Reseña: «Una trampilla de estrella» (Bram Stoker)

Nadie dudaba que estuviera muerto. Su posición lo dejaba claro. El cuerpo yacía en una postura que nada tenía de natural; una pierna estaba plegada debajo de él, con el pie apuntando en dirección incorrecta. ¡Pero basta! No tiene sentido detenerse en los detalles de un cadáver. ¿Alguien puede servirme un poco más de ponche?

No sé por qué os voy a recomendar esto. Es ridículo, ofensivo y ni siquiera pertenece a un género especulativo. Aunque ¿quizá pretende ser terror? No lo sé. Quería reseñar algo por el cumpleaños de Stoker que no hubiese leído ya, el título de este me llamó la atención y me dije a mí misma ¡genial, algo relacionado con su afición al teatro!

De hecho esto es algo que ya os comenté en La casa del juez.

En fin, lo leí y no he querido buscar otra cosa. No por pereza si no porque realmente quiero hablar de Una trampilla de estrella aunque no exista casi ningún motivo en la lógica humana para hacerlo.

Para empezar os voy a dejar el argumento de la obra, luego un resumen y, por último la reseña/análisis con spoilers. Embarcaos conmigo, por favor, en este viaje de lo ridículo con algunas cosas positivas.

Argumento de Una trampilla de estrella

Un narrador en primera persona cuenta frente a una audiencia la muerte en directo de un arlequín y qué llevó en realidad al terrible desenlace.

Resumen de Una trampilla de estrella

Aquí voy a destripar el relato entero, tenedlo en cuenta.

Un aprendiz de carpintero de un antiguo teatro cuenta a un público ya familiarizado con la historia los entresijos del Teatro Victoria, en una ubicación que no quiere desvelar para evitar revivir recuerdos dolorosos, y cómo llevaron a la muerte del arlequín en escena.

Nuestro narrador trabajaba para Jack Haliday, el jefe de carpinteros, y este era un hombre ya mayor casado con una corista muy joven y guapa con la que no tenía mala relación pero tampoco una espectacular. Por otro lado está el famoso arlequín, Henry Mortimer (todo nombres ficticios), un hombre guapísimo y esbelto del que todo el mundo se enamoraba.

Por supuesto ese fue el caso de la Sra Haliday. Y, por supuesto, terminaron teniendo una relación.

Después de contarnos cómo otras trabajadoras, a las que pone finas, cotilleaban sobre el tema, llegamos a la fatídica noche de la muerte.

Cuando el arlequín va a caer de cabeza, teniendo que rebotar, la trampilla no se abre correctamente y lo que sale despedido hacia arriba es el cuerpo ya sin vida del actor. Todo el mundo se reúne sobre el cadáver, la Sra Haliday pierde los nervios y el aprendiz de carpintero va a inspeccionar la trampilla. Reúne los trozos rotos y se queda en el bolsillo, originalmente por error, una pieza extraña de acero con forma de estrella y algunas puntas dobladas.

Aunque la policía no encuentra nada raro él, recordando por la noche que tiene la pieza y a través de sueños, se da cuenta de que ha sido un asesinato por parte de su jefe. Le da varias vueltas al tema pero decide no exponerle para que no le ahorquen. Su razonamiento siendo que todo es culpa de que le pusiesen los cuernos. Que el malo es el arlequín.

A partir de ahí la mujer, que también adivina la verdad del suceso, empieza a dedicar sus atenciones a su marido.

Después del fin de este relato, el narrador es nombrado trabajador de una nueva compañía donde desde los puestos más bajos puede terminar llegando a jefe de operarios. Alguno de los presentes duda su veracidad, cada uno cuenta su versión de los hechos (que si en vez de corista mujer forzuda, que payaso en vez de arlequín, que si la Sra Haliday era aún más atractiva…)

En cualquier caso la historia se juzga deprimente, intentan volver a levantar los ánimos, y empieza la siguiente historia.

Dónde leer Una trampilla de estrella

La obra de Bram Stoker ya no tiene derechos de autor, así que podéis encontrar el relato de manera legal y gratuita. En Bramstoker.org, por ejemplo, lo tenéis junto al resto de sus obras. Podéis elegir entre PDF y Free Text. Va además con una pequeña introducción a la obra, corrección de información incorrecta y un poco de su historia de publicación.

En español lo tenéis en la compilación de sus Cuentos Completos que trajo la editorial Páginas de espuma. La edición y traducción, de Jon Bilbao, es de 2018 así que no está libre de derechos. Desconozco si hay alguna traducción que lo esté.

