cercano que es para los lectores el ambiente suburbano del sur de Estados Unidos a principio de los noventa.

En este sentido, además, la ambientación está muy bien elegida. No estamos en la nostalgia ochentera/noventera que ha ido invadiendo la ficción, si no en una reflexión social que si bien es en algunos aspectos muy superficial hace maravillas para el trabajo de Hendrix.

La década de fin de siglo fue un momento en el que EEUU se sentía intocable. Tenían varios frentes abiertos, no era ni mucho menos una época sin conflicto o tranquila, pero aún no había sido el 11-S y su estatus de super potencia económica y artística estaba muy integrado en el día a día.

El sur, además, siempre ha tenido esa imagen de lugar tradicional, religioso, con una idea y estructura de la familia muy arraigada.

Esto es importante para la imagen de vecindario donde se comparten cosas, donde se hacen actividades sociales y la idea pública de ti tiene una relevancia que impacta además en toda tu familia.

Aunque la historia sigue en primera persona a Patricia, todo el grupo principal está compuesto de mujeres blancas de clase media. Es una parte esencial del envoltorio de la historia porque, a medida que el peligro se va desenvolviendo, aparecen la segregación y los personajes que estaban escondidos por la tela mágica del dinero.

Como digo es una exploración superficial. No estoy capacitada para decir si una buena o mala. A mí me gustó el concepto y a la vez me chirrió un poquito la ejecución.

No quiero entrar en demasiados detalles para no hacer spoilers, pero se me hace un poco extraña la sensación de que un grupo poblacional entero con su propia historia, sufrimiento y mucho más conocimiento y dolor en el caso que ocupa al libro sirvan más como una herramienta para el despertar de Patricia que para su propia historia.

Tiene sentido en cuanto a que el libro es Patricia. Es raro de todas formas. O por lo menos lo es para mí, ya os digo que no creo que sea un tema en el que mi opinión esté bien formada.

En cualquier caso se hacen lazos de apoyo aquí también y todo lo que en el libro tiene que ver con mujeres que se ayudan o no me encanta.

Nuestra protagonista está más que aburrida encerrada en una vida en la que no puede ganar. La invisibilidad de las labores del hogar pero su naturaleza fundamental en una familia, la situación de la mujer con sus hijos, la necesidad de estímulos y el papel de cuidadoras de los miembros enfermos de la familia, son todas gotas en el vaso de agua de Patricia que la llevan al club de lectura.

Y, en su intento de encontrar almas afines en sus vecinas, lo primero que vemos es un fracaso. Este detalle me gustó mucho porque el libro va a dejar claro que no es tan fácil como salir y hacer amigas. Que no se trata de que un grupo de mujeres encuentre a otras mujeres si no de gente afín.

Lo que estas ponen en común es la lectura de libros de crímenes auténticos.

Claro, os hablaba al principio de cómo en las novelas de casas encantadas o con misterios la paranoia campaba a sus anchas. Pues aquí añadidle que la dedicación y entretenimiento de los personajes es este. Caldo de cultivo.

Las cosas extrañas se van sucediendo y lo hogareño se empieza a mezclar con lo muy perturbador. Hay un asesinato y un inicio de misterio que es tanto horripilante como una obra de arte. Y desde ahí la tensión va creciendo y llega a momentos en los que se vuelve imposible soltar el libro.

Otra cosa que me gusta de la manera en la que trata la amistad es que, aunque sospechen las mismas cosas, no dejan de la noche a la mañana de ser las personas que son y estar en el ambiente en el que están. Se enfadan, se traicionan, se abandonan. Y a la vez intentan estar y saber y entender. Y es todo humano, descorazonador y a la vez afectuoso y esperanzador.

Porque en este libro hay un vampiro y mucho estrés para el lector pero no hay ningún misterio. Desde el título sabes qué es lo que está pasando, aunque ellas aún no lo tengan claro. Pero eso da igual. Eso es la casa encantada.

El argumento de este libro es muy humano.

Son mujeres casadas con hombres que no saben apoyarlas incluso aunque a veces lo intenten, que les echan en cara intentar entenderlas y que siendo exageradamente negligentes con sus hijos intentan controlarlas a ellas como si fueran niños.

Y ellas en algún momento se enamoraron de esos hombres. Quieren a sus familias. No es tan sencillo como romper con esa situación. Y sus relaciones con los niños y entre ellas sufren porque no están cómodas, pero se les ha dicho que tienen la vida que todas deberían querer.

Además hay dinero, mucho dinero. Dinero del que ellas forman parte como si de un accesorio se tratase.

Todo esto no desmerece el apartado de terror y thriller. La trama vampírica es soberbia y se mezcla de manera perfecta con el apartado cotidiano y la crítica social. En general creo que los vampiros son una criatura sobrenatural muy apropiada para este tipo de críticas, sus características dan para buenas metáforas y explicaciones.

¿PARA QUIÉN ES EL CLUB DE LECTURA PARA MATAR VAMPIROS?

Si os gustan los vampiros, las historias cotidianas, un poco similar al realismo mágico pero tirando al terror en vez de a la fantasía y tenéis estómago para lo gore, estresante y desagrable os lo recomiendo mucho.

  • Título original: The Southern Book Club’s Guide to Slaying Vampires
  • Autor: Grady Hendrix
  • Traductor: Paz Pruneda
  • Publicación: 2020
  • Editorial: Minotauro
  • Páginas: 480
  • ISBN: 978-8445009956
  • Precio: 10,95€/8.99 €
  • Género: Terror. Vampiros. Thriller
  • Autoconclusivo

Reseña: El ladrón de cuerpos (Anne Rice)

Después de desencantarme con el libro que más esperaba en esta relectura, La Reina de los Condenados, me costó un poco ponerme con El ladrón de cuerpos. De adolescente poco más o menos odiaba este libro. Me parecía ridículo, no soportaba a Lestat, hay una escena de una violación que me enerva y no aguantaba lo exageradamente lento que es todo cuando se trata de Anne Rice.

Pero aquí estamos ahora, muchos años después, en el mundo al revés. Me lo he pasado genial con esta novela.

No es que esta vez me haya molestado menos el tema de la violación, el señor confederado o esas cosas extrañas en general que mete Anne Rice. Pero esta vez no se me ha hecho lento. De hecho me ha parecido apasionante.

