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The Vampire Diaries, creo que en la opinión de la mayoría de sus fans, tuvo sus mejores momentos según se iban desplegando los misterios de la familia original de vampiros. Estos personajes alcanzaron tanta popularidad y, además, eran tantos, que al final terminaron desgajándose en una segunda serie.
El episodio piloto, emitido dentro de TVD como el S04E20 (titulado The Originals), sirvió como pistoletazo de salida hasta que en octubre de ese mismo año el trasvase ya fue definitivo. Los hermanos Mikaelson se habían mudado a Nueva Orleans y, aunque mantendrían algunos guiños y tramas cruzadas, su vida quedó separada de los Salvatore y compañía.
Qué os puedo decir. Esta serie tenía de su parte la ubicación, los actores, la música, las tramas, el trasfondo. Todo, lo tenía todo. Y, en mi opinión, a pesar de eso lo hizo muy mal desde el principio.
No es que sea infumable, de hecho es bastante entretenida y presenta unos personajazos que emocionan. Es que no le saca potencial a nada de lo que tiene, está llena de sinsentidos y la evolución de los protagonistas la mayor parte del tiempo se me hace ridícula.
Los Originales parte con los mismos problemas de base que su predecesora. En un mismo minuto te dan lo mejor y lo peor de la televisión. Un capítulo puede tener veinte escenas de temas tratados genial, personajes increíbles y momentos divertidos, dramáticos y graciosos hechos con buen saber hacer. Y luego treinta en las que no se acuerdan de lo que ellos mismos han contado, utilizan tópicos dañinos y ni el carisma de sus actores puede hacer menos ridículas algunas partes del guion.
Lo que pasa es que a esto se le suma que, aunque incluso llegaron a acortar las temporadas, nunca tuvo el ritmo de The Vampire Diaries. Las tramas se les atascan, solo un par de enemigos están a la altura de sus protagonistas y es desesperante que una y otra vez los lazos de amistad y familiares (que son el motivo de ser de la serie) no funcionen.
Todo lo que avanza un capítulo lo desanda el siguiente y la frustración se acumula.
Tampoco ayuda la separación de tramas. A Klaus, el principal, le separan de lo que le hace humano y un buen protagonista para una serie e intentan sustituirlo por otra chica rubia con carácter y, por muy buenas hitorias que pueda tener a veces, queda bastante turbio y ridículo. Y funciona a la inversa. Sacando a Rebeca de The Vampire Diaries hay un personaje (Matt) que nunca recuperó interés. No me voy a extender más en esto, pero pesó bastante en ambos lados.
Compensando, como comentaba, los personajes son sobresalientes y los actores expresivos y divertidos. Cuando las cosas funcionan tienen un nivel mejor que el de su serie madre porque, de verdad, tenían todos los elementos para ser gloriosos desde antes de entrar en antena.
Además añaden nuevos e interesantísimos personajes al mix como Marcel, una suerte de hijo adoptivo con unos guiones y evolución horribles pero que tiene un actor que se hace simpático, se adueña de un montón de escenas y es capaz de dar algunos de los momentos más emocionantes del show. Y eso que es difícil conseguir destacar entre el tandem de los dos hermanos protagonistas, Niklaus y Elijah. Al final, igual que en TVD, por muy coral que sea nunca deja de ser la historia de dos chicos descubriendo cómo perdonarse años y años de desagravios y amor.
A pesar de lo muchísimo que se sabotea a sí misma los Originales, se sostiene porque la familia (la de sangre y la elegida) tiene un encanto extraordinario y si eres capaz de aguantar hasta el final, aunque de nuevo hay cosas que hubiera preferido muy diferentes, te hace llorar y admirar al menos una parte del camino hasta aquí.
Voy a usar el nombre en inglés porque me niego a llamarla crónicas vampíricas. Para mí esas son y serán siempre las de Anne Rice. Espero que me perdonéis.
Empezamos.
The Vampire Diaries es una serie del canal estadounidense The CW que se estrenó en 2009, el año después del boom de la aparición cinematográfica de Crepúsculo. Como tantas otras historias de vampiros apareció para rellenar la demanda del mainstream con un marketing dirigido en especial a las chicas jóvenes. Su peculiaridad es que se basa en una saga de libros 18 años previa.
El espacio que pretendían ocupar era el de un producto para un público ligeramente mayor, con un empleo más explícito de la violencia y la crueldad, pero manteniendo los tópicos escolares y de personalidad que habían hecho a Crepúsculo tan popular.
La trama sigue la historia de dos hermanos vampiros llamados Damon y Stefan que, tras años de confrontaciones, vuelven a su pueblo natal y para sorpresa de nadie se enamoran de la misma chica, Elena, una adolescente huérfana.
Es una serie extraña.
Por un lado tiene unos personajes increíbles y por otro a unos personajes aburridos y odiosos como ellos solos. Otro día te salen con una trama y una mitología interesantísima, unos enemigos que ya quisieran otras series que tienen mayor consideración. Y de pronto los enemigos son ridículos, los guionistas parece que no se acuerdan de lo que ellos mismos habían escrito antes, todo es absurdo y nada tiene sentido.
Y, lo peor de todo. Tan pronto están tratando temas delicados e interesantes como te empiezan a salir banderas confederadas o no tienen la más remota idea de qué hacer con la única de sus protagonistas negra, Bonnie, que queda reducida la mayor parte del tiempo a un Deus Ex Machina bastante irritante. Un día te dan representación, al siguiente deciden acabar esa trama de la peor manera posible.
Todo lo que acabo de describir puede suceder, sin exagerar, en el mismo minuto.
Adentrarte en las ocho temporadas de The Vampire Diaries (171 episodios) es un paseo por lo mejor y lo peor de la ficción sobrenatural televisiva. Si habéis visto otras series de The CW como, por ejemplo, Sobrenatural, tiene más o menos sus mismos defectos y virtudes pero con menos sentido del ridículo. Marca de la casa.
En mi caso ha sido un flotador en tiempos convulsos y la he adorado incluso en sus malos momentos (que son legión). Ayuda muchísimo que, como buen culebrón, suela terminar los episodios con algún gancho y que no tenga prácticamente relleno. Todo avanza rápido y siempre tiene algo de espacio para el humor. He llorado, me he emocionado una barbaridad y me he involucrado muchísimo.
Aún así es difícil de recomendar.
Si tenéis necesidad de avisos de contenido, por si no ha quedado claro con lo anterior, esta serie los tiene todos. La violencia exagerada (física y psicológica) y el drama constante son sus rasgos definitorios. A veces es hilarante, a veces tiene tacto pero la mayor parte del tiempo, lo reconozco, está mal.
