Reseña: «Entrevista con el vampiro» (Temporada 1)

El mundo que creó Anne Rice es uno muy seductor, lleno de buenas ideas y de maneras muy peculiares de tratar algunos tópicos. Lo que pasa es que le añadió bastantes metáforas y reglas a mi parecer muy alejadas de lo más importante de la historia, normas que ya no podía romper mientras avanzase la saga, y que la siguieron lastrando. Eso por no entrar en lo turbia que era esta mujer a veces, claro.

La serie ha tenido la oportunidad de arramplar con todo eso, contar lo que muchos nos imaginábamos y yo estoy dando palmas con las orejas. Si no habéis leído las Crónicas o las leísteis y no os gustaron, si os gusta el aire romántico gore vampírico, os la recomiendo mucho. Si os gustaron las Crónicas aún más.

No diré que haya sido una temporada perfecta pero sí que es la adaptación que yo quería.

A partir de aquí no voy a poner spoilers, pero la reseña da un poco por sentado que sabéis de qué va Entrevista con el vampiro. Lo siento.

Lo más importante de todo es que los actores, en general, están totalmente a la altura. Sam Reid es un Lestat excepcional, se nota la pasión y cada segundo suyo en escena es seducción e inquietud. Para mí el Lestat perfecto. Aún así encontrar un buen Lestat creo que no era tan difícil. Creo que este tipo de protagonistas exagerados y manieristas dan mucho espacio a lucirse y a atraer determinado tipo de actores.

Lo de Louis era más complicado, porque el personaje tiene fama de muermo y porque Brad Pitt hizo que fuese aún peor. La peli del 94 fue un crimen. Pero aquí nos han dado a Jacob Anderson y una delicadeza y durezas en la interpretación, acompañado de un guión que apoya bastante al personaje, que se llevan todos mis aplausos. Han cambiado muchísimo la historia pero, para mí, esto es Louis. Y con cada interacción con Lestat mi alma chillaba más por dentro.

Para este cambio, en el que lo más obvio es claramente que es negro, han movido temporalmente la historia. Dependiendo de cómo avancen y de hasta donde se queden en los libros la decisión tendrá unas repercusiones u otras. De base tiene sentido también porque Entrevista con el vampiro es del 76 y las fechas iban a tener que cambiar por lo tanto sí o sí.

De momento no tengo quejas porque esta Nueva Orleans me encanta, es un personaje más como debe ser, y la dirección de vestuario no sé si es adecuada a la época pero desde luego funciona. Me gusta mucho.

Donde tengo opiniones un poco encontradas es con Claudia, la niña vampira. La actriz me gusta mucho, creo que funciona muy bien tanto ella en sí como en escena con sus compañeros, y creo que en lo moral y en lo práctico era la decisión acertada que fuese más mayor. Entre temporadas hubiera sido imposible que no creciese, más aún con la huelga de guionistas y actores, y esto les da espacio. Pero es que además someter a una niña pequeña a una historia así ya habría sido todo un tema.

Lo que pasa es que la manera en la que han construido la trama hace aguas por todas partes. Que yo estoy de acuerdo en que cualquier adulto que se fije en una adolescente de catorce es un creepy, ojo, pero es que la manera en la que lo enfoca ella, como si prácticamente la mirasen como una preescolar, es imposible. Creo que nunca se liga tanto, de media, como cuando eres chica y estás entre los catorce y los dieciséis. Y no precisamente con otros chavalitos de tu edad.

También me sorprende la decisión de plantearla como si el momento idílico de infancia fuese porque es inculta.

Y no sé, es que la chica tiene toda la pinta de universitaria. No entiendo mucho en qué estaban pensando ahí. Además la actriz ha cambiado y, aunque hay poquísimas imágenes de momento de la segunda, esta parece aún más mayor. En fin, quiero confiar en el equipo de la serie porque de momento, como veis, me han dado muchas alegrías.

Saliendo ya de los tres protagonistas llegamos al hilo conductor, Daniel Molloy. Creo que es uno de los personajes del universo Anne Rice que menos me gustan. Aquí, sin embargo, funciona muy bien. Sobre todo porque le han usado como representación del espectador, le han puesto un rol activo en atacar las incongruencias, cambios de la serie y en analizar la horripilante y atrayente relación entre Louis y Lestat.

Ya comenté en la reseña de El ladrón de cuerpos que ese es el libro en el que siento que Lestat y Louis se parecen más a los de la serie. No obstante, en general, es el aire que dan. Es todo. Y la serie ha sabido captar mi idea de ellos, que no la literal insisto, de manera brillante.

Hay momentos un poco raros en toda la trama, no os lo voy a negar. Y sobre todo hay una sorpresa al final de la serie que, aunque muy graciosa en contexto, me dejó un poco en un diosito otra vez no, por favor.

Otra cosa que me gusta mucho es que han sabido conjugar lo gore con lo elegante, con la ópera, los tegidos bonitos. La suciedad y la pulcritud que se espera del dinero.

Lo que no está tan bien son los efectos especiales. Si empezáis a verla y sentís que a veces es muy cutre, sobre todo en los dos primeros capítulos, estaré muy de acuerdo con vosotros. Pero no desesperéis que no hay muchos momentos así.

Reseña: «Las naves de la magia» (Robin Hobb)

¿QUÉ ES LAS NAVES DE LA MAGIA?

Según la editorial:

En la lejana costa al sur de los Seis Ducados se halla el Mitonar, centro de comercio y hogar de una nobleza mercante afamada por sus barcos vivientes. Son naves hechas de tronconjuro, una madera capaz de madurar hasta adquirir plena conciencia.

La fortuna de una de las familias más antiguas del lugar reside en Vivacia, una embarcación recientemente despertada. Para Althea Vestrit, la nave es su legítima herencia, injustamente negada, y hará lo que sea por recuperar ese legado. Para Wintrow, sobrino de Althea, arrancado de sus estudios religiosos para servir a bordo, Vivacia es una condena perpetua. Pero el destino de la familia Vestrit, y del barco, puede estar en manos de un extraño que trata de hacerse con el poder sobre todos los habitantes de las Islas Piratas…

¿ES NECESARIO LEER LA TRILOGÍA DEL VATÍDICO ANTES QUE LAS NAVES DE LA MAGIA?

Os aviso de que aún no he leído las tres novelas que componen Las leyes del mar, pero no, no es necesario. Aunque ambas obras ocurren en el mismo mundo y se hacen algunas menciones de pasada, estamos en otro lugar, con otros personajes y en otro contexto.

¿CÓMO ES LAS NAVES DE LA MAGIA?

Aviso de contenido: violaciones, esclavitud, abuso de poder, mucha violencia

Tres entradas llevo ya en Gorgonas sobre Robin Hobb y nunca se vuelve más fácil hablar de su obra.

El poder que tiene esta señora de California sobre mí es tal que estoy a punto de hablaros de una introducción de casi 900 páginas que me ha encantado. Con unos personajes que detesto, algunos capítulos aburridísimos. Y nada, que es una maravilla. Os lo juro.

Para poner un poco de contexto yo venía enamorada de la anterior trilogía de Hobb, el Vatídico, así que tenía muchas expectativas. Más si tenemos en cuenta que Las leyes del mar es la saga favorita de algunas personas que conozco. A la vez sabía que esta autora es una maestra de la pausa, el engaño y las sutilezas y venía preparada para darle espacio al libro.

Así que, cuando los dos primeros capítulos se me hicieron un poco pesados y aburridos no estaba demasiado preocupada. Por lo mismo tampoco me sorprendió llegar al tercero y encontrarme una obra maestra.

Sin embargo tengo que reconocer que, lo que culminó en los libros previos como un nuevo entendimiento y apreciación, del trabajo no me ha pasado aquí. Una vez cerrado Las naves de la magia no tuve ninguna opinión nueva, no me asombró con el final y creo que o me sorprende mucho con los demás o no va a llegar para mí al nivel de la anterior.

A la vez es complejo porque reconozco y me parece indiscutible que la escritura de Hobb da un salto en calidad. No sabía que esto podía pasar porque, aunque ya tenía quejas con los anteriores, ella me parecía brillante. Pero pasa. Como guinda del pastel, además, decide que no quiere escribir lo mismo que antes. Aunque lo otro funcionase toma riesgos.

Antes teníamos un juego que necesitaba para funcionar una primera persona engañosa, con problemas globales de reyes y reinos, en un mundo de falso medievo reconocible. Fácil de imaginar para el lector medio de fantasía y por lo tanto también una buena herramienta para la sorpresa. Lo que tenemos ahora, por contra, son múltiples puntos de vista, un mundo y sistema mágico mucho más complejos. Con personajes más grises con problemas mucho más íntimos y personalizados, más lejos del autosacrificio por el bien del mundo.

El tema es que, a la vez que aprecio esto, a menudo se aleja de mis gustos. Hay muchas decisiones de sus personajes en libros previos con las que no estaba de acuerdo pero disfrutaba la lectura de manera constante con ellos. A muchos de este libro no les soporto. Y no les soporto no porque hagan cosas que yo no haría o que no entienda, todos están bien escritos, es que me irritan demasiado.

Voy a intentar explicar esto mejor. En esta historia hay un señor muy señor, que quiere lo que piensa que es lo mejor para su familia, pero es en realidad lo peor. Detestable. Pues con él no tengo ningún problema. En cambio, con el personaje que tiene más protagonismo, una chica llamada Althea con una de esas tramas femeninas tipo Arya Stark, tengo momentos en los que no puedo. Cierro el libro y me cuesta volver a cogerlo sabiendo que viene un capítulo suyo.

Me gusta la idea de su trama, tiene capítulos muy buenos. Pero como os vaticinaba al principio este libro es una introducción de 900 páginas. No tiene ningún problema de ritmo pero no llega a explicar nada y no siento que haya una evolución lo suficientemente rápida de los personajes.

Althea se esfuerza, mejora, es bajo cualquier estándar lógico una buena heroína. Pero es que, insisto, son 900 páginas y a mí eso me mata. Porque de un capítulo a otro no puedes esperar mejoría, más bien lo contrario. Y es que mientras estás leyendo esto aún te quedan dos libros más de personaje.

Aún así con Althea, como digo, hay otras cosas que compensan. Pero hay una cría llamada Malta, a la que he visto comparada varias veces con la otra hermana Stark, de hecho, que si no hubiese sido Hobb me habría hecho abandonar el libro. A mí no se me parece a Sansa. Entiendo la comparación, pero Sansa es una adolescente que toma malas decisiones por una concepción común de cómo funciona el mundo, una mentira colectiva digamos. Su trama es atractiva por cómo importan sus decisiones, porque es fácil entender cómo actúa aunque no estés de acuerdo con ella o no la soportes.