Y aquí un inciso.

Ya he hablado alguna vez de esto respecto a Stephen King. Entiendo que la incomodidad es parte del terror. Que la visión de un autor no está en las acciones de sus personajes y que ponerle freno a este género es ir en contra de la naturaleza del mismo.

En el caso de Anne Rice en concreto, parte de Lestat es su lucha interna sobre su bondad o maldad. La manera en la que se santifica, se compara con todo lo divino y a continuación realiza de manera completamente casual la escena más malvada, cruel y egoísta que puedas imaginarte. Es sobre lo que se construye todo el carisma del personaje.

No voy a entrar en spoilers dentro de la escena de violación de la que hablo. Pero sí os diré que me parece, en el contexto, bien traída a la narrativa. Que explica cosas de Lestat y que, aunque no conecto con que percibo que pretende ser humorística, aunque no me guste a mí en específico no critico a la autora por ello.

Lo que sí pienso es que la visión de gloria decadente del sur de Estados Unidos, aunque sea estéticamente llamativa y atrayente, unida al trato que da a los negros, sus descripciones de selvas y de otras culturas es problemática. No creo que haya ningún problema con leer sus libros, yo lo estoy haciendo como véis. Y de hecho creo que ella intentaba al menos hasta cierto punto ser más abierta de lo que era. Pero tampoco creo que sea justificable y opino que una lectura crítica de lo que consumimos es esencial.

Dejando esto a un lado y siguiendo con la historia, habiendo cerrado La Reina de los Condenados la suerte de trilogía que compone el principio de la saga, estamos ante una historia con mucho menos peso trascendental para el mundo y autoconclusiva.

Creo que gana mucho si conocéis a los personajes de antes, sobre todo para poneros al día con el juego de dinámicas, pero la verdad es que defiendo que salvo excepciones concretas no hay libros malos para empezar esta saga.

Y, muy importante, creo que este es el libro donde los personajes se parecen más a los que han hecho para la serie de televisión.

Para esta historia hemos vuelto a Lestat como protagonista principal y narrador de excelencia, cosa que yo agradezco mucho. Estamos en Miami, en uno de los períodos depresivos que acompañan a nuestro príncipe del mal, y se va a centrar sobre todo en sus relaciones con David, Louis, el fantasma de Claudia y un perro.

Lo del perro por supuesto le da puntos positivos.

El argumento es bastante sencillo. Lestat está deprimido, con ideaciones suicidas y buscando llamar la atención de David. Este personaje es el jefe de la Talamasca que aparece ya en la anterior novela. Si venís aquí sin ningún conocimiento previo esto significa que es un anciano inglés, culto, atractivo, que estudia sucesos sobrenaturales.

A la vez un hombre bastante siniestro llamado Raglan James se presenta como un ladrón de cuerpos, es decir, una persona con la capacidad mágica para realizar posesiones. Su propuesta para Lestat es hacer un intercambio de cuerpos entre ambos por unos días, por probar.

Como lector sabes que es una mala idea en todo momento. Es más, todos los personajes que no son Lestat saben que es una mala idea.

Pero por supuesto que él acepta.

Así que si leéis El ladrón de cuerpos lo que vais a encontrar es una digresión de los motivos que llevaron a nuestro protagonista a este punto, qué pasa cuando Lestat acaba en un cuerpo mortal y consigue un perro y cómo se suceden el timo y la solución.

Miami está ahí para hacer especial hincapié en la luz, el sol y lo divino.

En este sentido creo que es especialmente interesante la introducción que hace:

Ah, Miami. The perfect place for this little passion play.

Una Passion Play o representación de la Pasión, por si no habéis caído o no estáis puestos en cosas religiosas, es una obra sobre el juicio, martirio y muerte de Cristo.

Y esto es, siguiendo el esquema que os he contado antes, lo que va a hacer Lestat. El juicio es el intento de suicidio al principio (inmolarse en el desierto), sus dudas sobre sí mismo, su decisión. El martirio cuando las cosas salen mal. La muerte, no os hago el spoiler yo os lo hace él, recordad, parte del proceso del final del libro. Con mucha dosis de toda la iconografía propia de esta historia por todas partes.

No es algo nuevo, claro. Las Crónicas vampíricas funcionan mejor cuanto más metido estés en las dudas mezcladas con fervor que padecía Anne Rice. En mi caso aprecio el discurso filosófico, lo estilístico y he estudiado religión varios años, así que me entretengo bastante con las referencias.

Aquí tenemos el emblema más importante del cristianismo con el adjetivo little, pequeño, en una historia que ya os he definido como más ligera y con menos importancia que los eventos en el anterior libro. Es una mezcla curiosa y un juego divertido.

En primera plana de todo esto está Rembrandt.

Una de las cosas específicas que la autora debate con más ahínco en su trabajo es la relación de los artistas y de lo estético con las doctrinas religiosas que le impusieron desde pequeña. Cuando leí los libros por primera vez detestaba el exceso descriptivo y la manera en la que se alarga a veces; ahora entiendo que, al margen de un gusto narrativo, es parte de la dialéctica que mantiene con su dios sobre el lugar de las cosas bellas en el mundo.

Aunque se menciona al genial pintor de Países Bajos en un tramo concreto de la novela, el trasfondo inventado que nos cuenta sirve de metáfora para toda la base de la historia. Y, aún más importante, si estáis haciendo lectura de toda la saga, para la siguiente novela si os interesa la continuidad recordad bien esta sección.

El Rembrandt de la novela es un hombre torturado, en medio de un pacto con el diablo y tratando de ganar el favor de dios a través de sus retratos. En su envejecimiento, en su aprendizaje, en la belleza que es capaz de reflejar, la pureza en las almas de otros, está describiendo la hermosura del mundo de lo efímero.

Los artistas, como los vampiros, son eternos, dicen.

Lestat ha vivido muchísimos años de lo efímero, sin poder formar parte de ello, y le tortura ser un cuadro y no parte de la experiencia real del mundo. Le tortura además que David Talbot no quiera ser partícipe de la eternidad. Le tortura que sea más fuerte que él en algún sentido, no poder dominarle. Que sea una buena persona.