No pretendo que la ficción sea moralizante (aléjate de mí, Moratín) ni espero que los personajes sean bolas de luz y virtud. Y menos en una serie que tiene la violencia como uno de sus rasgos de identidad. El problema es la balanza de acción/reacción que sigue The Vampire Diaries.
Os pongo un ejemplo que no considero spoiler porque es una obviedad.
En la primera temporada Damon Salvatore, interpretado por un sobresaliente Ian Somerhalder, actúa como enemigo. Durante todos los capítulos sabes que en algún momento va a pasar al grupo protagonista porque la tensión sexual con Elena se masca en el ambiente y porque lo que de verdad importa en la serie es la relación con su hermano Stefan.
Pues bien. Durante el tiempo que dura como malo por excelencia Damon viola repetidas veces a una de las protagonistas. En este período ese personaje es tratado como una chica irritante y superficial. Cuando esto termina y Damon tiene un peso diferente los personajes que rodean a la chica actúan como si esto no hubiese sido tan terrible de manera constante.
Para más inri, la trama de ella (mi personaje favorito, de hecho) se basa en gran medida en que después ya no es la chica que se dejó hacer eso. Luego está muy bien construida y es increíble lo que hacen con ella pero el cómo y el por qué son de un mal gusto que se me quedó atragantadísimo.
A la vez siempre tienen algún personaje completamente en contra de lo sobrenatural, al que todo le parece malo, y que se me hace invariablemente insoportable. Quizá pretendían con ellos equilibrar lo anterior pero está muy mal hecho y los dos lados son muy desagradables.
Como decía arriba, mi problema no es con la violencia y la redención aunque este sea un tema complicado. Es la balanza de acción/reacción. Y estos personajes siempre a la contra de todo son insoportables porque sus reacciones no están en absoluto medidas por lo que está pasando. Su única personalidad es llevar la contraria y odiar cosas y personas.
Aún así, si os tengo que dar un único motivo para ver The Vampire Diaries, siempre van a ser los personajes. No todas las actuaciones están al mismo nivel, a veces se les nota que no les interesa en absoluto lo que están haciendo y hay cosas de guion que no podría decirlas con una interpretación espectacular ni el mejor de los actores. Pero en el conjunto el casting es excepcional y tienen tramas apasionantes.
Los creadores tienen un don para los monstruos.
Si yo hubiera tenido la oportunidad de hacer esta serie la habría hecho muy diferente, pero el esqueleto que tiene es magnífico y si buscáis una serie larga para engancharos, podéis y queréis ignorar todo lo anterior, os la recomiendo muchísimo.
En caso de que os abrume la cantidad de episodios os aviso de que en el momento en el que apareció su spin-off (los Originales) y sacaron de la serie a sus mejores personajes empieza a empeorar a velocidad de vértigo. Así que una vez pasada la cuarta temporada puede ser un buen momento para dejarla.
Si queréis echarle un ojo en España la tenéis junto a sus spin-offs (excepto dos muy cortitos llamados a Darker Truth y the Awakening) en HBO.
Argumento: Kurouzu, un pequeño pueblo rodeado por la niebla en la costa de Japón, está maldito. Según Shûichi Saitô, el novio de la joven Kirie Goshima, su hogar está encantado, no por una persona, sino por un patrón: UZUMAKI, la espiral, el secreto hipnótico que da forma al mundo.
Cuando Mira Bai Winsby entrevistó a Ito en 2006 el autor japonés explicó este cómic como un intento de subvertir la visión positiva tópica de las espirales en la ficción japonesa ubicándolas en un ambiente Lovecraftiano.
Aunque siguiendo una trama única Uzumaki es en realidad una sucesión de historias cortas. La primera sobre todo puede considerarse autoconclusiva.
¿CÓMO ES UZUMAKI?
Como es un tomo gordo y la narración está fraccionada lo empecé pensando que le dedicaría aproximadamente una semana. Bueno. Lo terminé esa misma noche.
Leer este manga es meterte de lleno en una narrativa entre lo absurdo, lo terrorífico, un humor muy extraño e imágenes profundamente inquietantes.
Decir que una historia sobre un lugar en el que empiezan a aparecer espirales puede ser un manga de terror sobresaliente suena sin duda bastante extraño, pero a la vez creo que el concepto es bastante intrigante por si solo. La representación de este tipo de simbología va asociada a cosas como Fibonacci y caracolas, naturaleza evocadora, cabellos espesos y rizados, y por eso mismo resulta orgánico que llegue este género y lo retuerza.
Es prácticamente la vocación del terror y Junji Ito recoge muy bien el guante.
Al ser una temática tan común, además, le permite hacer todo tipo de guiños como este cielo en clara referencia a la obra de Van Gogh.
¿Y qué tipo de terror nos presenta el autor japonés?
Va a por lo inquietante, lo incómodo. Leyendo Uzumaki no os vais a asustar y tampoco vais a ver, en general, gore. El objetivo de Uzumaki, que ya decía al principio de la entrada que tiene vocación Lovecraftiana, es nadar en lo extraño. En imágenes que son representaciones retorcidas de tópicos opuestos.
Esto podéis verlo muy bien, por ejemplo, en la imagen que sirve de portada. Si se considera algo hermoso y deseable socialmente que las mujeres tengan el pelo largo y ondulado Ito nos da viñetas en las que el cabello está fuera de control.
Ese momento es también un buen pie para hablar de otra de las características principales de Uzumaki. Aunque a menudo es serio y de un dramatismo doloroso el tono varía de historia a historia e, incluso, de momento a momento. A veces es gracioso, a veces, como con el pelo, es tan ridículo que no sabes muy bien por dónde cogerlo y otras es inquietante, triste e incluso descorazonador.
En mi opinión una de sus mayores virtudes es que, incluso cuando no sabes si deberías reírte o no y tienes el ceño un poco fruncido, el impresionante apartado gráfico te regala unas imágenes que por lo menos a mí me van a acompañar siempre.
Os decía más arriba que Uzumaki no puede considerarse una historia gore aunque tenga alguna que otra escena que sí caería en esa categoría. Lo que sí tiene, y mucho, es ‘body horror’ o terror biológico. Es decir, uno de los aspectos en los que más se recrea es en manipular el físico humano para crear imágenes perturbadoras. Creo que este tipo de representación sale en todas las relatos que componen el tomo.
También tienen en común siempre la ubicación y la protagonista, a la que van rodeando secundarios recurrentes (como su novio) y otros que aparecen de manera variable.
Una de las cosas que más ha llamado la atención de Uzumaki, por lo que he leído en otras reseñas, es que la gente no se vaya de Kurouzu y que no reaccionen más a los eventos que se van sucediendo. A mí es un aspecto que me ha encantado, de mis cosas favoritas de la historia.