Malta no me funciona porque no veo en ella nada que no sea egoísmo. Es una niñata. No digo que no sea una personalidad común o entendible en su edad, digo que es una diferente a Sansa y una sobre la que yo no soporto leer. Y menos tantas páginas. En general, no suelo conectar con las historias de pre adolescentes y adolescentes a los que hay que excusar su comportamiento solo por edad.

No obstante no todo son quejas en el apartado de personajes De hecho, aunque pueda no parecerlo por todo lo que llevo escrito, es al contrario. Hobb me ha dado aquí una trama extraña y maravillosa, de las mejores que he leído. Es la historia de dos mujeres llamadas Ronica y Keffria.

Su trabajo con ellas es como las cosas que más me gustaban del Vatídico. Es pausado, sutil, sorprendente. Si habéis leído la anterior saga, es la evolución lógica de haber escrito a Paciencia. Va hilando con ellas además una trama económica que tiene pinta de ir a ser genial según se desarrolle la trilogía. Y yo he aprendido a asociar la economía como el punto central de la fantasía oscura gracias a Abercrombie, Martin y Sapkowski.

Dando un poco de marcha atrás os decía que es una trama extraña y me gustaría ahondar un poquito en esto. He leído varias reseñas de gente a la que no le gustan y entiendo por qué. No tienen nada de acción. Mientras hay por ahí gente en barcos que hablan, personas matándose, señores que quieren ser reyes piratas, estas dos están mirando sus libros de cuentas y la situación de su casa.

Son lo que se queda atrás en cada historia de fantasía. Penélope esperando a Odiseo.

Es genial. De verdad, he amado cada una de sus páginas. Y eso que sus partes están totalmente ligadas a las del personaje que no soporto, Malta.

Creo que una de las cosas que más hace brillar a Hobb es su descripción del conflicto doméstico y del papel tradicional de la mujer. La manera en la que presenta varios arquetipos y los va desenredando, creando personas realistas en contextos reconocibles. Me encanta poder ver tantos personajes femeninos tan diferentes y, además, he disfrutado bastante en esta novela leerla hablar de sexualidad. No me lo esperaba y ha sido curioso.

En el otro apartado, en el mundo mágico y de aventuras, como comentaba más arriba, tenemos ahora una serie de localizaciones que se sienten más amplias y vivas. La autora busca con esta trilogía el sentimiento más estándar con la fantasía, la sensación de maravilla, y se sirve para ello de unos barcos que parecen sustituir a lo que en otro libro sería un dragón.

Lo he simplificado mucho, es algo bastante más complejo y llamativo, pero es para que os hagáis una idea. A mí me gusta bastante, tiene una coherencia interna con otros aspectos del universo muy bien montada y es, desde luego, vistoso y fácil de imaginar.

También intenta crear más misterios y preguntas, una trama que permita elucubrar y sacar teorías sobre la situación mágica. Aquí creo que es donde hace un trabajo más regular. Por un lado hay un misterio que me tiene enamoradísima, un barco que en teoría se volvió loco. Y por otro hay unos capítulos sobre unas serpientes marinas que bueno, no son Malta, pero a mí me sacaban todo el rato de la novela. Y creo que nunca es buena señal que el misterio te saque del libro.

En lo que se mantiene estable Hobb es en sus frases punzantes y en una manera de crear épica que se siente grandiosa a la vez que cotidiana. Atípica y típica.

Como habéis visto tengo muchas quejas, pero también es porque esta autora me hace ser pasional sobre sus libros. Analizo y sobreanalizo y todo lo que me disgusta cobra una nueva dimensión, porque espero tanto las partes que me fascinan que lo que no me carga de manera especial.

Que ninguna de mis quejas os hagan no darle una oportunidad. Esta es una escritora excelente y este es un libro con tantísimas virtudes, con tanto que ofrecer a tantos tipos diferentes de lectores, que merece la pena descubrirlo por uno mismo.

Al hacer la reseña he estado ahondando en las partes que la hacen más o menos especia para mí pero Las naves de la magia es mucho más que esto.

Es más, por encima de cualquier otra cosa, por encima de los barcos que hablan, de los piratas, del dinero, lo que es es un drama generacional. Es una historia sobre madres, padres e hijos. Sobre el legado que dejamos y nos dejan. Intentar ayudar a tu familia pero destrozarla desde dentro, intentar ser leal a la persona que eres y, en el proceso, descubrir cuánto importa para eso tu apellido. Trata de familias encontradas, porque no todos los padres son biológicos.

Del efecto en la salud mental de una dinastía de malas decisiones.

Es una historia sobre aventuras, sobre tener la oportunidad de vivirlas. De ideas un poco infantiles e idealizadas y de cómo se vuelven tenebrosas cuando nadie te protege.

También es una novela sobre revolución y gente que se aprovecha de la revolución. Tiene ideas políticas fuertes a pesar de ser, como decía, una historia más alejada de la fantasía de reyes. Y es violenta y desagradable a veces de maneras bastante extremas. Un nivel que, a partir de aquí, solo puede seguir subiendo.

¿PARA QUIÉN ES LAS NAVES DE LA MAGIA?

Tanto si os gustan las historias marítimas como si no podéis encontrar cosas que os enganche. Además tiene tal variedad de personajes y un sentido de la fantasía y la aventura tan grandes que, si sois fans del género, creo que os compensa darle un tiento.

Eso sí, vuelvo a avisar de que es una historia bastante violenta y si no os apetece leer según que cosas no os pongáis con ella.

  • Título original: Ship of Magic
  • Autora: Robin Hobb
  • Traductor: Manuel de los Reyes
  • Publicación original: 1998
  • Editorial: DeBolsillo
  • Páginas: 752
  • ISBN: 9788490624913
  • Precio: 10,95 €
  • Género: Fantasía épica
  • Saga: Las leyes del mar 1/3

Reseña: El príncipe cruel (Holly Black)

¿QUÉ ES EL PRÍNCIPE CRUEL?

El argumento según la editorial:

Jude tenía siete años cuando sus padres fueron asesinados y, junto con sus dos hermanas, fue trasladada a la traicionera Corte Suprema del Reino Feérico. Diez años más tarde, lo único que Jude desea, a pesar de ser una mera mortal, es sentir que pertenece a ese lugar. Pero muchos de los habitantes desprecian a los humanos. Especialmente el Príncipe Cardan, el hijo más joven y perverso del Alto Rey. Para hacerse un hueco en la Corte, Jude deberá enfrentarse a él. Y afrontar las consecuencias. Como resultado, se verá envuelta en las intrigas y engaños del palacio, además de descubrir su propia habilidad para el derramamiento de sangre. Al tiempo que la guerra civil amenaza con arrasar las Cortes Feéricas, Jude se verá obligada a poner en riesgo su propia vida con una peligrosa alianza.

¿CÓMO ES EL PRÍNCIPE CRUEL?

A veces leer fantasía juvenil es como escuchar la Serenata para cuerdas de Dvořák, el Tempo di Valse en concreto. Este es uno de esos casos. Intenso, juguetón, produce un cosquilleo constante en la piel, una inquietud que enseguida se mezcla con la pasión y las vuelve indistinguibles. Unas emociones cargadas de una urgencia propia de la edad, que no se atemperan en la vida adulta pero quedan a menudo tapadas por la costumbre social. La sensación de girar y girar y girar.

O lo es para mí porque, siendo sincera, la crítica más constante que he visto a El príncipe cruel es una falta de ritmo culpa de lo que para muchos es un principio demasiado lento. De hecho esto es algo que había leído tanto que estaba segura de que no me iba a gustar.

Al final nada más lejos de la realidad. He salido encantada y ha sido, sobre todo, por el inicio.

Veréis, El príncipe cruel tiene tres facetas.

La primera, la que marca el punto de partida, es la vida familiar de Jude, la narradora en primera persona. Tras el asesinato de sus padres cuando era muy pequeña, ella y sus hermanas terminan viviendo en el mundo de las hadas. Se encargan de ellas el que mató a su familia y su mujer y, entre medias, tienen un hermano pequeño. Este padre adoptivo las quiere, las cuida, es incluso cariñoso dentro de su personalidad. Y Jude no puede evitar quererle de vuelta a la par que resentirle.

Esta misma dinámica se repite con el mundo, un lugar hostil repleto de gente caprichosa, cruel y racista pero que a estas alturas es ya su hogar.

Ese ambiente es lo que nos lleva al punto dos, una intriga política muy bien construida. Es de un Shakespeariano que empapa cada página y diría que es un efecto deseado. Reconozco que tarda bastante en poner las fichas sobre la mesa y que a veces las cosas pueden parecer un poco inconsecuentes si no te enganchas a la primera faceta, pero es que para mí era parte de la gracia de ese paralelismo con el poeta inglés.

Plantea un poco ese ambiente teatral donde los personajes se presentan por separado, van entre planes rebuscados, malentendidos, gente que se hace pasar por otras personas y muchas peleas hasta una escena final en la que reúnes a los actores principales en el escenario y las cosas explotan.

La tercera faceta es la del romance. Y vaya faceta.

Desde que empiezas intuyes de manera muy clara que uno de los antagonistas va a pasar a interés romántico en algún momento. Es un personaje carismático y desagradable y, a la vez, uno de los atractivos principales era la vocecita en mi cabeza diciendo: cómo diablos va a hacer Holly Black esto. ¿Va a hacer que odie la historia, que me enfade, va a intentar justificar lo injustificable? ¿Qué narices va a suceder?

No hay respuesta a eso en la entrada, claro. Esto va sin spoilers. Pero ya sabéis que he salido encantada con el libro.

En cualquier caso, siendo más específica, para mí lo que hace que funcionen tan bien las tres secciones es que Jude es una protagonista excelente.

Si me habéis leído antes por aquí he comentado varias veces ya que tengo poca paciencia con los héroes que están todo el rato quejándose. Pues Black me ha puesto en una situación excelente para matizar esta crítica. Lo que me disgusta es la generalización de la falsa modestia, la sensación de que querer escalar socialmente es un defecto y el tópico de que solo el que no quiere serlo es un buen rey.

No quiero decir, claro, que todos los personajes deban estar borrachos de poder. Y la gracia está en la variedad. Esto es una preferencia personal y que tiene que ver mucho con un reflejo social, algo que veo a menudo en mi día a día, y que no me gusta.

Volviendo a El príncipe cruel, Jude es un personaje muy crítico consigo misma. Se trata fatal, es hiriente al extremo. Y como tenemos acceso directo a sus pensamientos por la narración en primera persona, somos testigos de primera mano de todo lo que podemos llegar a hacernos. Pero eso no hace que no intente escalar, que no sea capaz de reconocer su propio valor y virtudes. De saber que, a menudo, ella lo haría mejor que los que están socialmente por encima.