Y es en la dicotomía entre lo bello y lo bueno donde se mueven los vampiros.

Desde aquí llegamos a la prometida trama del cambio de cuerpos. Es cierto que estoy haciendo muy larga esta entrada centrándome en las partes que más me gustan, pero también que la novela sucede lenta como ya he avisado.

Es bastante interesante cómo su relación con David, además de un discurso filosófico de mayor envergadura, llevan a Lestat a ser siempre un personaje alocado a la vez que meticuloso. Elegante y torpe.

Como os decía al principio hay parte del sentido del humor de la novela, del proceso de ver a Lestat como un humano desmañado, que no encaja conmigo. Aún así hay parte que sí y es bastante curioso. Es como si Anne Rice hubiera hecho fanfiction de su propio trabajo.

Creo que el climax de lo extraño en esta parte lo alcanza cuando se enamora de una monja.

No es que sea sorprendente. Es algo que esperas que Lestat haría, claro. Y además va en sintonía con la metáfora religiosa de la que no paro de hablar. Al final él se está comparando con Cristo y se supone que las monjas son sus novias. No había que darle muchas vueltas. Pero os aseguro que los giros que pone, unas escenas en un hospital que dan pie a imágenes que parecen sacadas de la piedad y la trama en sí de la susodicha monja, son de esos momentos entre la risa y el que me estás contando tan, tan propios de sus historias. Siempre se recuerdan cuando se habla de los momentos más absurdos de estas novelas.

En cualquier caso lo mejor es ver a Lestat con Louis y hablando de Claudia.

El fantasma de la niña vampira va a ser una constante, una manera de Lestat de tener un diálogo interno contradictorio y basado en otra característica muy cristiana, la autoflagelación. Este es otro elemento que vais a tener en novelas posteriores y que es bastante interesante. A mí estas secciones me han gustado mucho.

Aunque nada tanto como Louis. Da igual que sea poco, el libro merecería la pena solo por esto. El toma y daca entre ambos, la crueldad casual mezcladas con el amor obsesivo, la oposición de sus personalidades. Esta parte es bellísima, oscura, todo lo que está mal en una relación. Y es el mejor retrato de familia de estos dos personajes en toda la saga.

Primero porque en las dos entregas que empiezan la saga no pueden intercambiar puntos de vista y, segundo, porque en La Reina de los Condenados no tienen el espacio que necesitan. Pero aquí, en este pequeño trozo de libro, está todo de golpe.

Y la manera en la que hablan de lealtad mientras flotan los cuchillos, mientras Lestat habla de ser bueno pero no se niega a sí mismo su crueldad y venganza, es brillante. Es tan controlador y tan dramático. Tan exagerado en todos sus actos y pensamientos. Pero es que además Louis le da el contrapunto perfecto. No lo deja caer en saco roto.

Encima es gracioso. Mucho.

Por otro lado si os interesa el discurso religioso que va montando la autora aquí van soltando verdaderas joyitas.

Lamentablemente la historia y la reseña tienen que continuar, llegando ya a la la resolución.

Vuelve a cobrar protagonismo David, al que perderéis durante un tramo de historia, y está bien verles interactuar. No puedo entrar mucho porque ya incurriría en spoilers, pero el final del caso no está mal y es divertido estar esperando dónde va a volver a liarla parda Lestat.

Lo que pasa es que ay, Anne Rice. No os engaño si os digo que este libro tiene lo peor y lo mejor de esta autora. Y lo peor, para mí, es muy malo. Entre selvas, doctores y cosas raras empiezas a pensar que ojalá el libro fuese solo sobre un romance con una monja normal.

Pero bueno. Respirad hondo. Formad vuestras propias conclusiones sobre esa parte.

Porque luego, las últimas páginas, son puro Lestat desatado y hay que leerlas.

Otras reseñas de la misma saga:

  • Autora: Anne Rice
  • Título original: The Tale of the Body Thief
  • Editorial: B de Bolsillo (ediciones B)
  • Fecha de publicación original: 1992
  • Precio: 12’95€
  • Páginas: 608
  • ISBN:  ‎ 978-8490707692
  • Traducción: Marcelo Covian Fasce
  • Colección: Crónicas vampíricas (3/12)
  • Género: Romance/Sobrenatural/Vampiros

Reseña: «Anhelo» (Tracy Wolff)

¿QUÉ ES ANHELO?

Según la editorial:

«Mi mundo cambió en el instante en el que pisé el instituto Katmere. Aquí todo resulta extraño: la escuela, los alumnos, las asignaturas; y yo no soy más que una simple mortal entre ellos, dioses… o monstruos. Todavía no sé a qué bando pertenezco, si es que pertenezco a alguno, sólo sé que lo que parece unirlos a todos es su odio hacia mí.

Pero entre ellos está Jaxon Vega, un vampiro que esconde oscuros secretos y que no ha sentido nada durante un siglo. Algo en él me atrae, apenas lo conozco, pero sé que hay algo roto en su interior que de alguna manera encaja con lo que hay roto en mí. Acercarme a él puede significar el fin del mundo, pero empiezo a sospechar que alguien me ha traído a este lugar a propósito, y tengo que descubrir por qué.»

¿CÓMO ES ANHELO?

Hace tres años hacía mucho calor, mi padre se murió y yo me leí Anhelo.

Esto es importante porque en el peor momento posible me lo pasé muy bien. Me reí. Y creo que desde el punto de vista más subjetivo esa es la mejor manera de recomendarlo.

También es que, de manera muy personal, refugiarme en vampiros me funciona.

Más allá de eso lo que tenéis que saber de esta novela es que es tan divertida como tonta, nada tiene demasiado sentido y hay momentos, de verdad, de una absurdez tan inmensa que a veces pienso que he debido soñarlos. Pero da igual, es adictivo, funciona y eso es todo lo que importa.

Es en esencia muy parecido a Crepúsculo. No porque lo diga yo, las referencias dentro de la novela son muy directas y una de ellas me pareció de hecho hilarante. Cuando hablo con mis amigos de este libro es el trozo que siempre uso para recomendarlo, aunque no lo voy a incluir aquí por si a alguien le parece un spoiler.

De manera más específica, sobre su relación con la obra de Stephenie Meyer, voy a decir que es su heredero natural. La ficción vampírica adolescente para su generación.