Con honestidad os digo que, en mi experiencia, una gran parte de las veces es la manera en la que reaccionamos como sociedad a las cosas. Poniendo mala cara pero sin hacer nada. Vivimos rodeados de delitos de odio y cosas perturbadoras que no detienen nuestras vidas. Solo un porcentaje pequeño de las cosas terroríficas a nuestro alrededor tiene espacio en las noticias y en la indignación colectiva. De una noticia impactante pasamos en segundos a otra noticia impactante.
Kurouzu está sumido en el mismo ritmo entre adormilado y frenético en el que se mueve la humanidad. Esto se acentúa de manera especial entre familias y comunidades que se conocen desde hace mucho tiempo y creo que es un acierto que tenga un papel tan predominante en la historia.
Además va acompañado de un tratamiento de la obsesión en distintas maneras que se refleja perfectamente en el dibujo y es espectacular.
El fallo que sí que le reconozco a Uzumaki es que, a medida que avanza la trama, parece que se le va yendo de las manos. Me gusta mucho cómo crece la mitología y cómo va empeorando la situación mientras las explicaciones son más bien vagas, pero sí es cierto que el ritmo va decayendo y que algunas partes del final no están a la altura.
¿PARA QUIÉN ES UZUMAKI?
Si os gusta el terror inquietante, las escenas impactantes y no lo vais a pasar mal con momentos marcadamente desagradables lanzaos de cabeza. No obstante no os lo recomiendo si no estáis acostumbrados a leer manga.
En la ficha del principio os hago notar que está descatalogado. Aún así no es muy difícil de encontrar.
En 1973 Blade hizo su primera aparición en el número 10 la tumba de Drácula, un cómic de Marv Wolfman y Gene Colan. Esta saga de cómics de Marvel se publicó desde el 72 al 79, haciendo un total de 70 grapas, y presentaba un grupo de cazavampiros que se enfrentaban a Drácula y otras amenazas.
Este Blade tiene como peculiaridad la inmunidad al vampirismo y unos cuchillos hechos de madera de teca (un tipo de árbol). Si tenéis curiosidad podéis echarle un vistazo a las primeras páginas del número donde hace su aparición, de manera gratuita, en Comixology.
Como os podéis imaginar desde el inicio de los 70 hasta finales de los 90 los gustos estéticos cambiaron bastante y eso sumado a la nueva visión creativa de Goyer y Norrington terminó en el Blade de larguísima chaqueta de cuero que arrasó en la taquilla internacional.
Por supuesto también tuvo mucho que ver la denuncia de Marv Wolfman contra Marvel, New Line y Time Warner por los derechos del personaje. El creador perdió pero, aún así, no podían arriesgarse a tener demasiadas similitudes con el material original. Si querían hacer una película de Blade y no dar ni un duro a Wolfman y Colan este era el camino.
Recaudó 131’2 millones de dólares. Su realización había costado 45.
En su versión cinematográfica Blade es el hijo de una humana mordida por un vampiro, del que heredó sus capacidades especiales pero no sus puntos débiles. Su principal enemigo es Deacon Frost, un hombre convertido mucho tiempo atrás que se enfrenta a la nobleza vampírica y busca el poder a través de antiguas leyendas. Completando el equipo de personajes principales está Karen, una hematóloga que cae muy en contra de su voluntad en el mundo de la noche, y otro cazador de vampiros y mentor de Blade, Whistler.
Si tuviera que elegir una sola palabra para definirla sería intensa.
Blade es una buena adaptación del cómic como formato. Siento que tanto el guion como los efectos de sonido y la acción se sienten muy cercanos a su medio de origen y es algo que aprecio bastante.
Los enemigos entre medias, la sensación abierta de la conclusión pero con enemigos finales y sorpresas cósmicas, los colores, cómo la historia sigue a Karen mientras el verdadero protagonista es siempre Blade, me grita viñetas. En las peleas el buen hacer de Wesley Snipes mezclado con unas coreografías bastante surrealistas a menudo, con elementos de pura exhibición, es todo lo que esperas en un superhéroe. Incluso sus frases cortas y taciturnas, acompañadas de la conocida y cómica sonrisa a cámara parecen sacadas de un tebeo.
Es cierto que no acompañan los efectos especiales y, sobre todo, no en la escena final. La verdad es que no importa demasiado. Si habéis visto, por ejemplo, el señor de los anillos, la escena en la que Legolas se sube de un salto al caballo, sabréis que a veces no importa tanto la calidad como la charla que vas a tener con tus amigos después. Aquí pasa lo mismo.
Esta película tiene muchos defectos pero a mí no me quita la sensación conjunta de diversión palomitera y drama intensito en ningún momento. Y es lo que busca la película, un tono entre lo gore, lo dramático y el humor un poco ridículo. Cumple su objetivo de sobra.
Como buena hija de finales de los 90, Blade se luce en el apartado estético con el negro y el cuero. También vais a reconocer sus años, sin duda, en el pelo y estilo del antagonista. A esto le acompaña una banda sonora también muy de su época y que, aunque reconozco que hace el efecto perfecto a la película, es de los apartados con los que menos conecto.
Creo que una de las cosas que más enamoran en esta cinta es que es una de esas producciones que sientes que sus creadores están disfrutando. Es solo una percepción, es posible que la mayoría la odiasen, pero cuando todos los engranajes cuajan y hay una sensación de fluidez y amor por el medio yo como espectadora lo disfruto mucho también.
Si no la habéis visto ya, os gustan las películas de acción, no necesitáis demasiada lógica ni unos efectos espectaculares, os recomiendo mucho que le echéis un ojo. Es una gran película de vampiros y muy entretenida en cuanto a acción y elementos superheróicos.
Es una compilación de ocho relatos cortos de terror escritos y dibujados por Junji Ito. Comprende:
Futón
Espectros de madera
Tomio y el jersey rojo de cuello alto
Una separación lenta
Miss disección
El ave negra
Magami Nanasuke
La mujer que susurra
¿CÓMO ES FRAGMENTOSDEL MAL?
Creo que lo que define al terror como género es la sensación de inquietud, el malestar en determinadas partes del cuerpo, una sensación incómoda similar a tener insectos recorriéndote la piel. No digo nada nuevo al escribir que Junji Ito es un maestro creando estas emociones en el lector.
El epílogo comenta que, según su editor al leer el primer relato, después de un tiempo navegando en otros géneros había perdido mano en el que le ha hecho famoso. A mí me parece una buena compilación, sólida. Como poco entretenida.