Me encanta la evolución de este personaje. No porque sea para bien si no porque me resulta muy cercana. Creo que es de las protagonistas que más me han gustado.

Llegados a este punto de la entrada me doy cuenta de que es increíble que, aunque he hablado del mundo y de la intriga política, aún no he mencionado a las hadas. Las hadas lo son todo. He visto mil veces escrito que Black es la reina feérica, solo me he leído uno de sus libros, y ya creo que es verdad.

La autora se ha lanzado a describir la faceta cruel, caprichosa y deshumanizada de estas criaturas sin olvidarse en absoluto de su belleza y brillo. Esta versión, que parece sacada de la infancia de niños ricos sin normas. es mi favorita cuando hablamos de hadas. Además ha sabido imbuirlo todo de un aire de antigüedad e irrealidad, pese a estar ambientado en el presente, que le da un toque perfecto a la ambientación.

No es que innove, es que presenta un retrato inquietante que es coherente con una idea ancestral de la magia salvaje. Con un pequeño miedo en nuestra especie que hace que no necesites creer en lo sobrenatural para que sea difícil pasar por ciertos sitios.

La manera en la que ata la trama política y familiar con Jude y las hadas creo que es perfecta.

Estoy deseando ver qué me deparan los siguientes libros.

¿PARA QUIÉN ES EL PRÍNCIPE CRUEL?

Si os gustan las historias de hadas, la literatura juvenil y las novelas oscuras creo que os puede encantar. Eso sí, os advierto de que tiene mucho costumbrismo retorcido y sé que esa sensación de pausa y ritmo extraño ha echado para atrás a bastante gente.

  • Autora: Holly Black
  • Traducción: Jaime Valero
  • Título original: The Cruel Prince
  • Publicación: 2018
  • Editorial: Hidra
  • Género: Fantasía/Romance/Hadas
  • Saga: Los habitantes del aire – Elfhame 1/3
  • Páginas: 464
  • ISBN: 978-84-17390-61-7

Reseña: «Cuentos del ocaso» (Broughton)

¿QUÉ ES CUENTOS DEL OCASO?

Entre febrero de 1868 y enero de 1873, fechas que podemos encontrar por ejemplo en Haunted Gender in Rhoda Broughton’s Supernatural and Mystery Tales de Joellen Masters, Rhoda Broughton publicó en la revista Temple Bar de Bentley & Sons los cinco relatos que componen esta publicación.

Se recopilaron como venta especial para Navidad en el propio 73 y después aparecerían, ya seis años más tarde, con el nombre de Cuentos del ocaso (Twilight Stories).

Son:

  1. La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad
  2. El hombre de la nariz
  3. Bajo la capa
  4. Atiende ¡Era un sueño!
  5. El pobre y apuesto Bobby

La edición de Carfax cuenta con un prólogo de Janine Hatter que contextualiza la obra y nos cuenta cosas tan interesantes como que Le Fanu, el señor de Carmilla, era su tío político.

Además haciendo esta entrada he hecho una investigación superficial sobre la autora y me he enterado de que tuvo un mini feudo con Oscar Wilde. La verdad es que internamente estoy en modo fan girl con este tema, pero os prometo que no voy a mencionarlo más en la entrada y que me voy a concentrar en hacer la reseña.

ENLACES PARA LEER LOS CUENTOS DEL OCASO DE RHODA BROUGHTON

La edición de Biblioteca Carfax está muy bien y la ilustración para la portada, de Rafael Martín, es como siempre una maravilla. Es una editorial pequeña, le ponen mucho esfuerzo y se merecen muchas ventas y que les vaya estupendo. Pero el caso es que a mí sus libros se me van de presupuesto hasta el infinito.

Tengo la suerte de estar en Madrid y de tener los medios para desplazarme hasta bibliotecas que tienen, al menos, parte de su catálogo. Y si echo alguno en falta siempre puedo hacer una desiderata. Pero estoy segura de que no todo el mundo comparte este privilegio y, desde luego, muchos estáis tan pobres como yo.

Así que no está de más hacer hincapié en que esta es una señora victoriana y que, si leéis en inglés, su obra ya está libre de derechos. Alguno lo podéis encontrar con cosillas bastante interesantes además.

The Truth, the Whole Truth, and Nothing but the Truth lo tenéis en esta versión anotada de la universidad de York. La web es una compilación de relatos y ensayos asociados y merece la pena que le echéis un ojo.

The Man with the Nose. Victorian Secrets es otra editorial pequeñita que se dedica a estos mundos del terror, las autoras y lo victoriano. En su web tienen colgado el relato

Pero además lo tenéis también en YouTube como un audiolibro narrado por Bitesized

Under the Cloak. Lo tenéis en el Proyecto Gutenberg Australiano junto a otros dos relatos de la compilación

Esta también la tenéis como audiolibro en YouTube, ahora por Scary Stories

Behold, it was a Dream! Lo tenéis como un sencillo y cómodo pdf de manos de la Public Library UK

Poor Pretty Bobby. Y, para terminar, el enlace a toda la compilación junta de nuevo en el Proyecto Gutenberg

¿CÓMO ES CUENTOS DEL OCASO?

El número de escritoras de Gran Bretaña en época victoriana es considerable. Y no eran autoras que trabajaban en el obscurantismo y que estamos descubriendo ahora, no. Más bien al contrario. Contaron con considerable fama en su momento y de una manera u otra han ido quedando en los márgenes de la literatura.

Bien es cierto que entonces esa fama ya tenía matices, claro. Igual que ahora se nos encasilla como autoras juveniles por defecto, antes la categorización sobre la que caían hicieran lo que hicieran era sensacionalismo y romance.

Y hay aún otra capa en este breve análisis que necesitamos para adentrarnos en la reseña de los Cuentos del ocaso: la perspectiva, el feminismo.

Uno de los tópicos más extendidos sobre las mujeres es el de que somos muy malas entre nosotras y que nos cuesta mucho tener amigas sobre todo por envidia. Muchas adolescentes sobre todo repiten este mantra, el de mis mejores amigos sin chicos. Y se refleja de manera exagerada en la literatura y en la ficción en general, desde siempre.

Así las cosas una de las actividades más perseguidas por el femenismo contemporáneo es la búsqueda de referentes antiguos, de escritoras que diesen una narrativa alternativa a este discurso. Es un ejercicio complicado, más de lo que debería. Pero aquí entran los factores que, os prometo, son muy relevantes para hablar de este libro.

El primero es que había una penalización social a ser comprensivo con las mujeres. Si queréis un ejemplo buscad qué pasó con Ruth de Elizabeth Gaskell. Y este comentario no tiene nada que ver con la calidad de la novela porque eso es lo de menos. El libro fue quemado por los propios amigos de la autora, ella misma refirió arrepentirse de haberlo hecho. Todo porque hablaba de sexualidad y la protagonista tenía un hijo ilegítimo.

Y el segundo que la escritura era el modo de vida e independencia de estas autoras. Era una manera de ganar dinero aceptada en una sociedad exageradamente estricta y en la que la imagen de la mujer como Ángel del Hogar era base del pensamiento contemporáneo.

Muy segura de su posición y de su economía tenía que estar una para atreverse a publicar según que cosas. Especialmente porque muchas de ellas no estaban casadas y dependían solo de sí mismas y de su nombre familiar.

Y dicho todo esto, Cuentos del ocaso.

No hay terror novedoso en esta compilación. Las casas encantadas, secuestros, sueños proféticos, todo son elementos base al género y a los relatos de su misma época.

Pero sí hay algo en lo que Broughton innova y cruza líneas: el tratamiento de la mujer. Y esto tenéis que entenderlo no desde nuestra perspectiva si no desde la introducción que os he puesto.

Si queréis leer este libro que no sea en busca de miedo o inquietud, que sea por el sentido de la comedia y el cinismo de esta autora. En La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, sobre todo, está desatada.

Más vale que Artie sea el mejor apoyo que pueda desear una mujer anciana para indemnizarme por todo lo que él y su tosferina me han hecho sufrir.

Sus protagonistas son mujeres de mediana edad en su mayoría, narradoras de sus propias historias la mayor parte del tiempo. Y, cuando no lo son, que es el caso de El hombre de la nariz, sirve aún así para explorarlas a ellas y su lugar en la sociedad.

En lo que se centra, sobre todo, es en una crítica a lo que se considera el comportamiento apropiado de la mujer, que utiliza para hacer sátira y tragedia a partes iguales, en eso que se ha conocido desde antaño como nuestro sexto sentido y en la sexualidad. Todo ello entrelazado.

Lo femenino ha sido en general asociado al mundo de los sentimientos, lo histriónico y con ello va perfecto el juego de lo sobrenatural. Los hombres, por su lado, son el paradigma de lo racional y científico. Y lo que Broughton quiere que veamos es la manera en la que se desdeñan con este tópico las aportaciones de las mujeres y cómo ello se vuelve una historia de terror. Funciona a las mil maravillas.

Es interesante también que sepáis antes de abordar la lectura que las menciones a joyas suelen tener connotaciones de pureza sexual y que en el abordaje del sexo es bastante metafórica. Y es que, insisto, lo más interesante de estos relatos es valorarlos en su contexto.

Lo único que sí falla para mí de la compilación es el último relato, me sobra completamente.

¿PARA QUIÉN ES CUENTOS DEL OCASO?

Si os gusta la época victoriana, incluso si no os apasiona el terror, esta es una lectura excelente. También, aunque no sea precisamente escalofriante, es muy apropiado para cualquier amante del género que quiera historias clásicas con un giro muy personal.

  • Autora: Rhoda Broughton
  • Traducción: María Pérez de San Román
  • Título originalTales for Christmas Eve
  • Ilustración de cubierta: Rafael Martín
  • Publicación original: 1868/1873
  • Editorial: la Biblioteca de Carfax
  • Género: terror
  • ISBN: 978-84-949232-6-5
  • Páginas: 172
  • Precio: 16,00 €

Reseña: «Una obsesión perversa» (V.E. Schwab)

¿QUÉ ES UNA OBSESIÓN PERVERSA?

Según la editorial:

 Ambiciosos. Arrogantes. Brillantes. ExtraOrdinarios. ¿Ya conoces a Victor Vale y a Eli Cardale? En el último año de su carrera, el interés compartido por la adrenalina, las experiencias cercanas a la muerte y los acontecimientos en apariencia sobrenaturales plantean una posibilidad intrigante: que, dadas ciertas condiciones, sería posible desarrollar habilidades ExtraOrdinarias. Pero cuando la tesis pasa de lo académico a lo experimental, las cosas salen horriblemente mal. Diez años más tarde, Victor escapa de la cárcel, decidido a encontrar a su antiguo amigo (ahora enemigo), con la ayuda de una niña cuyo carácter reservado esconde una capacidad asombrosa. Mientras tanto, Eli se ha propuesto erradicar a todas las demás personas con superpoderes que pueda encontrar… salvo a su compañera, una mujer enigmática de voluntad inquebrantable. Armados con inmenso poder, impulsados por el recuerdo de la traición y la pérdida, los archienemigos están decididos a vengarse… pero ¿quién quedará vivo al final?