Se ha actualizado sobre todo en las referencias populares, con sus momentos Harry Style y un lenguaje muy específico, que incluye mensajes de texto y argot con el consecuente potencial de convertirlo en una obra que envejezca de manera un poco extraña. En cualquier caso, para lo que es el momento actual que al fin y al cabo es lo que nos importa ahora, ninguna queja. Le da mucha vidilla, lo hace simpático.

Este arraigo de cultura pop no hace a la autora abandonar la tan extendida pasión adolescente que se puede ver, de nuevo en la propia Bella Swann, por los clásicos. Hay menciones a teatro, a Byron, a lo que haga falta para dar atmósfera romántica en un ya de por sí gótico internado.

La ambientación es, sin duda, un acierto. Y esto incluye que, un día, Tracy Wolff se levantó y dijo para qué voy a hacer una historia sobre adolescentes vampiros si puedo hacer una historia de todo lo que se me ocurra adolescente. Hay mezclas y representaciones que me parecen ridículas y las reacciones de la protagonista todavía más. A la vez, de nuevo, no me quejo porque incluso las cosas que de manera directa horripilan a mis preferencias en fantasía al final me hacían reír.

Aún así, aunque hago mucho hincapié en lo que lo disfruté, la verdad es que el libro tiene muchísimos problemas de ritmo. Cuando hice la reseña sobre Crepúsculo os decía que da igual que el enemigo sea soso y poco relevante porque el sabor a fanfic cotidiano era el perejil de la salsa. No es el caso aquí.

Anhelo tiene partes que solo pueden funcionar si compras la construcción del mundo y te tomas en serio varios de los momentos clave y, la verdad, no era mi caso para nada. Todo lo que no entra en la extraña categoría salseo mamarracho me aburrió y a veces mucho, hasta el punto de leer algunas secciones en vertical.

Y entre ellas destaco la batalla final.

Es una pena porque he leído algunas reseñas que ensalzan esa parte final y apostillan que el segundo libro tiene más de eso. Yo la verdad es que no quiero algo así, lo que espero continuando la saga son las risas.

De nuevo, otra cosa que ya comenté en la reseña de Crepúsculo. Yo entré ahí pensando que compartía una broma con la autora, descubrí que no y me horroricé un poco. Aquí estoy bastante segura de que parte de la broma es compartida pero también de que parte no, y de que eso puede hacer que no disfrute nada esta colección en adelante.

En fin, por lo menos siempre me quedarán los títulos de los capítulos, que me encantan. Son un puntazo.

Pasando a los personajes, la protagonista me resulta indiferente. Es más, olvido su nombre todo el rato. No tiene ninguna personalidad específica, es un cliché de chica que aún no sabe todo lo maravillosa que es para que cierto sector adolescente se puede sentir identificado y poco más. Está bien porque a la historia le va bien.

Sí es cierto que parte de su trama es ser huérfana y a veces a mí me escoció un poco, pero por fechas creo que entenderéis que es normal.

Lo mismo pasa con el chico protagonista, Jaxon Vega. Tiene el carisma propio de los malotes, los rasgos turbios (haciendo hincapié en esto, por cierto), las bromas y la belleza que se esperan de él.

Angsty teenagers y tópicos en diferente grado de dañinos. Lo que se viene buscando aquí, ni más ni menos.

Sí que es cierto que veo en Anhelo un intento de darle a la protagonista amistades femeninas e interacciones relevantes, pero yo creo que no lo consigue. Si ellos ya solo me importan en cuanto a arquetipo que conozco de toda la vida y disfruto de ellos así, los secundarios es que no me podrían dar más igual. Y eso cuando no son directamente una molestia.

¿PARA QUIÉN ES ANHELO?

Si estáis buscando reseñas de Anhelo para saber si leerlo o no creo que ya sois su público objetivo. No le deis más vueltas. Os vais a reír, vais a poner los ojos en blanco, vais a suspirar, pero al final es lo que os imaginabais que iba a ser desde el principio.

  • Autora: Tracy Wolff
  • Traducción: Vicky Charques
  • Título original: Crave
  • Publicación: 2020
  • Editorial: Planeta
  • Género: Romance/Sobrenatural
  • Saga: Anhelo 1/6
  • Páginas: 672
  • ISBN: 978-84-08-26965-6

Reseña: The Vampire Diaries: Conflicto (L.J. Smith)

¿QUÉ ES THE VAMPIRE DIARIES: CONFLICTO?

Es el segundo tomo de las Crónicas Vampíricas de L.J. Smith. Para mí The Vampire Diaries, su nombre inglés original, porque las crónicas siempre serán las de Anne Rice. Forma parte de la primera colección, escrita solo en dos años (este se publicó en el 91, como el anterior) que se llama Los Vampiros.

Como comentaba en la primera reseña, su brevedad, estructura y tiempo de publicación justifican de sobra que habitualmente vayáis a encontrarlo publicado de manera conjunta a Despertar. Simplemente yo prefiero hacer entradas separadas para saber a qué corresponde cada cosa.

El argumento esta vez, según la editorial:

Stefan Salvatore, el principal sospechoso del asesinato del profesor de historia, ha desaparecido. Para probar su inocencia, Elena debe encontrarle, pero antes debe descubrir quién se ha apoderado de su diario.

¿CÓMO ES THE VAMPIRE DIARIES: CONFLICTO?

En un momento del libro aparece un gato. Su único propósito en la historia es que Elena le coja y se lo lance a Damon. Mi cara de estupefacción fue irrepetible. Y os voy a ser muy sincera, el nivel de surrealismo que requiere escribir algo así me hace mucha gracia pero a la vez no. En qué estaba pensando Smith, no lo sé. Pero la manera en la que está integrado en la narrativa como algo exageradamente normal, que no debería hacerte arquear la ceja me tiene loca. Supongo que ahora en ficción la gente se lanza teléfonos móviles y antes pues te lanzabas un gato.

No os arrojéis ni cosas ni seres vivos, en cualquier caso. Por favor.

En fin. Conflicto. Empezamos justo donde lo dejamos con la anterior, no hay manera de leer esto sin contexto, y la trama intenta aumentar en intensidad.