En los principios de las historias encontramos un dibujo poco recargado que, fiel al estilo del autor japonés, va ganando en líneas según las páginas se llenan de imágenes perturbadoras y el status quo queda roto. Me gusta muchísimo el estilo de Ito, sus pieles de apariencia porcelanosa que van dando paso al horror.
Las ocho historias son muy cortitas así que no tengo mucho que deciros que no sea spoiler. De todas formas me gustaría destacar algunas cosas.
Magami Nanasuke me parece de muy mal gusto. Incomodar y cruzar líneas es la razón de ser del terror pero hay cosas que no son inquietantes, son simplemente absurdas y tiene algunas frases que podría haberse ahorrado perfectamente. En especial porque esta historia pretende ser más cómica que otra cosa.
Este relato, dando la vuelta al Misery de Stephen King, es el encuentro entre una fan y su escritora favorita que resulta ser trans. Obviamente a partir de aquí hay muchas más cosas pero sin hacer spoilers esto es lo relevante.
La colección se publicó en la revista Nemuki, especializada en historias de terror dirigidas a un público femenino. Con esto en mano podemos deducir que Magami Nanasuke es una parodia de sí mismo que es, de hecho, un giro muy interesante. Pero en realidad no quita para nada el mal sabor de boca.
Quitando esto, como decía, me parece un buen tomo.
Curiosamente me gustan bastante sus personajes femeninos, en especial sus monstruos, las dinámicas que tienen con los masculinos y las resoluciones consistentemente desagradables.
Mis favoritos han sido Tomio y el jersey rojo de cuello alto y la mujer que susurra, pero excepto con el arriba mencionado lo he pasado bien con todos.
Sobre la edición lo de siempre con estas publicaciones de Ito. Me gusta la traducción, me parecen cómodas de leer pero tienen un precio solo accesible a lectores con grandes sueldos o que decidan sacrificar una gran parte de su presupuesto en un único manga cortísimo. Además, igual queFrankenstein, Fragmentos del Mal tuvo una edición hace apenas cuatro años con un precio mucho más razonable. De nuevo yo he podido sacarlo de la biblioteca, si tenéis una cerca os recomiendo que miréis por si acaso.
¿PARA QUIÉN ES FRAGMENTOS DEL MAL?
Amantes de lo inquietante e incómodo y seguidores de Junji Ito. No sé si es el mejor sitio para empezar con este autor, desde luego no es su trabajo más destacable, pero como son historias muy cortas se hace muy accesible.
Aviso de contenido para crueldad animal, violencia explícita y transfobia.
No te enamores tanto de la noche como para perder tu camino.
El cinco de mayo de 1976 se publicaba el libro que cambiaría el panorama de la ficción vampírica para siempre: entrevista con el vampiro.
No es que ofreciese algo completamente novedoso, por ejemplo un par de años antes ya se había empezado a publicar en el otro extremo del mundo el clan de los Poe, de Moto Hagio, pero Rice fue quien se hizo con el trono de la fama internacional y pavimentó el camino de la nueva ficción gótica escrita por mujeres.
Si buscáis una lista de novelas de vampiros podréis observar que su publicación se divide en dos corrientes. Una es cuando se pone de moda utilizarlos como criaturas salvajes y la otra el prototipo de noble adinerado sin escrúpulos que popularizó Polidori. Anne Rice optó por esta última y perfeccionó los matices y giros que hoy encontramos más a menudo en el género.
La piedra angular pretendía ser Louis de Pointe du Lac, un vampiro obsesionado con la búsqueda de dios y el seguimiento de una vida moral. Aquí uno de los trazos de maestría de Rice fue no delimitar al personaje por lo que un humano consideraría bueno, si no medirle con unos estándares aplicables a lo sobrenatural. Louis no es una persona más intentando ser bondadosa, es una criatura de muchos años con una concepción del mundo formada a través de unas experiencias diferentes.
La gente que deja de creer en Dios o en la bondad sigue creyendo en el mal.
Sin embargo, aunque Louis es muy llamativo por sí solo, las dos estrellas de la historia resultaron ser los secundarios.
Por un lado está el famosísimo Lestat de Lincourt. No solo es el favorito de los fans, también de la autora, que de hecho después de esta novela centraría todos los libros de las crónicas en él. Es uno de esos personajes que, aunque puedes definir, siempre vas a quedarte corta. Es histriónico, dramático, aterrador, en ocasiones tira hacia el patetismo y siempre está rodeado de un aura carismática y misteriosa. Su brújula moral parece haber sido alterada por elementos aún ajenos a la historia en esta primera novela y la manera en la que navega el vampirismo resulta magnética para el lector.
Su relación con Louis ha hecho correr ríos de tinta en los que no voy a ahondar de momento por no hacer spoilers. Baste decir por ahora que nunca funcionan tan bien como cuando aparecen juntos y que el lector llega a percibir muchas cosas que el narrador no parece capaz de ver. Esto otorga a la novela, que es autoconclusiva aunque las crónicas sean larguísimas, la sensación constante de que te falta algo. Y lo digo en un buen sentido.
Ser un vampiro para él significaba venganza. Venganza contra la propia vida.
Por otro está Claudia. En 1972, cuatro años antes de que apareciese la novela, la hija de la autora fallecía de leucemia con solo cinco años. Todo en entrevista con el vampiro gira en torno a esta desoladora experiencia y a la educación cristiana que había recibido Rice, pero nada lo hace tanto como el personaje de la niña inmortal. No es la primera pequeña vampírica de la historia, de hecho la propia Moto Hagio antes mencionada creó un personaje muy similar, pero sí es, en mi opinión, la más interesante.
Cuando hablamos de personajes infantiles en literatura casi todo está guiado por la idea de Alicia y de Peter Pan. Claudia les hace de contrapunto oscuro. Si las historias antes mencionadas tratan el paso a la edad adulta, Anne Rice se recrea en ese momento específico de lo que, para una niña técnicamente muerta, nunca puede ser. Es descorazonador y está escrito de una manera soberbia.
También hay otros personajes interesantes en la novela, de los cuales Armand y su teatro de los vampiros son los más destacables. De nuevo, igual que con la presentación de Louis, aquí la autora hace un trabajo maravilloso en describir a estas figuras que, aunque en cuerpos humanos no son como nosotros.
La representación del amor y de un tipo de sensualidad que no abarca lo que solemos considerar como sexual ayuda mucho a estos aspectos de la historia.
La ambientación de entrevista es también espléndida. Por momentos puedes sentir el calor y la vida de Nueva Orleans, la exquisitez de París o el frío y la humedad de Europa del Este. Anne Rice ha asegurado en varias entrevistas no haber hecho una gran investigación de los mitos vampíricos antes de su novela, pero es capaz de conjugar todos sus elementos principales en una historia redonda.