¿CÓMO ES UNA OBSESIÓN PERVERSA?

Venía sin esperanzas y encontré oro.

Una magia más oscura no me gustó nada. Me parece que al principio está muy falto de trama y lo que viene después no justifica la extensión. Tampoco me gustaba no sé si cómo estaba escrito o la traducción, con redundancias como se frotó el pelo de la cabeza. Pero, sobre todo, es que odio a la protagonista.

Como esto es una reseña sobre Una obsesión perversa no me voy a extender en por qué. Baste decir que, cuando alguien alababa Una obsesión perversa en base a que esta autora es aparentemente buenísima en creación y desarrollo de personajes, no podía repelerme más.

Pero es que aquí no acaba la cosa. Porque al final lo peor es que tengo algo personal contra Schwab. Una persona en Twitter me comentó que, tras poner una reseña negativa, la autora debió o buscarse a sí misma o tener las nofiticaciones activadas y la citó para ridiculizarla y lanzarle sus hordas de fans.

Por favor autores, nunca hagáis esto. No seáis acosadores. La gente tiene derecho a sus opiniones de vuestro trabajo mientras no os insulten o falten al respeto. Sed conscientes, además, de vuestro alcance.

Para más inri ella se quejó de que Mark Lawrence le hizo esto mismo a ella. En fin, la hipotenusa. Pero voy a dejar de desviarme y hablaros de Una obsesión perversa.

Porque os lo digo en serio. Oro, oro puro.

Vaya protagonistas.

¿Habéis leído o visto Buenos Presagios? Pues esta es la versión que se toma en serio a sí misma.

El juego está claro desde el principio. Uno es Víctor, como el científico Frankenstein. El otro Eli, el nombre de Dios. Y ambos hacen muy buen honor a sus referencias.

Para manejar la narrativa, Schwab nos monta en dos líneas temporales. En una son amigos. En la otra algo ha salido mal, muy mal. Ambas se sobreponen y, aunque a mí no me funciona en sí como historia de intriga, el que me parezca predecible no le quita nada. Es una lectura ágil, de las que hacen que te quedes un capítulo más, pero aún así se saborea sobre todo porque la narrativa es muy visual.

Hay libros que más que una historia construyen una estética y este es uno de ellos. No porque no pase nada, es que incluye cosas sin mucho sentido porque cuajan dentro del ambiente y la caracterización.

La magia de Schwab, y a lo que se aspira siempre con este tipo de novelas, es a que ni lo pienses ni lo notes la mayoría de las veces. Y está muy bien logrado.

El problema de esto, no para mí si no intentando explicar lo que os vais a encontrar y si es algo que cuajará o no con vuestros gustos, es que depende completamente de que os gusten los personajes. Porque por lo demás no creo que vayáis a enamoraros de nada.

De manera específica lo que tenéis que preguntaros es si tenéis ganas de leer un estudio narrativo de la sociopatía y el narcisismo. Cómo esto se aplica a un hombre que cree en el poder de la ciencia sobre la moral y otro que se cree con la potestad de Dios y, por lo tanto, con la superioridad ética instantánea.

La obra es adulta, no está pensada para un público adolescente. Y, aunque esto no lo pongo en duda, sí que es cierto que en la apreciación del párrafo anterior tenéis que tener en cuenta que, por muy crudo que sea, no resulta serio, riguroso o analítico. No es una crítica, no tiene nada de malo. Lo que quiero decir es que no es tanto una exploración profunda de la problemática como una un tanto morbosa, centrada en la atracción y odio de Eli y Víctor.

No sé deciros, además, si el trabajo que hace sobre la falta de empatía y la egolatría es bueno o no. La verdad es que no lo sé a un nivel técnico. Lo que os puedo decir es que es atrayente.

Veréis. Víctor, que por lo que he visto en internet es el ganador de los corazones de la mayoría, se autodefine como malo. Es fácil para todos los demás como poco ver que hay algo extraño en él. Su rasgo principal es una falta de interés y empatía por la gente, pero a la vez en realidad es muy sensible a los estímulos y opiniones externas. Esto es así hasta el punto de llegar al tópico de la familia encontrada varias veces.

Es fácil empatizar con él y es difícil creerle en ocasiones cuando suelta comentarios utilitaristas. Aunque actúa de manera mala, sin matices, siempre es en un ambiente contextual que invita a adentrarse en su psique y ya deja a manos del lector si disculparle o no. En mi caso, no. Pero una cosa no quita la otra.

Es más, creo que las partes más inconsistentes están en todo esto. Y lo que echo yo en falta es más tiempo con Eli para equilibrar.

Y es que, Eli. Eli es una mariposa social. Pero es turbio, es estremecedor y aunque en su entorno no les resulte obvio para ti como lector sí lo es. Al principio quizá no tanto, pero siempre hay algo. Algo que te hace ver lo que hay detrás y que nunca es bonito.

Él se define como bueno pero por encima de las normas humanas. No debate la importancia de la ciencia si no que se pone a sí mismo por encima de ella.

Desde el principio de la novela sabes que ambos van a recibir poderes y, como los nombres, les van a quedar como un guante. En Víctor vamos a explorar el dolor a través de ese entorno que os comentaba, que esconde un pasado de negligencia y aburrimiento. En Eli es la curación y un pasado difícil y complejo que deja heridas intratables.

La cercanía de ambos a la muerte y la nada, el control de ambos sobre el dinero y la vida de los demás, presentan el intento de Schwab de tachar los grises y llegar a tonos oscuros en el espectro.

Por otro lado la atracción entre ambos, el entendimiento de superioridad y desprecio que comparten, es una maravilla de leer y un horror de contemplar.

En cualquier caso, hay más personajes. Sobre todo hay una chiquilla, Sidney, que ocupa bastante espacio y a mí me preocupaba que lastrase el verdadero interés de la obra. No fue así. Creo que todos están bien, cumplen su función y encajan.

Por otro lado no puedo cerrar la reseña sin destacar que, aunque ya he dicho que se lee muy rápido y atrapa, sí que tiene un pequeño problema de ritmo. Pasa justo al final, cuando todo se está completando y tú estás ansioso por ver la resolución.

Asumo que quiere aumentar la intriga y la tensión, pero en mi caso lo que hizo fue generar un poco de desinterés justo en el peor momento. Nada serio en cualquier caso.

Por algo se llevó mis cinco estrellas.

¿PARA QUIÉN ES UNA OBSESIÓN PERVERSA?

Si queréis un poco de Dark Academia, enemistad, un Sherlock de malvados, la vida de los ricos, desapego y un libro difícil de soltar casi todo el tiempo esta es vuetra novela.

  • Título original: Vicious
  • Autor: V.E. Schwab
  • Traductor: Nora Escoms
  • Publicación original: 2016
  • Editorial: Puck
  • Páginas: 384
  • ISBN: 9788492918188
  • Precio: 16 €
  • Género: Fantasía/CiFi
  • Saga: Villanos 1/2

Reseña: Berserk (Kentaro Miura)

Qué difícil es enfocar esta entrada. Hay tantas cosas que decir y tantos sentimientos entremezclados que no tengo ni idea de por dónde empezar. Una de las cosas de las que me he dado cuenta más rápido es de que la estructura argumento de la obra, cómo es la obra y para quién que suelo usar en la mayor parte de reseñas, no iba a quedar bien aquí.

Es que, es difícil definir Berserk para alguien que no lo ha leído. Un pequeño resumen del argumento os iba a servir de poco. No engloba bien lo que compone este manga, no te da una idea real.

Diría que a estas alturas es su fama lo que tiene que guiaros pero eso también es complicado. De primeras no creo que existan obras imprescindibles y mucho menos que te den el carnet de fan. Sí creo, no obstante, que hay obras que marcan tendencias y que, si quieres un entendimiento amplio de un género, tienes que mirar aunque sea por encima. Berserk es sin duda una de ellas.

©Kentaro Miura

Pero, sobre todo, casi cualquier fan os va a decir que esto no es solo gore, violencia, buenos diseños y venganza. Lo que pasa es que cuando miréis imágenes o leáis el manga os podéis sentir un poco engañados. Un poco de me dijeron que esto era muy profundo y a veces es el trabajo hormonal de un adolescente.

Berserk es, insisto, complicado.

Son 32 años de trabajo. Una vida. La evolución de una persona como artista, la inconsistencia del paso del tiempo, la evolución de un estilo, de un medio que pasaba de analógico a digital, de los cambios de gustos en el fandom y la internacionalización del manga, la perseverancia en la esencia de quién fue Kentaro Miura. Los parones entre números, las exigencias de los lectores.

Si es con tweets de hace diez años y cuando salen a la luz ya acaban con carreras imagináos que vuestra vida profesional estuviese hilada por un proyecto que empezaste en 1989 y sigues haciendo en 2021.

La temprana muerte del autor nos ha dejado huérfanos de final y dejó al mundo del manga en shock. Berserk se había convertido en una de esas obras que siempre están, que siempre se discuten en tonos determinados, en referente. Y su falta de conclusión parecía decir algo del arte y nadie tenía claro el qué.

Quizá que los trabajadores están sobreexplotados, que el ritmo de las revistas es inasumible. Y da igual si sus compañeros quieren negar esto o no. Porque, insisto, su pérdida parece tener que significar algo específico por el lugar en el que se coloca su obra. Porque si Berserk no termina hay un eslabón perdido.

©Kentaro Miura

Y este es también un detalle importante a la hora de leerlo o no. Un amigo de la infancia de Miura va a acabarlo, en teoría en base a los comentarios que le hizo en confidencia. Pero la obra como debió ser nunca existirá. Y el momento en el que llegas al último número de Miura si sois un poco sensibles como yo os vais a romper un poco.

Y lo vais a hacer porque, honestamente, dadas las circunstancias es un final perfecto.

De hecho yo no estoy de acuerdo en que se continúe el trabajo sin él. Todo lo que os explicaba antes que hace a Berserk lo que es queda perdido así. Es otra identidad, otra obra. Ya no es un reflejo.

En cualquier caso soy consciente de que nada de todo esto os dice por fin qué es Berserk. Ya os digo que esta entrada se las trae.

Supongo que, por encima de todo, trata sobre el significado de ser humano.

©Kentaro Miura

Este es uno de los grandes temas de la fantasía, la exploración a través de lo mágico o divino de qué somos en realidad. Y os diré que, en mi opinión, Miura es uno de los que mejor lo hace. Esta apreciación no la restrinjo solo al ámbito del manga o el cómic, hablo del género en todas sus facetas.

