Los eventos en torno al aniversario de Naruto revolucionaron a mi familia, nos pusimos el anime desde el principio y, por fin, este enero, tropecientos años después, me he quitado la espinita de no haber visto el Shippuden completo.
Tengo muchas quejas (muchas, muchísimas) pero, a la vez, qué momentazos. Dejadme que os cuente mis favoritos, sin un orden específico, en esta entrada saturada de spoilers.
- HASHIRAMA/MADARA
La gran sorpresa.
Añadir más personajes a un elenco ya de por sí inmenso, justo al final de la historia, tiende a ser matar la narrativa. Lo he visto varias veces, es un elemento recurrente que me molesta bastante. Pero de pronto llega Hashirama y se convierte en uno de mis personajes favoritos de la saga.
Siendo justos ya se sabían cosas sobre él, así que su aparición y presentación no vienen completamente de la nada. Aún así tiene tanto tiempo en pantalla que era una decisión muy arriesgada. Una que, en mi opinión, solo le sale bien con este tandem. Porque cuando repite esto mismo con quién es el verdadero enemigo vaya sopor me entró.
En fin, me centro. Hashirama y Madara. No me gusta cómo lleva la trama de Madara, y eso que tiene un potencial inmenso, pero estos dos personajes juntos son oro puro.
El momento exacto en el que Madara le dice, de manera épica y fatalista, que se enfrente a él ya sabiendo que es el final de todo y Hashirama le manda a que se espere, es de mis favoritos de todo Naruto, no solo del Shippuden. Es tontísimo, porque este personaje lo es y yo también, y lo adoro.
- KAKASHI INTERACTUANDO CON GENTE. Podría ser un género y no me molestaría.
Este señor adicto a las novelas románticas picantes es, de manera a menudo contraria a la lógica y moralidad, atractivo al extremo. Atractivo porque es guay, porque mola y todos esos adjetivos que uso mucho pero dan algo de repelús. Atractivo también por su actor de doblaje, porque es sexy, porque el diseño acompaña. Porque invoca perritos, está triste pero se esfuerza en estar contento y así es un poco como nos sentimos gran parte de los millenials.
En el Shippuden tenemos muchos momentos espectaculares tanto de su lado más serio y centrado en su capacidad de lucha, como de él siendo, como Hashirama, tontísimo. La verdad es que, hasta que no me había puesto a escribir esta entrada, no me había dado cuenta de que se parecen bastante.
Sí es cierto, no obstante, que lo que tiene que ver con su historia de origen carece bastante de sentido. Cuando más brilla es siempre en sus relaciones con otros personajes.
KAKASHI CON SUS NIÑOS
Si en Naruto me molesta bastante cuando le deja para entrenar a Sasuke y, en general, la manera en la que les trata a él y a Sakura, en Shippuden podemos verle bastante tiempo separado del Uchiha y se agradece.
La batalla que libran en el bosque, para demostrar que han crecido y que ya no puede enfrentarse a ellos sin leer, me enterneció muchísimo. Puntazo extra, además, por la idea de Naruto para ganarle. Y eso que en este trozo Naruto no parece Naruto y las escenas llegan a verse muy forzadas.
También me gustó mucho su dilema moral respecto a matar a Sasuke. Aunque en general, todo lo que fuese matar a Sasuke, yo lo aplaudía. Qué agonía.
KAKASHI CON YAMATO
En la misma línea de Kakashi entrenando a sus críos están las escenas en las que está, específicamente, ayudando a Naruto con Yamato.
Yamato es una de las incorporaciones al Shippuden que más vidilla le da y ver cómo Kakashi se va aprovechando de él, por alguna magia de guion, en vez de molestarme como suelen este tipo de escenas me divierte muchísimo.
El KAKASHI/GAI
Estos dos opuestos no tan opuestos no dan una gran evolución o muchas escenas novedosas en esta parte de la historia. Pero da igual. Es verles en pantalla juntos o mencionarse y se alegra uno.
Su pelea antes de que Kakashi se haga Hokage me tocó la fibra sensible.
KAKASHI CON JIRAIYA
La relación de estos dos, aunque nunca con mucho tiempo en pantalla, es una de las cosas que más ayudan a que me guste el Kakashi del Shippuden. Es el equilibrio perfecto entre sus tonterías y su pasión por los libros con el respeto y saber estar que le ponen en escenas de más calado.
Dicho todo esto quiero hacer notar, de manera explícita, que en esta lista no está Obito. Y me voy a citar a mí misma diciendo que las partes de trasfondo propio de Kakashi, de verdad, no tienen sentido.