Dios mata y nosotros también.
Tiene una manera de escribir densa y onírica, existencialista. Soy una lectora impaciente y este no suele ser mi tipo favorito de narrativa pero me es imposible no caer en su mundo oscuro, lleno de luto y de estancamiento. Toda la novela habla de aquello que no dejamos ir, de cómo el tiempo pasa y puede parecer eterno, todo cambia a nuestro alrededor y a veces nosotros no somos capaces de evolucionar con ello.
Entrevista con el vampiroes un libro muy triste. Ha supuesto para mí embarcarme en muchos sentimientos difíciles y desagradables y, a la vez, no poder despegar la nariz del libro. La primera vez que lo leí, en la adolescencia, quedé prendada del ambiente, de la música clásica, del teatro y de la elegancia. La segunda vez me he enamorado de la desesperanza que desprende, de la escritura de Rice y del soberbio retrato que hace del luto.
Colección: los misterios de los vampiros del sur (1/13 + acompañantes)
Cuando el vampiro entró en el bar, yo llevaba años esperándolo.
¿QUÉ ES MUERTO HASTA EL ANOCHECER?
Si los misterios de los vampiros del sur ya eran muy famosos por sí solos creo que, tras el estreno de la serie de televisión True Blood, el alcance es espectacular. Aún así os cuento un poco el argumento para ir entrando en materia:
Sookie Stackhouse vive en un pueblo del sur de Estados Unidos. Es guapa, cabezota, atrevida, puede leer mentes y trabaja de camarera. Su vida, y la de todo el mundo, cambia con la aparición de la sangre sintética embotellada, un invento que permite a los vampiros ocupar espacio en la vida pública y que llevará a su vida al vampiro Bill y un montón de problemas.
¿CÓMO ES MUERTO HASTA EL ANOCHECER?
Antes de nada voy a daros un consejo ahora que han pasado bastantes años. Sé que es difícil, pero intentad leerlo sin pensar en la serie de televisión. Con ella en la cabeza es probable que os decepcione en un sentido u otro.
Si True Blood destaca desde el principio por una galería de secundarios y subtramas grande, muerto hasta el anochecer lo hace por centrarse casi exclusivamente en Sookie y Bill con pequeños destellos de Sam, Eric, Jason y la abuela Stackhouse. Es muy cortito, podríamos decir que una introducción que se lee muy rápido y de verdad os recomiendo verlo así.
Dicho esto, es un libro divertidísimo. Las páginas se pasan casi sin darte cuenta y congenio mucho con el humor de Charlaine Harris.
La idea de poner a tu vampiro protagonista el seductor, principal interés romántico, como un señor con el nombre Bill, soso y vestido como el típico señor en fachaleco tiene mucho más mérito del que quizá estéis pensando. En lo personal, no me gusta Bill ni aquí ni en la serie de televisión, pero el personaje en el libro está construido de una manera maravillosa. Es tan ridículo y se toma tan en serio a sí mismo que me resulta hilarante.
He empezado por él porque adoro cómo se mezcla eso con lo asertiva que es Sookie y la enorme confianza que tiene en sí misma.
Puede que no tenga educación y que sea ingenua, pero no soy estúpida ni inculta.
Su relación desde el principio está basada en que para ambos es cómodo estar juntos, tienen las hormonas revolucionadas y son muy guapos. Y la verdad es que lo adoro porque más que un sentimiento de instalove genera naturalidad y bastante diversión.
Y es una cosa que me encanta de Sookie, cómo su sentido de la practicidad invade la novela. Cómo se expresa, las decisiones que toma, sus interacciones con el resto de personajes. Ni la hacen ni buena, ni que empatices, si no que la convierten en el condimento necesario para esta historia de cinismo sureño.
Esto es importante porque la ubicación, el norte rural de Luisiana, es uno de sus elementos más destacados. Harris utiliza los estereotipos que van asociados a esa zona de Estados Unidos, desde el racismo a la hospitalidad, los estira hasta el extremo y les añade tener que lidiar con vampiros. Y lo hace muy bien.
Los secundarios son, quizá, el punto más débil de la novela. Es muy extraño decir esto en un libro en que sale Eric y Eric, es, simplemente, genial. Pero todos los demás son bastante olvidables, o, como en el caso de Sam, irritante.
El vampiro que me señalaba Bill era desde luego atractivo. De hecho era radiante: rubio, ojos azules, alto y de anchos hombros. Llevaba puestos unos vaqueros, un chaleco y botas, y nada más. Se parecía a los hombres de las portadas de las novelas rosas. Me dio miedo hasta el tuétano.
Y eso que en las descripciones que hace Sookie de su hermano están algunos de los momentos más divertidos del libro.
No es un libro feminista o que presente una diversidad positiva, pero si es un libro que utiliza todos los elementos a su alcance para hacer una parodia muy bien llevada de lo contrario. Tanto es así que la autora no necesita esforzarse en crear un malo bien definido, la ambientación se encarga de que no haga falta.
Por otro lado sé que todos, incluida yo, nos acercamos a los misterios de los vampiros del sur por las tramas románticas. Es desde luego la base del argumento. Pero que eso no nos haga olvidar que muerto hasta el anochecer es también una fantasía urbana con elementos muy reseñables.
Para empezar la idea de la sangre sintética es estupenda. De ahí vamos a la historia de qué son los vampiros, siendo la versión pública una supuesta enfermedad y no que se trate de muertos vivientes. Y con eso Harris navega muy hábilmente el terreno de los medios de comunicación y la manipulación de la gente con dinero.Con todos estos elementos corona una novela sobre prejuicios y vivir en sociedad.
En este punto voy a volver a recalcar que este no es un libro feminista o que haga buenas representaciones. Pero, aún así, lo que mueve la historia son asesinatos de mujeres, cómo se las juzga y la manera en la que el pueblo de Sookie reacciona. Es muy muy interesante, está muy bien hecho y subrayo que esta es una fantasía urbana que, en lo conceptual, no tiene nada que envidiar a otras que no son famosas por sus romances.
Para terminar, hablando sobre la edición ya que esta vez sí lo he leído en español, quizá habéis visto en la ficha que la novela está descatalogada. No creo que sea difícil de encontrar, pero siempre está bien saberlo. La traducción me suena poco natural a veces pero en general no tengo queja.
La criatura a la que amaba estaba en alguna parte, en un agujero bajo tierra, a todos los propósitos muerta hasta el anochecer.
¿PARA QUIÉN ES MUERTO HASTA EL ANOCHECER?
Buscas un buen romance paranormal, este es tu libro. Si te quedaste con curiosidad por la serie de televisión ¡anímate, es muy cortito y se bebe!