Con un Stefan desdibujado por necesidad argumental, Damon y su obsesión empiezan a cobrar protagonismo. A la vez, aunque Elena sigue siendo el motor narrativo y su diario sigue siendo una pieza fundamental, empezamos a entrever que, como en la serie, todo esto trata en realidad del drama entre los dos hermanos.

Es un libro un poco más sexy, algo más duro, pero sigue moviéndose en un terreno bastante ligero.

Los secundarios la verdad es que no importan mucho. Aparece uno nuevo, Alaric, uno de los seres que más he odiado en mi larga vida de obsesión televisiva, pero tiene una buena presentación. No quiere decir esto que luego vaya a seguir gustándome pero sí que, en una historia donde en realidad solo importa el romance turbio entre el triángulo protagonista, despuntan algunas cosillas al margen.

Y cuando digo turbio digo turbio.

En cualquier caso uno de los méritos de las dos novelas que llevo es el de unos personajes odiosos pero graciosos, en general, donde sus reacciones no tienen especial sentido. Excepto Matt. Matt, que en la serie me resultaba insoportable también, no me molesta en los libros.

La lectura es rápida, la trama no se atasca en ningún momento. Y este buen ritmo la verdad es que lo agradezco mucho. Era, de hecho, una de mis cosas favoritas de la serie.

Acabamos con otro cliffhanger y, por supuesto, la pregunta más importante

¿Team Stefan o Team Damon?

¿PARA QUIÉN ES THE VAMPIRE DIARES: CONFLICTO?

Si disfrutasteis el primero o, al menos, no lo odiasteis es muy probable que os entretengáis con el segundo.

Puntuación: 2.5 de 5.

Más sobre el universo de TVD:

  • Autora: L.J. Smith
  • Traducción: Gemma Gallart
  • Título original: The Vampire Diaries. The Struggle
  • Publicación: 1991
  • Editorial: Destino (2008)
  • Género: Romance/Sobrenatural/Vampiros
  • Saga: The Vampires 2/4
  • Páginas: 240 
  • ISBN: 978-8408082194

Reseña: The Vampire Diaries: Despertar (L.J. Smith)

¿QUÉ ES THE VAMPIRE DIARIES: DESPERTAR?

Es el primer volumen de la saga de libros que compone The Vampire Diaries, inspiración para la serie homónima. Esta serie está dividida en varios grupos y la primera, Los Vampiros, comprende cuatro libros publicados en el plazo de dos años, siendo escrita de manera íntegra por L.J. Smith.

Es importante destacar la autoría. Esta obra fue un encargo editorial que tuvo varias complicaciones por el camino y que terminó con otros escritores en las riendas y Smith escribiendo a parte su versión de la historia. Pero de esto podemos hablar más a fondo otro día.

Aunque en los datos de la novela os he puesto una edición antigua, de manera mucho más habitual vais a encontrarlo publicado en conjunto con su segunda parte: Conflicto. A mi gusta la portada conjunta y la brevedad de las historias justifica mucho más ese formato. Si he optado por separarlo es únicamente porque prefiero hacer las reseñas de manera individual.

En cuanto al argumento en sí:

Stefan Salvatore, el nuevo alumno de Fell’s Church, arrastra con él un misterioso pasado y también a alguien que sólo desea venganza, su hermano Damon: son más que hermanos de sangre y su odio excede las barreras del tiempo… Ahora tratan de reproducir un mortífero triángulo amoroso que tiene en su centro a Elena, la chica más popular del instituto.

¿CÓMO ES THE VAMPIRE DIARIES: DESPERTAR?

Estoy bastante segura de que, como yo, muchos de vosotros os estaréis planteando leer la saga a causa de la serie de televisión. La verdad, no se parecen mucho. La protagonista es la misma, el mundo es el mismo, la idea es la misma. Pero en realidad se siente tan diferente que podría ser otra saga. Incluso muchos nombres están cambiados. Hay personajes que directamente ni salen, como el hermano de la protagonista.

Es mucho más sencillo, no te involucra emocionalmente de la misma manera, pero tiene algunos puntos que me desquiciaban de la serie mucho mejor cubiertos. La guinda del pastel es que, además, me he reído.

Dejando las generalidades y centrándonos en la historia, en esta primera entrega tenemos a una Elena que vuelve de un viaje por Europa y que está lidiando por el duelo de haber perdido a sus padres. Nuestra protagonista es una chica que no podría ser más pija, la más popular del instituto como Hollywood nos ha dado a entender, y cuyos problemas económicos son cero.

Aunque está triste y pretende ser profunda no por ello se olvida de ser superficial y mezquina, como podríamos esperar. A mí me encanta. No este tipo de persona si no este personaje para esta historia.

Todo se revuelve aún más con la llegada de un nuevo alumno. Es guapo, italiano, rico, se llama Stefan Salvatore y es, por supuesto, el siguiente objetivo de Elena y cualquier persona que se sienta atraída por los hombres. Así que además de una serie de enigmas sobrenaturales materializados en asesinatos, el grupo de chicas del instituto va a tener que lidiar con los celos y posesividad que surgen de una de las peleas más tontas del universo.

Sus amigas son desagradables, su principal rival por el corazón de Stefan también y las relaciones femeninas en general, sin entrar en el terreno de los spoilers, solo podemos definirlas como raras. He leído alguna reseña por ahí definiendo a Elena como maravillosa por ser abnegada en su relación con sus chicas y, la verdad, es que siento que hemos leído novelas diferentes.

Sea como sea esto no ha sido ningún problema para mí. Lo prefiero con mucho a cómo lo plantearon en la serie de televisión y me parece parte de la gracia.

Además algunos de los personajes que menos me gustaban, como Vickie, no salen mucho. El Matt de esta versión, un amigo y expareja de Elena, me ha resultado mucho más agradable y ojalá lleguen a hacerse mucho más cercanos todos.

Al margen de la trama romántica el resto de conflictos son más una sensación de fondo que una realidad. Aún no conocemos realmente al que será gran centro de la saga, Damon, y se nota. Pero tampoco le echo en falta. Creo que está muy bien sugerido. Que es parte de una ambientación inquietante en torno a esta ubicación, bastante forestal, y que resulta bastante bien construida teniendo en cuenta la extensión y argumento.

