¿QUÉ ES ANHELO?
Según la editorial:
«Mi mundo cambió en el instante en el que pisé el instituto Katmere. Aquí todo resulta extraño: la escuela, los alumnos, las asignaturas; y yo no soy más que una simple mortal entre ellos, dioses… o monstruos. Todavía no sé a qué bando pertenezco, si es que pertenezco a alguno, sólo sé que lo que parece unirlos a todos es su odio hacia mí.
Pero entre ellos está Jaxon Vega, un vampiro que esconde oscuros secretos y que no ha sentido nada durante un siglo. Algo en él me atrae, apenas lo conozco, pero sé que hay algo roto en su interior que de alguna manera encaja con lo que hay roto en mí. Acercarme a él puede significar el fin del mundo, pero empiezo a sospechar que alguien me ha traído a este lugar a propósito, y tengo que descubrir por qué.»
¿CÓMO ES ANHELO?
Hace tres años hacía mucho calor, mi padre se murió y yo me leí Anhelo.
Esto es importante porque en el peor momento posible me lo pasé muy bien. Me reí. Y creo que desde el punto de vista más subjetivo esa es la mejor manera de recomendarlo.
También es que, de manera muy personal, refugiarme en vampiros me funciona.
Más allá de eso lo que tenéis que saber de esta novela es que es tan divertida como tonta, nada tiene demasiado sentido y hay momentos, de verdad, de una absurdez tan inmensa que a veces pienso que he debido soñarlos. Pero da igual, es adictivo, funciona y eso es todo lo que importa.
Es en esencia muy parecido a Crepúsculo. No porque lo diga yo, las referencias dentro de la novela son muy directas y una de ellas me pareció de hecho hilarante. Cuando hablo con mis amigos de este libro es el trozo que siempre uso para recomendarlo, aunque no lo voy a incluir aquí por si a alguien le parece un spoiler.
De manera más específica, sobre su relación con la obra de Stephenie Meyer, voy a decir que es su heredero natural. La ficción vampírica adolescente para su generación.
Se ha actualizado sobre todo en las referencias populares, con sus momentos Harry Style y un lenguaje muy específico, que incluye mensajes de texto y argot con el consecuente potencial de convertirlo en una obra que envejezca de manera un poco extraña. En cualquier caso, para lo que es el momento actual que al fin y al cabo es lo que nos importa ahora, ninguna queja. Le da mucha vidilla, lo hace simpático.
Este arraigo de cultura pop no hace a la autora abandonar la tan extendida pasión adolescente que se puede ver, de nuevo en la propia Bella Swann, por los clásicos. Hay menciones a teatro, a Byron, a lo que haga falta para dar atmósfera romántica en un ya de por sí gótico internado.
La ambientación es, sin duda, un acierto. Y esto incluye que, un día, Tracy Wolff se levantó y dijo para qué voy a hacer una historia sobre adolescentes vampiros si puedo hacer una historia de todo lo que se me ocurra adolescente. Hay mezclas y representaciones que me parecen ridículas y las reacciones de la protagonista todavía más. A la vez, de nuevo, no me quejo porque incluso las cosas que de manera directa horripilan a mis preferencias en fantasía al final me hacían reír.
Aún así, aunque hago mucho hincapié en lo que lo disfruté, la verdad es que el libro tiene muchísimos problemas de ritmo. Cuando hice la reseña sobre Crepúsculo os decía que da igual que el enemigo sea soso y poco relevante porque el sabor a fanfic cotidiano era el perejil de la salsa. No es el caso aquí.
Anhelo tiene partes que solo pueden funcionar si compras la construcción del mundo y te tomas en serio varios de los momentos clave y, la verdad, no era mi caso para nada. Todo lo que no entra en la extraña categoría salseo mamarracho me aburrió y a veces mucho, hasta el punto de leer algunas secciones en vertical.
Y entre ellas destaco la batalla final.
Es una pena porque he leído algunas reseñas que ensalzan esa parte final y apostillan que el segundo libro tiene más de eso. Yo la verdad es que no quiero algo así, lo que espero continuando la saga son las risas.
De nuevo, otra cosa que ya comenté en la reseña de Crepúsculo. Yo entré ahí pensando que compartía una broma con la autora, descubrí que no y me horroricé un poco. Aquí estoy bastante segura de que parte de la broma es compartida pero también de que parte no, y de que eso puede hacer que no disfrute nada esta colección en adelante.
En fin, por lo menos siempre me quedarán los títulos de los capítulos, que me encantan. Son un puntazo.
Pasando a los personajes, la protagonista me resulta indiferente. Es más, olvido su nombre todo el rato. No tiene ninguna personalidad específica, es un cliché de chica que aún no sabe todo lo maravillosa que es para que cierto sector adolescente se puede sentir identificado y poco más. Está bien porque a la historia le va bien.
Sí es cierto que parte de su trama es ser huérfana y a veces a mí me escoció un poco, pero por fechas creo que entenderéis que es normal.
Lo mismo pasa con el chico protagonista, Jaxon Vega. Tiene el carisma propio de los malotes, los rasgos turbios (haciendo hincapié en esto, por cierto), las bromas y la belleza que se esperan de él.
Angsty teenagers y tópicos en diferente grado de dañinos. Lo que se viene buscando aquí, ni más ni menos.
Sí que es cierto que veo en Anhelo un intento de darle a la protagonista amistades femeninas e interacciones relevantes, pero yo creo que no lo consigue. Si ellos ya solo me importan en cuanto a arquetipo que conozco de toda la vida y disfruto de ellos así, los secundarios es que no me podrían dar más igual. Y eso cuando no son directamente una molestia.
¿PARA QUIÉN ES ANHELO?
Si estáis buscando reseñas de Anhelo para saber si leerlo o no creo que ya sois su público objetivo. No le deis más vueltas. Os vais a reír, vais a poner los ojos en blanco, vais a suspirar, pero al final es lo que os imaginabais que iba a ser desde el principio.
- Autora: Tracy Wolff
- Traducción: Vicky Charques
- Título original: Crave
- Publicación: 2020
- Editorial: Planeta
- Género: Romance/Sobrenatural
- Saga: Anhelo 1/6
- Páginas: 672
- ISBN: 978-84-08-26965-6