Publicado por primera vez en The Illustrated Sporting and Dramatic News en 1891, este cortísimo relato de fantasmas pasaría a ser uno de los más populares del autor de Drácula. En 1914 apareció en su compilación más usual, el invitado de Drácula y otras historias de terror (Valdemar, 2012), pero en realidad puede encontrarse en todo tipo de compilaciones, la mayoría de relatos famosos de terror victorianos y eduardianos.
En teoría está inspirado en An Account of Some Strange Disturbances in Aungier Streetde Joseph Sheridan Le Fanu, autor de Carmilla.
Ya no tiene derechos de autor, así que podéis encontrar la antología entera en el Proyecto Gutenberg.Desconozco si hay traducciones libres también.
La casa del juez sigue la historia de Malcolm Malcolmson, un estudiante que, además de tener un nombre muy original, busca un lugar tranquilo para prepararse un examen de matemáticas. Termina en Benchurch, una ciudad pequeña de la que nunca había oído hablar y en la que alquila una gran casa que la gente de la zona rehúye. Allí solía vivir un juez conocido por su crueldad, cuyas sentencias se aplicaban con una soga en el mismo salón que ocupa el estudiante. Por si fuera poco está llena de unas ratas especialmente ruidosas.
Os diré que lo primero que me llamó la atención de este relato fue descubrir si era una historia navideña o no, dado que se publicó en la edición festiva de la revista un cinco de diciembre. Y sí, lo es. No en el sentido Papá Noel si no en su intención de la exaltación de la fe cristiana. Malcolmson es definido como muy racional, tanto que por un lado no reconoce las señales que deberían haberle hecho marcharse y por otro no distingue, ni con pruebas empíricas, la que debería ser su verdadera arma (según Stoker), la Biblia.
Os lo cuento así y os va a parecer lleno de moralismo poco apetecible. No es el caso, es un relato bastante bueno. Aunque la intención que os he contado arriba no es en absoluto sutil la verdadera estrella de la historia son las ratas.
El coco es todo tipo de cosas ¡excepto el coco! Ratas, ratones y escarabajos (…) Las ratas son el coco, te digo, y el coco son ratas ¡y no se te ocurra pensar otra cosa!
No puedo decir mucho en este tema porque, como digo, es una historia breve y no me gustaría hacer ningún spoiler. Siendo sucinta, Stoker nos da un juego de apariencias y un pequeño misterio que, aunque podemos decir que se resuelve, deja espacio a la imaginación. No soy una persona de roedores pero en esta trama me han gustado bastante.
El relato es, además, muy teatral. Si habéis leído antes a Stoker esto no es una sorpresa, es una de sus características. Estuvo muy unido a los escenarios de su época y sus obras tienden a destacar mucho la iluminación y dar la sensación de entradas y salidas por los foros.
A la vez es un autor con el que siento que se esforzaba mucho en algunas cosas y, teniendo esas, no pulía tanto el resto. Pese a ser una historia tan corta se siente con una narrativa un poco desigual.
Como curiosidad final, en la edición por el 120 aniversario de The Swan River Pressla introducción de la obra corre a cargo de Mike Mignola, el autor de Hellboy. En ella destaca la manera en la que Stoker construye la tensión y habla de los sentimientos encontrados con el final, que define como tontorrón pero cuya simpleza lo hace a la vez funcionar.
Autor: Brecht Evens Editorial: Astiberri Fecha de publicación original: 2018 Precio: 25€ Páginas: 128 ISBN: 978-84-16880-56-0 Traducción: Maria Rossich
Me gusta dividir las reseñas en tres secciones (qué es, cómo es, a quién puede gustarle) pero es un formato muy poco indicado para explicar esta obra. En realidad cualquiera lo es. Hablar de Pantera es una necesidad y a la vez una tarea casi imposible, en especial si intentas dedicar el texto a alguien que aún no lo ha tenido en sus manos.
Es un tebeo muy corto que se beneficia del desconocimiento absoluto del lector y a la vez es uno de los trabajos que he encontrado con más necesidad de aviso de contenido. En resumen, no le puedo recomendar Pantera a nadie sin destripársela entera pero es un trabajo sobresaliente que merece mucho la pena.
A partir de aquí va el spoiler del argumento principal, que seguiré mencionando hasta el final del texto.
Pantera es una historia sobre los abusos en la infancia.
Si miráis las biografías de varios de los grandes padres de la ficción infantil habréis visto la sombra de la pederastia que vuela sobre ellos. Esta historia tira de este hilo y lo hace muy bien.
Cristina, la protagonista, es una niña pequeña que vive con su padre. Su madre no está y pocas escenas después (el libro no tiene viñetas como tales) vemos cómo va aumentando ese aislamiento, remarcado además por lo persistente del mismo escenario que es la casa y, en especial, la habitación de la niña.
Sabemos que sale, que hay cosas que pasan fuera de cámara, que los días y las noches se suceden, pero el ambiente es invariable. En este contexto aparece la misteriosa Pantera, una suerte de amigo imaginario capaz de hacer cualquier cosa y de contar cualquier mentira para ganarse la confianza de Cristinita. Su principal reclamo son cuentos de un mundo extraño, allí él es príncipe y todo sucede de acuerdo a los deseos de la niña. Nada es una verdad inamovible si eso puedo disgustarla.
Como podéis ver, tanto la portada como el interior hacen gala de un arte impresionante, colorido y llamativo. Donde ningún trozo es igual que el anterior y la Pantera puede ser cualquier cosa según convenga. Esto es lo que Cristina absorbe de su nuevo amigo, no solo la compañía, también el cambio, la exaltación, el deseo de ser especial y querido. El cómic sigue al dedillo el proceso estándar de una Alicia en el País de las Maravillas pero el elemento siniestro y perturbador, la sensación de que algo no es como debería, sigue creciendo a medida que avanzas la lectura.
Una de sus particularidades es como decía esa especie de encierro. Cristina nunca puede viajar a Panterlandia porque Panterlandia, por supuesto, no existe. Es un cuento, un deseo. Así que su habitación, en su mente, empieza a convertirse en el lugar. Se mimetiza con la pantera. Esto es uno de los toques maestros de la historia porque al final de Alicia o de Peter Pan los protagonistas vuelven a casa y comienza el rito de paso hacia la edad adulta. Este nunca puede ser el caso de Cristina, no tiene ningún sitio al que volver y avanzar. Ya está en el lugar donde debería sentirse más segura del universo.