No todos los arcos tienen la misma calidad, no siempre vais a estar pegados a las páginas pero, lo que tenéis que tener en cuenta a la hora de decidir hacer este viaje o no, una vez ya mencionado el gore, es el tratamiento de los personajes femeninos.

Me parece que esto no va a ser una sorpresa para nadie. Fecha de inicio 1989, manga, violencia explícita.

Y doy por sentado que es uno de los motivos por el que muchos más amigos y conocidos que amigas y conocidas lo han leído. No es que pocas chicas lo hayan leído, este es uno de los mangas más famosos de la historia. Es que en el cómputo de mi entorno, donde veo qué eligen y por qué, este tipo de cosas tienen bastante peso. Sobre todo en lectoras más jóvenes que yo que no han vivido con la misma intensidad su popularidad.

Voy a intentar explicar un poco el argumento para dar contexto y explicación a todo esto.

El significado de ser humano en contraposición a la magia en Berserk significa que, aunque hay una caterva de dioses malvados y horripilantes influenciando la humanidad, el ciclo en el que vivimos es uno en el que los humanos empoderan la situación eligiendo el poder y el egoísmo una y otra vez.

Se habla de destino, se habla de estancamiento social, de las cosas que harías por subsistir. Y como una vez que subsistes siempre quieres más.

Y, al hilo de esto, Miura introduce la situación de la infancia y el mantenimiento de la esperanza en la vida adulta.

Todo esto para decir que aquí violan más o menos a todo el mundo. El poder sexual es uno de los más repetidos y desgranados en Berserk. Además aprecio en el autor un intento de hacer buenos personajes femeninos.

Otra cosa es que eso los haga buenos personajes o que el tratamiento de unos y otros sea igualitario, claro. La respuesta es no. Esto es fantasía oscura y en este aspecto no es novedoso respecto a las corrientes principales de los noventa, los dos mil, ni el inicio de la década siguiente. Son treinta años de estos tópicos y Miura ha crecido y bailado con ellos. Lo que os digo, la obra de una vida.

Pero voy a adentrarme más en esto, aunque lo voy a hacer sin spoilers.

Como os digo, aquí violan atodo el mundo pero no en igualdad de condiciones. Para empezar porque no hay el mismo nivel de detalle ni ocupan el mismo número de viñetas unas escenas que otras.

Los hombres en su vida adulta consiguen resarcirse y defenderse. Las mujeres no. Da igual que te las presenten como la quinta maravilla del mundo, como más fuertes que todos los hombres que las rodean, que al final van a ser víctimas constantes de su condición.

©Kentaro Miura

Es más, su fuerza sirve como medidor para el nivel de amenaza. Es una herramienta narrativa para hacer la situación más dura, la desempoderación más fuerte y cada escena de llanto y exposición más difícil.

Hasta hay una trama sobre que una guerrera nunca podrá ser lo mismo porque al final del día le viene la regla.

Sin embargo, vuelvo a lo mismo, treinta años de trabajo. Hay evolución y una que, aunque siempre tiene cosas para fruncir el ceño, a mí me parece bastante impresionante. Hay autores mucho más jóvenes que Miura que a día de hoy lo hacen mucho peor. Poco consuelo, pero es importante en el contexto.

En un momento dado va a aparecer una niña de 12 o 13 años, Schierke, que es una brujita. Si os digo la verdad yo ahí me eché a temblar. Pensé, si algo de lo que han pasado otros personajes femeninos se aplica a esta trama me da igual lo buena que sea la historia, devuelvo todo esto y se acabó.

Por el contrario, creo que ha sido de las cosas que más me han gustado y de los arcos de crecimiento no solo de Berserk si no en la vida del autor con más profundidad. Aún así, como todo en este manga, es complejo.

Aunque se va a enamorar de un adulto lo va a hacer de una forma tierna, una niña descubriendo su primer amor. Y el susodicho siempre la va a seguir tratando como a una cría a la que adora, protege y nunca jamás de los jamases sexualiza.

Eso no significa que Schierke no vaya a ser sexualizada, no obstante.

Porque además de ella tenemos a otro niño, Isidro. Isidro es tontorrón, monísimo, bruto, tierno y está en una edad en la que se pone tonto con las chicas. Hasta ahí sin más, el personaje me encanta. Pero me sobran bastante las escenas de querer verla desnuda y toda la pesca con el subsecuente dibujo que nos cuela en el manga. Sin eso habrían tenido una dinámica perfecta.

Es que encima Miura avanza tantísimo en su estilo de dibujo que, cuando llega a sus partes, además de ser el mejor dibujante posible para la locura gore que imagina, hace las caritas más adorables que os podáis encontrar. Esto también es parte de la evolución y de lo mejor de esta historia vital.

©Kentaro Miura

He visto a gente comentar que se puede partir Berserk en dos, con un principio mucho más crudo, un protagonista más antipático y un paso hacia gotas de comedia y mucho de familia encontrada. Yo difiero.

Creo que incluso en su primer arco, que es el más simplemente descarnado, Miura responde a qué es la humanidad con la esperanza. Que esta es siempre una historia en la que el autor esperaba poder encontrar a sus niños adorables, amigos del alma y rehacerse después de la tragedia.

Que esto es así porque, además, la única forma de tener un malo como persona que no voy a decir como complemento al protagonista, es que sean diferentes caras de la misma moneda. Y para eso Guts necesitaba hacer este viaje.

Hilando esto también aparece el elemento del destino. En la pura esencia del personaje, en su cabezonería, está que si le dicen que hay algo que no puede hacer va a hacerlo. Y una de las cosas que le están diciendo es que no puede haber bondad desinteresada y camaradería real. Si el final hubiera sido bueno o no, quién sabe. Yo creo que hubiera sido agridulce pero que su esfuerzo hubiese merecido la pena.

Otra de las cosas que hacen tan especial a Berserk es la pasión de Miura por el arte. La cantidad de referencias es brutal, desde el Bosco a todos los edificios que os podáis imaginar y el resultado es impresionante.

SOBRE LA EDICIÓN EN ESPAÑOL DE MAXIMUM BERSERK

Para terminar esta reseña quería hablaros brevemente de Maximum, la compilación que vais a encontrar ahora mismo en el mercado.

Este manga tiene un sentido tan fuerte de horror vacui que leerlo en takoubon (el típico tomo pequeño) es un reto. Se pierden los detalles y además a veces el tamaño de letra complica la lectura. En ese sentido el paso a este nuevo formato, más grande, es algo que se agradece mucho. Lo que pasa es que tiene unos problemas inmensos.

Parece que la ampliación se hizo sin más. Cogiendo la imagen y haciéndola más grande. Los cinco primeros tomos, sobre todo, son un desastre de viñetas cortadas con textos sajados. Y además está el moiré.

En grandes masas de tinta de pronto vais a encontrar extrañas líneas o puntos y eso no debería estar ahí. Es un desastre.

No sé deciros si merece la pena o no. Es un manga brillante, es caro, la edición está en estas. Los tomos pequeñitos ya extintos no os van a mejorar mucho la situación y no sé qué tal está en inglés. Yo tengo parte comprada y parte lo saqué de la biblioteca pero aspiro a tenerla completa.

  • Autor: Kentaro Miura
  • Nombre original: ベルセルク/Beruseruku
  • Publicación original: 1989-2021
  • Editorial: Panini Cómics
  • Género: Fantasía oscura
  • Tomos: 20
  • ISBN: 9788411015035
  • Precio: 16’95€

Reseña: «Guía del club de lectura para matar vampiros» (Hendrix)

¿QUÉ ES EL CLUB DE LECTURA PARA MATAR VAMPIROS?

Según la editorial:

A Patricia Campbell su existencia nunca le ha parecido tan insignificante. Su marido es un adicto al trabajo, sus hijos adolescentes tienen su propia vida, su suegra senil necesita cuidados constantes, y siente que siempre va un paso por detrás de su interminable lista de cosas por hacer. Lo único que la mantiene viva es su club de lectura, un pequeño grupo de mujeres de Charleston unidas por su amor a las novelas de crímenes reales. En esas reuniones se habla de todo: desde la familia Manson a asuntos de sus propias familias.


Una tarde después de la reunión del club, Patricia es salvajemente atacada por una anciana vecina, lo que le llevará a conocer al atractivo sobrino de esta, James Harris. James es un hombre de mundo y muy leído que despertará en Patricia sentimientos que no había tenido en años. Pero cuando al otro lado de la ciudad unos niños empiezan a desaparecer y sus muertes son ignoradas por la policía local, empezará a sospechar que James Harris es más un criminal que una réplica en carne y hueso de Brad Pitt.

¿Cuál es el verdadero problema? James es un monstruo de una especie diferente, y Patricia le ha dejado entrar en su vida.
Poco a poco, James se irá introduciendo en la vida cotidiana de Patricia tratando de apoderarse de todo lo que considera suyo, incluido su club de lectura. Sin embargo ella no está dispuesta a rendirse sin luchar en esta historia plagada de sangre sobre una relación de buena vecindad transformada en algo siniestro.

¿CÓMO ES EL CLUB DE LECTURA PARA MATAR VAMPIROS?

El terror como género y, en concreto, la representación del hogar como lugar de pesadilla para las mujeres, ha sido uno de los grandes focos para diversas autoras a lo largo de los años. Jane Eyre, Rebecca, El papel amarillo, Gotico, la lista es inmensa.

Este libro no está ni escrito por una autora ni se centra en una casa. Pero está claro que es un descendiente de la misma idea y que quiere explorarla incidiendo en cómo se ha creado esa dinámica, qué significa y cómo se resuelve.

Si pensáis en las protagonistas de las historias que he mencionado, en todas destaca el mismo patrón, que es condición sine qua non para la profundidad de la tragedia: son personajes que siempre están aislados, en casas que son prisiones y que les impiden tener amigas. Sus vidas giran en torno a la de los hombres arquitectos de ese hogar.

Ninguna de ellas ha hecho algo mal, todas intentan seguir el código de conducta esperado para una mujer y sin embargo no pueden evitar notar que algo no es como debería. Este modo de revolución siempre es tratado por el compañero de turno con escepticismo y malestar, dejando que la paranoia campe a sus anchas por la narrativa.

Lo que Hendrix hace es coger todo esto y decir bueno, pero qué pasa si estas mujeres viven en un vecindario. El ama de casa perfecta, en medio de una casa inquietante, un barrio donde algo sucede pero las apariencias importan más. Donde tiene la oportunidad de entrar a un club de lectura. De hacer amigas. De encontrar gente con la que desgranar la situación y trabajar la sensación de locura y desesperación.

A mí me ganó a la hora de decidir leerlo que el equipo de marketing lo comparase con Tomates verdes fritos. La lectura no me decepcionó.