En mi reseña de la serie de televisión comenté que esa versión de la historia apareció a rebufo de Crepúsculo como una historia más madura en el sentido de explícita. Más sexo, más violencia, más gráfica. Pero este libro, que se publicó en 1991, es mucho más ligero en este aspecto que la versión televisiva.

Si queréis avisos de contenido tiene algunas cosillas oscuras, un intento de violación. Aún así nada demasiado grande. Es una obra profundamente adolescente que, como luego haría de manera brillante también Stephanie Meyer, sabe conectar con muchos elementos irresistibles para muchas lectoras adolescentes.

Para empezar aquí los Salvatore son italianos de verdad y la historia sabe poner peso en la ambientación renacentista y romántica de manera atrayente. Elena además es por supuesto una Elena de Troya, mucha idea de Europa como un sitio elegante y carismático y, por supuesto, el formato de los diarios.

Aunque la historia está contada en tercera persona tenemos partes dedicadas a los de Elena y Stefan y es simplemente perfecto para lo que están contando.

Para cerrar esta sección quiero hacer mención, aunque no tiene ninguna relevancia en realidad para la obra, a lo extraño que es leer ficción adolescente tan cercana en el tiempo pero de un momento en el que no había teléfonos móviles chiquititos y baratos. Lo que ha cambiado el mundo, chiques.

¿PARA QUIÉN ES THE VAMPIRE DIARES: DESPERTAR?

Si tenéis ganas de una lectura vampírica cortita, que no os coma la cabeza, desde mi punto de vista divertida y muy adolescente dadle un tiento. No busca apasionaros pero si entreteneros y creo que eso lo cumple.

También si tenéis curiosidad por ver de dónde sale la serie de televisión e ir descubriendo las diferencias.

Puntuación: 2.5 de 5.
  • Autora: L.J. Smith
  • Traducción: Gemma Gallart
  • Título original: The Vampire Diaries. The Awakening
  • Publicación: 1991
  • Editorial: Destino (2008)
  • Género: Romance/Sobrenatural/Vampiros
  • Saga: The Vampires 1/4
  • Páginas: 253
  • ISBN: 978-8408078135

MÁS SOBRE THE VAMPIRE DIARIES EN GORGONAS

«Crepúsculo»: de fanfiction, costumbres y amor

Como fui una niña y adolescente respondona, con tendencia a discutir y, según mi profesora de matemáticas de segundo, abogada de causas perdidas, de pequeña pensaba que mis gustos eran solo míos. Que no estaban totalmente influidos por las modas y la sociedad. Además, claro, yo era diferente.

Ahora sé que todo eso era mentira y lo sigue siendo. Nadie es una isla y mi viaje vital para entender las influencias y manipulaciones sociales ha ido acompañado, durante dieciséis añazos ya, de mi relación con Crepúsculo.

Al principio lo adoré. Tenía la sensación de compartir una especie de broma con la autora. Una sobre la típica chica que dice que es torpe y fea pero que todos sabemos que es mentira, sobre tópicos de vampiros, adolescentes y, en general, todo lo que rodea a estos temas. Me mantuve aquí hasta que llegó el cuarto, la trama antiabortista, y mi apreciación de los libros sufrió un golpe del que nunca se van a recuperar.

Para este momento Crepúsculo y las chicas que disfrutábamos de Crepúsculo éramos ya desde hace tiempo carne de memes, de burlas, de ridículo generalizado y de comentarios de supuestos salvadores que venían a explicarnos por qué todo esto era tan tóxico.

Aquí se quedó la cosa durante mucho tiempo hasta que empezamos a crecer y a debatir en redes sociales de otra manera, con otras perspectivas. Se me abrieron los ojos de golpe. Soy cien mil veces más dura con las autoras y sus ideas que con los autores.

No quiero decir con esto que me haya reconciliado con Meyer (eso nunca va a pasar, por muchos motivos). Es más que, en la lucha que es siempre aceptar que disfrutas cosas que chocan bastante con tu sentido de la moralidad, favorecía muchísimo más a ellos antes que a ellas. Las cosas malas de Crepúsculo de pronto habían borrado todas las positivas y eso no me había pasado, por ejemplo, con Sanderson cuando leí el aliento de los dioses y levanté la ceja hasta el nacimiento del pelo.

Y, aún más, un porcentaje altísimo de los personajes y relaciones de libros considerados en general mucho menos tóxicos en realidad son iguales. La diferencia es que no se centran en el romance.

Entrando a un pequeño análisis de la obra, más allá de si Meyer escribe bien o mal, este parece uno de los problemas principales para cierto sector con la novela. El romance y, con él, todas las cosas que la sociedad ha insistido en asociar con lo femenino de manera constante.

Esto es lo que tiene que gustarte pero cuando te apoderes de ello y reproduzcas esta narrativa haremos mofa de ti hasta el extremo, en resumen.

Para empezar uno de los problemas que muchos lectores le achacan es una falta de acción, un problema narrativo porque el malo no importa lo más mínimo en la novela. En realidad esto es la base de Crepúsculo. La sensación a fanfic. Fanfics hay de todos los tipos y calidades pero una de las cosas que más se repiten es la búsqueda de reducir una historia a momentos cotidianos entre dos personajes que se gustan, que se quieren.

En esto Meyer hace un trabajo soberbio. Sabes que la historia solo puede terminar con ellos juntos desde que se miran por primera vez y todo lo que quieres y lo que la autora te da es el proceso, los detalles, la familia, el poco a poco.

A esto une un nivel perfecto de ira y desapego adolescentes, el toque de tú eres especial, no como las demás chicas, el hombre mayor que se enamora de la chica menor porque los chicos a esa edad no son tan maduros como tú, y, aunque estoy de acuerdo a más no poder en que es problemático por todas partes, es lo que nos han enseñado a esperar. Es lo que queríamos leer. Lo que leíamos en todas partes pero centrado en nosotras.

No es que en aquella época no supiésemos que eso estaba mal, como digo lo que más me gustaba de Crepúsculo era la sensación de parodia. Es que era lo mismo de siempre pero empaquetado para el lector de 2005 de fanfics, romances y lo sobrenatural.