De verdad no creo que pueda hacer justicia a lo bien narrado que está Pantera y lo espectacular de su apartado gráfico. Es desagradable hasta la nausea y por momentos te pone los pelos de punta, dejándote un nudo en la garganta y una desazón dolorosa pero merece la pena. Es algo de lo que como sociedad tenemos que hablar y aquí está muy bien hecho, redondo en todos sus aspectos.
La edición también está a la altura. La traducción no te saca nunca del texto y no puedo ni imaginarme cómo tuvo que ser la maquetación de un tebeo tan particular.
No tengo ninguna queja excepto porque el mundo a menudo es un lugar horrible.
La primera sección de la entrada es un sumario en detalle, si queréis un resumen muy cortito lo tenéis justo debajo.
SUMARIO DE EL VAMPIRO
Lord Ruthven es un aristócrata británico. Pálido y de ojos grises parece poco interesado en las personas que le rodean a pesar de poseer un increíble magnetismo. Cuando se presenta en la alta sociedad londinense uno de los hombres que se ve atraídos a él es Aubrey, un joven y rico huérfano que termina siendo su acompañante en un tour europeo.
Sin embargo la personalidad y estilo de vida de Ruthven termina separándoles. El lord acostumbra a favorecer el pago de vicios pero no ayuda a los virtuosos, parece llevar la mala suerte a los que se acercan a él y tiene un mal efecto en las mujeres a las que seduce y desprecia. Así pues, Aubrey viaja solo a Atenas y allí conoce a Ianthe, una muchacha encantadora fascinada por los cuentos sobrenaturales.
Una de las historias que le narra es, por supuesto la de los vampiros. En concreto habla de un hombre que llevaba una vida normal con amigos mientras se alimentaba de la sangre de las doncellas más hermosas. Ianthe le dice, además, que entre los ancianos que conoce hay varios que aseguran haber encontrado marcas vampíricas en niños y familiares. Cuando Aubrey reacciona con escepticismo Ianthe le advierte de que tenga cuidado, pues la incredulidad a menudo se ve puesto aprueba de las peores maneras. En cualquier caso, aunque sigue sin creer que pueda ser cierto, el hombre empieza a ver en la descripción las similitudes con Lord Ruthven.
Cuando Aubrey decide hacer un viaje Ianthe y su familia le advierten de que vuelva antes del anochecer pues la ruta del bosque está poblada por vampiros. Por supuesto Aubrey no hace ni caso y por la noche está en el bosque todavía, para más inri con una tormenta encima. De esta guisa llega a una cabaña donde una criatura, que acaba de atacar a otra persona, intenta matarle con una fuerza sobrehumana mientras se mofa de él. Lo único que le salva es la llegada de gente con antorchas, a cuya luz y con el final de la tormenta descubre el cadáver de Ianthe. El cuerpo tiene sangre en el pecho y marcas de dientes en el cuello, todo parece indicar que se han enfrentado a un vampiro.
La situación provoca en Aubrey una intensa fiebre acompañada de delirios en los que no cesa de llamar a la joven que amaba y a su antiguo compañero. A veces para rogar a Ruthven que no matase a Ianthe, a veces para maldecirle. Mientras sigue convaleciente el Lord aparece y se vuelca en cuidarle, apareciendo muy cambiado y empático aunque, de vez en cuando, deja escapar una sonrisa que el joven encuentra molesta.
Pese a todo, y pese a las sospechas que ha llegado a tener sobre el hombre, Aubrey termina proponiendo a Ruthven seguir viajando juntos por Grecia.
En esas están cuando son atacados por unos ladrones y el Lord es herido de muerte. Antes de fallecer le involucra en una extraña promesa: no mencionar a nadie su fallecimiento durante un año y un día.
Después de esto Aubrey sigue con su tour europeo durante un tiempo antes de volver a su Inglaterra natal. Allí, para su sorpresa, encuentra a un muy vivo Ruthven seduciendo a su propia hermana.
El joven se ve superado por la situación y, ante la imposibilidad de romper el juramento, empieza a actuar de una manera extraña y errática que sus allegados consideran locura. Con todo esto no consigue evitar que Ruthven ponga como fecha para casarse con su hermana horas antes de que expire la promesa.
Aubrey reúne a los tutores de su hermana y, con las doce campanadas, les cuenta todo lo que sabe falleciendo a continuación. Los hombres corren a salvar a la chica, pero llegan demasiado tarde.
RESUMEN DE EL VAMPIRO
Aubrey y Ruthven hacen un tour Europeo juntos, pero el comportamiento de Ruthven no es aceptable para el primero. Se separan. En Atenas se reencuentran después de que un vampiro asesinase a la enamorada de Aubrey, vuelven a viajar juntos y son asaltados. Ruthven es en teoría herido de muerte, engaña a su compañero y resulta que, por supuesto, es un vampiro. Se casa con su hermana y toda la familia termina muerta.
1816, EL AÑO SIN VERANO Y LA VILLA DIODATI
Se dice que la erupción del volcán Tambora, en Indonesia, ha sido la más grande y destructiva de la historia. Aunque no fue el único causante de la situación, fue desde luego un evento clave en el cambio climático de 1816 que llevó hambre y muerte por todo el mundo. Otro de sus efectos secundarios fueron las vacaciones de los ricos y poderosos, entre ellos Mary Shelley (por entonces todavía Wollstonecraft Godwin), Percy Shelley, Claire Clairmont, Lord Byron y su médico personal, John William Polidori, de veinte años.
Es muy famosa la historia de cómo una noche de aburrimiento empezaron un concurso de historias de terror que terminaría con la creación de Frankenstein. ¿Y qué hicieron los demás? de Shelley y Clairmont no tenemos publicación, Lord Byron una historia llamada fragmento publicada al final de Mazeppa y Polidori, en palabras de Mary Shelley, una idea horrible sobre una mujer con cabeza de calavera (Shelley: 1831, VIII). Esta idea cristalizará en Ernestus Brechtold o el moderno Edipo.
Entonces, si no escribió el vampiro aquí ¿qué tiene que ver todo esto? La respuesta está en el fragmento de Byron. Aunque el autor británico no mencionó directamente vampiros en su historia lo sugiere y todo parece apuntar a que fue una de las grandes inspiraciones de Polidori. Según el artículo The Man Who Wrote ‘The Vampyre’ de Stephen Carver surgiría de la Condesa de Breuss, que retó al doctor a terminar el proyecto de Byron. Sea como sea es importante entender que, aunque su germen sea esta idea, ambas historias son muy diferentes y esto no afecta en ningún sentido a la autoría de Polidori. Luego volveremos sobre ello.
LORD BYRON Y POLIDORI: LA PUBLICACIÓN DE EL VAMPIRO
Para entender mejor la historia de la publicación de este relato debemos acercarnos brevemente a la relación que unía a los dos hombres que, de una forma u otra, dieron vida a la historia.