Por si con esta introducción no os lo imaginabais ya, quiero incidir en que esto no es una especie de Buffy con mujeres un poco más mayores. No hay un montón de vampiros en plural a los que quieran matar, no se vuelven personajes de acción, no hay ninguna guía para matar vampiros.

Es más, creo que el nombre está un poco mal escogido. A mí no se me ocurre uno mejor pero me da que puede llevar a confusión con el tono de la novela.

Sí captura bien que, por muy inquietante que llegue a ser, también tiene comedia. Eso se lo reconozco. Además este es uno de los rasgos más definitorios de la obra y sobre el que yo también habría intentado poner hincapié.

Aún no he leído nada más del autor, pero parece de hecho algo común a toda su obra.

No es humor de chistes o gags intencionados por parte de los personajes. Es algo en el aire un poco macarra de la situación, la ridiculez de lo extraño enfrentada a lo cercano que es para los lectores el ambiente suburbano del sur de Estados Unidos a principio de los noventa.

En este sentido, además, la ambientación está muy bien elegida. No estamos en la nostalgia ochentera/noventera que ha ido invadiendo la ficción, si no en una reflexión social que si bien es en algunos aspectos muy superficial hace maravillas para el trabajo de Hendrix.

La década de fin de siglo fue un momento en el que EEUU se sentía intocable. Tenían varios frentes abiertos, no era ni mucho menos una época sin conflicto o tranquila, pero aún no había sido el 11-S y su estatus de super potencia económica y artística estaba muy integrado en el día a día.

El sur, además, siempre ha tenido esa imagen de lugar tradicional, religioso, con una idea y estructura de la familia muy arraigada.

Esto es importante para la imagen de vecindario donde se comparten cosas, donde se hacen actividades sociales y la idea pública de ti tiene una relevancia que impacta además en toda tu familia.

Aunque la historia sigue en primera persona a Patricia, todo el grupo principal está compuesto de mujeres blancas de clase media. Es una parte esencial del envoltorio de la historia porque, a medida que el peligro se va desenvolviendo, aparecen la segregación y los personajes que estaban escondidos por la tela mágica del dinero.

Como digo es una exploración superficial. No estoy capacitada para decir si una buena o mala. A mí me gustó el concepto y a la vez me chirrió un poquito la ejecución.

No quiero entrar en demasiados detalles para no hacer spoilers, pero se me hace un poco extraña la sensación de que un grupo poblacional entero con su propia historia, sufrimiento y mucho más conocimiento y dolor en el caso que ocupa al libro sirvan más como una herramienta para el despertar de Patricia que para su propia historia.

Tiene sentido en cuanto a que el libro es Patricia. Es raro de todas formas. O por lo menos lo es para mí, ya os digo que no creo que sea un tema en el que mi opinión esté bien formada.

En cualquier caso se hacen lazos de apoyo aquí también y todo lo que en el libro tiene que ver con mujeres que se ayudan o no me encanta.

Nuestra protagonista está más que aburrida encerrada en una vida en la que no puede ganar. La invisibilidad de las labores del hogar pero su naturaleza fundamental en una familia, la situación de la mujer con sus hijos, la necesidad de estímulos y el papel de cuidadoras de los miembros enfermos de la familia, son todas gotas en el vaso de agua de Patricia que la llevan al club de lectura.

Y, en su intento de encontrar almas afines en sus vecinas, lo primero que vemos es un fracaso. Este detalle me gustó mucho porque el libro va a dejar claro que no es tan fácil como salir y hacer amigas. Que no se trata de que un grupo de mujeres encuentre a otras mujeres si no de gente afín.

Lo que estas ponen en común es la lectura de libros de crímenes auténticos.

Claro, os hablaba al principio de cómo en las novelas de casas encantadas o con misterios la paranoia campaba a sus anchas. Pues aquí añadidle que la dedicación y entretenimiento de los personajes es este. Caldo de cultivo.

Las cosas extrañas se van sucediendo y lo hogareño se empieza a mezclar con lo muy perturbador. Hay un asesinato y un inicio de misterio que es tanto horripilante como una obra de arte. Y desde ahí la tensión va creciendo y llega a momentos en los que se vuelve imposible soltar el libro.

Otra cosa que me gusta de la manera en la que trata la amistad es que, aunque sospechen las mismas cosas, no dejan de la noche a la mañana de ser las personas que son y estar en el ambiente en el que están. Se enfadan, se traicionan, se abandonan. Y a la vez intentan estar y saber y entender. Y es todo humano, descorazonador y a la vez afectuoso y esperanzador.

Porque en este libro hay un vampiro y mucho estrés para el lector pero no hay ningún misterio. Desde el título sabes qué es lo que está pasando, aunque ellas aún no lo tengan claro. Pero eso da igual. Eso es la casa encantada.

El argumento de este libro es muy humano.

Son mujeres casadas con hombres que no saben apoyarlas incluso aunque a veces lo intenten, que les echan en cara intentar entenderlas y que siendo exageradamente negligentes con sus hijos intentan controlarlas a ellas como si fueran niños.

Y ellas en algún momento se enamoraron de esos hombres. Quieren a sus familias. No es tan sencillo como romper con esa situación. Y sus relaciones con los niños y entre ellas sufren porque no están cómodas, pero se les ha dicho que tienen la vida que todas deberían querer.

Además hay dinero, mucho dinero. Dinero del que ellas forman parte como si de un accesorio se tratase.

Todo esto no desmerece el apartado de terror y thriller. La trama vampírica es soberbia y se mezcla de manera perfecta con el apartado cotidiano y la crítica social. En general creo que los vampiros son una criatura sobrenatural muy apropiada para este tipo de críticas, sus características dan para buenas metáforas y explicaciones.

¿PARA QUIÉN ES EL CLUB DE LECTURA PARA MATAR VAMPIROS?

Si os gustan los vampiros, las historias cotidianas, un poco similar al realismo mágico pero tirando al terror en vez de a la fantasía y tenéis estómago para lo gore, estresante y desagrable os lo recomiendo mucho.

  • Título original: The Southern Book Club’s Guide to Slaying Vampires
  • Autor: Grady Hendrix
  • Traductor: Paz Pruneda
  • Publicación: 2020
  • Editorial: Minotauro
  • Páginas: 480
  • ISBN: 978-8445009956
  • Precio: 10,95€/8.99 €
  • Género: Terror. Vampiros. Thriller
  • Autoconclusivo

Reseña: Expediente X (piloto)

Tengo una pasión inmensa por las series de televisión y una deuda que saldar con Expediente X.

Igual que con la literatura, me gusta analizar lo que veo y entender sus influencias. No haber visto esta más allá de algunos capítulos sueltos era un crimen. El caso es que no me llamaba nada la atención, tenía la sensación de que había envejecido muy mal y las once temporadas y dos películas me abruman.

Pero qué equivocada estaba. Me he enamorado del piloto.

Tanto que, aunque rara vez escribo reseñas sobre secciones pequeñas, he decidido hacer esta. Probablemente vengan más de capítulos sueltos, temporadas, o lo que se preste, porque ya puestos me he dado cuenta de que me gustaría hacer un pequeño diario de sensaciones de cara a ir avanzando.

Así de emocionada estoy con lo poquito que llevo. Sé que se va a convertir en una imprescindible para mí.

Creo que lo que más me ha sorprendido es la música.

Lo sé, suena estúpido. La verdad es que el tema de los títulos de crédito se me hace un poco irritante y, por muy icónico que sea, lo veía como una parte fundamental del tono de Expediente X que me hacía no conectar con ella.

Pero no, para nada. Dentro está desarrollado muy bien y tanto la música como la dirección de sonido, en general, colaboran para la creación del principal punto fuerte del capítulo: la tensión.

Y reconozco que yo me tenso fácil cuando siento que una serie me quiere dar un susto, pero no se trata de esto. Hay bastante calidad aquí.

Creo que el elemento más obvio para esta construcción es la ambientación, los colores fríos, las tonalidades marrones que acompañan el pelo rojo de Gillian Anderson y lo hacen carente de calidez. Los típicos bosque, oscuridad, un hospital psiquiátrico, la lluvia.

Lo especial es saber que absolutamente ningún personaje, ni siquiera los protagonistas, está diciendo toda la verdad.

Con esto acabo de tocar uno de mis temas favoritos.

La verdad es que Duchovny está flojito en su papel del detective protagonista, Fox Mulder. Un poco sobreactuado y sin encontrar el punto del personaje. Pero tiene de su parte un carisma innato y un guión resultón y aquí está el punto.

Mulder no tiene miedo de decir que cree en extraterrestres. Es abierto sobre cómo llegó hasta allí, suelta como si nada que tiene contactos en el Congreso. Pero a la vez nunca es sincero ni con Scully ni con nadie. Sabes que siempre hay cosas que se está callando, que va tres pasos por delante y que detrás de unos diálogos ególatras y verbosos hay un fondo interesante.

Y Scully, que tiene el trabajo de supervisar su trabajo e informar a sus superiores, tampoco va de frente. Lo que pasa es que Mulder ya sabe para que está realmente allí y sin embargo no puede no sentirse atraído por su carisma y capacidad para esperar.

La protagonista femenina es la imagen perfecta del personaje espectador.

Es decir, a veces cuando quieres presentar un mundo extraño pones a un personaje que sabe mucho (en este caso Mulder) con un personaje que se va a adentar en el descubrimiento (Scully) para que tenga las mismas preguntas que el espectador, haciendo la trama avanzar.

Gillian Anderson me gusta más en esta introducción que su contrapartida, pero resiento bastante que la hayan desnudado a la mínima de cambio. La verdad es que no me lo esperaba y en el contexto del capítulo queda cutre. No sé qué tienen los creadores de ficción con la idea de que en cuanto nos quedamos solas nos desnudamos y nos metemos en bañeras

Que no es que no pase, es que como momento narrativo en un episodio tenso sobre abducciones le quita puntos.

He leído varias veces que Chris Carter, guionista de este episodio y creador de la serie, no era el mejor de la sala de escritores. Que otros escribirán mucho mejor a los personajes que él. Pero a mí me ha gustado mucho su trabajo de presentación.

Es más, nada más acabar he buscado si estaba disponible el guión en internet. En caso de que tengáis curiosidad la respuesta es afirmativa.

Hay un párrafo en concreto que presenta de manera excelente el ego, pedantería y carisma de Mulder. Es brillante y tonta y me encanta.

When convention and science offer no answers, might we no consider the fantastic as plausibility?

Ahondando un poco más en la relación de ambos promete bastante. Es cierto que la desnudez de Scully está pensada tanto para el espectador como para ver la reacción de Mulder a ella. Y toda esa parte de la dinámica, él siendo condescendiente y humorístico cuando ella está preocupada por su vida y expuesta, me irrita bastante. Pero pasando por encima de eso está bien montada.