¿Cómo es Una trampilla de estrella?

Aviso, esta sección va a estar llena de spoilers.

WELL, -NO OFFENCE, YOU LADIES

Pues sí que ofendes, Bram, sí.

Un pelín de contexto antes de nada. La era victoriana fue de 1837 a 1901, que como os podéis imaginar corresponde a los años del reinado de Victoria. Este período estuvo muy ocupado con la dichosa Woman Question es decir, el papel de la mujer en la sociedad y su emancipación. De 1854 es la publicación del poema The Angel in the House, que se convertiría en uno de los tópicos más recurridos para defensa y crítica de la situación de la mujer.

Bram Stoker nació en 1847 y murió en 1912.

Con esto quiero decir que cuando contextualizamos a un autor tenemos que contextualizarle del todo. No vale decir en su época esto era común, porque ningún momento histórico ha sido un monolito de pensamiento uniforme. Stoker vivió con este debate, con estas inquietudes y lo que le apeteció escribir fue esta cosa. Por supuesto lo que diga un personaje no se convierte por arte de magia en la opinión del autor, es ficción, y la verdad es que no sé cuál era la visión de Stoker más allá de la impresión que me da lo que he leído suyo. De hecho todo esto puede ser irónico y ojalá resulte serlo, porque sería maravilloso y pegaría muchísimo con el tono. No tengo esperanzas al respecto, no obstante. Si habéis leído Drácula probablemente vosotros tampoco.

Y también os digo, habéis leído el resumen o el relato. Ya tenéis vuestras propias opiniones. En mi caso tengo que reconocer que me he reído mucho de lo absurdo que era, de lo predecible y tontísimo de la historia.

Os voy a dejar con algunos de mis párrafos favoritos de la horripilante locura que es esto:

No es de extrañar que, en estos tiempos de sufragistas, las mujeres quieran ser arlequines, además de columbinas. Aunque confío en que no conviertan el de columbina en un papel masculino.

Ahí nuestro Bram, con un sentido del humor fino fino.

Ahora hablando de la corista. Este es sin duda mi momento favorito del relato

(…) tan esbelta que su figura parecía casi la de un chico, si no fuera por… lo que la salvaba de cualquier idea equívoca.

Esos puntos suspensivos, por favor. Mi vida ha cambiado desde que los he leído. Me lo imagino con sonrisa tonta y colorado escribiéndolo. Qué ideas.

A las chicas así les gusta ver tropezar a las buenas mujeres; eso hace que aquellas parezcan mejores de lo que son. Sin embargo, las chicas malas que han llegado a tocar fondo ayudan a las decentes a evitar el camino que ellas siguieron. Siempre que sean jóvenes, porque una mujer mala con muchos años a cuestas ya no tiene remedio. Estas no ayudan a nadie en problemas a no ser que puedan obtener algo a cambio.

Las mujeres mayores son las peores. Por supuesto que sí. Pero ofensa ninguna eh. Poco después suelta que es que hay muchos celillos por ahí de las mujeres casadas. Esa ni os la pongo porque ya ni merece la pena. Solo podemos reírnos.

Aún así, aunque de verdad yo me lo he pasado bien leyéndolo y, fuera de las bromas del principio, ese es el motivo principal para hacer esta reseña, análisis o lo que sea, que también tiene cosas buenas. No creo que hubiese escrito esto si no.

Para empezar el pequeño párrafo que da inicio a esta entrada, el momento cumbre de la historia, me gusta mucho. La descripción, la negación de la descripción, la pregunta por alcohol. No se puede puntuar a un relato por un trozo tan diminuto y no es que merezca la pena leerlo solo por eso. Pero no sé, si como a mí os gustan los pequeños momentos brillantes de escritura ahí lo tenéis.

También cuando el relato termina y el resto de personajes empiezan a hablar, demostrando que el público no es el lector, está muy bien montado. Y me gusta explorar la faceta teatral de Stoker. Es algo que permea su escritura aquí y allá, incluso en Drácula, y que siempre me atrae.

Por último el relato termina, como decía en el resumen, con el inicio de otra historia. Una frase con dos puntos. Y teniendo en cuenta que va en una antología además, es una idea que me encanta.

El escenógrafo vio avecinarse el peligro, pues el actor dramático ya se había sacado la pipa de la boca y estaba aclarándose la garganta, así que dio comienzo a su relato:

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