No en vano, desde la portada, tenemos la manzana. Símbolo asociado a lo femenino por excelencia en la cristiandad aquí va atado a muchas cosas, entre ellas la tentación que Bella supone para Edward. Y cómo, a través de ella, Bella puede cambiarle.

Otra cosa fundamental ¿el tópico de a las chicas les gustan los chicos malos? más bien las mujeres vivimos desde pequeñas con el concepto de que si un hombre te quiere va a cambiar por ti, de nuevo porque eres especial.

Básicamente, la Bella y la Bestia. La historia favorita de casi todas las niñas educadas por Disney que son lectoras habituales. Uno de los grandes públicos de Crepúsculo.

Los cuentos clásicos son en su mayoría avisos de comportamiento para niñas. Su evolución en princesas Disney marcó a toda las nativas a la obra de Meyer y este último proceso vampírico y oscuro era lógico y adecuado a una generación que llegaba y pasaba la adolescencia. Muy en la cara están las referencias con la ya mencionada manzana a Blancanieves, el Swan con la princesa cisne o el propio nombre de Bella.

En una entrevista decía Anne Rice que le parecía brillante haber puesto a los vampiros en el instituto. Lo es, es un golpe maestro. Y más de la manera en la que lo hizo Meyer, dándole ese aire de peligro, de hacerse adulta pero seguir siendo Caperucita Roja. Como dice Damon Salvatore en The Vampire Diaries (que por cierto el libro se publicó muchos años antes que Crepúsculo): quieres lo que todo el mundo quiere, quieres un amor que te consuma, quieres pasión, aventura, e incluso un poco de peligro.

Además Crepúsculo es divertidísimo. Creo que el aire de las películas ha creado una apariencia de historia densa y silenciosa pero os aseguro que mi idea de parodia no salió de la nada. Incluso volviendo a leerlo este año me reí muchísimo.

No pretendo convencer a nadie de que está bien escrito, de que es objetivamente bueno o de que tiene que gustar sí o sí. Al final esta es una entrada sobre 16 años viviendo con una de las obras que más ha marcado el género vampírico, con una autora que, con independencia de todo lo demás, supo aunar de manera espectacular todos los elementos de una generación, divertirnos y darnos ratos memorables. Escenas míticas.

No se puede hablar de vampiros y no hablar de Crepúsculo.

OTRAS ENTRADAS DE LA SAGA

  • Autora: Stephenie Meyer
  • Traductora:
  • Fecha de publicación original: 2005
  • Editorial: Debolsillo
  • Precio: 8’95€
  • Páginas: 512
  • Colección: saga Crepúsculo 1/4
  • ISBN: 9788466332965

Reseña: los Originales. Serie de T.V. (2013-2018)

versión del logo realizada por The Vampire para Wikipedia

The Vampire Diaries, creo que en la opinión de la mayoría de sus fans, tuvo sus mejores momentos según se iban desplegando los misterios de la familia original de vampiros. Estos personajes alcanzaron tanta popularidad y, además, eran tantos, que al final terminaron desgajándose en una segunda serie.

El episodio piloto, emitido dentro de TVD como el S04E20 (titulado The Originals), sirvió como pistoletazo de salida hasta que en octubre de ese mismo año el trasvase ya fue definitivo. Los hermanos Mikaelson se habían mudado a Nueva Orleans y, aunque mantendrían algunos guiños y tramas cruzadas, su vida quedó separada de los Salvatore y compañía.

Qué os puedo decir. Esta serie tenía de su parte la ubicación, los actores, la música, las tramas, el trasfondo. Todo, lo tenía todo. Y, en mi opinión, a pesar de eso lo hizo muy mal desde el principio.

No es que sea infumable, de hecho es bastante entretenida y presenta unos personajazos que emocionan. Es que no le saca potencial a nada de lo que tiene, está llena de sinsentidos y la evolución de los protagonistas la mayor parte del tiempo se me hace ridícula.

Los Originales parte con los mismos problemas de base que su predecesora. En un mismo minuto te dan lo mejor y lo peor de la televisión. Un capítulo puede tener veinte escenas de temas tratados genial, personajes increíbles y momentos divertidos, dramáticos y graciosos hechos con buen saber hacer. Y luego treinta en las que no se acuerdan de lo que ellos mismos han contado, utilizan tópicos dañinos y ni el carisma de sus actores puede hacer menos ridículas algunas partes del guion.

Lo que pasa es que a esto se le suma que, aunque incluso llegaron a acortar las temporadas, nunca tuvo el ritmo de The Vampire Diaries. Las tramas se les atascan, solo un par de enemigos están a la altura de sus protagonistas y es desesperante que una y otra vez los lazos de amistad y familiares (que son el motivo de ser de la serie) no funcionen.

Todo lo que avanza un capítulo lo desanda el siguiente y la frustración se acumula.

Tampoco ayuda la separación de tramas. A Klaus, el principal, le separan de lo que le hace humano y un buen protagonista para una serie e intentan sustituirlo por otra chica rubia con carácter y, por muy buenas hitorias que pueda tener a veces, queda bastante turbio y ridículo. Y funciona a la inversa. Sacando a Rebeca de The Vampire Diaries hay un personaje (Matt) que nunca recuperó interés. No me voy a extender más en esto, pero pesó bastante en ambos lados.

Compensando, como comentaba, los personajes son sobresalientes y los actores expresivos y divertidos. Cuando las cosas funcionan tienen un nivel mejor que el de su serie madre porque, de verdad, tenían todos los elementos para ser gloriosos desde antes de entrar en antena.

Además añaden nuevos e interesantísimos personajes al mix como Marcel, una suerte de hijo adoptivo con unos guiones y evolución horribles pero que tiene un actor que se hace simpático, se adueña de un montón de escenas y es capaz de dar algunos de los momentos más emocionantes del show. Y eso que es difícil conseguir destacar entre el tandem de los dos hermanos protagonistas, Niklaus y Elijah. Al final, igual que en TVD, por muy coral que sea nunca deja de ser la historia de dos chicos descubriendo cómo perdonarse años y años de desagravios y amor.

A pesar de lo muchísimo que se sabotea a sí misma los Originales, se sostiene porque la familia (la de sangre y la elegida) tiene un encanto extraordinario y si eres capaz de aguantar hasta el final, aunque de nuevo hay cosas que hubiera preferido muy diferentes, te hace llorar y admirar al menos una parte del camino hasta aquí.