Funcionan estupendo, tienen buena química en pantalla, siempre a un palmo el uno del otro, moviéndose en círculos respecto a la posición del otro actor en pantalla y estoy deseando ver como sigue.

¿Vosotros sabíais que el término U.S.T., es decir Tensión Sexual No Resuelta en sus siglas inglesas, se puso en marcha de manos de los fans de Expediente X? Yo no tenía ni idea y es de las cosas de trivia que más gracia me ha hecho descubrir.

Se asocia a una persona con el nick LAG, en el año 94.

En cuanto al misterio en sí está bien. Es predecible en general pero con algunos toques de misterio, con el gran acierto de no explicarte casi nada porque los personajes tampoco tienen esas respuestas. Y esa va a ser parte de la gracia, que por mucho que Mulder vaya de listo en realidad todo el conocimiento es más bien abstracto y poco empírico.

Lo mejor, sin duda alguna, es la secuencia del final del episodio. Promete muchísimo y el guiño, que no voy a spoilear, me ha encantado.

Lo mejor de Naruto Shippuden

Los eventos en torno al aniversario de Naruto revolucionaron a mi familia, nos pusimos el anime desde el principio y, por fin, este enero, tropecientos años después, me he quitado la espinita de no haber visto el Shippuden completo.

Tengo muchas quejas (muchas, muchísimas) pero, a la vez, qué momentazos. Dejadme que os cuente mis favoritos, sin un orden específico, en esta entrada saturada de spoilers.

  • HASHIRAMA/MADARA

La gran sorpresa.

Añadir más personajes a un elenco ya de por sí inmenso, justo al final de la historia, tiende a ser matar la narrativa. Lo he visto varias veces, es un elemento recurrente que me molesta bastante. Pero de pronto llega Hashirama y se convierte en uno de mis personajes favoritos de la saga.

Siendo justos ya se sabían cosas sobre él, así que su aparición y presentación no vienen completamente de la nada. Aún así tiene tanto tiempo en pantalla que era una decisión muy arriesgada. Una que, en mi opinión, solo le sale bien con este tandem. Porque cuando repite esto mismo con quién es el verdadero enemigo vaya sopor me entró.

En fin, me centro. Hashirama y Madara. No me gusta cómo lleva la trama de Madara, y eso que tiene un potencial inmenso, pero estos dos personajes juntos son oro puro.

El momento exacto en el que Madara le dice, de manera épica y fatalista, que se enfrente a él ya sabiendo que es el final de todo y Hashirama le manda a que se espere, es de mis favoritos de todo Naruto, no solo del Shippuden. Es tontísimo, porque este personaje lo es y yo también, y lo adoro.

  • KAKASHI INTERACTUANDO CON GENTE. Podría ser un género y no me molestaría.

Este señor adicto a las novelas románticas picantes es, de manera a menudo contraria a la lógica y moralidad, atractivo al extremo. Atractivo porque es guay, porque mola y todos esos adjetivos que uso mucho pero dan algo de repelús. Atractivo también por su actor de doblaje, porque es sexy, porque el diseño acompaña. Porque invoca perritos, está triste pero se esfuerza en estar contento y así es un poco como nos sentimos gran parte de los millenials.

En el Shippuden tenemos muchos momentos espectaculares tanto de su lado más serio y centrado en su capacidad de lucha, como de él siendo, como Hashirama, tontísimo. La verdad es que, hasta que no me había puesto a escribir esta entrada, no me había dado cuenta de que se parecen bastante.

Sí es cierto, no obstante, que lo que tiene que ver con su historia de origen carece bastante de sentido. Cuando más brilla es siempre en sus relaciones con otros personajes.

KAKASHI CON SUS NIÑOS

Si en Naruto me molesta bastante cuando le deja para entrenar a Sasuke y, en general, la manera en la que les trata a él y a Sakura, en Shippuden podemos verle bastante tiempo separado del Uchiha y se agradece.

La batalla que libran en el bosque, para demostrar que han crecido y que ya no puede enfrentarse a ellos sin leer, me enterneció muchísimo. Puntazo extra, además, por la idea de Naruto para ganarle. Y eso que en este trozo Naruto no parece Naruto y las escenas llegan a verse muy forzadas.

También me gustó mucho su dilema moral respecto a matar a Sasuke. Aunque en general, todo lo que fuese matar a Sasuke, yo lo aplaudía. Qué agonía.

KAKASHI CON YAMATO

En la misma línea de Kakashi entrenando a sus críos están las escenas en las que está, específicamente, ayudando a Naruto con Yamato.

Yamato es una de las incorporaciones al Shippuden que más vidilla le da y ver cómo Kakashi se va aprovechando de él, por alguna magia de guion, en vez de molestarme como suelen este tipo de escenas me divierte muchísimo.

El KAKASHI/GAI

Estos dos opuestos no tan opuestos no dan una gran evolución o muchas escenas novedosas en esta parte de la historia. Pero da igual. Es verles en pantalla juntos o mencionarse y se alegra uno.

Su pelea antes de que Kakashi se haga Hokage me tocó la fibra sensible.

KAKASHI CON JIRAIYA

La relación de estos dos, aunque nunca con mucho tiempo en pantalla, es una de las cosas que más ayudan a que me guste el Kakashi del Shippuden. Es el equilibrio perfecto entre sus tonterías y su pasión por los libros con el respeto y saber estar que le ponen en escenas de más calado.

Dicho todo esto quiero hacer notar, de manera explícita, que en esta lista no está Obito. Y me voy a citar a mí misma diciendo que las partes de trasfondo propio de Kakashi, de verdad, no tienen sentido.

  • JIRAIYA

La misoginia de Naruto se hace muy pesada y, una parte grande, se debe a este personaje. Es de mis favoritos, no obstante. Y eso dice mucho del inmenso carisma con que está construido. Te aguanta él solo capítulos y tramas enteras.

Hay pocas partes que me hayan gustado más que la de su pelea y la historia del libro. Y, aunque su relación con Tsunade y Orochimaru no tengan un brillo especial en Shippuden, la idea de que eso está ahí sigue otorgándole espectacularidad a sus apariciones.

Una pena que su relación con el Cuarto no esté mejor explotada y que tenga partes que, directamente, no tienen sentido.

  • LA ANIMACIÓN EN LA BATALLA DE PAIN CONTRA NARUTO

De nuevo, hay varias partes de esta trama que no me gustan o que me parecen carentes de una mínima lógica interna. Sin embargo aquí la animación experimenta, se desata y es un goce visual. Es otro de los elementos atrevidos en esta traca final, que podría haber sido un desastre (y sé que, de hecho, hay gente a la que se lo parece) pero yo lo encuentro brillante.

  • LA CANCIÓN DE LOS BIJUUS (BIJUU KAZOE UTA)

Creo que esta no necesita ni contexto ni explicación. Aún así, como soy muy pesada, tengo cosas que decir. En la primera parte de Naruto los openings y la música, jugaron una parte fundamental en mi amor por la saga. Eso se me estaba escapando un poco aquí hasta que llegó LA CANCIÓN. Simplemente maravillosa.

Siempre me costará entender que las cadenas japonesas no suban este tipo de clips, la verdad.

  • LA RELACIÓN DE NARUTO CON KURAMA

Lo reconozco, la manera en la que esto avanza a veces es tan tonta que no hay por dónde cogerla. Pero qué más da. A mí lo del poder de ser buena persona y hablar bien a los demás me gusta, es mi rollo.

Por otro lado, al principio, las escenas en las que aún no puede controlarle, tienen parte de mis animaciones favoritas.

  • GAARA

Aunque hay partes de su arco al inicio que me encantan nunca son los directamente relacionados con él y encima el cambio de look me parece un despropósito. Una pena porque su evolución junto a Naruto podría haber sido de las mejores cosas de la saga.

En cualquier caso tiene su huequito asegurado en esta lista por el final. A mí cuando consigue un abuelo y matar a su padre en el mismo día me resultó tan catártico que lo gocé como si todo lo demás en su trama no hubiese pasado. Gracias por tanto Gaara.

  • LA VENGANZA DE SHIKAMARU

Todo en Naruto trata de intentar ser buena persona. De ser mejor con los demás de lo que ellos son contigo. Pero a Shikamaru no le toques las narices.

A este chico le pasa como a Jiraiya, que le rodea una cantidad de misoginia que debería hacerme odiarle y nada. Carisma puro y duro. De mis personajes favoritos y con una de las tramas más poderosas en lo emocional y en tensión.

  • LLAMAR A ALGUIEN HABANERA SANGRIENTA DE KONOHA

A mí la trama de la madre no me gusta especialmente. Pero que te llamen la Habanera (Guindilla, lo que prefiráis) Sangrienta de Konoha es de los nombres más geniales por accidente que he escuchado en la vida.

  • ITACHI

La manera en la que nada tiene sentido en su historia está en un top de cosas tontas de Naruto. Y un top de cosas tontas de Naruto es un top grande.

Pero ah, Itachi.

Nunca hay que despreciar el factor chico torturado que parece malo pero todo el mundo quiere que sea bueno. Lo de darle con el dedo a Sasuke. En fin, es que es una maravilla.

  • SAKURA Y CHIYO CONTRA SASORI

Sakura es uno de los problemas principales de esta historia para mí. En la primera parte de la saga se supone que es la más lista de su clase pero insiste Kishimoto en hacerla de menos todo el rato, en poner sobre todo a Sasuke en las escenas donde debería brillar más.

En la segunda, con el entrenamiento de Tsunade, esperaba mucho más. Pero estos son dos personajes que, aunque están llenísimos de cosas carismáticas como Jiraya y Shikamaru, no están los suficientemente bien tratados como para que compense.

No obstante siempre tendré esta pelea conmigo, el regalo que nos dieron a los que, pese a todo, vemos el inmenso potencial de Sakura como personaje.

Chiyo además me hace bastante gracia. Y los momentos de a ver si se ha muerto con su hermano fueron de muchas risas.

  • EXTRA: OROCHIMARU CORRIENDO POR KONOHA CON YAMATO DETRÁS

A esto si que no le añado ni explicación.

Reseña: Blancanieves y los siete enanitos (1937)

El año pasado empecé un proyecto para Gorgonas sobre cine de animación que no vi cómo continuar por la inmensa cantidad de trabajo y extensión de las entradas que requería. Al final he decidido facilitarme la vida, dividir las películas en secciones, e ir publicándolas según van saliendo del horno.

Así que aquí estamos, con Blancanieves, el largometraje animado que en 1937 crearía un nuevo paradigma. Otro día hablaremos del cómo y el por qué de manera extensa, de qué hubo antes, pero, por hoy, baste decir que fue un proceso arduo de innovaciones, primeras veces y mucho dinero, que se produjo en medio de La Gran Depresión.