- JIRAIYA
La misoginia de Naruto se hace muy pesada y, una parte grande, se debe a este personaje. Es de mis favoritos, no obstante. Y eso dice mucho del inmenso carisma con que está construido. Te aguanta él solo capítulos y tramas enteras.
Hay pocas partes que me hayan gustado más que la de su pelea y la historia del libro. Y, aunque su relación con Tsunade y Orochimaru no tengan un brillo especial en Shippuden, la idea de que eso está ahí sigue otorgándole espectacularidad a sus apariciones.
Una pena que su relación con el Cuarto no esté mejor explotada y que tenga partes que, directamente, no tienen sentido.
- LA ANIMACIÓN EN LA BATALLA DE PAIN CONTRA NARUTO
De nuevo, hay varias partes de esta trama que no me gustan o que me parecen carentes de una mínima lógica interna. Sin embargo aquí la animación experimenta, se desata y es un goce visual. Es otro de los elementos atrevidos en esta traca final, que podría haber sido un desastre (y sé que, de hecho, hay gente a la que se lo parece) pero yo lo encuentro brillante.
- LA CANCIÓN DE LOS BIJUUS (BIJUU KAZOE UTA)
Creo que esta no necesita ni contexto ni explicación. Aún así, como soy muy pesada, tengo cosas que decir. En la primera parte de Naruto los openings y la música, jugaron una parte fundamental en mi amor por la saga. Eso se me estaba escapando un poco aquí hasta que llegó LA CANCIÓN. Simplemente maravillosa.
Siempre me costará entender que las cadenas japonesas no suban este tipo de clips, la verdad.
- LA RELACIÓN DE NARUTO CON KURAMA
Lo reconozco, la manera en la que esto avanza a veces es tan tonta que no hay por dónde cogerla. Pero qué más da. A mí lo del poder de ser buena persona y hablar bien a los demás me gusta, es mi rollo.
Por otro lado, al principio, las escenas en las que aún no puede controlarle, tienen parte de mis animaciones favoritas.
- GAARA
Aunque hay partes de su arco al inicio que me encantan nunca son los directamente relacionados con él y encima el cambio de look me parece un despropósito. Una pena porque su evolución junto a Naruto podría haber sido de las mejores cosas de la saga.
En cualquier caso tiene su huequito asegurado en esta lista por el final. A mí cuando consigue un abuelo y matar a su padre en el mismo día me resultó tan catártico que lo gocé como si todo lo demás en su trama no hubiese pasado. Gracias por tanto Gaara.
- LA VENGANZA DE SHIKAMARU
Todo en Naruto trata de intentar ser buena persona. De ser mejor con los demás de lo que ellos son contigo. Pero a Shikamaru no le toques las narices.
A este chico le pasa como a Jiraiya, que le rodea una cantidad de misoginia que debería hacerme odiarle y nada. Carisma puro y duro. De mis personajes favoritos y con una de las tramas más poderosas en lo emocional y en tensión.
- LLAMAR A ALGUIEN HABANERA SANGRIENTA DE KONOHA
A mí la trama de la madre no me gusta especialmente. Pero que te llamen la Habanera (Guindilla, lo que prefiráis) Sangrienta de Konoha es de los nombres más geniales por accidente que he escuchado en la vida.
- ITACHI
La manera en la que nada tiene sentido en su historia está en un top de cosas tontas de Naruto. Y un top de cosas tontas de Naruto es un top grande.
Pero ah, Itachi.
Nunca hay que despreciar el factor chico torturado que parece malo pero todo el mundo quiere que sea bueno. Lo de darle con el dedo a Sasuke. En fin, es que es una maravilla.
- SAKURA Y CHIYO CONTRA SASORI
Sakura es uno de los problemas principales de esta historia para mí. En la primera parte de la saga se supone que es la más lista de su clase pero insiste Kishimoto en hacerla de menos todo el rato, en poner sobre todo a Sasuke en las escenas donde debería brillar más.
En la segunda, con el entrenamiento de Tsunade, esperaba mucho más. Pero estos son dos personajes que, aunque están llenísimos de cosas carismáticas como Jiraya y Shikamaru, no están los suficientemente bien tratados como para que compense.
No obstante siempre tendré esta pelea conmigo, el regalo que nos dieron a los que, pese a todo, vemos el inmenso potencial de Sakura como personaje.
Chiyo además me hace bastante gracia. Y los momentos de a ver si se ha muerto con su hermano fueron de muchas risas.
- EXTRA: OROCHIMARU CORRIENDO POR KONOHA CON YAMATO DETRÁS
A esto si que no le añado ni explicación.