ALWAYS AND FOREVER

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Reseña: The Vampire Diaries. Serie de T.V. (2009-2017)

Voy a usar el nombre en inglés porque me niego a llamarla crónicas vampíricas. Para mí esas son y serán siempre las de Anne Rice. Espero que me perdonéis.

Empezamos.

The Vampire Diaries es una serie del canal estadounidense The CW que se estrenó en 2009, el año después del boom de la aparición cinematográfica de Crepúsculo. Como tantas otras historias de vampiros apareció para rellenar la demanda del mainstream con un marketing dirigido en especial a las chicas jóvenes. Su peculiaridad es que se basa en una saga de libros 18 años previa.

El espacio que pretendían ocupar era el de un producto para un público ligeramente mayor, con un empleo más explícito de la violencia y la crueldad, pero manteniendo los tópicos escolares y de personalidad que habían hecho a Crepúsculo tan popular.

La trama sigue la historia de dos hermanos vampiros llamados Damon y Stefan que, tras años de confrontaciones, vuelven a su pueblo natal y para sorpresa de nadie se enamoran de la misma chica, Elena, una adolescente huérfana.

Es una serie extraña.

Por un lado tiene unos personajes increíbles y por otro a unos personajes aburridos y odiosos como ellos solos. Otro día te salen con una trama y una mitología interesantísima, unos enemigos que ya quisieran otras series que tienen mayor consideración. Y de pronto los enemigos son ridículos, los guionistas parece que no se acuerdan de lo que ellos mismos habían escrito antes, todo es absurdo y nada tiene sentido.

Y, lo peor de todo. Tan pronto están tratando temas delicados e interesantes como te empiezan a salir banderas confederadas o no tienen la más remota idea de qué hacer con la única de sus protagonistas negra, Bonnie, que queda reducida la mayor parte del tiempo a un Deus Ex Machina bastante irritante. Un día te dan representación, al siguiente deciden acabar esa trama de la peor manera posible.

Todo lo que acabo de describir puede suceder, sin exagerar, en el mismo minuto.

Adentrarte en las ocho temporadas de The Vampire Diaries (171 episodios) es un paseo por lo mejor y lo peor de la ficción sobrenatural televisiva. Si habéis visto otras series de The CW como, por ejemplo, Sobrenatural, tiene más o menos sus mismos defectos y virtudes pero con menos sentido del ridículo. Marca de la casa.

En mi caso ha sido un flotador en tiempos convulsos y la he adorado incluso en sus malos momentos (que son legión). Ayuda muchísimo que, como buen culebrón, suela terminar los episodios con algún gancho y que no tenga prácticamente relleno. Todo avanza rápido y siempre tiene algo de espacio para el humor. He llorado, me he emocionado una barbaridad y me he involucrado muchísimo.

Aún así es difícil de recomendar.

Si tenéis necesidad de avisos de contenido, por si no ha quedado claro con lo anterior, esta serie los tiene todos. La violencia exagerada (física y psicológica) y el drama constante son sus rasgos definitorios. A veces es hilarante, a veces tiene tacto pero la mayor parte del tiempo, lo reconozco, está mal.

No pretendo que la ficción sea moralizante (aléjate de mí, Moratín) ni espero que los personajes sean bolas de luz y virtud. Y menos en una serie que tiene la violencia como uno de sus rasgos de identidad. El problema es la balanza de acción/reacción que sigue The Vampire Diaries.

Os pongo un ejemplo que no considero spoiler porque es una obviedad.

En la primera temporada Damon Salvatore, interpretado por un sobresaliente Ian Somerhalder, actúa como enemigo. Durante todos los capítulos sabes que en algún momento va a pasar al grupo protagonista porque la tensión sexual con Elena se masca en el ambiente y porque lo que de verdad importa en la serie es la relación con su hermano Stefan.

Pues bien. Durante el tiempo que dura como malo por excelencia Damon viola repetidas veces a una de las protagonistas. En este período ese personaje es tratado como una chica irritante y superficial. Cuando esto termina y Damon tiene un peso diferente los personajes que rodean a la chica actúan como si esto no hubiese sido tan terrible de manera constante.

Para más inri, la trama de ella (mi personaje favorito, de hecho) se basa en gran medida en que después ya no es la chica que se dejó hacer eso. Luego está muy bien construida y es increíble lo que hacen con ella pero el cómo y el por qué son de un mal gusto que se me quedó atragantadísimo.

A la vez siempre tienen algún personaje completamente en contra de lo sobrenatural, al que todo le parece malo, y que se me hace invariablemente insoportable. Quizá pretendían con ellos equilibrar lo anterior pero está muy mal hecho y los dos lados son muy desagradables.

Como decía arriba, mi problema no es con la violencia y la redención aunque este sea un tema complicado. Es la balanza de acción/reacción. Y estos personajes siempre a la contra de todo son insoportables porque sus reacciones no están en absoluto medidas por lo que está pasando. Su única personalidad es llevar la contraria y odiar cosas y personas.

Aún así, si os tengo que dar un único motivo para ver The Vampire Diaries, siempre van a ser los personajes. No todas las actuaciones están al mismo nivel, a veces se les nota que no les interesa en absoluto lo que están haciendo y hay cosas de guion que no podría decirlas con una interpretación espectacular ni el mejor de los actores. Pero en el conjunto el casting es excepcional y tienen tramas apasionantes.

Los creadores tienen un don para los monstruos.

Si yo hubiera tenido la oportunidad de hacer esta serie la habría hecho muy diferente, pero el esqueleto que tiene es magnífico y si buscáis una serie larga para engancharos, podéis y queréis ignorar todo lo anterior, os la recomiendo muchísimo.

En caso de que os abrume la cantidad de episodios os aviso de que en el momento en el que apareció su spin-off (los Originales) y sacaron de la serie a sus mejores personajes empieza a empeorar a velocidad de vértigo. Así que una vez pasada la cuarta temporada puede ser un buen momento para dejarla.

Si queréis echarle un ojo en España la tenéis junto a sus spin-offs (excepto dos muy cortitos llamados a Darker Truth y the Awakening) en HBO.

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