Si la veis ahora hay tres cosas que destacan sin duda. En lo positivo los diseños, en lo negativo el ritmo y, entre medias, convirtiéndose en una de las grandes marcas Disney, la música.

El tema del ritmo es un lastre de solución complicada para el proyecto. Esta película se planteó, desde el principio, con la idea base de hacer el primer largometraje animado. La duración iba a ser una pieza clave para el éxito o fracaso de la compañía y, unido a los avances técnicos que presentaba, no podía renunciar a ella si querían impactar.

A la vez tampoco podía írseles de madre. Ya con los siete enanitos, el cazador, la bruja, el príncipe, Blancanieves y multitud de animales podemos ver que los animadores tenían las manos llenas. Lo que había tenía que ser material suficiente para llegar a los más de 80 minutos ansiados.

El resultado es una consecución de gags demasiado largos y escenas sin ningún peso argumental que rompen con lo más interesante de la cinta. Aquí es donde las canciones viran hacia el lado negativo de la balanza, con algunos números que varían entre lo pesado y lo olvidable y, que según el ánimo en que me pillen cuando vuelvo a verla, se me pueden hacer eternos.

Aún así, siendo justos, había otros motivos para esto. Disney conocía a su público y probablemente mucha de la percepción negativa de estas partes no lo era tanto en el momento de su estreno. Los cortos de animación, el propio Mickey entre otros, habían dado al medio una cierta imagen que se esperaba en este tipo de proyectos. Y, también está claro, es una película para niños. No recuerdo que esas partes me hicieran gracia de pequeña pero entiendo el punto.

Prueba de esta mezcolanza entre lo positivo y lo negativo es que, donde más pesa este problema de ritmo, es en el apartado más icónico de la película: los enanitos. Sin duda los que más lo sufren y, a la vez, probablemente lo más recordado en el imaginario colectivo.

Como muchos de los que hemos tenido infancias Disney tengo un gran aprecio por estos personajes y por la canción de Hi Ho. A la vez, viendo la película ahora, siempre me sorprendo de lo que me aburren la mayor parte de sus intervenciones, en especial la canción de lavarse. Hasta tuve que mirar en internet si estaba en la versión original de la película, porque mi yo infantil había borrado toda esa secuencia para proteger a mi yo adulta. Por contra, Hi Ho es muchísimo más breve de lo que pensaba y, de hecho, creo que es el punto principal de su éxito.

Sea como sea, esto nos lleva también al punto de lo positivo. Los enanos funcionan porque son carismáticos, tienen buenos diseños, se hacen simpáticos sin necesidad de ver demasiado de ellos. Sus nombres están muy bien reflejados en sus aspectos.

Y entrando en los diseños diseños, por supuesto, tenemos que dar el paso a hablar de nuestras protagonista y antagonista; Blancanieves y la madrastra.

Sé que a muchos os va a sobrepasar lo cargante que puede ser Blancanieves como personaje pero, si os digo la verdad, a mí me enamora. Tiene una dulzura, un aire danzarín, infantil, gestos elegantes y coquetos, que me enternecen al extremo. Me parece muy bonita. Tanto como para que sus escenas, aunque a veces pesadas, me parezcan de un disfrute visual que vence a sus problemas.

Además es una niña, bastante pequeña. Aunque al final se vaya a casar y un señor la besase pensando que estaba muerta todo lo que hace en la historia es jugar.

Empieza con una secuencia de limpieza, para enseñarnos la ropa que lleva y el estado en el que está pese a ser una princesa. Que ella, a diferencia de su madrastra, no pretende ser vanidosa y no se queja mientras realiza las tareas. Pero por otra parte está cantando, hablando con los animales. Con el cazador está jugando en el bosque, la escena de la limpieza se repite otra vez, con los enanitos canta y baila.

Si eliminamos de la ecuación al espeluznante e insulso príncipe es, simplemente, una niña princesa siendo una niña princesa.

Por otro lado, la bruja. Es maravillosa.

Su estética es, simplemente, espectacular. Me pone la piel de gallina la escena en la que se convierte a sí misma en anciana y crea la famosa manzana envenenada. La película es ella. Y es que, desde el espejo, la caja del corazón, la huida por el bosque, ninguna de sus escenas es pesada. Cada aparición es icónica. Desde que era pequeña hasta que, más mayor, empecé a volver a verlas todas, no había olvidado ni una sola de sus apariciones.

Nada en sus planes tiene demasiado sentido, la mayor parte del concepto de pureza infantil contra lo desagradables que son las mujeres adultas, el tópico de la madrastra, la simbolización de la dignificación del trabajo y toda la pesca, son bastante desagradables. Y, aún así, ella sigue siendo genial.

Ahondemos no obstante un poco en estos problemas.

Cuando escribí sobre Las Brujas de Roald Dahl, ya comenté que entiendo la simplificación en historias infantiles entre lo bonito/bueno y lo feo/malo. Lo acepto como parte de pero no por ello lo considero menos digno de análisis o de mención. Y Blancanieves es una de esas historias donde lo encuentro especialmente molesto.

La Reina es indudablemente guapa, la más guapa hasta que Blancanieves llega a cierta edad. Pero como ella sabe que es guapa, quiere ser guapa y se esfuerza en ser guapa, es decir, es vanidosa, es un atributo negativo. Obviamente, no os pongáis quisquillosos que ya veo vuestros cerebros, lo que la hace realmente mala es maltratar a Blancanieves hasta querer matarla. Pero el juego sigue estando ahí. La belleza que se exalta, como comentaba de hecho más arriba, es la casual. La que nace sin esfuerzo y es fruto de una edad que socialmente se señala como la mejor de las mujeres. Final de infancia y principio de adolescencia.

Mientras Blancanieves es guapa la Reina está dejando de serlo y, además, hasta cierto punto la finge. Vamos, una poser de la belleza o algo así, porque encima es una bruja. Y la guinda del pastel llega con su transformación en anciana y las implicaciones. A mí me hace mucha gracia que pretenda pasar desapercibida y engatusar a la cría así, por cierto. Que no es por caer yo también en el discurso de lo feo/malo que criticaba hace nada, pero es que es bastante curioso que el truco funcione.

Este discurso, además, no acaba ahí. Parte de la presentación de la Bruja requiere que no sea su madre si no su madrastra (una madre no te haría eso, claro. Nótese la ironía), que su padre no esté para defenderla y que mientras Blancanieves se dedica a tareas típicamente consideradas como femeninas (básicamente limpiar y cocinar) la reina esté en una situación de poder que, según se entiende aunque nunca se dice, no le corresponde.

De nuevo, la película no te dice que la reina sea mala por ser reina. Y se sobreentiende que algún día, como princesa, Blancanieves tendrá ese puesto también. Tampoco quiero decir que Disney y su equipo le estuviesen dando vueltas a todo esto mientras pensaban en cómo adaptar el cuento. Pero es lo que hay. La manera en la que representamos las cosas siempre deja un poso y aquí es el de la imagen negativa de la mujer sola en el mando y la brujería como arma. Elemento pagano que encima se contrapone a la dulce niña rezando.

Además adaptar historias de esta manera, el mundo de lo que los adultos etiquetamos como infantil, es siempre fuertemente simbólico y metafórico. Incluso cuando queremos contar chorradas.

El siguiente engranaje ahí es el del trabajo. La Reina es reina pero por una mezcla entre tamaño de metraje, historia que quieren contar y caracterización de personaje, nunca la vemos trabajando. Claro, esta no pretende ser una trama compleja en la que tienes que empatizar con el malo también o en la que necesites saber más. Hasta ahí estamos. Pero es que es un discurso más complicado que ese.

Y es que, por un lado, Blancanieves se nos presenta como deseable porque no se le caen los anillos por trabajar y, por otro, su posición es más la de organizar a los animalitos que la de hacer realmente el trabajo. Lo suyo es un poco como lo de San Isidro, vaya.

Luego están los enanitos. Hay ahí muchas connotaciones en las que no estoy preparada para entrar. Quizá en una entrada de investigación, que no sea una reseña. Pero es su papel el de generar riquezas inimaginables que luego lanzan en una caja fuerte mientras ellos viven en una casita en la que todos comparten habitación y está hecha un desastre. Cada uno que saque sus conclusiones. Pero no olvidéis nunca el detalle que os mencionaba al principio de la Gran Depresión y la situación mundial que rodeó a la creación y lanzamiento de Blancanieves.

Ah, el placer de trabajar. Demos gracias por tener trabajo.

Por eso y por tenerlo en el campo, claro. Porque qué bien se vive lejos del mundanal ruido con animales adorables. Y, os digo una cosa, de las mejores escenas de toda la película es cuando intentan limpiar una telaraña y con ello a una pobre araña.

En lo referente a la vida en el campo y esta idealización no podemos ignorar tampoco que todos los animales que podemos considerar como bonitos y agradables son, por supuesto, los que aparecen junto a Blancanieves. En cambio la bruja siempre tiene a su alrededor animales de mal agüero, ratas, un lado de la naturaleza diferente y que no tiene cabida en la feliz vida de la casita en el bosque.

Por otro lado, sin demasiada relación con nada, no puedo dejar de decir que los comentarios de cuñado estándar de Gruñón me hacen mucha gracia. Además supongo que terminan aportando cierto discurso positivo, en cierto modo.

Dicho todo esto, toca hablar del final.

Para una película que mete tanto costumbrismo se siente extrañamente precipitado. Un día todo está bien y al siguiente estás en un ataúd de cristal. No llega a haber ningún tipo de enfrentamiento porque los enanitos tardan en ir, la Reina cae en la persecución y el príncipe solo está para abusar de una chica muerta y luego llevársela.

Y el tema del ritmo lo puedo perdonar, porque me gusta la comparativa de Blancanieves huyendo por el bosque al principio contra la bruja corriendo por el bosque ahora. Una encontrando refugio, la otra un final escabroso y buitres. Pero lo del príncipe, ay. Eso es harina de otro costal.

De pequeña, por supuesto, solo apreciaba el valor estético de la escena. Y hoy día me sigue gustando en composición. Pero es difícil tragar ahora el concepto de la belleza femenina en la muerte y que sea bonito que un virtual desconocido te bese entonces y así te devuelva a la vida.

Además este príncipe es un personaje terrible, sin ningún tipo de mérito o carisma. Nada. Es lo peor de la película con diferencia.

Aún así se cierra el ciclo, se cumple la profecía. Y se acaba una película que, con todos sus contras, sigue siendo un goce visual y a veces sonoro. Volved a verla, disfrutad sus cosas positivas, ponedla de fondo mientras hacéis otra cosa. No creo que os arrepintáis.