George Gordon (es decir, Lord Byron) se llevaba 7 años con su jovencísimo médico, al que eligió no solo como doctor si no como compañero de tour europeo. Desde el principio Polidori, que siempre tuvo aspiraciones en la escritura, vio su relación como algo más personal que laboral. Le apreciaba como a un igual, un alma artística con la que adentrarse en su pasión. El noble inglés por otro lado, aunque no le suponía carente de talento y parecía estar al principio contento con su compañía, no le consideraba a su mismo nivel. Tanto él como Mary Shelley gustaban de poner un poor (pobre) antes de su apellido al mencionarle y también era asiduo a usar el apodo doctorcillo Polly-Dolly. Con el paso del tiempo Polidori parecía sentirse cada vez más hastiado y decepcionado y, en general, no estaba disfrutando demasiado los viajes. También entra en juego la naturaleza de la relación de los dos escritores. Algunos aseguran que el doctor estaba enamorado de Mary Shelley (como el biógrafo Richard Holmes en Shelley: the Pursuit), otros que lo estaba de Byron y era bastante celoso (aquí tenemos, por ejemplo, a Mair Rigby).
De Byron sabemos a ciencia cierta que era bisexual (de hecho su tour Europeo comenzó como un cuasi exilio después de varios escándalos por relaciones con su medio hermana y jovencitos) y por los diarios de la época podemos hacernos a la idea de que era una relación, del tipo que fuera, intensa y complicada.
Así pues, aunque fructífera, su vida conjunta terminó siendo muy corta, inferior a medio año: desde el 23 de abril hasta el 16 de septiembre de 1816. Fue Byron quien decidió romperla y, de esa ruptura, podemos leer que Polidori dijo en una carta a su padre:
No estoy acostumbrado a tener un jefe y por lo tanto mi conducta no era relajada y tranquila.
A partir de aquí pasan algunos años hasta que en 1819 el relato llega probablemente de manos de la condesa de Breuss, pero de manera anónima, a la revista New Monthly Magazine. Su editor, Henry Colburn, decidió sacarlo en la edición de abril atribuyendo la autoría a Lord Byron y consiguiendo con ello una repercusión rápida y sonada para el Vampiro.
Ni Polidori ni Byron estaban contentos.
George Gordon negó de manera rápida, rotunda y pública que la obra fuese suya y fue en esta lucha cuando decidió publicar su fragmento, Augustus Darvell, para dejar claro qué hizo él durante el concurso en la Villa.
En su carta al periódico del 27 de abril:
Si el libro es agudo sería vil privar al verdadero autor, sea quien sea, del honor; y si estúpido, no deseo responsabilidad sobre la insulsez de nadie excepto la mía.
Sin embargo el Vampiro llegó incluso a ser publicado como una novela todavía bajo el nombre de Byron y tendrían que esperar a una segunda edición para que el lord desapareciese de la portada. Ni con esas Polidori logró que su nombre estuviese en ella, aumentando el tiempo que el público generalista asumió quién era el escritor. A esto se añade que, pese a la gran fama que alcanzó, el doctor cobró una miseria por ella.
Todo esto, unido a una depresión, problemas de juego y numerosas deudas terminaría con el suicidio de Polidori en 1821. Tenía solo veinticinco años.
LORD RUTHVEN, BYRON Y EL NUEVO VAMPIRO
Si habéis llegado hasta aquí probablemente habréis notado que Polidori se fue de tour Europeo con un lord conocido por su carisma y habilidades de seducción y, a continuación, escribió una obra sobre un vampiro, lord, que se va de tour europeo con un chico jovencito, seduce a las mujeres que encuentra y destroza la vida de todos mientras lo disfruta. Y lo hizo, además, basándose en una idea del propio Byron.
Aquí no hay nada sutil. Y menos cuando sabes que Ruthven es el nombre de un personaje de Glenarvon,una novela que tuvo mucho éxito obra de Caroline Lamb, ex de George Gordon y que le definió comoloco, malo y peligroso de conocer.
Por su parte Byron jugueteó con el tema, conocedor de las leyendas en torno a su nombre. En la misma carta que envió el 27 de abril añadía:
Tengo además una aversión personal hacia los Vampiros y el poco conocimiento que tengo de ellos no me lleva en absoluto a divulgar sus secretos.
Además todo en el personaje va, por supuesto, a las características del denominado comohéroe byronianocontinuando así con la inmensa parodia que representa el antagonista de la obra. Según podemos ver en TV tropes, por ejemplo, este tipo de personajes tienen pasiones e ideales fuertes pero son muy imperfectos y actúan de manera socialmente reprensible, a contra corriente. Y es que, aunque todo parta del fragmento, está claro que la obra bebe del trabajo de Byron en conjunto y le da su propio giro.
Este personaje y todo lo que le rodea en el Vampiro es espectacular, atrayente, tenebroso pero a la vez gracioso una vez que conoces la historia. Con Ruthven creó el paradigma del vampiro más popular en la actualidad, el noble viajero, el personaje elegante, carismático y sensual que daría paso a Drácula, Lestat y todos los demás. La descripción de su mirada, de sus ojos grises y todo lo que consigue con ella han marcado a generaciones de escritores. Aunque aún no reúne todos los elementos del vampiro actual se recrea en la noche, en los elementos y en toda la imaginería romántica que va a acompañar casi siempre a estas criaturas gracias a él.
Encuentro en particular muy atrayente la idea de un personaje tan nocivo que incluso algo tan asociado a la bondad en la ficción como la beneficencia, lo retuerce en un acto que el autor considera malvado. El poder del dinero es muy importante en el texto, que, aunque breve, deja claro que es un elemento base en la atracción del personaje y de cómo el resto no se dan cuenta de su verdadera naturaleza.
Y sin embargo es a la vez un poco triste porque Polidori, intentando salir de la sombra de Byron, hizo a su obra más famosa inseparable de la figura del noble. Por si fuera poco se asoció a sí mismo con el, en mi humilde opinión, bastante irritante Aubrey. No por el tópico de gustan los chicos malos si no porque cae en todos los tópicos de mujeres, pureza e inocencia, y en no darse a sí mismo ningún rasgo distintivo más allá del contrapunto.
En cualquier caso el pobre Polidori dio vida a una de las figuras más replicadas en la ficción que sería, de hecho, retorcida también en un tópico a menudo utilizado por las escritoras en su propio interés. Esta historia de giros, fragmentos, enfados e ironía aún no se ha terminado y podemos decirle a Byron, sin miedo a equivocarnos, que no era insulsa.
LEER EL VAMPIRO
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